Venganza de un profesor
Tras haber sido víctima de una falsa acusación un profesor aguarda el momento de tomar venganza de sus alumnas de una u otra forma.
La escuela siempre se prestará para muchas perversiones.
Hace 3 años que doy clases en una escuela de la ciudad de México a nivel medio superior, desde la primera vez que di clases, siempre logre congeniar bien con mis alumnos, quizá eso se debía que yo soy el profesor más joven con mis 27 años, cosa que de inicio no fue muy bien visto por directivos y algunos padres que pensaban que no tardaría en enredarme con alguna alumna como ya le había sucedido a otros profesores incluso mayores.
Ciertamente suele ser complicado resistirse a los encantaos de las chicas que han dejado de ser unas niñas y ahora se pasean por el campus en jeans ajustados o minis, blusas escotadas y entalladas, etc… era fácil entender como varios profesores habían caído ante la tentación… para mi no había sido sencillo resistir, en varias ocasiones sucedió que alguna alumna rebelde y con malas calificaciones (y no se porque siempre terminan siendo las de mejor cuerpo) solía ofrecerse para verla desnuda, tocarla o incluso para tener sexo a cambio de una calificación; en otras ocasiones llegaban a mi videos tomados desde celular donde incluso mis propios alumnos tenían sexo en los baños del colegio, en el deportivo… incluso hasta tríos… muchas veces uno no se puede imaginar lo que se ve en estos lugares… en ocasiones cuando me mostraban los videos tenía que quedarme sentado para disimular mi erección que producían aquellas imágenes.
Pero en fin, el motivo del relato no es para platicar todo lo que he visto y oído que sucede en las instalaciones, eso podrí ser material de otros relatos.
Como dije anteriormente a base de mucho esfuerzo me había mantenido alejado de cualquier escándalo, hasta que un día, al llegar a la escuela, fui llamado urgentemente a la dirección, al llegar ahí para mi gran sorpresa se encontraban 2 policías quines me mostraron una orden de presentación y acto seguido (para no ahondar en esa desagradable experiencia) me llevaron a la patrulla y directo al ministerio público. La orden de presentación fue por “abuso sexual a”… cómo era posible eso??.
Cuando mi abogado leyó la declaración era obvio que 2 de mis alumnas habían montado un teatro que de no ser porque se trataba de mí, yo también me lo hubiera creído; en el relato Cintia describía con lujo de detalle la forma en que yo la había violado.
No es mi intención ahondar en lo que fue éste penoso proceso en el que hubo que acudir a muchas personas para que éstas declararan a mi favor para comprobar de forma veras mi inisencia.
Tras la nueva evidencia logré salir y mis funciones en la escuela fueron restituidas, las reacciones fueron diversas, algunos me recibieron con mucha alegría, para algunos fue indiferente y para algunos, 2 en particular con mucho temor… por mi parte, los primeros días fueron un poco indiferentes, de alguna forma sentía temor, tenía cierta paranoia por lo que ya no me detenía a platicar con ningún alumno, mantenía mis reservas… pero el temor se fue convirtiendo en sed de venganza y a finales del siclo escolar las piezas se acomodaron a mi favor.
La situación no pudo ser más simple un buen día cuando estaba dando mi clase pude ver como mis dos queridas alumnas intercambiaban algo entre cuchicheos, me aproximé sigilosamente hasta estar lo suficientemente cerca para ver qué era lo que hacían… mis ojos se llenaron de sorpresa al materializar lo que estaban intercambiando.
Mi reacción fue rápida, de la bolsa del saco saque un pañuelo desechable y sin miramiento me abalance sobre la pequeña bolsita con polvo blanco que Mariana intentaba guardar en su mochila… estaba hecho, al siguiente momento tenía en mi poder la pequeña bolsita, la levanté para que todo el salón la viera, acto seguido salí del salón para buscar al director, mientras caminaba por el pasillo me estaba deleitando imaginando como irían por ella y lo siguiente dando mi declaración sobre como sorprendía a Cinthia entregando droga a su compañera Mariana dentro de la escuela, por si fuera poco días antes me había llegado un cuestionario para evaluar a Cintia para entrar a una Universidad en el extranjero… arruinaría la vida por completo de las dos que me difamaron.
