Venciendo mi Timidez. Capítulo 3
Claudio comprende las señales pero comienza a enredarse en el tema de las chicas, en especial con Pau y Esti
Capítulo 3
Aún pensaba en el cuasi beso de Esti, cuando a la salida me encontré con Cecilia para irnos a su casa, el ver a la destacada atleta por primera vez con su atuendo colegial me dejó estupefacto, se veía distinta, más femenina, pero al mismo tiempo infantil. Dado que su casa quedaba cerca del colegio, nos fuimos caminando, la distancia era algo más de dos cuadras.
En el trayecto conversamos de todo y nada, lo único en limpio que saqué es que vivía con sus padres y una hermana, también deportista… es más, al llegar fue su hermana mayor la que nos recibió con una bandeja de emparedados y gaseosas, luego de un rato volvió con tenida deportiva diciéndonos que iba a entrenar, momento en que descubrí que si bien ella era atleta como Cecilia, practicaba voleibol y al igual que Cecilia, también era una chica bella… era extraño, su hermana combinaba un cuerpo musculado pero a la vez algo más estilizado, y al igual que ella, tenía un culo precioso… claro que no tenía mucho busto, o eso parecía. Dado que la tutoría era repetir lo que había hecho con Estíbaliz, obviamente repetí lo mismo realizado con ella, lo que indudablemente me simplificaba todo, por lo que me centré en especial, a observar las “señales”, algunas de las cuales coincidían con las emitidas por Esti… ¿todas las chicas emiten las mismas señales?... ¿también le agradaba a Cecilia?... bueno aún era temprano, podía seguir mirando… La primera hora no hubo mucho más que unas miradas luminosas, unos roces de mano, nada espectacular, solo al final de la tutoría, después de que ella cumpliera con los ejercicios en forma exitosa, demostró su alegría, una alegría que casi no le conocía, por lo que me sorprendió al tocárme la rodilla con una serie de golpecitos, algo así como para indicarme que lo había logrado y terminado. De todas formas, revisé los ejercicios, los que resultaron correctos con la excepción del último. Basándome en lo aprendido con Pau, la felicité y me atreví a tocarle la rodilla los tres segundos “pre-planeados”, pero igualmente le hice fijarse en su error… esperé su reacción… ella miró el ejercicio algo desconcertada, la miré… nada aún… le indiqué su error, un simple error de signo. · Yo: Hiciste casi todo bien, pero los signos son importantes. · Cecilia: OH, verdad Luego la miré a los ojos, sus ojos azul claro, los que no me demostraron más que ansias de aprobación o de comprensión, por lo que la felicité y le propuse hacer otro igual, el que terminó correctamente. Nuevamente ella repitió el golpeteo con unos grititos de triunfo. En esta oportunidad más decidido, puse mi mano sobre su rodilla, iba a repetir el toque de tres segundos, pero en eso llegó su madre saludándonos, y si bien la toqué, no sé cuántos segundos fueron, ni cual fue su reacción… por lo menos no hubo rechazo. Después de eso, solo terminamos la sesión y ella me despidió con dos besos en las mejillas en la puerta de su casa, probablemente algo cohibida por la presencia de su madre. Apenas llegué le comenté a Pau lo ocurrido en la tutoría, ella me miró con cara de condescendiente comprensión y me llevó a la cocina, que era nuestra sala, comedor y casi todo nuestro mundo hasta que no llegara el contenedor con nuestras pertenencias, la seguí como un párvulo sigue a su maestra jardinera. · Pau: Pero ¿No notaste nada extraordinario? · Yo: Sí, pero al igual que con Ani y Estíbaliz, fueron señales muy similares · Pau: Pero ¿no trataste de dilucidar algo?... · Yo: No supe cómo hacerlo, además estaba su mamá. · Pau: ¿¡Pero antes!?… · Yo: Me bajaron dudas si estaba interpretando sus gestos correctamente, ya que no eran muy diferentes a los de Estíbaliz o Ani…. Además, cuando intenté aclararlo, justo llegó su madre y no alcancé a ver su respuesta, en fin, aún no sé si realmente me hizo algún gesto. · Pau: ¡Por Dios!... no hiciste nada… · Yo: No, ya no había tiempo…. · Pau: Bueno por lo menos no lo echaste todo a perder. Durante la cena me siguió retando y tratándome de pardillo y otras linduras, era como si ella hubiese fallado en una prueba y no yo, fue tanto que me enojé y le dije: · Yo: Tal vez no es problema del alumno… · Pau: ¿¡Me echas la culpa a mí!? · Yo: ¡Sí!... tus clases apestan. · Pau: Pardillo mal agradecido, dijo y se fue dejándome con los platos sucios. Lavé los dichosos platos y me fui a dormir algo ofuscado, ni siquiera me hice una paja, en todo caso dormí muy bien y amanecí contento, por lo que esperé a Pau con un excelente desayuno, casi equiparable al de un hotel, ella con mejor humor me lo agradeció y apenas le pedí disculpas, me perdonó mi exabrupto del día anterior. El viernes de acuerdo a lo conversado fui a la oficina de Miss Betty, la cual me recibió con una amplia sonrisa y luego de invitarme un café, nos pusimos a revisar los avances, me entregó material nuevo, el que revisamos. No