Venganza del hampa 3
Continua la venganza de nuestros protagonistas
Como preveíamos un par de días antes de abrir la carnicería apareció, en nuestra casa, mi hermana arrastrando literalmente a Ariadna.
- ¿Qué tal hermanita? No puedo decir que sea un placer verte después de que intentases volverme a meter en la trena._ Le dije de forma sarcástica.
(Para seguir la trama es mejor que os leáis la serie desde el principio)
- Vengo a pedirte un favor._ Me dijo
- Pues desde ahora ya sabes que no te lo haré, no me fio de ti._ Le dije con una pose de fingido cabreo.
- Es muy importante para mí, necesito que me ayudes._ Contestó
- Lo que tu necesites a mi me la trae al pairo._ Le dije tumbándome en un sofá
- Va por favor te lo suplico.
¿Mi hermana suplicandome? Debía estar realmente desesperada.
- Al menos escucha lo que te pido._ Dijo
- Desembucha, pues._ Le solté
- Se que estás buscando un ayudante para la carnicería, podrías contratar a Ariadna, es joven y fuerte.
- Y no tiene experiencia, ni carnet de manipuladora de alimentos.¿ De que me sirve?._ Dije yo
- Si que tiene carnet de manipuladora de alimentos, su padre se lo ha sacado._ Dijo mientras lo enseñaba.
En ese momento tanto Mario como yo cruzamos una fugaz mirada con Ariadna. Y esta como única contestación nos enseñó una sonrisa. Todo marchaba como lo habíamos planeado.
- Hermanita, en serio, que la fama de cabeza loca de tu hijastra, nos ha llegado. Sabemos que le gusta irse de juerga los fines de semana, que trabaja más bien poco y aunque sea joven y fuerte no me sirve de nada._ Dije yo
- Si la contratas te doy mi cuerpo para que hagas de él lo que quieras._ Dijo en un susurro
- A ti no te quiero para nada vieja foca._ Dije y era cierto estaba más que servido con Mario y Ariadna
- Por favor necesito que la contrates._ Dijo mi hermana sorprendiéndome de el hecho de que no contestase a mi insulto.
Había algo que se me escapaba y con el juego tan peligroso que nos llevábamos entre manos, cada imprevisto, podía llevarte a la tumba. Entonces Mario llegó en mi auxilio
- ¿Qué pasa? ¿Tu marido ha amenazado con divorciarte de ti si no conseguías que contratáramos a la cría?
- Si._ Dijo en un suspiro
Con que era eso, mi hermana ya no tenía tan enchochado a su marido, es posible incluso que alguna amante de mi cuñado estuviese, ganándole terreno. Tenía que averiguar quien era esa mujer.
- Bien pervertida y que consigo yo si la contrato. Y no me ofrezcas majaderías, quiero algo tangible.
- Sabes que nos acaban de robar y el dinero no nos sobra._ Dijo, se veía que era una mujer derrotada.
- Quiero tu coche._ Dije
- No me jodas. ¿Cómo demonios voy a volver?._ Dijo
Cuando solo le preocupaba como volver y no se indigna por la petición, quería decir que ha aceptaba la oferta.
- A mí que me cuentas, vuelve en autobús._ Dije
- Vamos Ariadna que tenemos un largo camino antes de llegar a casa._ Dijo mientras cogía el bolso
- Ella se queda si en dos días ha de empezar a trabajar conmigo voy a tener que ponerla al día, no quiero que se corte un dedo._ Dije, además de que no quería que fuese en autobús los 50 kilómetros que nos separaban de su casa.
- Hermana esta cria tendrá que vivir con nosotros, a la hora que se tendrá que levantar no hay autobuses. Así que o la traes tu cada mañana o mira ver que haces.
- Eso lo tengo que consultar con su padre._ Dijo
- Pues muy bien, que te sea leve el viaje.
Mi hermana tenía un mercedes descapotable, una preciosidad de coche, lo hicieron a medida para la madre de Ariadna, fue uno de los regalos del abuelo de Ariadna por la boda. Por lo que es a Ariadna a quien se lo pensaba regalar.
- Polla habrás visto que soy buena actriz, a la mínima que han podido se han deshecho de mi, de lo hartos que están._ Dijo
- Eres buena, además de inteligente, sabía que te saldrías con la tuya. Anda mira si tu madrastra ha cogido el autobús, antes de empezar a follar.- Dije yo.
