Vendió tirón

Me da un tirón en la pierna y el monitor se ofrece a ayudarme.

Buenas, después de muchos años leyendo lo que otros escriben, me decido a escribir yo, espero que guste, me llamo Dante y tengo 36 años, soy de una pequeña capital de provincia del norte de España y desde hace algo más de un año residente en Madrid.

Como se suele empezar voy hacer una pequeña descripción, mido 183, 83 kg (la pandemia ha hecho estragos pero también es parte de la protagonista del relato) espalda ancha producto de los años de nadador semiprofesional, complexión normal, no conservo el cuerpo marcado y sin grasa que tuve en su día, pero lo que no he perdido es mi culo duro y redondeado y unos oblicuos marcados, no soy un chico de los que te giras al verme pasar pero me suelen decir que soy guapo.

Hace algo más de un mes por fin me decidi a volver al gimnasio, después de mirar opciones y diferentes sitios me decidi por un nuevo concepto de gimnasio boutique, clases de alta intensidad en grupos reducidos, por ser una de muchas oficinas la gente aprovecha a ir antes o después del trabajo.

Los primeros entrenos pasaron sin pena ni gloria, empecé poco a poco como me dijeron los monitores y las agujetas me permitían, fui probando los distintos entrenadores y terminé prefiriendo las clases de Adrián, por lo bien que daba las clases y que era el que más se preocupaba de corregirte.

Un chico muy simpático, siempre mostrando una sonrisa, que debido a la mascarilla se nota en sus ojos y no permite verla, rondando los 30 años, moreno, pelo corto, un cuerpo con brazos marcados pero complexión normal, no es el típico cachitas, pero siendo sinceros, lo que más llamó mi atención fue su impresionante culo, redondo, respingon, duro y siempre enfundados en unos pantalones de chándal gris ajustados que no dejan nada a la imaginación, es una fantasía verle hacer sentadillas.

Los entrenos pasaban sin pista ninguna de los gustos de mi entrenador ni sus preferencias, hasta ayer.

Por ser lunes y sabiendo la pereza que me iba a dar ir al gym, más sabiendo que era el día de pierna y glúteo, cogí a última hora, la clase se desarrollo como todos los días, pero en los últimos tres minutos de entrenamiento me motive demasiado subiendo la velocidad y debido a la sobrecarga note un latigazo en la pierna derecha que me hizo parar la cinta y bajarme con un dolor insoportable, Adrián enseguida se acerco a ver que me había pasodo y preocuparse, me dijo que si me atrevía a estirar junto al resto de compañeros, le dije que si y me puse a ello, me molestaba horrores y el lo noto porque no dejaba de estar pendiente.

Al terminar despidió la clase como siempre y se acerco a mi diciéndome :

  • quieres que te eche un vistazo a ver si te has hecho algo?

  • claro, sin problemas.

El resto de la clase salió y nos quedamos los dos en la sala, me dijo que me sentara en un step y estirara la pierna, empezó a palpar a lo largo de mi muslo y subir la pernera de la malla que lleva mi pantalón, para poder sentir mejor las fibras y masajear.

Empezó a subir y bajar las manos por mi muslo y yo me estaba empezando a poner malo sintiendo sus manos fuertes y cálidas recorrerlo, tenía miedo de que mi polla empezará a cobrar vida propia y delatara lo caliente que me estaba poniendo, sobretodo porque cada pasada subía más arriba y más  cerca de mis huevos, que no son muy grandes pero si muy sensibles, estaba totalmente concentrado en eso, cuando su voz me saco de mi trance.

  • te duelo?

-perdona que me decias?

  • que si duele?

  • si, aunque lo noto mejor

  • yo creo que es simplemente sobrecarga, con un masaje se soluciona.

  • gracias, mañana buscaré un físio que me lo mire

  • no hace falta, si quieres yo puedo dártelo, vamos al vestuario si quieres y encima del banco te lo doy.

  • gracias, le dije mientras me ponía de pie

  • vamos a relajar esos músculos, me dijo mientras me palmeaba el culo.

Me dio una escalofrío que me recorrió todo el cuerpo, pero me dije a mi mismo, no significa nada, es un gesto normal de colegueo, a la que salimos de la sala se acerco la chica de la recepción y le preguntó a Adrián si podía cerrar el, que tenía prisa y creía que ya no quedaba nadie, le dijo que sin problemas. Hay estábamos los dos solos entrando a los vestuarios.

  • bueno dante, sienta en el banco y vamos a relajar esos músculos.

