Vendetta se escribe con v

Vendetta

VENDETTA SE ESCRIBE CON V

Les contaré una intensa historia que me ocurrió hace un par de años. Corría el mes de agosto en Madrid, el calor era asfixiante pero no caeré en el tópico de decir que era el verano más caluroso y sofocante que recuerdo porque no sería verdad ya que todos los veranos en Madrid son jodidamente calurosos. Es más este pasado verano sí que ha sido la ostia... Bueno no me quiero desviar.

El caso es que la que era en aquel momento mi novia y ahora es la ‘zorra de mi ex’ (por eso os cuento esta historia) se fue de vacaciones con sus padres a Marbella (lástima no poder poner el tono pijo para que se pronunciara como lo hacía ella...) y yo me quedé como un gilipollas en Madrid trabajando para poder hacer el viaje que tanto nos apetecía. A cada minuto pensaba que si al cornudo de su padre le pidiera que lo pagase él seguro que aceptaría.... Pensaría que es mejor que desvirguen a tu hija en un crucero lujoso que en la parte de atrás de un Renault 18 tuneado (ése era mi bólido).

Habréis observado que no habíamos tenido relaciones sexuales hasta la fecha debido a la represiva educación que ella había recibido en un colegio del Opus. Sin embargo, después de mucho pelear logré convencerla para llevarla al catre (para que nos iniciásemos en ‘este hermoso camino juntos....’) A las opusinas hay que decirles estas cosas para que se les derrita el coño... y qué mejor oportunidad para romperle el coño (para iniciar el camino....jejejje) que en un crucero por los Fiordos, en donde hace un frío de la ostia y no tienes ganas de salir del camarote ( es un romántico lugar para inmortalizar nuestro amor...)

El caso es que me quedé en Madrid currando como un condenado. Hablaba todos los días con ella. Mientras yo limpiaba putas mesas en el Burger King de al lado del Bernabéu ella estaba en la playa, o en la sauna del hotel o recibiendo un masaje de algún hijo de puta que seguro se excitaba porque una cosa he de reconocer y es que está bastante bien.

Hablando un día con ella me pidió que fuera a su casa en la que se encontraba su hermana menor, de 17 años creo recordar, y que recogiera unos papeles referentes a una matrícula para llevar a la universidad. Yo como buen pendejo que dirían los mexicanos, accedí a hacerlo y es que cuando estoy con una chica guapa me vuelvo pendejo, lo reconozco....

El caso es que mi tarde libre decidí emplearla en eso. Llamé a la hermana por la mañana y le dije que iría a eso de las 8 a recoger los putos papeles. La hermana me dijo que ella iba a estar estudiando y que esa hora era buena. La muy subnormal suspendió COU y no se pudo presentar a selectividad en junio, motivo por el cual no se había ido a disfrutar con sus PAPAS de esas vacaciones de pija a las que estaba acostumbrada.

Me levante de la siesta con un calor de la ostia pero decidí no ducharme. Pensé que si iba pronto a casa de Ana me podría dar un baño en su piscina ya que a la hermana no debía importarle. Cogí mi R18 y me fui dirección N-I Carretera de Burgos a la urbanización más pija de Madrid, conocida como La Moraleja. La gente en esa urbanización te mira como un delincuente y/o drogadicto si vas con mi coche. Lo que pasa es que no se atreven a decirte nada por si acaso les pegas ‘algo’. Llegué al chalet de Ana. Es una casa más de la urbanización, las hay mejores y también las hay peores en esa misma calle. Y me encontré la puerta del jardín abierta como es costumbre, aunque me extrañó que la pendeja de la hermana la dejase abierta cuando todo el mundo está de vacaciones en esa jodida urbanización. Pensé: con razón ha suspendido COU la muy gilipollas. Llamé a la puerta una vez. No abrían. Dos veces no abrían. Pensé que se habría ido sin darse cuenta de que había quedado en darme esos papeles. Pero no fue así. Oí un ruido e inmediatamente se abrió la puerta. Tenía la respiración entrecortada y me asusté un poco. Le pregunté si estaba bien y me dijo que sí que estaba haciendo ejercicio en el Gym y que no había oído. Iba vestida con una flada corta y una camiseta. Extraña ropa de gimnasio pensé... No le di más importancia porque todo parecía normal. Además no me importaba una mierda lo que le pasara a esa niñata que ni me había ofrecido pasar. Debía estar influida por los pensamientos de su madre sobre mi persona resumidos en "perdido, pobretón y cateto que pretende casarse nada más y nada menos que con mi hija...por encima de mi cadáver!!!!"

