Vendí a mi marido como putita 2

Todo se sale de control y terminamos en manos de un loco que nos venderá como putas, Lily encuentra la manera de mejorar su situación traicionandome y dejandome en manos de un asqueroso tipo.

Segunda parte:

No sabía exactamente cuánto tiempo había transcurrido desde que habíamos llegado a ese inmundo lugar, solo se que tenía mis manos atadas a mi espalda y que ya no sentía los dedos, sabía también que tenía una cadena directamente a mi cuello que me impedía  tomar otra posición que no fuera estar tumbada de lado o medio incorporada a cuatro patas, la oscuridad del lugar solo me permitía observar algunos detalles de aquella maloliente bodega.

La única persona a la que veía de vez en cuando era al asqueroso tipo que de repente iba a llevarme algo de comida y un poco de agua y eso si no se le olvidaba, las imágenes de la desastrosa noche seguían vivas en mi memoria, una mala decisión había cambiado nuestras vidas de una manera aterradora, no se cuantos días habían pasado desde que busqué el contacto de un cliente para mi esposito, estaba tan excitada con la idea de estrenarlo como putita prepago que jamás me pasó por la cabeza que podíamos toparnos con un loco que nos secuestraria para abusar de nosotras, después nos dejó noqueadas y despertamos atadas y golpeadas en una bodega,con cuanto gusto se había entregado Lily a él, cuanto gozo se notaba en sus ojos y su sonrisa de placer, después de eso no la volví a ver, me había dejado a mi suerte no sin antes volverse a mirarme burlona diciéndome: no era lo que querías? Verme humillada y tratada como animal? Pues ahora ve como disfruto yo al verte así.

Simplemente se había ido de la mano de su nuevo macho dejándome a mi suerte, me sentía desolada pero ahora que tenía tiempo de sobra comenzaba a poner en orden mis pensamientos y comprendía que la culpa habia sido solo mía por actuar tan impulsivamente.

Hora con hora mi salud se deterioraba, había bebido tan poca agua que mis labios comenzaban a agrietarse, la poca comida que me llevaba consistía en un trozo de pan o tortillas duras y enlamadas, en una ocasión pude notar que era un poco de sopa de pasta fría y aceda que no hizo más que revolver mi estómago, me dolían los riñones de aguantarme tanto tiempo las ganas de orinar pues podía ir al baño un solo instante al día y era cuando él iba a llevarme comida y eso dependía de que tan buen uso hiciera de mi cuerpo previo.

En esos breves momentos preguntaba por Lily y el solo se limitaba a sonreír y decirme que ella la estaba pasando muy bien y que me preocupara por ser más dócil y que tal vez así lograra un mejor trato, la muy perra se estaba vendiendo bien mientras que yo me estaba pudriendo en la mugre .

Cambié mi tono de voz al pedirle que me llevaba al W.C estiré lo mas que pude mi mano hasta acariciar su pantorrilla y le hice algunos mimos restregando mi cabeza contra sus piernas como si de verdad fuera su perrita, él me tomo violentamente del cabello ordenándome que me levantara-apúrate putita que no tengo mucho tiempo- me lanzó fuertemente hacía en frente y decidí no seguir tentando a mi suerte, sería poco a poco, lograría envolverlo.

Las siguientes visitas fueron mas o menos iguales, solo que ahora era yo quien le sugería que me cogiera o le ofrecía mi boca para hacerle una buena mamada, había dejado de hacer cara de asco cuando se me acercaba aunque la peste de su cuerpo seguía causándome repulsión y es que solamente quería salir de ese encierro, quería poder comer algo en buen estado y deseaba tanto darme un baño, los rastros de saliva y semen sobre mi cuerpo aunados a la mugre iban dejando costras sobre mi piel, mi cabello estaba revuelto y pegajoso y odiaba el olor a sexo rancio y sudor que me impregnaba todo el cuerpo.