sé por qué, pero me fijé en que si ella emitía algunas señales… Increíblemente pude reconocer algunas… pero no eran tan claras como las de las chicas o lo suficientemente claras para mí, por lo que cuando ella en un momento rozó mi rodilla para que me fijara en un tópico en específico, al entenderlo, imité a lo que había hecho con Cecilia, solo que omitiendo lo de contar el tiempo. Pronto entendí lo que me dijo Paula con respecto a la primera muestra de rechazo, pues Miss Betty se acomodó ampliando la distancia entre nosotros y no volvió a repetir el roce. Antes de irme a casa ese día, me encontré con Cecilia, la que junto con comentarme que en el control de la última clase le había ido muy bien, me dijo que el sábado iría a trotar por el parque y que si quería la acompañara, a lo que inocentemente contesté: · ¿Mi presencia no afectará tu entrenamiento? · Cecilia: No es entrenamiento, es un trote recreativo para relajarme, no todo puede ser trabajo en la vida, ¿verdad? · Yo: ¡Ahh!, por supuesto… En eso alguien nos habla desde atrás, era Ani junto a Estíbaliz, las que nos interceptaron… en ese instante ocurrió algo que no hubiese imaginado nunca, las dos nos preguntaron por el tema del trote y de algún modo se hicieron las invitadas. Al llegar a casa le conté todo a Paula, ella puso cara de incrédula y me dijo algo molesta: · ¡Un momento!, ¿quedaste con las otras dos para nuestro trote de mañana? · Yo: En realidad con las tres… ellas querían… no supe que otra cosa hacer… · Pau: ¡Iré a trotar sola! · Yo: No por favor Pau, es nuestro trote… · Pau: Ya no, es tu trote con tu manada de yeguas… dijo muy enojada · Yo: Vamos Pau, se buenita solo por esta vez, te juro que no trotaré con ellas los sábados por la mañana… · Pau: Umm bueno… ¿Cómo piensas manejar todo esto?… · Yo: Bueno… la verdad es que no lo he pensado · Pau: ¡Pardillo!, nunca piensas nada… no puedes juntar a todas tus chicas… No debes hacer eso · Yo: Eh…. bueno sí, es que no pude evitarlo… · Pau: ¡Okey, no todo está perdido!, ahora cuéntame todo lo que pasó. · Yo: Bien, pero ¿qué haremos? · Pau: En concreto saldremos los cinco a trotar mañana a las diez y veremos, ahora cuéntame todo. Así lo hice hasta el más mínimo detalle, incluso le relaté el tema de Miss Betty a lo cual ella después de reírse de mí, me comentó que no podía creerlo, nunca pensó lo osado que estaba, y agregó que a lo mejor miss Betty era una MILF de la categoría Cougar, denominación que tuve que investigar para saber a lo que se refería. A la hora de la cena volví a preguntarle ¿por qué no era bueno que saliéramos todos a trotar? y ella riendo me dijo que me lo explicaría después de lavar la vajilla de la cena, cosa que hicimos en un abrir y cerrar de ojos, sin siquiera cuestionarme que se estaba aprovechando de mi “pardillez”, ya que le tocaba el turno a ella, luego de terminar me dijo: · Pau: Me imagino que has visto Discovery Chanel…. · Yo: Por supuesto, me encanta. · Pau: A mí también, por lo que lo usaré de ejemplo… Así mi hermanita comenzó a enseñarme que al igual que los mamíferos superiores y casi todo el reino animal, los machos hacen sus rituales a las hembras y ellas contestan con señales corporales, dando a entender que son receptivas al macho en cuestión, pero con la excepción de algunas especies, estos cortejos el macho lo hace solo a una hembra… es más, me aseguró que en algunas de estas especies la unión es para toda la vida… a lo que contraargumenté que en los leones eso no ocurría… ella a su vez me indicó que en líneas generales, en los seres humanos era como ella decía y que si no sabía manejar eso, se me complicaría mi vida, en especial, dado que en el tema de interpretar señales, yo no era muy preclaro, por lo que en su desesperación, para aclarar mis dudas, me dijo que haríamos una práctica del trote del día siguiente. · Yo: No tengo ganas de trotar a esta hora, es algo tarde. · Pau: Pedazo de pardillo, no trotaremos, haremos una simulación, yo seré ellas y tú… bueno tú serás tú · Yo: Okey… Nos pusimos en la vacía sala de la casa y simulamos trotar en el lugar, mientras hablábamos de cualquier cosa, ella me iba enviando señales, imitando a Ani y a Estíbaliz, al principio no captaba muchas, por lo que me fue indicando cuales enviaba y si no las captaba las exageraba, lo hacía con tal gracia, que comencé a reírme y en especial celebrar sus imitaciones de las chicas, cosa que en un principio la enojó un poco, pero finalmente terminamos riéndonos… Pau es una muy buena actriz… una vez recuperados del momento de jolgorio, volvimos a la simulación con la advertencia de que no me riera. Dado que las chicas eran tres, me indicó como mantenerme interesado en las tres casi simultáneamente y que ninguna de ellas se sintiese desilusionada, pues yo aún no me decidía por ninguna de ellas en especial. La idea era que mantuviera la distancia e interés por parte de ellas, hasta que me decidiera por alguna de las tres, claro que me advirtió que lo que