Ahora si con la mejor de sus sonrisas, que pude ver gracias a que según entramos al vestuario nos quitamos las mascarillas.

Yo me sente en el banco estirando la pierna, al verme y otra vez con su sonrisa me dijo, pero hombre, quítate el pantalón para poder masajearte bien, yo me puse de pie pero estaba algo cortado, al llevar malla los pantalones, no me había puesta ropa interior, Adrián noto que estaba algo cortado me dijo, tranquilo que estamos solos y en confianza, a lo que le conteste que no llevaba nada debajo, su respuesta fue:

  • Anda ya ves tu si los dos tenemos lo mismo, no seas vergonzoso.

Y así lo hice, me baje el pantalón y me quedé desnudo de cintura para abajo delante del buenorro de mi profesor, menos mal que el calentó de antes se había bajado y solo estaba un pelin morcillona pero sin delatarme de nada, el precedió a bajarse los pantalones, no pude evitar quedarme embobado con la visión de su culazo en un slips negro que le quedaba espectacular, creo que se dio cuenta de lo embelesado que me quede porque me dijo:

  • no te importa que me lo quite no? Es para no mancharlos con la crema.

  • claro que no hombre, así estámos ma igualados

Empezó con su masaje, al volver a sentir sus manos en mis muslos, el estar sin pantalones y la visión de ese culazo que además estaba acompañado de unas piernas fuertes, hizo que nuevamente una corriente me recorriera el cuerpo y note que terminaba en la punta de mi polla, volvió mi temor de que volviera a cobrar vida propia.

Empezó a recorrer las manos por mi muslo, llevándola por el lateral hasta mi glúteo y por el interior hasta mi ingle, entre la visión de verle agachado con ese culazo en pompa y el paquetazo que se marcaba que tampoco dejaba mucho a la imaginación, que se le notaba un buen trozo de carne colocado hacia la derecha y que juraría que estaba más inchado que cuando lo había descubierto al bajarse el pantalón, no pude contener más mi excitación y mi polla empezó a incharse, la suerte que al llevar la camiseta, pensé que algo podría disimularlo y que no fuera tan evidente lo caliente que me estaba poniendo, yo intenté pensar en otras cosa y mirar para otro sitio, pero al dirigir la vista hacia otra parte tope con la visión completa de su culazo reflejado en el espejo, esto fue el toque final para hacer que mi polla se pusiera dura como el acero. La voz de Adrián me hizo dejar de comtemplar tan maravillosa visión.

  • Tranquilo es normal que pase

  • Lo siento pero esque tengo los muslos muy sensibles y enseguida me caliento.

  • No te preocupes si es normal ( esto me lo dijo mientras pasaba la mano lentamente por mi ingle y notaba como pasaba intencionadamente su dedo meñique e anular por mis huevos)

Este gesto hizo que mi polla diera un respingo y notará como una pequeña gota de precum se formaba en la punta.

  • Tranquilo, si mira yo como estoy también, acompañado de un guiño.

  • Ya veo ya, estas tremendo.

No pude contener mis palabras, me tenía malo ese tiraron.

  • Tu tampoco estás nada mal, me dijo mientras me cogía la polla con la mano.

  • Puff me tienes súper cachondo desde que has empezado a masajearme en la sala.

  • Lo había notado, por eso te dicho de seguir aquí.

  • No pares me encanta como me tocas, le dije mientras subía y bajaba su mano por mi polla mientras con su pulgar jugaba con las gotas de precum de mi capullo.

  • Me flipan las pollas babosas, mientras dejaba al descubierto mi glands que brillaba debido al precum que estaba produciendo.

  • A mi me flipa tu culazo, le dije mientras se lo masajeaba y apretaba con mi mano, era puro acero ese culazo.

  • Todo tuyo, me contestó mientras bajaba su cabeza y se metía mi polla en su boca.

Empezó a meterse la con los labios bien apretados, la notaba que entraba reslabalando gracias al precum producto de la paja que me había estado haciendo, notaba perfectamente como sus carnosos labios la rodeaban.

Yo pasé a sobar con ganas ese paquetazo que le hacía los slips negros, note como ya estaban húmedos donde estaba la punta de su polla.

  • Ahora quiero ser yo quien te relaje los músculos.

  • Todo tuyo.

Se mostró delante mía con los brazos abiertos, lleve mis manos a sus caderas y metiendo mis dedos por los laterales de su slips se los baje.

Estaba deseando llevárme a la boca y saborear esa maravilla de polla, le medirá unos 19 cm y lo mejor gordita, con un glande bien marcado como a mí me gustan para poder saborearlas como un chula-chus, acompañada de unos huevos gorditos con todo el pelo bien recortado.

