Venirse arriba. Y terminar abajo.CAP. 3º SU NOVIO
Mi secretaria tiene un novio. Vuelvo a ser cornudo.
Venirse arriba. Y terminar abajo.
CAPITULO. - TERCERO. - SU NOVIO
Un día apareció con una pequeña señal en su teta derecha. Su noviete, su rollito… No pongas esa cara, me dijo. Y empezaron sus explicaciones. Tan melosas y tan lógicas que me convencieron. Bueno lo que más me convenció fue que mientras me lo explicaba, me acariciaba la polla y contándome simplemente que se lo hacía con su noviete, que se acostaba con un chico más o menos de su edad, consiguió que me corriera.
Me convenció de que los fines de semana, con alguien tenía que salir. Además, esa relación no era nada. Solo se veían de vez en cuando… Luego ya vino la sonrisa pícara… “pues ya sabes, la carne es débil… un poco de sexo… ¿de qué te quejas… si veo que te gusta” … me decía mientras me masturbaba lentamente por segunda vez. Imposible y completamente inútil replicar. Y menos resistirme.
Obviamente, cada día la cosa” fue subiendo”. Ella me tenía caliente a tope y me lo hacía desear. Sí, no solo acostarme con ella, sino el saber si se lo montaba o no con el otro. Por un lado, me encendía. Diría que hasta sentía celos del niñato ese. Por otro me daba muchísimo morbo saber que la muy puta follaba con dos…
En cierto modo me la ponía saber que me estaba volviendo otra vez un cornudo, pero ahora sin siquiera estar casado con ella. Se lo dije así y empezó a reírse a carcajadas.
Y llegó un día un tanto especial. Apareció en la oficina. Guapísima. Seductora. Me empezó a calentar. La promesa de una tarde – noche inolvidable… Sus juegos…
Y en el momento cumbre, cuando ya me tenía desnudo y ella ni siquiera se había soltado el vestido se sentó en la mesa y se abrió las piernas. No llevaba bragas. Y me lo enseñó.
Perplejo, boquiabierto me quedé inmóvil. “Mira cariño” … me decía mientras se separaba los labios. Allí estaba rezumando. Tenía su coñito lleno de leche…
-. Pe, pe, pe... pero… Iba a explotar pero solo fui capaz de balbucear algo así como “si… hoy… solo eras para mi”…. Diría que hasta lloriqueé.
-. Ya lo sé mi amor… pero es que no quería llegar tarde para estar contigo y me ha traído en el coche. Y… jo… no te enfades… es que no podía decirle nada… si solo ha sido un pim pam pum…
Se bajó de la mesa y se arrodilló frente a mi… “Mira, si no fue nada… se la sacó y me la metió muy rápido… Jo… - decía melosa- tenía que escoger entre lavarme y llegar tardísimo, o subir así y estar más contigo… me decía zalamera cambiando el tono de voz. Y sin más, su lengua empezó a enredarse en mi capullo. Y yo cada vez más y más excitado…
-. “Total, qué más te da… si ya sabes que me folla… es como con Merche… ¿te acuerdas verdad, cornudo? Si… se cepillaban a tu mujer y tu luego no hacías nada…y encima te gustaba saber que la puta de tu mujer estaba follada…que tenía el coño calentito…
Y sin quererlo ni beberlo, estaba tumbado en el suelo diciendo a todo que sí, súper excitado, con mi boca junto a su coñito en un brutal 69. Fue la primera vez que me comí la leche de su amante. De su rollito.
En premio, por ser tan bueno, tan comprensivo, se puso a horcajadas y se dejó follar un poco, cuando estaba ya a punto se salió y se dio la vuelta: no solo permitió que me corriera en su boca, sino que volvió a subirse encima mío y para limpiarme la pollita volvió a mearse encima de mí.
Fue brutal. Si lo pienso también humillante. No solo tuve que comerme su coño lleno de la leche de su noviete, sino que me meó todo y encima, tuve que recogerlo yo mientras ella se acicalaba y me miraba divertida. No me dejó limpiarme. Salimos oliendo a ella. Menos mal que fuimos directamente a casa.
Poco a poco, cada día era un poco más. Consciente solo a veces de que había que poner freno, cedía y fui cayendo cuesta abajo. Cada día estaba más enganchado a esa niña, más humillado y a la vez cada día más sumiso. Era la decadencia total. Un viejo verde en manos de una niña caprichosa, sádica y perversa.
Un día, después de lamer su sexo caliente, según me dijo, recién follado, la pregunté si su noviete hacia lo mismo… si él sabía que ella y yo teníamos una relación… si también la lamia el coño cuando ella volvía a casa llena de mi…
¡Hombre claro! Dijo con toda la naturalidad como si fuera la cosa más lógica. Claro que lo sabe… Y empezó a contarme que un día follando en el coche en los asientos de atrás se lo preguntó directamente y ella le dijo que sí, claro…
Furioso, y sobre todo celoso, la cogió del pelo y a rastras la sacó del coche desnuda. La tumbó de bruces en el capó y allí mismo, en el parque, se la cepilló.
Estaba súper furioso y la empujaba como un bestia. Literalmente la ensartaba, la clavaba la polla. La hizo gritar de placer. “No, gritar no, me hizo aullar”, dijo.