Estaba llegando a las escaleras de la dirección cuando una idea mucho más perversa llegó a mi mente.
No llegué hasta la dirección, volví rápidamente al salón y continué con la clase (acto que desconcertó a todo el grupo) yo sabía que nadie ponía atención, que estaban esperando a que sucediera algo más, más nada sucedería… no durante la clase.
Dejé algunas tareas y al sonar la campana para salir les dije que podían retirarse excepto claro está Cintia y Mariana a quienes les pedí que se quedaran junto con chicos de mi entera confianza como testigos, Omar y Mauricio… no quisiera ahondar en el contenido de la plática, el resumen es simple si Cintia quería salir exenta de esa situación tendría que darme su cuerpo en ese mismo momento.
Pude percibir un ligero temblor, como un escalofrío recorrer el cuerpo de ambas chicas y un brillo en los ojos de los dos chicos a quienes les pedí que se quedaran, el trato era simple, Cintia tendría sexo conmigo y Mariana con mis dos cómplices, hubo un largo silencio hasta que Cintia asintió y Mariana pidió que haría lo que fuera pero que no la penetraran sin condón, esta petición tomó por sorpresa a los dos chicos quienes como era de pensar no cargaban con condones, yo dije que era justo y que los dos tendrían que usar su imaginación para sacar provecho de ella, Cintia objetó lo mismo, pero para su mala suerte yo si cargaba con uno.
La erección de mis dos alumnos empezaba a ser evidente solo de haber escuchado el trato y cuando se disponían a ir sobre Mariana les dije que tenían que esperar, que no podrían tocarla hasta que se los indicara, no quería que nada interfiriera en el plan que tenía, le pedía Cinthia que se parara de espaldas frente al escritorio, me acerqué y acaricié sus brazos, se estremeció… acaricié su rostro, su cuello sin decir una sola palabra, los ojos de ella permanecían cerrados, seguro que ella pensaba que pasaría pronto, que subiría su falta, quitaría sus bragas y la penetraría… eso estaba lejos de suceder, ese no era el plan.
Desabotoné su blusa teniendo cuidado de ni siquiera rosar su sostén, retiré la blusa acariciando un poco sus hombros, había un gran silencio en el salón, apenas se oía el murmullo de la respiración de todos, Mariana y los otros dos observaban sin perder detalle… la blusa de Cinthia callo por su espalda, la abrasé apenas lo suficiente para alcanzar el broche de su sostén en su espalda, lo retiré con el mismo cuidado que la blusa… sus pechos eran generosos, firmes, cualidad de su edad, casi no podía contener la excitación que ya era evidente en mis pantalones, quería tomarlos, saborear esos pequeños pezones rosados de aureola pequeña.
Siguió su falta abrochada por un único botón y un sierre al costado de su cadera; la falda callo casi por si sola dejando a la vista de todos, sus pantaletas tipo bóxer (tengo que admitir que esto me decepcionó un poco ya que para su carácter y la forma en que ella solía vestir espera encontrar algo más provocador), los labios de su sexo se dibujaban en la fina tela de sus pantaletas. Para ese momento yo ya estaba desesperado por poseerla, arrancar esa última prenda, liberar mi miembro erecto y enterrarlo hasta el fondo de su juvenil sexo… lo siguiente fue quitar esos bóxers con el mismo cuidado con que quité el resto de su ropa… al momento en que su sexo quedó descubierto pude percibir su aroma de mujer que no dudé en aspirar discretamente al tiempo que observaba una pequeña capa de bello señal de que solía depilarse completamente y solo habían pasado un par de días desde la última vez.
Me levanté para observar el cuerpo desnudo de Cintia, era preciosa, me preguntaba cuantos hombres ya habrían poseído ese cuerpo, era casi seguro que no era virgen, pero eso no importaba, lo averiguaría pronto.
