Vendetta

Una dulce venganza. Espero que no ospase a vosotras.

Vendetta

Aquella noche todo iba sobre ruedas, mi plan tomaba forma y todo lo que yo había imaginado, se cumplía fielmente. Tenia a Julio babeando por mi desde que llegue a su a casa, se que me había puesto exageradamente sexi para llevar acabo mi venganza, pero incluso yo estaba sorprendida de los resultados. Los roces y flirteos que habíamos llevado desde mi entrada no eran fruto de la casualidad, y ahora había llegado el momento de poner la estocada final. No tardo en seguirme hacia la parte trasera de la casa donde en la penumbra le dejaría disfrutar de mi cuerpo, yo no tenia prisa por saciar mis deseos que eran muy distintos a los suyos, pero él si lo parecía. Lo espere apenas un minuto en el lugar acordado, unos arboles frutales que había alrededor de la casa y la escasa luz de esa parte de la finca nos, serviría de cobijo ante las posibles miradas de los demás invitados. Aunque a mi poco me importaba que nos llegaran a ver, sobre todo ella incluso no me hubiese importado que nos pillara en acción.

-          ¿Te acuerdas como nos escondíamos de tus padres cuando éramos adolescentes?

Con esta frase lo recibí, se que lo transportaría al pasado y que le produciría mucho morbo, no era la primera vez que lo hacíamos así, escondidos pero a la vista de la gente. Siempre supe que esto le gustaba y que no podía resistirse.

-          Cuanto tiempo sin probarte Julio, que ganas tengo. Espero que no hallas perdido facultades.

-          Ahora lo vas a comprobar y tú juzgaras.

-          Como Ana es mas joven te tendrá desgastado, mi amor.

-          Que dices ella no sabe follar como tu.

-          Venga eso decís todos. Haber esa polla ¿Aun te gusta que te la chupen?

-          Lo estoy deseando, Ana no esta a tu altura en estas cosas.

-          ¡Venga! Adulador que buena zorrita te has buscado.

Le decía mientras me ponía en cuclillas ante el para comenzar mi faena. Baje la cremallera y saque del interior del pantalón lo que venia buscando. Julio siempre había calzado buen tamaño y reconozco que no me disgusto volver a verla. Aunque mi plan no era disfrutar, en ciertos instantes me deje llevar por la situación y mientras chupaba aquella polla me vinieron recuerdos que hicieron humedecer mis braguitas. Pero ese no era mi cometido, tenia que parecer que estaba disfrutando pero no dejarme llevar por mis instintos, así que me rehíce y seguí propinándole una mamada que lo estaba volviendo loco, lo quería llevar al limite y hacerlo correrse pronto, él cogía mi cabeza y la empujaba con fuerza haciéndomela tragar toda, pese que me ahogaba. Acelere mis acciones con la intención de que terminara, pero el muy canalla me detuvo y invito a levantarme.

-          Tranquila déjame disfrutar, un poco mas de esto, que no se cuando te volveré a pillar

-          ¿No tienes bastante? ¿Lo quieres todo?

-          Si date la vuelta

-          No fóllame por delante si quieres, lo de atrás se lo reservo a otros

-          ¿Cómo? Con migo nunca quisiste. ¿Ya le diste a otro lo que tantas veces yo te pedí?

-          A si cariño, y llevabas razón, lo que me estaba perdiendo.

Sabía que le disgustaría saber, que mi culo ya había sido estrenado por otro, a él nunca se lo consentí y entre mis planes estaba que lo supiera.

-          Es intenso cariño, una mezcla de placer y dolor que me vuelve loca, no te lo deja probar Ana.

-          ¡No!

-          Pobrecito que lastima. No sabes lo que es encular a una mujer, ya llevas  dos y ninguna te ha dejado.

Esto pareció enojarlo más aun, y metió su mano bajo mi vestido, arrancándome las bragas de un tirón. Lo cierto es que me hizo daño, pero no se detenía estaba como loco por cogerme. Me forzaba aunque yo no ponía apenas resistencia, el parecía querer hacerlo por la fuerza.

-          Tranquilo, saborea esto despacio mi amor, que no sabes cuando te tocara otra vez.

Me hice hacia atrás y levante mi vestido, mostrándole mi depilado  coñito, que había sido preparado para la ocasión.

-          Nunca habías querido depilarte

-          Todo cambia, tuve un amante que me lo exigió, y tenia la polla el doble de grande que tu, ¡Y como comprenderás!

Se abalanzó de nuevo sobre mí, y allí de pie como estaba me apoyo contra el muro que teníamos detrás, levanto unas de mis piernas y  me metió toda la polla de un golpe. A mi que la conversación me estaba también calentado, me sentó de maravilla, recibí la estocada con sumo placer, no pude contener un grito que me salió de dentro, gracias  a la música de la fiesta, que sonaba por toda la finca no nos pudieron oír, pero eso poco me importo y  yo seguí gimiendo como nunca. Él  intento con su mano sofocar mis gritos pero apenas lo conseguía, seguía bombeando brutalmente, con el ímpetu de los primeros años. Volví a dejarme llevar por el placer, realmente lo estaba disfrutando y creo que llegue a tener un orgasmo real, aparte de los que fingí. De repente recordé mi cometido y le ordene que no se corriera dentro, así que volví a inclinarme y esta vez si termine la faena con la boca, como era mi idea inicial. No me aviso por lo que la primera oleada de semen me estallo en la boca, no era la primera vez que lo hacia, al parecer le producía placer verme babear su semen. El resto de su descarga lo recogí como pude en mi mano, fue mas que suficiente para mis intenciones. Cuando hube terminado, me incorpore y salí rápidamente a la zona donde se encontraba la demás gente de la fiesta. Busque con la mirada a Ana, sin dudar me hace que a ella, cogí su mano con la mía llena del semen de Julio y le dije al oído.

-          Hay tienes, un par de cuernos muy bien puestos como los que tu me pusiste, guapa. Pensabas que a ti no te iba a ser infiel. Por cierto no esperes follar esta noche, te lo he dejado agotado. De todos modos me ha dicho que lo haces muy mal, aplícate un poco más mujer, no sabes lo necesitado que estaba el pobre.

En voz alta, para que todos me oyeran.

-          Buenas noches y feliz cumpleaños, me alegro muchísimo de que me hallas invitado a sido un autentico placer, que cumplas muchos mas y que podamos disfrutar de estas magnificas fiestas que organizas.

Me gire despidiéndome y vi como la cara de Ana se había tornado blanca y su rictus serio y preocupado, al fondo aparecía Julio todavía emparejándose la ropa, con cara de culpable, después de haberme visto hablando con Ana. Ana salió corriendo hacia la casa, me recordó tiempos pasados cuando yo me encontré en esa situación y solo podía correr huyendo so se sabe muy bien de que.

Al llegar a casa espere hasta la madrugada a que José llegara a casa de trabajar, saboreando mi venganza y preparada para que mi nueva pareja 15 años mas joven que yo, me pegara un de esos polvos que me quitaban las penas.

Por cierto Julio se separo, perdió muchísimo en su segundo divorcio, Ana fue mas lista que yo. Pero no escarmienta ya va por la tercera esposa, Igual Ana esta pensando en hacerle lo mismo que yo.