-. Me reventó el coño. Madre mía ¡qué polvo más bestia me echo! aun lo recuerdo, bueno lo recordamos” … Y mientras me contaba como su novio la puso de bruces, como sentía vergüenza porque seguramente les estuvieran viendo, bueno, porque los coches que pasaban cerca les veían perfectamente y alguno hasta paraba unos segundos para poder mirarlos mejor, agarraba mi polla y me la meneaba…
Yo escuchaba absorto mirando cómo en su manita, mi polla parecía gigantesca, enorme, descomunal. Ella me iba contando cómo se ponía cachonda a tope con el “guarra”, “puta”, “tía buena”, “si quieres yo sigo”, “déjame que te ayude” … y todas las barbaridades que te puedas imaginar… Me dijo que su novio también se puso a mil y que dejó en evidencia que se ponía cachondo con la situación, que le gustaba eso…y descubrió un punto débil…
El caso es que su noviete, enfadado, la dejo allí desnuda y con el coño chorreante. La idea era que tuviera que volver caminando y desnuda. Pero no le salió bien. Cerca había un coche. Cubriéndose como podía, con una mano en el coñito y la otra tratando de tapar los pechos, se acercó y pidió ayuda. Dentro sabía que había una pareja. Les había visto antes. Eran unos de los que chillaban…
La dejaron subir al coche. La chica sonreía y se burlaba de ella, pero no dejaba de mirarla. Se la comía con los ojos. El chico empezó a pregunta que, porque su novio la había hecho eso, y claro, ella, respondió la verdad: “por follar con mi jefe” …
Los dos se rieron. Y empezaron las burlas, las risitas… ¿Y eso? ¿te paga más? ¿te sube el sueldo? Ella negaba con la cabeza. Al final acabó respondiendo claro. “Lo hago porque me gusta, si en serio, me gusta follar con mi jefe”, les contestó. “Me gusta el sexo y si el tío está bien pues me le follo y ya está”.
Los dos se quedaron callados, mirándose sin saber qué decir. Fue la chica quien preguntó: ¿Y si te gusta mi chico, lo harías con él? ¿si claro, por qué no? ¿A ti te importaría? La devolvió la pelota… La chica solo se encogió de hombros. “Además, os debo este favorcito” … Y del interrogatorio se pasó a un “no, si va a resultar que eres un poco puta” …
Visto y no visto. En un instante estaba lamiendo la polla del tío y la niña mirando cómo se la lamía y masturbándose al tiempo…
La chica volvió a desnudarse. Estaban las dos en pelotas. Casi ni se podían revolver en el coche. Pero era muy divertido. Lo que iba a pasar era obvio… el noviete se las iba a follar a las dos, bueno eso es lo que pensé… pero no.
-. Cuando ya tenía a tope y le estaba lamiendo los huevos, la oí decir a la chica: eh, ahora me toca a mí. Volví cara. Allí estaba abierta de par en par. Sentía más curiosidad que vergüenza y no hice ascos, la primera vez en mi vida que me comía un coño…. Y me puse a la tarea.
-. El tío se puso a mirar. Luego me empezó, bueno, nos empezó a sobar a las dos, aunque a mí me fue colocando en posición. Yo seguía lamiéndola el chochito. Por lo que hacía él, esperaba que de un momento a otro me ensartara por detrás, pero ella le detuvo: espera, le dijo, ese cerdo se habrá corrido dentro. Metió los dedos y hurgó un poco. Joder, dijo riéndose, esta guarrilla tiene el coño repleto.
-. Se puso una goma… No quería que su polla se manchara con la lefa de otro… A mí me daba igual, yo seguía con la cabeza metida entre las piernas de la chica lamiendo sin parar, metiendo mi lengua y besando por donde a mí me gusta que mi metan la lengua…
-. Allá voy, gritó cuando ya estaba listo… y zas. Hasta a dentro. Al recibirle todo mi cuerpo se tensó y me arquee un poco… La chica me agarró la cabeza y me empujó apretándome contra su coño. Me encantó. En un par de minutos me estaba corriendo. La chica también. Se mezclaban nuestros jadeos…El chico quiso correrse, pero su novia le paró en seco: “como te corras dentro de esta puta, te corto los huevos”, dijo.
-. La sacó y me tumbaron. Fuera condón. Pensé que se iba a ensartar ella, pero no, que va… La novia empezó a masturbar su pene y a apuntar la polla hacia mi cara. Me puso perdida y luego me lamió. Empezó por la cara. Fue bajando por los pechos, por el estómago… y llegó a mi coñito. Menudo escalofrío. Y menuda corrida. Fue fantástico.
Me llevaron a casa y quedamos en repetirlo. Me escribió el teléfono en mi teta. De despedida un buen morreo con cada uno y a la ducha.
No me encajaba algo en la historia. Por ejemplo, si la dejó desnuda en el parque ¿cómo pudo abrir la puerta si no tenía llaves? En fin, pequeños detalles de este estilo, pero como estaba en la gloria escuchando y recibiendo esos deliciosos masajes en mi polla… pues la dejé que siguiera contándome cosas. Daba por sentado que ella me estaba contando lo que la daba la gana y a su modo. Mentirme no. No era su estilo, pero contarme verdades a medias…
Podéis enviar e mail a csdsumiso@hotmail.com