Venganza o fantasía?

Un padre "intenta" vengarse de la agresora de su hijo

Ramo recibió una llamada estando en el trabajo comunicándo que su hijo había sido agredido por una compañera, el chico estaba bien pero le dijeron que tendría la entrepierna un poco hinchada durante unos días.

A medio día cuando llego a casa hablo con el chico y este le contó cómo la zorra de Inés le había dado un rodillazo en los huevos gratuitamente. Ramón sabía quién era Inés la chica repetidora de último curso un verdadero bombón de diecisiete años y sabiendo como era su hijo dudó de su historia pero no podía permitir que su hijo fuera humillado así.

Cuando su hijo le contó lo del rodillazo había sentido algo su polla había palpitando, en secreto siempre le había puesto que una mujer doblega a un hombre de esa forma, pero no podía dejar las cosas así.

Sabía dónde se movía la chica y decidió que iría a darle una lección.

Anochecio pronto y salió de casa con la excusa de ir a correr un rato, se puso sus mallas deportivas y su camiseta de Runners, y abrió la puerta para salir de casa.

-cariño no olvides comprar la crema para ti hijo- dijo su mujer antes de cerrar la puerta tras de sí.

Sabía que Inés y sus amigos iban a fumar porros a un parque bastante lúgubre y desolado donde solo iba la juventud a fumar y beber, se dirigió hacia allí y se dispuso a dar vueltas por el parque corriendo.

Pronto la localizó y por suerte andaba sola en dirección a dios sabe dónde.

La observó, para ser tan joven tenía un cuerpo de escándalo y aquel día vestía unas mallas blancas tan ceñidas que la tela se le metia entre las nalgas, iba muy sexy acompañaba esas mallas con unos botines negros y una camiseta tan ceñidas que sus turgentes pechos se marcaban como si nada llevase. Noto como su polla crecía bajo las mallas y pasó por delante de ella corriendo como si nada.

Cuando estuvo detrás de ella se giró veloz y la tomó por el brazo haciéndola girar.

La chica se sobresaltó y observó a Ramón mientras trataba de soltarse de su agarre, lo reconoció enseguida (como el padre de su compañero de clase) pero no pudo evitar que su mirada se  posarse sobre el paquete de el hombre de mediana edad, él era atractivo y estaba en forma y sus atributos saltan a la vista.

-que coño quieres- espetó la chica sin lograr soltarse.

-pequeña zorra, crees que puedes golpear a los chicos en sus partes a tu antojo- Ramón tiró de ella con fuerza hacia el.

-te voy a devolver el favor- dijo mientras levantaba su mano por encima de su cabeza para golpear a la chica.

Ella se asustó y pensó en intentar explicar que su hijo le había tocado el culo pero no acertó a decir nada, tenía miedo y reaccionó por instinto.

Alargó el brazo que tenía libre y agarró los huevos de Ramón "que gordos" pensó pues apenas podía cerrar la mano sobre ellos. Giró su mano apretando los huevos de Ramón y clavando sus dedos sobre ellos.

El hombre se encogió sobre sí mismo e inclinó su cuerpo hacia delante ella lo empujó hacia delante sin dejar de apretar y luego tiró con fuerza mandando a Ramón al suelo encogido sobre sí mismo.

-¡zorra!- dijo el hombre entre dientes mientras se volteaba en el suelo para quedar boca arriba mirando a Inés mientras sujetaba los huevos con una mano.

Ella pateó la mano del hombre y este retiró su mano por el dolor y ella aprovechó para poner su tacón sobre los huevos de este y la planta del pie sobre su polla… "no puede ser la tiene dura" no salía de su asombro.

-para ser un hombre tan fuerte caes rápido- dijo apretando su tacón sobre los huevos de Ramón. - todos pensáis que sois fuertes por tener huevos pero..-

Levantó su pie y aplastó sus pelotas con fuerza sin dejar de mirar cómo se dibujaba su gran polla bajo las mallas deportivas.

"¿Sigue creciendo?"

Él se encogió de nuevo sobre sí mismo gimoteando de dolor y ella sonrió al comprender… el apenas había puesto resistencia y su polla estaba cada vez más dura.