me decía era casi imposible, pero como yo era pardillo, ellas probablemente atribuirían todo a mi condición esencial. En otras palabras, como yo era leso, ellas comprenderían y me tendrían paciencia… su idea es que no me acercara a ninguna como para quemarme y que tampoco me alejara mucho como para enfriarme. Como les dije, durante este trote simulado en nuestra futura sala de estar, ella simulaba ser las tres, para lo cual cada vez que hacía algo para “enviar señales”, me indicaba cual de ellas era, también me indicó como sería si las tres enviasen señales y comenzara una suerte de disputa de la presa, o sea yo. La verdad es que me reía como nunca de las imitaciones de Pau, es que ella podría ser una extraordinaria actriz cómica, sus señales magnificadas eran insólitamente graciosas. Al otro día, mientras desayunábamos, hicimos un breve repaso de las señales y a la hora del trote los dos salimos más que preparados… De paso debo decir que Pau estaba “de comérsela”, es más, al desayuno me regocijé con el canalillo que se le formaba en el top de su indumentaria, me volvía loco, tanto que en un minuto ella decididamente me dijo: · ¿Qué me miras tanto? · Yo: Este nada… · Pau: Pardillo mentiroso me estabas mirando las tetas… · Yo: Es cierto, perdón, es que hoy luces demasiado arrebatadora, estás vestida para matar y no para trotar. · Pau: Adularme no te hace menos culpable, se un poco más discreto… · Yo: Es que como estás vestida no puedo evitarlo. · Pau: Lo siento, pero si no voy así, pasaré vergüenzas que no estoy dispuesta a pasar. · Yo: ¿Tu crees que ellas irán como tú? · Pau: Podría apostar mi cabeza… · Yo: ¿Estoy bien así? dije mostrando mi sudadera de siempre y mis pantaloncillos predilectos… · Pau: En el caso de los hombres da lo mismo, ellas miraran tu gallardía y músculos… · Yo: Entonces, ¿estoy bien? · Pau: Sí pardillo mío, eres un chico muy apuesto, por eso tienes a tu séquito, jajaja · Yo: ¿Estás segura? · Pau: Eres lindo, estoy muy segura, jajaja Finalmente salimos en dirección a la plaza donde me encontraría con las chicas, no era muy distante, solo un par de cuadras… en el trayecto no pude evitar mirar a mi hermana, estaba tremenda… claro que no quería que ella me volviera a sorprender mirándola con lascivia, por lo que con disimulo le miraba el culo y las sinuosidades de su cuerpo, la malla de lycra que tenía bajo el short destacaba sus piernas y no ocultaba su culo, en cuanto al peto, por muy holgado que fuese, no podía disimular la abundancia de tetas, lo que me tenía excitado del todo, y no era el único… en el trayecto muchos sujetos la miraban, incluso una pareja de mujeres la desnudaron con la vista. Antes de las clases que me daba mi hermanita, nunca me hubiese percatado de algo así, parece que estaba entendiendo esto de las señales. Pensaba que mi morbosa actitud con respecto al cuerpo de mi hermana había pasado desapercibida, pero casi al llegar a la plaza, Pau retrasó el paso que me adelantaba u mirándome a los ojos y me dijo: · ¿Puedes dejar de mirarme así? · Yo: ¿Así cómo? · Pau: ¡Cómo el lobo feroz miraba a la caperucita roja! · Yo: Jajaja, estas delirando… · Pau: ¡No, no lo estoy! recuerda quien te enseñó lo de las señales corporales y las tuyas pese a no corresponder a la de un hermano, son demasiado evidentes. Dijo algo molesta. · Yo: Perdón, es que eres muy “re-linda”… · Pau: Guarda miradas para ellas, que ya se ven allá cerca de la fuente. Fuimos en esa dirección donde puntualmente nos esperaban Cecilia, Estíbaliz y Ani las que conversaban animadamente, cosa que me extrañaba, pues por lo que yo sé las chicas se hacen esperar… Además, debo confesar que Pau tenía razón, las tres se veían arrebatadoras, claro que cada una en su estilo… las tenidas que vestían, destacaban cada centímetro de sus lindos cuerpos llenos de curvas, obviamente Estíbaliz estaba como estaría una modelo de Vogue en su día de trote, en cambio Cecilia, estaba como una chica de portada de Sport Illustrated y Ani, sin ser ni la una ni la otra, destacaba por su simplicidad en el vestir y obviamente por las curvas. Al acercarme me sentí un poco abrumado, y darme cuenta de que las tres… perdón, las cuatro estaban vestida para matar, y todo era por mí. Las saludé con un tímido hola, pero ellas se acercaron alegres y decididas a pavonearse conmigo, me saludaron con entusiasmo. Estíbaliz junto con saludar a Paula me dio dos besos, el último rozó parte de mis labios, ahora que comenzaba a comprender, me sonrojé. Luego Ani para no ser menos hizo lo mismo, claro que su segundo beso fue algo más descarado, o eso me pareció a mí y Cecilia para no perder terreno no solo me dio los dos besos, si no que me estrechó en un abrazo. Luego de los saludos comenzaron a preguntar muchas cosas, a las cuales yo respondía con mis característicos monosílabos, por lo que sin dejar de conversar, agregaron a un nuevo interlocutor, y dirigiéndose a Pau siguieron con las preguntas. · Ani: Ahora que están en la nueva