Fátima que así se llamaba la hermana me dijo que esperara en la puerta que ya me daba los papeles y se fue a por ellos. En esto apareció el perro de la familia. Con 10.000 metros de jardín tienen al puto labrador dentro de la casa, pensé. Sin embargo, me alegré por él ya que era el que mejor me caía de la familia. Observé que el perro tenía el hocico manchado de nata y nada más llegar Fátima se lo hice saber. Se sorprendió y dijo que se estaría comiendo restos de una tarta... Pero el inocente perrito, seguía teniendo hambre y se alzó para seguir con su tarta. Le metió la cabeza entre la falda y ella rápidamente apretó las piernas y le dio un cachete en el morro. Le dije: más que una tarta parece que te está comiendo el coño. Me dio una torta y eso me enfureció.

Decidi aceptar su ‘invitación’ a pasar y cerré la puerta y le dije que si eso era lo que en su casa consideraban una moral adecuada. Me dijo que me fuera que no sabía lo que estaba haciendo, que iba a llamar a la policía, que.... le dí una bofetada y se calló.

Desde ahora se ha acabado la altanería con la que me hablas. Porque no creo que sea digno de una ‘señorita como tú’ el ponerte nata en el coño para que el perro te de un par de lengüetazos. Y no me gustaría tener que dar explicaciones si estuviera en tu pellejo.

Durante un segundo se quedo pensativa y parecía que iba a replicar. Sin embargo, no puso una sola pega a mi débil argumentación. Es más, en caso de que alguno de los dos dijese algo yo estaría en una situación muchísimo más comprometida que ella. Pero ya he dicho que de casta le viene al galgo y con una madre como la que tenía no podía heredar un entendimiento privilegiado, ni siquiera digno...

En ese momento ella me preguntó qué quería con un tono inevitablemente despectivo hacia mi persona en el que mostraba todo su desprecio. Quería pagar el peaje por su error y pasar el trámite lo más rápidamente posible. Yo no había pensado en nada de eso, así que le dije que por ahora no quería nada pero que más adelante ya me lo pensaría.

El camino de vuelta a casa me lo pasé hablando por el móvil. Sí ya sé que está prohibido pero si hay algún agente leyendo esta historia seguro que será comprensivo... Me llamó un amigo que se ganaba unas perras recogiendo tumbonas en el Don Pepe. Como era costumbre en él iba directo, sin tener en cuenta nada más que el mensaje que te quería transmitir y sin atender a tu situación física o anímica.

Qué tal sientan los cuernos?

¿eh?

Que si te mola que te la peguen.

Qué dices pedazo de cabrón?

Pues eso, que a tu novia le hacen masajes en los pies en mitad de la playa.

Ah! Bua! Será algún mamón de masajista.

Una polla. Es el hijo de un cliente del Don Pepe que no creo que se dedique a dar masajes en los pies.

No me jodas tío. Acerté a balbucear.

Sí tío. Tenía que decírtelo.

Gracias. Gracias.

Paré en la cuneta de la carretera de Burgos y pensé durante cinco minutos. Emprendí el camino. La M30 vacía era una buena pista para descargar adrenalina. Al menos la que se puede descargar a 140, que es lo que da el coche. Aunque he de reconocer que el ruido que hace el coche a esa velocidad acojona un poco, no en vano su matrícula es EC. Échale años.

Llegué a casa con un plan concebido. Descolgué el teléfono y marque el número de Ana o mejor dicho de casa de Ana. 91650....tuuuuuuuuuu...tuuuuuuuuuu...tuu

Dígame?

Hola ‘pastelito’. Dije con picardía.

Ah! Eres tú. Contestó con desprecio pero sin captar mi gracioso juego de palabras.

Te quiero aquí en dos horas.

Para qué?

Ya lo veras. Ven guapa.

Hijo de puta.

Mi dirección la sabes?

Colgó.

Me dejó intrigado el que colgará y no sabía si el plan se concretaría.

Sin embargo, no perdí ni un minuto. Comencé a ordenar mi cuarto. Y a estudiar la posible colocación de una cámara de vídeo en algún punto en el que quedara oculta pero, por supuesto, captara toda la habitación, en concreto, la cama.

Cuando estaba colocando la cámara. Sonó el telefonillo. Inmediatamente pensé que sí que era ella. Abrí impaciente y con una gran curiosidad. En Fuenlabrada los telefonillos no tienen cámara ni funciona el auricular porque algún cabrón ha meado sobre él o simplemente se ha liado a ostias. Así que simplemente suena un timbre y tú abres y esperas a ver quién coño es.