Y estaba completamente decidida, si lo que él deseaba era una puta con gusto lo sería la más perra con tal de salir del encierro,  sin embargo no sabía cuán equivocada estaba!!! Las horas siguieron pasando interminables, lentas, desesperantes, mi situación cada vez se tornaba mas intolerante, la mugre y suciedad se palpaban por todo el sitio, a veces no lograba controlar mi organismo y me veía obligada a hacer mis necesidades en el mismo sitio en donde estaba, la cadena no me permitía moverme mucho, pero eso no impedía que el siguiera montándome, llegaba, me pateaba o me golpeaba y me cogía por simple costumbre, no podía ser posible que sintiera deseos o excitación por una persona tan sucia como yo, en eso también estaba equivocada, aún no sabía hasta que punto podía llegar.

Un día simplemente llegó, me desató y de un fuerte tirón me puso de pie, hizo una mueca de asco y me dijo que estaba muy sucia, que era hora de lavarme, me condujo por un pasillo oscuro advirtiéndome que no intentara echar a correr puesto que todo estaba perfectamente bien asegurado, al parecer la bodega había sido de refacciones de autos ya que había varias piezas acomodadas en grandes anaqueles y la parte posterior del lugar era un patio grande en donde pude observar llegaban camiones y camionetas a descargar.

Ya en el patio ató una cadena al collar que tenía en el cuello y con una manguera lavó mi cuerpo, el agua estaba helada y no pude menos que temblar de frio, pero al menos la mugre iba resbalando de mi cuerpo, no esperaba tanta generosidad de ese tipo y me sorprendió cuando me dio una barra de jabón, comencé a enjabonar mi cuerpo lentamente, deseando prolongar ese disfrute y el rico aroma del jabón, mis manos vagaban libres por los rincones de mi cuerpo, al volver a colocarme frente a él pude ver que había sacado su verga del pantalón y la sobaba mirando como me tocaba, así que sin pensarlo dos veces me tendí sobre el piso y comencé a meter mis dedos en mi rajita, me sobaba los senos… mmmm que delicia, no se si era por la sensación del agua sobre mi piel o de verdad me gustaba masturbarme para él, pero seguí haciéndolo, frotaba mi clítoris lanzando fuertes gemidos mientras él aceleraba la jalada.

No resistiendo mas se acercó tendiéndose sobre mi, de una sola me la metió hasta el fondo instantáneamente comencé a mover la cadera buscando hacer mas profunda la penetración, lo escuchaba gemir y bramar, pero de verdad que era mas de lo que podía resistir su aliento apestaba y ver sus dientes podridos me causaba mucho asco, le pedí que me diera por el culo, era preferible darle cabida en mi culito que tener que soportar mas tiempo su asqueroso aliento, la idea le había entusiasmado-te gusta que te coja el culo putita?

-Si papi párteme en dos!!!

-te gusta la verga verdad?

-MMMM la tuya me encanta.

Me puso en cuatro, se llevó el pulgar a la boca y lo ensalivó bien, sin decir nada lo insertó en mi culito haciendo movimientos circulares, realmente no era tan malo esos movimientos me gustaban mucho, pasados unos minutos en los cuales no pude evitar gemir y mover mis caderas cambió su dedo por su modesta verga, al no tener un gran  tamaño se amoldaba perfectamente a mi agujerito, comenzó a bombearme despacio-no te muevas perra, me harás terminar demasiado rápido.

Me quedé quieta dejando que el hiciera el trabajo, poco a poco comenzó a moverse más rápido, mordiendo mi espalda cada vez más fuerte, yo gemía pero me mantenía sumisa, sus manazas se estrellaban en mis nalgas dejando marcas rojas sobre ellas, estaba punto de terminar, podía sentir su verga vibrar e hincharse, pronto descargaría toda su leche, sus nalgadas se hicieron mas agresivas y sucesivas, y de repente… pude sentir trallazos de semen se dobló sobre mi espalda hincando sus dientes fuertemente, me dejé caer sobre el piso soportando su peso sobre mí, su barriga peluda y sudada se adhería a mi piel.

Pasados unos minutos se puso de pie abrió nuevamente la llave del agua y volvió a dirigir el chorro hacia mi, repase nuevamente mi cuerpo y cabello con el jabón intentando quedar lo mas limpia posible, no sabía cuanto tiempo tardaría en volver a tomar otro baño.

Grande fue mi sorpresa cuando me dio ropa limpia y un par de zapatos ordenándome que me la pusiera rápido pues nos esperaban y ya habíamos tardado más de la cuenta, pudo ver la duda en mi cara y las ganas de preguntar quién nos esperaba? Por lo que se limitó a contestarme que ya lo vería pronto.