casa ¿Extrañan el hotel? · Cecilia: ¡Por supuesto que lo deben extrañar!, ahora deben hacer la cama, jajaja · Estíbaliz: ¿Cómo está la casa nueva? · Yo: El hotel no mucho. · Pau: Sí, algo. En cuanto la nueva casa, es muy linda, casi sin muebles y en ella también me hacen la cama todos los días, jejeje · Ani: ¿En serio? · Pau: Mis padres contrataron un servicio de limpieza y van todos los días, dijo algo seca, aún cuando no vemos a esas personas. · Estíbaliz: Pero creo que debieron quedarse en el hotel, es más cool. · Cecilia: ¿No les da miedo vivir solos los dos? · Paula: No, la verdad Clau es muy valiente, jajaja, solo extraño los desayunos, jejeje · Yo: Es bueno estar en un hotel, pero prefiero estar en una casa con mi familia, ¿Qué les parece si vamos? · Ani: Sí vamos…. El relajado trote fue de lo más conversado entre ellas, yo por mi parte contestaba con mis característicos monosílabos y poco más, claro que intenté captar señales, pero eran muchas y la mayoría confusas o simplemente no las noté, eran demasiados “blancos” y me perdía, además no podía evitar dos cosas que aumentaban mi confusión, la primera era que entre ellas también enviaban señales, las que no iban dirigidas a mí y la segunda, era que al mirarlas, me fijaba en lo buena que estaban. Es así como en un instante me perdía en el culo de Cecilia, en otro en las tetas de Estíbaliz, en otro en la cadencia del trote de Ani que me volvía loco, y por más que traté de evitarlo, también miré a Pau, la que estaba de lo mejor, lo extraño es que de ella también percibía señales. De una extraña forma todas se pavoneaban y lucían sus atributos para mí, o eso me parecía, por lo que de alguna forma y pese a mi confusión, me sentía entre alagado y acosado por las ¿¡tres chicas!?... ¿¡o serían las cuatro!?... Como les dije, me parecía que mi hermana también emitía un cúmulo de señales, y según mi criterio, esto no debía pasar… ¿por qué competía con las otras?, ¿¡sería que le gusto!?... ¡¡Pero es mi hermana!!!... aunque está muy buena… en fin, todas hacían todo tipo de gestos y miradas… pero pese a lo confuso de la situación, de forma misteriosa ya las notaba con cierta claridad, e incluso creo que, por fin me quedaba de manifiesto que no solo lo estaba entendiendo, si no que me causaba gracia que todas estaban de alguna forma interesadas en mí. Dado esta avalancha de señales, aún estaba confundido de cómo proceder, por lo que miré a Pau con mi típica cara de pardillo y ella solo sonrió maliciosamente y “se hizo la loca”… mientras “mi Esti” me miraba recelosa de las otras chicas, el cariz que tomaba todo era preocupante, especialmente con Esti, porque creo que más que recelosa, estaba “celosa”, o eso me pareció. Para mantener “distancia” intenté adelantarlas a las cuatro, pero la verdad es que Cecilia simplemente me mantuvo el tranco mientras las otras se quedaban atrás… uhmm, debía mantener la unidad del grupo, por lo que aflojé mi ritmo, aduciendo que estaba con mal estado físico, lo que en verdad no era cierto, pero permitió que las otras tres se nos unieran. Al término del trote Estíbaliz nos dijo que su madre nos esperaba a almorzar o comer como me dijo en realidad, y que por la tarde podríamos ir por unas tapas y copas, última invitación a la que Ani se unió sin ser siquiera invitada. En tanto Cecilia, me dijo que el domingo competía y me invitaba a ver la competencia, pues hoy debía cuidarse y acostarse temprano, por lo que no podía ir por las tapas y copas…. Según recuerdo el diálogo fue algo así: · Estíbaliz: Además de comer ¿Qué les parece si por la tarde salimos por unas tapas y copas? · Paula: Por mi bien, pero Claudio aún no puede ir por copas, jajaja. · Ani: Yo lo acompaño con las gaseosas ya que yo tampoco tengo 18 años. · Yo: Claro, las tapas son bien venidas con gaseosas o copas, aporté. · Cecilia: Yo no puedo tengo competencia mañana, pero podrías ir a verme al estadio, corro entre las 10:30 y las 12:30. · Yo: Claro ahí estaré. · Esti: Sí, todas podemos ir a alentarte… Pese a que Estíbaliz se unió a la “competencia”, al igual que Ani, me miró con cara de asesina, mientras Paula como la Mona Lisa sonreía misteriosamente, esto de las señales seguía complicándome, pero cada vez las entendía mejor. En fin, nosotros regresamos a casa, en el trayecto quise hablar con Pau, pero ella me dijo que hablaríamos después… solo puedo decir que vi muchas señales, tal vez demasiadas, como conclusión puedo afirmar que Pau tenía razón en evitar aglomeraciones, además de forma extraña noté, que ella también me enviaba señales y eso me confundía. Me acordé de un programa de la tv, llamado tres son multitud, no recuerdo en que país lo vi, pero era muy gracioso… por otra parte con respecto a las dichosas señales corporales, no tuve la oportunidad de poner en práctica mis propias señales… pues por más que lo intenté y lo intenté, no sabía a quién enviárselas, además, me perdí entre tantas señales, unas claras como el agua, pero otras