Venganza, dulce venganza

Mi padre hizo sufrir a mi madre por con su infidelidad, es tiempo de que pague, espero sus comentarios, rockstarrace@hotmail.com

Para esta narración deseo mantener mi nombre oculto; basta decir que vivo en Guadalajara, México y que soy bastante conocido en el mundo de los negocios, tengo 27 años, y, para mi edad, soy uno de los mas poderosos ejecutivos de la empresa en la que trabajo.

Mi padre, quien es clave dentro de esta historia, era un don Juan, conquistador de muchachitas de preparatoria y secretarias veinteañeras, sus deslices fueron tan descaradas que mi madre sufrìa casi todo el tiempo, durante las visitas ponia buena cara, pero cuando alguien mencionaba a mi padre, sus ojos se ensombrecían, y , cuando todos se despedían y se quedaba sola, lloraba amargamente, y su llanto me calaba en el fondo del alma.

Por fin, mi padre dejò a mi mamà un dia de mayo, cuando yo apenas tenia 15 años, por una impresionante secretaria rubia de 20 años, y se largò de la ciudad, dejándonos a mi madre y a mi sin dinero y con las deudas de sus años de farra.

Hace cosa de dos meses, me llamaron a la oficina de parte de mi padre, y me informaron que me invitaba a tomar unas vacaciones de dos semanas con el y su nueva familia, mi madre ya ha muerto, y el odio me invadiò fuertemente, pero, analizando la situación, decidì vengar las noches en vela y las humillaciones que mi madre habìa sentido, ¡y de que forma!

Aceptè su invitación y tracè mi plan.

Lo primero que hice fue llevar un guardarropa bastante formal, pues sabia que mi padre era bastante descuidado en su aspecto cuando no està en la oficina, y llegue a su casa usando un traje negro cruzado bastante bueno, mi padre iba a saber lo que es la humillación y la impotencia.

Lo dicho, su nueva mujer, a sus 32 años era una belleza casi tan hermosa como ruin, llevaba puesto un vestido escotado que dejaba apenas adivinar sus hermosos senos bajo la suave tela negra, era de noche, y mi padre aun no regresaba del trabajo, asi que no tenia caso alguno revelar mi posición tan a fuera de tiempo, su hija, de 18 años, estaba, según me dijo Silvia (obvio que es un seudónimo) en su recamara preparándose para la gran ocasión que significàbales mi llegada.

Mi padre llego al cuarto para las nueve, demasiado tarde ya para que respetaran las reservaciones, asi que decidimos quedarnos en casa; salvo mi padre, ya todos, Silvia, su hija y yo estàbamos vestidos de acuerdo a la ocacion, ella muy sexy en un traje sastre que dejaba entrever el bellísimo trasero que tenia,. Y su hija en una minifalda que era demasiado provocativa para una cena formal, decidimos conversar de nuestros triunfos y alcances en lo que se refiere a la vida social, laboral y económica, jamás hablo de mi madre ni yo le mencione su muerte.

Durante la cena, mi padre y Silvia hablaban entre ellos, mi nueva hermana me hacia platica con sus narraciones absurdas de novios frustrados, que yo escuchaba aparentando el mayor interes, Silvia era muy hermosa y sexual, asì que pudo percibir la carga sexual que habia entre Katia y yo, ella seguia platicando con mi padre, perono dejaba de mirar a su hermosa hija de reojo, mirando còmo sus orejas se enrojecían mientras me hablaba de su ùltimo novio, decidì, por fin, hacer mi movimiento, y , por debajo de la mesa, puse mi mano directamente sobre el muslo desnudo de mi hermana, que se quedò helada por la sorpresa, no dijo nada mientras mis manos le acariciaban la parte interna de sus muslos y se introducían mis dedos por entre sus bragas para acariciarle su hermosa entrepierna, suave y cálida, pero siempre mirando a Silvia y ella a su hija y a mi, ya bastante exitada.

Después de la cena, tomamos unas copas para bajar la comida, y mi nueva hermana, a quien llamarè Katia, me invito a bailar, tomo un disco y lo puso, era un disco moderno pero con ritmos bastante sensuales, la tomè de la cintura y bailè con ella un poco, sin apartar mi vista de los bellísimos ojos de Silvia, que me veìa sentada en el sofá acariciando al marrano que tenia por marido, yo bailaba con Katia y, cuando mi padre cerrò los ojos como si estuviera dormido, bajè mis manos y le agarrè el trasero, ella levantò la vista sorprendida, pero no dijo nada, , baje mi boca hasta la base de su cuello y la besè, moviendo mis manos lentamente sobre sus piernas y glúteos, sin dejar de bailar, besando sus hombros y apretándola contra mi miembro, ella soltò un enorme suspiro que pareciò despertar a mi padre, lo mirè a los ojos pero estaba tan ido que no podia hablar, aunque se veìa la furia y el odio en sus pequeños ojos, y sin dejar de mirarlo, tomè a su hija y la puse delante de mi, dándome la espalda, y levantando su falda, metì mis dedos en su sexo, acariciando su deliciosa vulva con la mano derecha y sus senos con la izquierda.

Silvia me mirò y se levanto del sillon, mi padre quizo detenerla pero no pudo casi moverse por lo borracho que estaba, vino hacia mi, quitándose el saco y desabotonándose la blusa, la parè en seco con mi mano en su abdomen y la tirè de cinturón hacia mi, besándola como jamás podría ser besada por mi padre, Karia se inclinò y me desabrochò el cinturón, y, tomando mi pène con ambas manos, lo metió a su boca, besándolo y chupandolo como loca, , tomè a Silvia de las muñecas y le coloqùe las manos en su espalda, dejando expuestos sus hermosos senos para besarlos a placer.

Tomê a katia de los cabellos y la levantê hasta la boca de su madre; y se besaron largamente; mientras yo miraba a mi padre y el se retorcîa entre la realidad y el delirio etílico; " esto es por mi madre" le dije; mientras penetraba a silvia por el tracero y ella lamîa el sexo de su hija; y mientras mâs intentaba reaccionar mi padre; mâs fuertes y profundas eran mis acometidas en Silvia; Katia gemîa como fiera enjaulada mientras probaba la dulce lengua de su madre; para poco después cambiar de posición con migo: La noche seguiò como lo planeado, yo haciendole el amor a sus mujeres y el mirando, incapaz de contener la venganza de su ùnico hijo.