La ropa que me había llevado consistía en un mini vestidito que se pegaba a mi cuerpo y una tanga pequeñísima, no tenía toalla con que secar mi cuerpo así que me lo puse directamente encima de mi piel mojada dejando que se transparentara en algunas zonas, mis pezones se marcaban a la perfección, los zapatos eran de tacón bastante alto, pero eran preferibles a seguir andando  descalza, ohh sorpresa mi bolsa de mano!!!  Me indicó que me arreglara y que pusiera todas esas pinturas en mi cara, me tomó algunos minutos ponerme desodorante y perfume sin embargo  al verme al espejo no podía creer lo que veía, mi cara estaba demacrada y con grandes ojeras cubriendo mis ojos, algunos moretones se extendían por el mentón y si miraba con cuidado el resto de mi cuerpo estaba segura que encontraría otros cuantos, cubrí lo más que pude esas imperfecciones y me peiné mis cabellos alborotados, había hecho lo mejor que podía.

Me llevó a una camioneta no sin antes volver a atar mis manos a mi espalda, abrió la caja de una camioneta de 3 ½  y me subió, advirtiéndome que no intentara hacer nada extraño, la oscuridad dentro de la caja era total y hacía un calor intenso ahí dentro, no había huecos ni ventanas por donde mirar en donde estaba ni a dónde íbamos, tenía esperanza de poder saber y pensar en cómo salir, pude escuchar una cortina metálica al ser levantada y la camioneta se puso en marcha, los minutos se fueron alargando, tenía sed y hambre, me recosté sobre el piso y me quedé dormida no se cuánto tiempo solo sé que ahora sentía el traqueteo como si estuviéramos en un camino de terracería.

De repente la marcha se detuvo y logre captar más voces, se abrió un portón y la camioneta volvió a ponerse en marcha, pocos metros adelante se detuvo nuevamente y esta vez la puerta se abrió, me acerqué a la orilla de la caja y unas manos se adelantaron a recibirme ya en el piso pude ver que se trataba de una residencia muy lujosa, el jardín delantero estaba lleno de gente que se ajetreaba en preparar lo que supuse que sería una fiesta.

Varios guaruras se apostaban afuera de la casa apenas nos miraban pues al parecer a el ya lo conocían bien, uno de ellos me tomó del brazo y nos condujeron adentro de la casa, una bella dama nos esperaba en una espaciosa y lujosa sala de estar, ella era alta de un cuerpo espectacular, su cabellera larga y ondulada le llegaba casi hasta la cintura y de un color rojo intenso, su piel era morena clara, y unos bonitos ojos color miel le daban un aspecto travieso pero su media sonrisa y su mirada penetrante desmentían la parte tierna de su personalidad, sus grandes pechos se asomaban de su pronunciado escote y su trasero se marcaba formado y paradito aprisionado en la tela de su entalladísima falda, en conjunto era una hermosa mujer.

Al entrar no pude menos que avergonzarme de mi aspecto de puta barata y agache la vista, el tipo asqueroso me empujó hasta quedar frente a ella tirando fuerte de mi cabello me obligó a ponerme de rodillas, la mujer que dijo llamarse Mariana me miró despectiva preguntándole si de verdad era lo mejor que había podido conseguir, sus clientes eran exigentes y buscaban cosas buenas, la ultima que le habia llevado era un éxito ya que se dejaba hacer de todo.

Umm la ultima? Acaso hablaba de Lily? Levanté la mirada y ella aprovecho para ver mi cara, me ordenó ponerme de pie y tanteo mis pechos, giro en redondo de mí y palpó mi trasero me sentí como un trozo de carne en el mercado, sus dedos exploraron mi rajita  y se introdujeron en mi vagina, hizo una mueca de repulsión al sentir los pelitos que crecían ya en toda mi pubis sin embargo siguió con su exploración, ahora metía sus dedos en mi culo provocándome gemidos cada vez mas sonoros.