oscuras y confusas como el humo, y no solo de una de ellas, si no que fueron por parte de las tres chicas… perdón de las cuatro chicas. En cuanto a lo último que sucedió, me refiero a eso de las invitaciones, fue raro, pues de alguna forma, ninguna quería aflojar prenda… Finalmente, ahora además de tímido, soy un pardillo confundido, por lo que al llegar a casa y apenas entramos, insistí en preguntarle a Paula: · Yo: Pau, ¿Qué te pareció, viste alguna señal? · Pau: Ay pardillo si serás capullo, claro que hubo señales, a montones, el problema es que fueron de las tres…. Estás todo un rompecorazones, jajaja. · Yo: ¿En serio?... es que las tres se comportaban igual que tú y no sé…. · Pau: Pero que dices… yo actúe igual que siempre… luego quedó muda mientras su cara se encendía a un tono rojo casi furioso, agregando que se iba a la ducha. · Yo: Pero Pau, no puedes negar que tú también emitiste señales… · Pau: Apúrate que vamos a comer a casa de Estíbaliz Me dejó solo en la sala y ante tal situación también me fui a la ducha, donde aprovechando los recuerdos recientes, di libertad a mis instintos, comencé con el pajeo recordando el acompasado bamboleo de culos y tetas de las tres chicas… perdón cuatro chicas, mi imaginación volaba y de pronto repetía una y otra vez una orgía, donde las follaba y le comía las tetas a todas y cada una de ellas, las que en mis sueños desenfrenados me pasaban su coñito por mis manos, brazos, muslos y verga… En mi orgía mental, imaginaba que mientras una pasaba sus tetas por un lado la otra apegaba su culo a mi cuerpo, otra acariciaba mi espalda y otra me tomaba mi amiguito, ¡uff, que placer!… luego de una prolongada y “pajeada ducha” me preparé para que fuéramos a almorzar donde tía Adela. Con una Pau muda, salimos de casa y nos juntamos para almorzar con tía Adela y su familia… la gran mesa estaba encabezada por su marido Iñaki, además, estaba mi primo Iñaki o Nachito, la bella Maite y por supuesto la no menos bella Estíbaliz… todo fue muy grato, opíparo, tanto que con Pau nos bajó el sueño y dormimos una siesta en el cuarto de invitados… El almuerzo fue conversado, pero yo me dediqué a ver las señales, en eso me di cuenta que incluso mi tía Adela y Maite enviaban señales, claro que de la primera eran como en busca de aprobación por el mar de cariño que nos daba, en el caso de la segunda, más que nada por el tedio de tener que compartir su vida con nosotros, unos casi desconocidos y en cuanto a Esti, ella me deparaba lindas miradas y sonrisas, muy similares a las de Pau… ¿raro, no?. A eso de las cuatro, desperté a Pau para irnos a casa y prepararnos para salir, eso sí, antes me puse a mirarla con detención… mi Pau era de una belleza morena muy especial, con una piel mate suave, curvas increíbles y ojos “moros” tipo Salma Hayek, tal vez porque en ella se fundían muchas razas que pasaron por Rumania su país de origen, fueron varios minutos hasta que la remecí suavemente… despertó con una linda sonrisa que derritió mi corazón… Nos fuimos a casa en taxi, lo único malo del viaje fue que el chofer no dejó de mirar por el retrovisor a Pau, tanto que yo me apegué a ella y por el mismo espejo le puse cara de pocos amigos. Pese a la siesta, llagamos aún con mucho sopor, por lo que le pregunté si quería ver una película conmigo mientras continuábamos la siesta, ella me contestó que sí, pero que la película debe ser diferente a la que habíamos visto la última vez, ya que no estaban nuestros padres, a lo que yo le repliqué: · Yo: Vamos no seas tonta, es solo ver una peli y dormitarla, nada más · Paula: Bueno, vamos al sofá… · Yo: Pero la tv está en tu cuarto… · Pau: Tráela para la sala · Yo: ¿Por qué tanto temor de mí? · Paula: Tonterías mías, trae la tv… Dormitamos la peli hasta que tipo seis nos movilizamos para salir. A eso de las seis treinta pasó Maite por nuestra casa, dijo que había venido a buscarnos, confesando con total desenfado que así ella podía conocer nuestra casa, ¡caramba con su sinceridad!... mientras Pau aún se alistaba para salir, yo le mostré la casa y aproveché de admirarla… la verdad es que es una chica preciosa, diría que tiene un aire a una modelo inglesa llamada Holly Peers, claro que más joven, pues tiene solo 23 años… las señales que enviaba eran como de suficiencia indicando “soy inalcanzable” para ti pardillo, pero puedes mirarme… ante sus aires de “grandeza”, solo me contenté con ser amable. Tal como estaba planeado salimos con las chicas, primero por tapas y gaseosas y luego por baile y en el caso de Ani, también cantó, cosa que hace muy bien. La verdad es que las tres me “bailotearon” de lo lindo y cosa curiosa, una buena cantidad de chicos que se les acercaron cuando estaban solas, fueron rechazados uno a uno. Fue muy raro, sobre todo cuando ellas no bailaban conmigo, lo hacían entre ellas, en especial Pau, que fue la que menos bailó. En alguno de los bailes, las tres casi en forma descarada me rozaron indisimuladamente, era una