Se puso de cuclillas a su lado y lo puso boca arriba sin dificultad, la mirada de Ramón parecía perdida y ella dibujó con su dedo la gran polla del hombre arrancando un gemido de sus labios, llegó a sus huevos y los abrazó de nuevo pero esta vez los acaricio sonriendo con sus carnosos labios.

-eres un cerdo… y como tal serás tratado-

Cerró su puño sobre los huevos y los retorció mientras el cuerpo del hombre se arqueo, ella observó su polla que no perdió tamaño. Separó su mano y golpeó los huevos con el puño cerrado… su polla no perdió presión y ella se estaba mojando.

-eres una pu...ahh- no pudo terminar la frase pues ella golpeó con su puño de nuevo.

Inés se sentó sobre la cara de Ramón refregando su coño apretado en la boca de Ramón, pronto Inés noto como los diente de este rozaban sus labios vaginales por encima de la fina tela de sus mallas.

Movió sus caderas disfrutando de la boca del hombre mientras acariciaba la polla de este que era enorme y estaba muy dura.

Sacó sus paquetes por la parte de arriba de las mallas deportivas y observó la gran polla que podría masturbar a dos manos… y sus huevos,. Joder que grandes son.

Ramón apretaba su lengua sobre su coño disfrutando y oliendo los flujos que comenzaban a mojar la ropa de la chica… ella agarró su polla y comenzó a moverla con fuerza chupandosela al ritmo que él mordía y lamía su coño…

Aceleró más y más la paja mientras acariciaba esos enormes huevazos, él se convulsionaba por el placer y su polla comenzó a soltar líquido preseminal, Inés aceleró más.cogiendo la polla a dos manos, notaba como el hombre se iba a correr mientras ella manchaba sus propias mallas, entonces si previo aviso soltó la polla de Ramón dejándolo a punto de correrse.

Él trató de protestar pero ella presionó su boca con su coño impidiendo que hablase, él estaba desesperado, no podía creer que hubiera parado, se iba a correr y ella no continuaba…

Inés observó cómo su polla recibía pequeñas convulsiones mientras ella sí disfrutaba de su boca presionando su coño sobre el…

Ramón aguanto todo lo que pudo con la esperanza de que ella tomase de nuevo su polla, pero no fue así y su semen comenzó a salir a chorros por su polla mientras ella reía.

Sin duda fue placentero pero no tanto como si ella no hubiera parado.

-¿crees que no me he dado cuenta?- dijo ella sin levantarse -eres un cerdo y te gusta que te golpeen, tu hijo te contó lo que ha pasado y has venido a buscarme para que te dé lo tuyo… eres un cerdo y yo una niña que te ha dado una lección-

Ramón escuchó sus palabras extasiado y sin poder negar la veracidad de esas palabras, le faltaba el aire… y la corrida añadida a ese hecho lo tenía sin fuerzas.

-pues bien aquí tienes tu fetiche- dijo Inés cerrando su puño y viendo los contraídos huevos de Ramón.

Bajó con fuerza su puño dos veces con toda la fuerza que tenía aplastando sus huevos contra su propio cuerpo. Esta vez fue diferente, el dolor fue mayor e Inés pudo ver cómo su pollón perdía fuerza, Ramón clavaba sus dedos en las nalgas de Inés pero no tenía fuerzas y ella presionó más su coño contra su cara dejándolo sin aire.

Golpeó de nuevo con sus nudillos y escucho un sonido extraño salir de la boca de Ramón y este dejó de forcejear… había perdido el conocimiento.

Inés se levantó y observó al hombre mientras su pecho se movía lentamente mostrándole que no se le había ido la mano.

Sacó su móvil y encendió la linterna observando su trabajo y tomando algunas fotos de los huevos de Ramón amoratados e hinchados. Luego los mandó al grupo de la clase donde estaba el hijo de Ramón.

"De tal palo tal astilla" escribió "entre cerdos anda el juego" continuó escribiendo.

Los.mensajes no tardaron en llegar y todo tipo de comentarios humillantes llenaron el wass.

Inés se sintió satisfecha y no así el hijo de Ramón que sintió la vergüenza más grande de su vida… ya nada sería igual para él "gracias papá".