Tranquilamente le pedí que se sentara sobre el escritorio lo cual hizo sumisamente, la empuje por sus hombros para que se recostara y sin pedírselo abrió sus piernas (estoy casi seguro de que aquello lo hizo con la intención de incitarme a penetrarla y terminar pronto con aquello) era hermosa, mi erección no podía disimularse, deseaba tenerla ya en ese momento… llevé mis manos a su vientre, recorrí sus pechos, los apreté suavemente, me entretuve viendo como su pezones se levantaban, recorrí sus piernas, el costado de sus nalgas… me tomaba mi tiempo en cada parte hasta que finalmente el costado de mi mano roso su sexo, no con la intención de invadirlo, sino con la intención de ver si las caricias y el masaje a sus pechos había surtido algún efecto.
Había un poco de humedad en el sexo de Cinthia, no es que ella estuviera excitada o al menos no creo que lo estuviera, pero el cuerpo siempre tiene sus propias reacciones y el de ella empezaba prepararse para una inminente penetración, acaricié superficialmente su sexo, teniendo cuidado de no tocar su clítoris ni meter los dedos en su vagina… la expectativa crecía en ella y ésta más que mis caricias era la causante de que poco a poco Cinthia se fuera humedeciendo más, inevitablemente su cuerpo se estaba excitando… era momento de hacer algo más profundo, así que me incliné y con la misma delicadeza de un amante pase mi lengua a lo largo de la vagina de mi victima que no pudo contener un suspiro ahogado… pude observar de reojo a mis alumnos y a Mariana que observaban petrificados; Omar como no pudiendo contener su erección más tiempo sacó su miembro a través de su cremallera y empezó a masturbarse lentamente mientras nos observaba.
Mi lengua continuaba moviéndose en el sexo de Cinthia, con movimientos circulares, de arriba abajo y por momentos tan profundo como se le permitía; la respiración de Cinthia se aceleraba y decidí introducir un dedo en su sexo y concentrar mi lengua en su clítoris, esto hizo que ella tuviera un sobresalto, los movimientos eran cada vez más rápidos así como su respiración, sus manos se cerraron en los bordes del escritorio, sus músculos se estaban tensando cada vez más, entre más se resistiera su cuerpo reaccionaría con más fuerza ante el inminente orgasmo que estallo en contra de su voluntad… sus ojos se cerraron y sus labios se apretaron para no dejar escapar ni el más mínimo sonido, pero las contracciones en su vientre y en su vagina fueron fuertes y largas.
Mi lengua siguió el juego en su clítoris y mi dedo entraba y salía de ella mientras duro el intenso orgasmo; cuando su cuerpo se relajo fui bajando la intensidad del estimulo hasta separarme por completo, un poco de sus jugos escurrían por su vagina, ahora ella se notaba rendida sobre el escritorio, mi objetivo se había cumplido, ahora su mente estaba rendida, su cuerpo había cedido a un intenso orgasmo ante mi ultraje.
Tomé un respiro me volví a mis alumnos y les dije que no esperaran más que desnudaran a Mariana y que se saciaran con ella… no creo que hubieran pasado más de 3 minutos antes de que mariana estuviera de pie en medio del salón desnuda observada por aquellos dos chicos; Mauricio se había ocupado de la blusa y sostén y Omar de la falta y pantaletas que a decir verdad eran más sexis que las de su compañera acostada en el escritorio, no es que ella hubiera cooperado, sino más bien que no puso ninguna resistencia, apenas se cubría su depilado sexo con una mano y parcialmente sus pechos con el brazo… la visión de esa chica era magnífica, Omar, el que se había masturbado mientras me encargaba de Cinthia se aproximo a ella y comenzó a acariciar su cuerpo, espalda, cintura… dejando que su miembro que salía por su cremallera rosara la piel de mariana hasta posarse entre sus nalgas.