verdadera locura, incluso Pau se puso descarada, rozando su culo con mi pubis más de una vez, como también Ani “casualmente” pasó a llevar mi amiguito con su mano y no puedo dejar de mencionar que Esti me plantó con pasión sus tetas en la espalda… les juro que pude sentir sus pezones erectos incrustarse en mi humanidad. Terminada la jornada de bailes y tapas, Esti nos fue a dejar a casa, primero pasamos a dejar a Ani, la cual se despidió con sendos besos y como pudo dejó parte de su carmín en mis labios, fue como de refilón…. Después Esti nos dejó en casa y cuando mi hermanita estaba caminando hacia la puerta me tomó de la cara y me plantó un beso apresurado, quedé más que sorprendido, pero que les puedo decir… muy feliz. Apenas entramos fue Pau la que me bombardeo a preguntas, estaba más que acelerada, cosa extraña en mi mesurada hermanita. · Pau: Bueno, ¿cómo te fue? · Yo: Pero estuviste ahí… · Pau: Sí pero no soy ellas… ¿qué descubriste? · Yo: Bueno, ahora tengo claro que le gusto a todas… · Pau: Es un avance… noté que te tocaban más de la cuenta… · Yo: Tanto como tú, dije sin medir mis palabras… · Pau: Yo no te toqué, ahora se baila así… · Yo: Tal vez me confundí, la verdad es que entonces no sé qué tan bien Entonces se me ocurrió una “brillante idea” para aclarar mis dudas y que mi hermanita dejara de confundirme con sus propias señales que me inducían tal confusión. · Yo: Tal vez podríamos recrear las escenas que me confunden · Pau: Es tarde, mejor mañana. · Yo Ahora estoy con el recuerdo fresco, mañana no sé. · Pau: Okey, está bien… actúo como ellas y me preguntas. · Yo: Mejor yo actúo y tu simulas ser ellas… · Pau: Bueno, ponte a mi lado… ¿Qué hacemos? · Yo Lo que ellas… roces, sonrisas y miradas · Pau: Bueno, entonces si sientes que mi mano roza casualmente la tuya actúas… · Yo: ¿Cómo? · Pau: Ay, no puede ser que te deba explicar todo… ¡me la tomas! y si no te rechazo me miras y sonríes… · Yo: ¿Así? · Pau: Sí, asimismo, debes hacer eso y seguir la conversación como si nada hubiese pasado · Yo: Ah, dije asintiendo mientras caminábamos por la sala. · Pau: Y cuando lleguen a un lugar y ella o ambos se detienen, la miras a la cara, si ella pone cara de ¡anda bésame!, lo haces. · Yo: Pero ¿cómo es esa cara? · Pau: Cara de beso, algo así dijo mirándome con cara de beso, o eso me pareció No sé qué me pasó, pero en ese momento, en un rapto de locura sin más la besé, al principio solo fue un piquito, pero al no retroceder ella o escabullirse, seguí presionando sus labios… de pronto ella se separó en forma abrupta, y me pareció que palideció ante mis ojos… Solo puedo asegurar que a ella le afectó mi osadía, ya que después de palidecer, se puso roja como un tomate y me dio una cachetada, la que sonó fuerte en el vacío de la sala escasamente amoblada… el golpe no me dolió mucho, pero si me dolió su rechazo y lo sorpresivo de su reacción. No sabía que decirle, nunca pensé que reaccionaría así, pese a que solo fue un piquito, casi un roce de labios… ¡bueno no tan roce! Nunca pensé en el efecto de aquel mi segundo beso a una mujer. · Yo: ¡¿Pero por qué me pegaste? · Pau: ¡Porque me besaste! · Yo: Pero lo hice para… es que…tu cara… parecía que era de beso, ¿además no es parte de la clase? · Pau: Soy tu hermana y era actuación. · Yo: Ambos actuamos…. Es que…. · Pau: Eres un fresco, me dijo… Sí, la cara era parte de la clase, pero no para que besaras a tu hermana. · Yo: Pero fue un beso chiquito, casi como los que nos dábamos de cariño de pequeños. · Pau: Pero no somos pequeños y el beso no fue de cariño, ¡dejemos la clase hasta aquí!, buenas noches… · Yo: Pero… alcancé a decir, mientras salía en dirección a su cuarto y cerraba la puerta con violencia. No puedo negar que me acosté preocupado por la reacción de mi hermana, pero en la medida que transcurría el tiempo, algo gatilló mis pensamientos libidinosos. Es así como mi preocupación se fue transformando… recordar esa sensación morbosa de lo prohibido me excitaba… creo que fue en ese momento en que vi a mi hermana como una mujer, ya que no solo recordé lo linda que se veía cuando recreamos la velada, si no que aquilaté la impresionante vista de su escote, donde asomaba el canalillo de sus exuberantes tetas. Estaba tan extasiado con el torbellino de pensamientos eróticos con mi hermana, que mi verga creció y creció… tomé mi acrecentado amiguito y no pude dejar de pajearme imaginando que le comía las tetas a mi hermanita y la follaba con fuerza… lógicamente me corrí como burro y luego de controlar los estropicios de mi corrida me dormí agotado por lo largo de la jornada. Al día siguiente nos juntamos al desayuno, pese a saludarme, ella me miraba aún seria, ante lo cual le pedí unas poco sinceras disculpas por lo de nuestro primer beso, las que fueron aceptadas no sin antes una filípica por parte de ella, donde incluso de pasada mencionó el incesto. Gracias a Dios los huevos y tocinos estaban listos y después solo seguimos conversando de