Empecé a lamerla y saborear, estaba riquísimo el precum que salía de su punta, no pude aguantar mucho las ganas de metermela hasta el fondo y notar el olor suave de sudor de la base de su polla, después de todo el día metida en esos slips y bajo el chándal gris.

Por su forma de suspirar debía de estar disfrutandola ( la verdad que me suelen alabar lo bien que la chupo).

Mientras saboreaba su polla no podía dejar de acariciar, apretar y estrujar sus duras nalgas, sus formas redondeadas perfectas, su dureza, no sabría decir que me gustó más, si saborear su polla o masajear ese culazo, no importó un carajos, porque estaba haciendo las dos cosas, ambas igual de placenteras, el mientras entrelazaba sus dedos entre los mechones de pelo de mi cabeza y paso a posar sus manos a los lados de mi cabeza dirijiendo la follada de boca que me estaba dando, pero yo estaba deseando probar otra cosa.

Me saque la polla de la boca y me puse de pie frente a el

  • Te esta gustando mi masaje?

  • Me está encantado, me flipa como la comes

  • Pues esperaré que todavía lo puedes flipar más, le dije acompañado de mi mejor sonrisa y mi mirada más lasciva.

Acto seguido le cogí de sus fuertes hombre y acerque mi cara a la suya y junte nuestros labios, primero un beso suave, me separe un poco para ver su cara de deseo, le di un lameton en sus morros como preámbulo del morreo que venía a continuación, un morreo húmedo, con lascivia, acompañado de nuestras manos recorriendo todo nuestro cuerpo, nuestros culos, me separe un poco para coger nuestras pollas y masturbarlas juntas, sentir ese calor acompañado de la húmedad del beso estaba siendo muy excitante, cogí nuestras pillas y uniendo las puntas de nuestras pollas, empecé a cubrir su glande con mi prepucio y empecé un suave movimiento para estimular lo.

  • Dios Dante es maravilloso, me dijo mientras ponía sus ojos en blanco y  echaba su cabeza para tras.

En la forma que palpitaba su polla pude notar lo que le está disfrutando.

Yo estaba deseando saborear de nuevo su deliciosa polla, me agaché y me la metí de una vez hasta el fondo, bufo al notar que me la metía hasta el fondo, empece una mamada a un ritmo brutal, la saliva salía por la comisura de mis labios y mientras jugaba con sus huevos, note como su contracción, señal de lo que venía, la saque de mi boca y continue con una paja sin bajar la intensidad, pego un gemido brutal y note el calor de su lefa sobre mi pecho, 6 trallazos que impactaron contra mi pecho, bajo la cabeza mirándome  a los ojos y solo pudo decir.

  • La chupas como los dioses, hacia tiempo que no disfrutaba así, ahora me toca a mí.

Me tumbó en el banco y empezó a chuparme la polla, intentaba meterse la hasta el fondo como acaba de hacer yo, las arcadas que le estaban dando le hacía que se le saltasen las lágrimas pero lo hacía bien.

Lo caliente que estaba me pudo, le agarre del pelo y empecé a follarme su boca de una forma salvaje, se la sacaba y le escupia en la boca para ayudar a que entrará hasta más dentro, lo estaba disfrutando porque tenía la polla nueva mente dura como el acero y babeando se la cogí y empecé a pajear y apretar el glande entre mis dedos, la apretaba y resbalaba por lo que le babeaba. No iba aguantar mucho más y se lo hice saber, soltando la cabeza y sacando mi polla de su boca.

  • Me voy a correr

  • Quiero tu leche

Y según termino de decirlo se volvió a meter mi polla en su boca y empezó un mete saca frenético hasta que me hizo correrme como hacía tiempo que no lo hacía,  perdí la cuenta de los trayazos que solté no tenía práctica, se notaba, se le salía por la comisura de los labios, se noto que lo disfruto tanto como yo, porque rápido note que el se corría nuevamente en mi mano.

  • Joder Dante que placer, nunca había estado con un tío, me has hecho disfrutar más que todas las tías con las que estado.

  • Me alegro Adri, yo también lo he disfrutado mucho, no sea notado.

Se dejó caer sobre mí y nos fundimos en un tórrido beso.

Le devolví el cachete en el culo y le dije, ale a la ducha que ya hemos relajado bien.

Esper que os guste y que los disfruteis, no tener mucho en cuenta los fallos y los errores, tener en cuenta que es primer relato que escribo.

Espero vuestros comentarios, un saludo.