Antes de volver con Cinthia que seguía derramando algunas lagrimas en silencio les recordé a los chicos que sino tenían condones, no podrían penetrarla a lo que Omar que le acariciaba ahora sus nalgas preguntó si podía ser por el culo… en verdad que no querían perder la oportunidad, los ojos de mariana se abrieron cuan grandes eran y pidió que no hicieran eso, que dolía, a lo que yo contesté que por el culo o la vagina, que ella decidiera, en cualquier caso no había condones.
Mauricio se quito sus pantalones y bóxers, su miembro se encontraba erecto y listo para la acción que pudiera proporcionarle Mariana, se aproximo a ella y le dijo que se la chupara, ella dudó un momento y luego se puso de rodillas tomó el miembro de Mauricio y lo llevo a su boca con un ligero gesto de asco más era evidente que no era la primera vez que lo hacía, Omar que estaba a sus espaldas igualmente se hinco separó un poco las piernas de Mariana y empezó a acariciar su sexo, e hubiera gustado saber si había algo de humedad ahí y quizá lo hubiera constatado yo mismo, pero aún no terminaba con lo mío.
Dejé de observar a mis alumnos y volví con Cinthia quien ahora me observaba con una mirada seria, me quité los pantalones y los interiores que contenían mi miembro erecto el cual saltó al sentirse liberado, estaba ansioso de poseerla, saqué el condón que guardaba en el saco y me lo puse, sin prisa (para mis compañeros lectores yo se que no es muy común leer que los personajes usen condón, pero seamos realistas, no tenía intención de correr riesgos).
Era el momento que estaba esperando, me situé entre sus piernas, la punta de mi miembro toco su húmeda vegina lo que la hizo tener un pequeño sobresalto, recorrí de arriba a bajo todo su sexo, me entretenía viéndola expectante con sus manos cerrándose a los bordes del escritorio, tras un momento y sin previo aviso empuje hundiéndome en ella sin brusquedad, pero si con firmeza hasta llegar al fondo, Cintia dejó escapar un pequeño quejido, definitivamente no era virgen, pero si la noté estrecha lo cual fue delicioso, tanto que tuve que hacer una pausa para dejar pasar la ola de placer que aquella primera penetración me causó.
Mientras esperaba que ésta oleada de placer terminara mientras controlaba mi respiración eche un vistazo a Mariana, ella estaba en cuatro con el miembro de Mauricio en la boca al tiempo que Omar trataba de penetrarla por el ano, todo esto claro entre quejas y gestos de desagrado de Mariana, estaba por volver a lo mío cuando un qujido, casi un grito de Mariana provocó que volviera mi atención a ellos y hasta sacara a Cintia de su mutismo y volviera el rostro para mirar; Mariana había dejado de mamar el miembro de Mauricio y apoyaba su cabeza entre sus brazos que estaban apoyados sobre sus codos en el suelo… la imagen era fabulosa, el miembro de Omar finalmente se había abierto paso por el ano de Mariana mientras el expresaba lo rico que era, empezó a bombear con cierta dificultad por lo que escupió un poco de saliva para lubricar más y facilitar un poco su vaivén mientras Mauricio lo alentaba.
Una vez más volví con Cintia, saque mi miembro completamente y esta vez lo dejé ir con fuerza para iniciar un va y ven rítmico, sostenido, ella solo se sujetaba del escritorio y mantenía sus piernas más o menos suspendidas con las rodillas flexionadas y mordiendo sus labios con los ojos cerrados, yo observaba como mi miembro entraba y salía de ella una y otra vez, era delicioso, no creí estarlo disfrutando tanto y creo que mis alumnos también o al menos era lo que me indicaban los jadeos de Omar quien bombeaba el ano de Mariana con entusiasmo; tuve que cambiar el ritmo en repetidas ocasiones por momentos lento, otras tuve que detenerme, quería prolongarlo todo el tiempo posible.
Me excitaba tener sometida a la chica que casi me arruina profesional y socialmente, un jadeo fuerte me distrajo de mi labor para ver como Omar se venía sobre las nalgas de Mariana ante la queja de Mauricio que argumentaba que le ensuciaba el área de trabajo y por lo que vi decidió no participar de ese ano que ahora debía estar dilatado y decidió continuar ultrajando la garganta de Mariana.