Se dio su tiempo metiendo y sacando sus dedos hasta que se sintió satisfecha, se retiró un poco y se sentó cómodamente en uno de los sillones, mi captor me lanzó hacia adelante obligándome a ponerme nuevamente de rodillas apoyando la cabeza en el piso en posición de sumisión, la sra Mariana le hizo una seña para que se acercara y sin compasión se pusieron a regatear mi precio, el muy maldito me estaba vendiendo!!!

Me puse de pie reclamando que no era un animal como para que me estuvieran vendiendo como ganado, un fuerte golpe en la mandíbula me derribó-cállate puta tu no puedes opinar, ahora eres mía y si quiero puedo hacer de ti lo que me venga en gana.

Lágrimas de impotencia se derramaron de mis ojos, Mariana me miraba fijamente y aceptó pagar la cantidad que él le pedía, acordaron hacer un deposito a X cuenta, intercambiaron algunas otras palabras que no logré captar, mi mente era un torbellino, mi vida jamás volvería a ser la misma, no sabía lo que había pasado con Lily, ni sabía lo que sería de mi, mi familia había quedado destruida en un abrir y cerrar de ojos, que pasaría con mis pequeños hijos? Quien cuidaría de ellos? Esa idea me destrozó, me hice ovillo en el piso y comencé a sollozar.

No me di cuenta a que hora se fue, solo sentí unos brazos jalándome para ponerme de pie, uno de los guarros intentaba levantarme, pero mis piernas se negaban a sostenerme y me sentía muy mareada, Mariana le indicó que me llevara al sillón y me acercaran un poco de agua, bebí como autómata, me sentía vacía y destrozada, una pequeña mano me acariciaba el cabello intentando calmarme, pasados unos minutos la miré directamente a los ojos que me parecían mas humanos y cálidos, buscando un poco de apoyo me recosté sobre su pecho aspirando su suave perfume.

Ella comenzó a hablar diciéndome que si me portaba bien y complaciente podría llevar una vida cómoda, que le parecía una persona lista y que pronto sabría hacer mis funciones con diligencia, la miré interrogante.

-que funciones son esas?

-realmente solo tendrás que hacer lo que los invitados te pidan, tienes que complacerlos en todo y mantenerlos felices, para que regresen.

-o sea me vendieron como puta?

-no cariño, las putas tiene clase, tu eres esclava, pueden disponer de tu cuerpo como les plazca, una puta solo satisface sexualmente, en cambio tu tendrás que hacer toooodo lo que te pidan, hasta aquello que no puedes imaginar aún.

-pero por qué? Tengo que regresar a mi casa!! Nuevamente las lagrimas corrían libres por mi cara estaba entrando nuevamente en crisis.

-no, no llores mas vas a estropear tu cara y cuando lleguen los invitados no podrás trabajar, pague mucho más de lo que vales y no puedes irte aún.

Me llevaron a un cuarto en la planta alta, ahí había muchas mujeres y unos cuantos hombres, cuando entré pocos fueron los que me miraron al parecer ya estaban acostumbrados a ver llegar nuevas personas,algunas chicas se arreglaban unas a otras, se acomodaban el cabello y se arreglaban la ropa, me acomodé en una esquina e intenté calmar mis pensamientos, una mano se posó en mi hombro, unos zapatos de tacón alto seguidos de unas largas piernas fue lo primero que vi, se acuclilló frente a mi y me miró con compasión.

Una hermosa chica estaba frente a mi,no tenía un cuerpo exuberante como Mariana era alta y delgada sin curvas pronunciadas o grandes pechos pero su rostro era muy bello, sentir la cercanía de alguien no hostil me reconfortó un poco, me tomó de la mano y sin decir ni una sola palabra comenzó a limpiar los rastros de maquillaje regados, arreglo mi cabello mientras yo me limitaba a solo dejarme hacer, al poco tiempo llegaron unas personas por nosotros y nos condujeron a la planta baja, algunas chicas que supongo que eran las que llevaban mas tiempo  ocuparon su lugar  esperando la entrada de los invitados, otras se dispersaron por el salón y los jardines en cambio yo solo me quedé ahí parada buscando posibles salidas, la chica que estaba conmigo adivinó mis pensamientos por lo que rompió su silencio diciéndome: no lo intentes, no es posible, nos tienen bien vigiladas y no hay manera de salir.