- No, está en la parada del autobús fumando como una posesa.- Dijo Mario.
- ¿Pero no lo había dejado?._ Dije yo con sorna
- Lo ha dejada igual que la coca y el alcohol. Si tuviese que pagar toda la nieve que se mete, mi padre se arruinaría._ Dijo mientras se desvestía
- ¿Tanta coca se mete?._ Pregunté yo
- Si, la necesita cuando se levanta de la cama. Y se mete tanta que para dormir necesita calmantes. Me daría rabia que se muriese de una sobredosis antes de completar nuestra venganza._ Dijo mientras me desabrochaba la bragueta y sacaba con dificultad mi tremenda polla.
- No te preocupes vamos a mover ficha mucho antes de lo que teníamos pensado.- Dije mientras le hacía señas a Mario de que se acercase.
- ¿Cual es el siguiente paso?._ Preguntó mientras pasaba su lengua por el tronco de mi pollón.
- El Picaso que encontramos en casa de tu padre, resulta que es de la familia Coreli._ Dijo Mario mientras me besaba.
- ¿De quién?._ Dijo Ariadna mientras intentaba meterse mi enorme capullo por su boca
- Los Coreli son una de las familias más poderosas de la camorra._ Dijo Mario, mientras le acariciaba una teta.
- ¿Vamos a devolvérselo y decirle que lo ha robado mi padre?._ Preguntó Ariadna sacándose un palmo de mi polla de su boca.
- No, porque lo matarían de inmediato, y hasta es posible que también nos matarían a nosotros._ Dije yo
- Entonces ¿que vamos a hacer?._ dijo, levantándose y empalándose en mi durísima polla.
- Vamos a decirles a los Coreli que el Picaso está en el coche de Javier Cifuentes._ Dije mientras la cogía de las caderas y la movía con velocidad creciente a la vez que besaba a Mario
- ¿El que trabaja para mi padre?._ Dijo mientras metía el puño entero por el culo de Mario
- Es el químico de tu padre, el que le fabrica las drogas sintéticas, y lo más importante el que dirije la red de distribución de ese tipo de droga. Conoce a gente en casi todas las capitales del país._ Dijo Mario entre gritos de placer..
- Y ¿Como lo vamos ha hacer?._ Dijo Ariadna corriéndose como una posesa
- Muy fácil, vamos a meter el cuadro en coche Cifuentes, avisaremos a los Coreli de que piensa trasladarlo y si no lo cogen ahora puede que nuca lo puedan recuperar._ Dijo Mario sustituyendo a Ariadna en mi polla.
- Y como haremos, para avisar a los Coreli sin que sospechen de nosotros._ Dijo Ariadna mientras acercaba sus grandes tetas a mi boca para que se las chupase.
- Uno de mis primos es el abogado de los Coreli en España. Este les dirá que uno de sus contactos se lo ha soplado._ Dijo Mario mientras se corría.
- ¿Pero no querrán saber los Coreli de donde viene el chivatazo?._ Dijo Ariadna mientras se metía mi polla por el culo.
- Mi primo tiene infinidad de contactos por eso es tan bueno, los Coreli mientras haga bien su trabajo no hace preguntas._ Dijo Mario mientras le mordía los pezones a Ariadna.
- El Cifuentes es un don nadie, los Coreli no se van a creer que pudo comprarlo el._ Dijo Ariadna mientras me mordía más que besaba.
- El Cifuentes es tan idiota, que ha repetido en multitud de ocasiones que tiene un centenar de millones en suiza._ Dije mientras sustituía a Ariadna en el culo de Mario.
- Eso no se lo va a creer nadie._ Dijo Ariadna mientras pedía a Mario que le comiese el coño.
- Cifuente tiene un yate de lujo, vive en una mansión y tiene alrededor de 15 millones en una cuenta suiza._ Dijo Mario comiéndole el coño como un desesperado a Ariadna.
- ¿Cómo sabes eso?._ Dijo Ariadna corriéndose y pringándole toda la cara a Mario
- Porque se lo hemos investigado y se los vamos a robar, ¿Para que quiere un muerto tanta pasta?._ Dije mientras ponía a Mario a cuatro patas y tras limpiarme la polla de los restos de Ariadna, lo follaba como un animal
- ¿Cuándo vamos ha hacerlo?._ Dijo Ariadna a la vez que masturbaba frenéticamente a Mario.