Subió los tres pisos separan mi casa del suelo en ascensor. Por la cara con la que salió preferiría no haberlo hecho.... No olía muy bien según comentó con otras palabras.

Le dije que no fuera quisquillosa que yo la iba a tratar ‘como se merecía’.

Pasa al cuarto.

A cuál?

Al único que hay.

Huele a pies.

Dentro de un minuto te va a dar igual.

Se mostró asustada. Pero entonó un valiente:

Fóllame de una vez y déjame irme. No será tan malo si mi hermana lo hace constantemente.

Me molestó mucho el comentario más que nada porque jamás me la había follado. Con quién coño estaría follando todo el rato?

Si te muestras cariñosa será rápido y se olvidará pronto. No quiero tener que forzarte en ningún momento.

Mi vídeo no podía parecer una violación porque ya no cumpliría los requisitos para los que estaba concebido.

La fui desnudando poco a poco. Me sorprendió su actitud ya que parecía no molestarle. Sin embargo, yo sabía que le estaba molestando profundamente. La tumbé en la cama y sólo llevaba unas braguitas blancas y el sujetador. Jugué con sus braguitas que olían a hembra. Ese olor me excitó muchísimo y le di un lengüetazo en todo el coño por encima de las braguitas que tenían un taco muy suave y agradable.

Ella pasó las piernas por encima de mi espalda y las apoyó, dejando bien a mano (mejor dicho a boca) todo su coñito. Siempre he sido fetichista y el saberme grabado mientras le comía el chochito me ponía a 100 por lo que no me di ninguna prisa. Lamí sus braguitas su ingle sin pelos, no depilada, simplemente que no tenía ni un pelito por ahí...

Cuando noté que sus braguitas estaban bien húmedas y no de mi saliva se las bajé y le dí otro lengüetazo. Ahora por dentro, esa parte que había estado en contacto con su coñito. Estaba muy caliente y sabía estupendamente. Me centré en su conejito. Estaba hinchado y brillante sin duda por el lubricante que estaba segregando por la calentura. Empecé a lamerlo desde arriba hasta el culo y sabía muy bien. Cada vez estaba más mojado y ella comenzó a gemir. Sin duda estaba a punto de alcanzar un primer orgasmo. Y vaya si lo alcanzó. Metió un chillido desgarrador y se empezó a convulsionar. Pegué mi boca para captar sus fluidos y me sorprendió que saboreé una buena cantidad de su flujo. Se relajó durante un segundo y le señalé mi polla que para ese momento estaba dura como un palo. La miró con cara de asco. Le dije que si se creía que le iba a comer el coño y dejarla ir....

Ella la cogió y comenzó a pajearme. Me ocupé de que quedara su cara de espaldas a la cámara para que no se viera su cara de asco. Le dije que se la metiera en la boca y ella lo asumió sin decir nada pero yo seguía viendo su cara de asco. No le debió gustar el sabor de mi polla. Normal, no me había duchado hoy....

Empezó a lamerme la polla desde la base hasta el frenillo y yo sentía que me reventaba. Se la metió entera en la boca y subía y bajaba con ansiedad. Parecía que le gustaba. Decidí girarme para que se le viera la cara en el video, ya que la tenía de viciosa, ahora sí.

Después de chupármela dos minutos no pude aguantar más y me corrí. Fue de lo más placentero que he vivido. Cuando notó que me corría intentó sacarse la polla de la boca pero yo la agarré por la nuca y se le quedó medio dentro. Me corrí en su boca y por toda su cara. Me convulsioné cinco veces. Me dejó seco... Claro!! Lo tenía todo en su carita....

Necesito lavarme.

Y con razón.

Tuve tres minutos para descansar y ponerme a tono. No podía dejar el video sin una buena follada por el coño. Nada más volver del baño le dije que se pusiera a cuatro patas que se la quería meter en esa postura. La muy zorra me obligo a ponerme condón, con el pretexto de que tenía la regla. Acepté.

La imagen era estupenda. La niña a cuatro patas y yo follándola por el coño. Y agarrándola por el pelo como a una vulgar perra. Después de 10 minutos montándola. Sentí que ella aceleraba el ritmo. Se iba a correr. Decidí apretar un poco y con la ayuda de sus gemidos alcancé un climax previo al orgasmo le saque la polla me quité el condón y me corrí por toda su espalda y culo. La dejé mojadita.

Largo.

Qué?

Que te pires!

Déjame ducharme.

Largo!!!

Se puso la camiseta sobre su espalda llena de semen y se fue.

Ya os contaré como continúa esta historia.

Enfant terrible ( enfant_terrible001@yahoo.es )