-por que? Aquí que es? Quienes son ellos y por que nos compran como si fuéramos animales?

-aquí es un prostíbulo para gente discreta, por una suma que es previamente depositada a una cuenta los clientes pueden venir y hacer con nosotras lo que quieran la única restricción es no maltratarnos mucho.

-que? Y todos los que estaban ahí arriba también fueron comprados?

-pues si, la mayoría, pero algunos que ya tienen mas tiempo pueden ir y venir a su antojo, verás después de un tiempo descubres que no todo es negativo.

-que de bueno puedes ver en esta situación?

-vas a encontrar nuevas formas de placer.

Comenzaron a entrar los clientes y algunas chicas y chicos  se dispusieron a distribuir bebidas y algunas otras cosas, la música inundó el salón y aparecieron las primeras parejas bailando, la escena era grotesca imitación de una alegre fiesta, en lo alto de la escalera Mariana observaba todo complacida de tener tantos clientes esa noche, yo solo observaba apartada de todos, al parecer tenía éxito en ser invisible, después de todo yo no era tan exuberante como todas ellas.

Mariana apareció a un lado mio, me asusté al percatarme de su presencia, a pesar de ser tan bella tenía algo de perturbador-si no trabajas no me sirves y tampoco podrás pagar tu deuda conmigo, recuerda como te estabas pudriendo en esa bodega.

Recordar que hasta esa mañana aún estaba sucia y encadenada como puerco en esa apestosa bodega me erizó la piel y un escalofrío me recorrió la espalda.

-busca un cliente, no te empeñes en pasarla mal y se te hará mas llevadero, recuerda que esta es tu nueva vida.

Comencé a caminar por el lugar, veía sin ver y sus palabras seguían resonando en mis oídos-esta es tu nueva vida- que pasaría con mi anterior vida? Y mi familia? Sin darme cuenta choqué con un hombre, el me miró de arriba a abajo  inspeccionándome, levanté la vista susurrando una disculpa, una sonrisa traviesa atrapó mi atención, era una hombre maduro que llevaba una barba muy bien recortada, unos hermosos ojos color miel le hacían juego con su cabello negro salpicado de algunas cuantas canas y una piel blanca un poco tostada por el sol, calculo que debía de medir casi un metro ochenta de estatura y era algo corpulento, sin duda un hombre guapo como se diría vulgarmente.

-discúlpame, no quise empujarte.

-no pasa nada tranquila.

-quieres tomar algo? Me acompañas por un trago?

-mmm claro.

Comienza la noche pensé, nos acercamos a un par de chicos que estaba distribuyendo unos vasos con algún tipo de coctel y tomamos uno cada quien, mientras bebía  lo veía a detalle, si, sin duda era un tipo atractivo ,su loción olía tan bien.

Su mirada se cruzó con la mía y me dio un poco de pena, bajé la vista al piso sosteniendo el vaso entre mis manos nerviosas,-por que estas tan nerviosa? Me preguntó, no supe que contestar mirando obcecadamente algún punto invisible en mis zapatos.

-cómo te llamas? Es tu primera vez aquí?

-me llamo Ruby, dije, diciendo adiós a mi antiguo nombre y si, es la primer vez aquí.

-muy bien Ruby, hagamos que se alejen esos nervios, no muerdo a menos que tu me lo pidas mas adelante, me dijo exhibiendo su hermosa sonrisa.

Comenzamos a charlar de diversos temas, después del tercer coctel me sentía mas relajada y desinhibida, el hombre aquel tenía buen sentido del humor, hacia bromas y se reía como si nos conociéramos de mucho tiempo atrás, para el quinto trago la distancia se reducía y se tomaba la libertad de acariciar mis piernas, sus labios comenzaban a buscar los míos, después de soportar los besos babosos y hediondos del viejo asqueroso los suyos me supieron a gloría, el sabor del licor  en su boca me pareció delicioso, su lengua exploraba mi boca y sus manos el interior de mi vestido, abrí un poco más las piernas permitiendo que sus dedos llegaran mas al fondo de mi rajita, comenzaba  a jadear y a derramar fluidos, mis manos buscaron el cierre de su pantalón encontrándome con una verga bien dura y lista para  entrar en acción, después de liberarla de su encierro me acomodé entre sus piernas, tal vez si me estaba haciendo adicta al sexo pues sin pensarlo dos veces abrí la boca introduciéndola hasta mi garganta, sentí que me asfixiaba pero no importaba, una gotita salió de su cabecita, su sabor me encantó ,lamí su tronco, lo chupe y succioné y solo escuchaba sus gemidos.