temas generales a tratar con las chicas y de la forma de comportarme frente a ellas… Luego me preparé para ir al estadio a ver a Cecilia correr. Estaba por salir cuando vi a Pau en sus jeans elásticos y un peto que me dejó como hipnotizado… loco por sus benditas tetas, ella sonrió maliciosamente, ¡sabía que me trastornaba!, aun cuando luego se hizo la desentendida, pero estoy seguro que su vestimenta tenía un propósito, el que no era exactamente para exaltar la amistad. Salimos y tomamos el primer autobús que se nos cruzó en la dirección adecuada, al subir el conductor no pudo evitar mirarla, como también algunos pasajeros, cosa que me molestó muchísimo… ¿serían celos? Estábamos en la puerta de casa cuando Esti se asoma por la ventanilla del coche de su madre conducido por su agraciada hermana Maite y con Ani en el asiento trasero, diciéndonos: · Esti: Chavales, ¿Por qué no contestan el móvil? · Yo: ¿Llamaste? · Esti: Sí a los dos y varias veces… ¿qué estaban haciendo? · Pau: Nada, parece que simplemente no te sentimos, jejeje. Efectivamente no la sentimos, en mi caso el móvil estaba aún en silencio y en de Pau, simplemente lo tenía en modo de vibración. En todo caso Esti se bajó y luego de darme dos besos muy cerca de mis labios me dijo que subiera adelante, pues el coche es pequeño y ella se iría con Pau y Ani atrás. Me subí en el asiento de copiloto sin dejar de mirar las preciosas piernas de Maite, para luego mirar sus tetas, las que se veían muy bien delineadas por la blusa que vestía… es toda una chica digna de los pecados del mundo. Maite nos dejó a las afueras del estadio y nos dijo que podía pasar por nosotros un poco antes de la comida, ya que estábamos invitados por tía Adela. Ingresamos al estadio, la entrada era liberada, desde las graderías comenzamos a buscar a Cecilia, pero fue ella la que nos encontró primero, se veía preciosa en su tenida de velocista, donde se destacaban sus vigorosas piernas y los marcados abdominales de su silueta perfecta, nos sonrió y nos hizo ceñas, las que contestamos presurosos y felices. Después de conversar con un tipo que presumimos era su entrenador, se nos acercó y a través de la valla nos saludó, la conversación fue fluida y relajada, le deseamos suerte y ella se volvió en dirección de los tacos de partida… ¡Uff!, no me había percatado de la perfección de su culo hasta que en este momento la veía, además creo que su contoneo era mayor al habitual, se me llegó a parar la verga Como ya anticipábamos ganó sus pruebas con cierta comodidad, debo confesar que se me imaginaba que era una “cheeta” desplegando toda su magnificencia en pos de su presa, Cecilia era toda potencia y velocidad, asociada a una elegancia casi felina, si antes la encontraba bonita, ahora me enloquecía por su armoniosa belleza. Terminada su participación, Cecilia llegó a las graderías donde estábamos, todos nos alegramos y comenzamos a saludarla, pero no me esperé su eufórico abrazo con que demostró su felicidad por las victorias obtenidas. Las otras chicas incluida Pau, mostraron una casi indisimulada cara de que su efusividad no les agradó para nada, pero en la medida que continuamos conversando y mirando la competencia que ya llegaba a su fin, los ánimos volvieron a la normalidad. Volvimos a casa de Estíbaliz donde comimos, por lo que el resto del día pasó casi como de costumbre, lo único especial fue que por la tarde todos nos pusimos a mirar una película bastante entretenida, en el sofá principal estaba tía Adela, su marido y en el otro Pau y Esti, quedando yo solo en el tercero, la sala de estar parecí un cómodo anfiteatro, ya había iniciado la peli, cuando llegó Maite y se sentó a mi lado, al principio todo estaba bien, pero aduciendo que le dio frio (la tarde estaba un poco fresca), tomó una cobija y no contenta con cubrirse ella sola, la extendió tapándome a mi también, para luego bajo ella tomar mi mano y tras sonreír maliciosamente ponerla en una de sus piernas…. Debo confesar que me paralicé. Desde el sofá de enfrente Pau y Esti miraban la peli con un ojo puesto en mí, a pesar que yo no movía ni un pelo… bueno sí me moví…. ya que una aparte de mi cuerpo se movió creciendo desmesuradamente cuando mi mano entró en contacto con las medias que cubrían tan preciosa pierna… más allá de eso, no hice nada más. Terminada la peli, Maite se incorporó tomando la cobija, me miró el entrepiernas, y me guiño un ojo antes de marcharse con una sonrisa socarrona. El lunes nos quedamos en casa, dado que habían anunciado la llegada del contenedor con los muebles a eso del medio día, por lo que nos levantamos tarde, Pau se puso a “jardinear” y yo a cortar el césped, claro que mi hermanita incluso con su tenida para realizar tal menester se veía preciosa, sobre todo que bajo la jardinera vestía una musculosa y nada más, o sea la muy furcia no se había puesto sujetador… lo sé por que claramente se le podía ver el contorno de sus perfectas tetas… A eso de las 11:30, llegó un