- El próximo fin de semana, Mario le meterá el Picaso en el coche, el sábado y le robará las tarjetas con las claves de acceso a su cuenta. Que el muy imbécil las lleva en el coche. El domingo aveisaremos a los Coreli y nosotros volaremos a Suiza_ Dije yo
- ¿A Suiza, que no puedes hacer una transferencia a una cuenta?._ Dijo Ariadna mientras se ponía a mi vera para besarme como una desesperada.
- No podemos lo tiene en una caja depositado, y solo se puede sacar con las claves de acceso y la huella dactilar de Cifuentes.- Dijo Mario entre aullidos de placer
- Y ¿Cómo vamos ha hacer lo de las huellas?._ Dijo Ariadna poniéndose en su lomo para que yo pudiese besar y morder sus grandes tetas
- Ya está, Riqui lo siguió hace tres días y se hizo con el vaso del que bebía, de el sacamos un molde de silicona de la huellas de Cifuentes, me las pondré yo haciéndome pasar por el.- Dijo Mario corriéndose otra vez
- Pero tu no te pareces a Cifuentes, como te harás pasar por el.- Dijo Ariadna mientras limpiaba mi polla y se la metía por el chorreante coño.
- Muy fácil le hemos hecho un robo de identidad y ahora es mi foto la que aparece en todos los documentos relacionados con el._ Dijo Mario tumbándose en el sofá derrengado.
- Vale y ¿Cómo vais a poner el Picaso en el coche de Cifuentes?
- Tiene el coche en el taller, le están cambiando las ruedas el aceite, los discos de freno y los filtros. Nosotros el sábado por la noche mientras esta en el taller lo meteremos en el maletero camuflado, para que por la mañana cuando vaya a recogerlo no lo pueda ver._ Dijo yo corriéndome.
- A ver si los Coreli tampoco lo encuentran cuando vayan a por el._ Dijo poniéndome su coño en la cara para que se lo comiese.
- Si, lo encontrarán, porque a diferencia de Cifuentes, los Coreli si que sabrán donde está camuflado._ Dijo Mario la polla para ponerla a tono.
- Pero Cifuentes no se irá de la boca y dirá que lo robó mi padre._ Comentó Ariadna, corriendose.
- No, porque nadie sabe que tu padre compró el cuadro, al ladrón que robó a los Coreli, excepto nosotros._ Dije yo, endiñándole otra vez ni polla
- Estupendo,¿ pero no querrán saber los Coreli quien les robó?_ Dijo Ariadna besándome.
- Claro y se lo vamos a decir.- Dije yo sacando la polla de Mario que se había desmayado por el placer y tras limpiarla se la metí a Ariadna.
- ¿Pero no dirá el ladrón a quien vendió el cuadro?._ Dijo Chillando de placer.
- No podrá porque lo vendió a través de intermediarios en Arabia Saudí, donde los Coreli no tienen poder alguno._ Dije llenando a Ariadna de leche
¿Estoy o no en el paraíso?.
Cifuentes desapareció el Domingo y nosotros a primera hora del lunes, entrábamos por la puerta del banco Suizo. Mario como Cifuentes, Ariadna como su ayudante y yo cargado con dos grandes maletines metálicos como el guardaespaldas.
Todo fue viento en popa, comprobaron las credenciales de Mario, luego pasamos el escáner de huellas digitales y nos sacaron la voluminosa caja de Cifuentes. Allí había un millón de euros en billetes de 500, los metimos en el primer maletín, luego había otro millón en oro y alrededor de 15 millones en diamantes. Soy un hombre con una fuerza descomunal, pero casi estuve a punto de no poder salir con el peso de las maletas.
Ahora os contaré la razón por la que le pedí el coche a mi hermana. El cabrón de mi cuñado en su época de transportistas de drogas, utilizaba ese coche como lanzadera, en él hay camuflado en el asiento del pasajero un compartimento secreto que cuando se cierra hace el vacío y no deja escapar ningún olor, por lo que hace indetectable, para los perros cualquier cosa que intenten olfatear.
En la frontera francesa con Suiza siempre hay policías con perros buscando dinero de los defraudadores, nosotros no queríamos tener un mal encuentro cargados con todo el material que teníamos por lo que usamos el coche para transportarlo todo.
Y el martes siguiente como si nada hubiese pasado, abrimos la carnicería. Y si, el padre de Ariadna dejó que esta se quedase a vivir con nosotros. El sexo sin ella no es tan divertido.