Ahora el me tomaba del cabello guiándome para acelerar o parar según sus deseos y eso me encantaba, solo me detenía un poco para dar un trago más a mi bebida, me sentía feliz y mareada, ahí hincada entre sus piernas con la boca completamente llena había dejado de pensar y solo me abandonaba a la sensación de plenitud.

Unas piernas largas y esbeltas vinieron a sentarse a un lado de nosotros pero no me importó, él metió su mano en el escote de ella y comenzó a comerle sus labios, ella abrió sus piernas jalando mi cabello indicando que hiciera un buen trabajo, el dulce olor a hembra me embriagó, su rajita rosita y mojada fue una gran aliciente, mi lengua se aplicó sobre su clítoris hasta que unas gotitas salieron de su vagina, quise tragarlas todas sin desperdiciar por lo que usé mi lengua como un pequeño pene penetrándola, mi dedo pulgar frotaba su botoncito de placer, ella se retorcía y aventaba su cadera mientras el callaba sus gemidos con su propia boca en un interminable beso.

Ella se apartó poniéndose de pie sugiriéndonos que nos fuéramos a una habitación, él (a quien llamaremos Armando) la siguió dándome la mano para ayudarme a poner en pie.

Subimos por la escalera deteniéndonos cada dos o tres escalones para dar rienda suelta a nuestras manos y bocas, sentir cuatro manos y dos bocas sobre mi cuerpo me gustaba mucho y si bien ya lo había probado antes, la situación comenzaba a gustarme, entramos a una amplia habitación con un decorado mucho muy recargado, en el centro del cuarto había una mesita con una botella y copas, unos cojinetes acomodados sobre el piso y una gran cama con dosel, un ventanal daba hacia el jardín y afuera un par de tumbonas, el lugar se veía bastante bien.

Me desplomé sobre un cojín tomando una copa, necesitaba beber, la euforia comenzaba a disiparse, ella a quien nombraremos Isa vino a recostarse a mi lado jalándome hasta quedar completamente acostada sobre ella, bese sus labios y acaricie su cara, su beso fue tierno, sus manos hábiles al acariciar mis pechos, un cosquilleó me recorría el cuerpo, Armando se desvestía podíamos ver ese brillo especial en sus ojos, la ansiedad lo devoraba, pues una gran erección se notaba bajo sus bóxer.

Armando se plantó frente a nosotras tomando en su mano su chorreante verga, enderezándome un poco me estiré hasta poder tomarla con mi boca, Isa me comia los pechos y los tres estábamos locos de deseo, los tres temblábamos de ganas y estábamos ansiosos por saber lo que seguiría, hasta que por fín el nos pidió que nos acomodáramos en cuatro una junto a la otra, con la verga bien ensalivada me la ensartó hasta el fondo del culo, mmm no la tenía muy grande ni muy gruesa así que entro sin mayor problema, comencé amover mi cadera haciendo círculos, mm que delicia, sin duda me estaba volviendo bien puta, pues la situación me encantaba, saberme toda una puta profesional me encantaba.

Sacó su verga de mi culo acercándola a mi boca, automáticamente comencé a chuparla dejándola bien ensalivada, quería que resbalara rico cuando volviera a meterla, sin embargo la metió en el agujerito de Isa que estaba a un lado de mi, mientras el la bombeaba yo me afanaba lamiendo sus labios. Ver su carita llena de placer me ponía súper caliente, uno de mis deditos buscaba desesperado mi panochita mojada para darme un poco de placer, Armando al percatarse de esto volvió a ensartarme y así por un buen rato se mantuvo cambiando de agujero a placer, nosotras lo besábamos y acariciábamos a turnos, sin duda ese hombre sabía lo que hacía, me encantaba la manera en cómo nos cogía a ambas.