Retomé mi ritmo, de pronto los ojos de Cintia se abrieron y me pidió que parara, su respiración se aceleraba, yo no hice caso, los dos sudábamos por la actividad y aumente la velocidad, de pronto la espalda de Cintia se curvó hacia a tras, eso no lo esperaba y creo que ella tampoco, estaba teniendo otro orgasmo, quizá su actitud sumisa y la prolongada estimulación que le proporcionaba la constante penetración terminó llevándola a este nuevo accidente físico porque como he dicho antes y lo vuelvo a repetir, dudo que lo estuviera disfrutando.
Este nuevo orgasmo debió de haber motivado a Mauricio quien sin más ni más se dejó venir en la boca de Mariana que protestaba con gestos de disgusto y asco, Mauricio se retiró de Mariana mientras comentaba algo a lo que no le puse atención con Omar, mientras, Mariana se sentaba de lado sobre el suelo con la cabeza baja como recobrando el aliento.
Por mi parte estaba sorprendido de haber durado tanto sin venirme a pesar de la tremenda excitación que todo aquello me provocaba, le indique a Cintia que se pusiera de pie y se girara, y como fuera en su primer orgasmo éste la dejó nuevamente sin voluntad y obedeció sin protestar, le indiqué que se inclinara sobre el escritorio flexionara un poco las rodillas y abriera las piernas, al observar el maravilloso espectáculo que me mostraban sus nalgas; al estar contemplando noté como sus fluidos avían escurrido hasta su ano el cual se mostraba brilloso, tras meditarlo unos segundos retiré el condón que traía puesto y puse la punta de mi miembro en ese anito mojado, Cintia pretendía protestar pero un empujón mío cambio su protesta por un quejido al tiempo que se aferraba con las manos al escritorio.
Mi miembro había entrado solo la mitad y dejé una pausa para que su esfínter se relajara un poco, cuando Cintia recobró el aliente esperaba que continuara con su reclamo pero en lugar de eso se quedó callada y retomó su posición sobre el escritorio, un nuevo empujón mío me permitió penetrarla por completo y tras una breve pausa comencé a bombear esas hermosas caderas con las que muchos de mis alumnos seguramente se abrían masturbado en secreto mientras las recordaban.
Cuando sentí que ya no había mucha resistencia aumenté la velocidad, esta vez mi única intención era terminar, la espera había sido mucha y la excitación más, mi respiración se aceleraba, mi orgasmo era inminente, la tomé por los hombros jalándola hacia a mi como queriendo penetrarla hasta lo más profundo y fue ahí que ante una ola inmensa de placer descargué todo mi semen en fuertes contracciones de las cuales un par de ellas resultaron dolorosamente placenteras al sentir como se liberaba toda la presión acumulada.
Ambos jadeábamos un poco por el esfuerzo, cuando recobré el aliento retiré mi miembro que empezaba a perder su firmeza; Cintia no se reincorporó de inmediato como también retomando el aliento, antes de que Cintia se reincorporara por completo pude ver como escurría algo de mi semen por su nalgas por o que me aproximé a donde estaba colgado mi saco, saque unos pañuelos desechables y se los extendí para que pudiera limpiarse, hecho esto tomamos nuestra ropa para vestirnos; mientras lo hacíamos pudimos ver que Mariana, Omar y Mauricio ya se habían vestido y solo nos observaban.
No hubo prácticamente palabras, tomé la bolsita con hierba que les había quitado y se la devolví diciéndole que era mala para la salud a lo que ella solo me dijo que no l consumía, pero podía decirme cuales de sus amigas si; había una especie de maliciosa sonrisa oculta en esa última frase que pasé por alto en ese momento.
No solo le devolví su mercancía, sino que también firmé la carta de recomendación que ella necesitaba y en su siguiente parcial la califiqué con 10 prácticamente sin haber revisado su examen.
Aquello sería el inicio de experiencias que se prolongarían por los 3 años siguientes en que trabajé en aquel colegio de los cuales, espero escribir en el futuro.