Isa estaba a punto de terminar, podía verlo en sus ojos brillantes y la manera en como se movía buscando hacer más profundas las embestidas, me deslicé bajo ella atrapando su panochita con mi boca, uno de mis dedos le sobaba su botoncito de placer mientras Armando le destrozaba el culo, comenzó a Arquearse y a jadear más y más fuerte y ohh que delicia sus fluidos resbalaron por mis labios, se dejó caer sobre mi exhausta.

Pero Armando aún no terminaba y yo apenas comenzaba a calentar, rodando de lado a Isa me puse de pie y me acerque a él, ese hombresote necesitaba ser cabalgado, por lo que suavemente lo empujé a la cama y subiéndome sobre el me ensarté, un gran gemido salió de mi boca, sentirla como entraba centímetro a centímetro era la gloria, ver la pasión y el gozo en sus ojos me calentaba mucho mas de lo que habría pensado, unos buenos sentones si se merecía, el me tomaba de la cadera haciéndome chocar fuerte contra su pelvis, no se quien gritaba por que escuchaba lejano ese sonido, mi cuerpo comenzaba a sudar y solo recuerdo que no quería que terminara.

Me acomodó boca abajo colocando un cojín debajo de mi vientre por lo que mi culo quedó parado y expuesto, me penetró en esa posición, su verga me llenaba toda y me sentía indefensa aprisionada por su peso, sus embestidas se hacían mas lentas y profundas, estaba punto de terminar e intentaba contenerse, besaba mi espalda dando pequeñas mordiditas, sus manos me recorrían toda, de pronto se detuvo, se separó de mi, indicándome que me acomodara en el piso me tendí de espaldas, acomodó mis piernas sobre sus hombros y apuntó a mi culito, de nuevo comenzó a bombearme, esta vez lo notaba cansado, sus movimientos eran cada vez mas pausados, le ayudé moviendo mi cadera ,escuchaba su voz diciéndome lo puta que era y lo mucho que se notaba mi adicción a la verga, y sin duda tenía razón, usaba su cuerpo como apoyo para ensartarme cada vez mas profundamente, el placer implícito en su cara me excitaba de una manera salvaje, quería sentir toda su leche dentro de mi por lo que aceleré mis movimientos, el entrechocar de nuestros vientres hacía un sonido excitante, sus embestidas eran fuertes y nuestros movimientos bien sincronizados, mordía y besaba su pecho, su cuello sus labios, mmm que deliciosa cogida me estaba dando.

Estábamos a punto de terminar, podía sentirlo vibrar, mi vagina se tensaba preparándose para soltar sus jugos y de repente… un gran orgasmo me electrizo el siguió y siguió con sus embestidas, de repente ya no gemía un solo grito salía de mi boca e intentaba quitarlo de encima de mí , aprisionó mis manos por encima de mi cabeza sin importarle verme desfalleciente y justo antes de lanzar sus chorretones de leche la sacó dirigiéndolos justo a mi cara, al darme cuenta de su acción abrí grande mi boca esperando capturar algunas gotas de tan delicioso fluido, me resultaba tremendamente erótico sentir la espesura y calor de su leche chorreandome por todos lados, tomándome de los brazos me posicionó de rodillas metiéndola hasta mi garganta, automáticamente comencé a chuparla, la lamía desde la base hasta la punta usando mis labios como una pequeña vagina, succionando y apretando, mmm deliciosa, sin duda alguna era delicioso sentirla

Hasta que lo sentí tensarse y un líquido transparente comenzó a llenarme ,no pude menos que echarme hacía atrás si no quería atragantarme y una lluvia de fluidos comenzó a escurrir por todo mi cuerpo, jamás lo había experimentado y habría jurado que vomitaría al hacerlo sin embargo dejándome llevar por la excitación del momento mi vagina comenzó a mojarse de nuevo, la lluvia caliente recorría mis senos hasta formar un gran charco debajo de mi.

Al terminar de vaciar su vejiga y hacer que se la limpiara de nuevo con mi boca se tendió sobre la cama pidiendo un trago, nuestra compañera que se había recuperado de lo anterior salió de la habitación con la intención de traer lo solicitado, aproveché la oportunidad para darme un baño y limpiar los restos de fluidos de mi cuerpo y pensé: ¿cuánto tiempo estaré aquí?