inmenso camión escoltado por una camioneta con los descargadores, rompieron el sello del contenedor ante nuestros ojos y comenzaron la faena ante nuestra dirección, debo decir que los sujetos desnudaban con la vista a mi hermanita, tanto que a uno de los sujetos le llamé la atención y si no es por la intervención del conductor del camión que iba a cargo de la partida de trabajadores, quizás que hubiese pasado. Mi hermana algo avergonzada se cubrió con un suéter liviano Después de dos horas de descarga y acomodación inicial del menaje y cajas, a eso de las 14:30 comimos una pizza que habíamos encargado por “delibery” y agotado por el trabajo, sin más, me puse a ver la tv que había vuelto al cuarto de Pau, ella sin inmutarse se recostó a mi lado, como siempre se veía preciosa, lamentablemente mi contemplación debió terminar, pues dado el compromiso de mis tutorías, dejé a mi hermana durmiendo y rápidamente me duché para ir al encuentro de mi prima a la salida del colegio a eso de las cuatro, lo cual realicé sin contratiempos. Apenas me encontré con Esti nos dirigimos a su casa en autobús, el viaje fue de lo más normal. Entre otras cosas, ella me comentó que había extrañado mi presencia en clases, por lo que para ella la semana empezó lenta o eso le pareció, pues las primeras horas de clase fueron bastante aburridas… su comentario me sonó a un velado halago, por lo que mi corazón saltó de alegría, ya no dudaba que a Esti yo le gustaba En el trayecto también note varias otras señales que ya me parecían bastante evidentes, me estaba convirtiendo en un experto el detectarlas, estaba embobado en eso cuando el autobús dio un frenazo algo violento, por lo que la tuve que sujetar para que no cayera, quedando en mis brazos, ante lo cual ella muy coqueta me dijo: · Guau, eres muy fuerte, gracias por salvarme del ridículo de caerme en el autobús · Yo: Me encanta salvar a una chica tan bella como tu… · Esti: ¿Desde cuando eres capaz de decir tan lindos piropos? · Yo: Eh, perdón, no fue mi intención… · Esti: No, fue precioso, no te disculpes, me gustó, fue muy lindo. · Yo. Ah, que bueno, me salió del alma… La tutoría comenzó como de costumbre, por lo cual tía Adela nos dio una merienda para que no nos demoráramos en iniciarla. Esti comenzó comprendiendo rápidamente las materias que tenía atrasadas, por lo que avanzamos más que en otras oportunidades, cuando nos dimos un pequeño respiro apareció tía Adela diciéndonos que saldría con su marido, a “no se que cosa”, y que nos quedaríamos solos por un rato, por lo que nos debíamos portar bien. Retomamos los ejercicios con relajo, al igual que en otras oportunidades Esti comenzó con sus golpecitos de victoria en mis rodillas, por lo que me vinieron a la memoria las lecciones de Pau y usé la regla de tres segundos, por lo que, al felicitarla, puse mi mano más cercana en su rodilla, conté mentalmente tres segundos…. Mil, dos mil, tres mil… y la retiré, luego la miré a los ojos, ella sonrió y me besó… mi corazón se aceleró, como no sabía que hacer con las manos las puse sobre mi regazo, pronto lo que se inició como un simple toque de labios, continuó con mas fuerza por parte de Esti, cuando en eso entró Maite tosiendo con fingida carraspera. · Maite: ¡Cof, cof, cof!, ¿Mamá? · Esti: Eh, salió con papá a no sé qué. · Maite: ¡Ah!... ¿estudiando? · Yo: Sí estamos en la tutoría… · Maite: ¿Biología?, jejeje · Esti: Mate y no sea pesada, solo hacíamos un descanso… · Maite: Mmm muy buen descanso, jejeje Después de eso, continuamos los ejercicios hasta la hora de regresar a casa, no nos dijimos nada más, pero mientras ella completaba los ejercicios, yo pensaba en la “cara de beso”, sin dejar de mirarla me sonreí de felicidad, Esti no lo notó, pero el solo mirarla me causaba alegría. Terminada la tutoría y antes de irme, me despedí de Maite que estaba viendo tv en la salita de descanso, ella me sonrió, me dijo algo que no alcancé a captar, y pasó a llevar mi verga, como si fuera un accidente. No sé si Esti que estaba tras mío se volvió se dio cuenta, pero la miró con enojo. En la puerta de entrada, Esti me miró y sin decir nada de dio otro piquito, mi corazón saltaba y llegaba a las nubes. Pese a lo feliz que me encontraba, cuando llegué a casa a eso de las cinco treinta, me dio vergüenza contarle lo ocurrido a Pau… por un extraño motivo me sentí como traicionándola, por lo que comencé a ordenar las cosas recién llegadas de mi cuarto, muchas de las cuales extrañaba, en especial, cambié mi cama, pues la que estaba usando era muy corta para mí. En eso apareció Pau y me invitó a ver una película en su cuarto, al tiempo de que me informaba que estábamos invitados a cenar a eso de las ocho de la noche … el verla tan linda no me pude negar, pues nadie puede negarle algo a mi Pau. Comenzamos a ver una película que no recuerdo ni el nombre, y como estaba muy cansado pronto me quedé dormido, serían como las siete treinta cuando desperté y vi a mi hermana pegada a mí, se veía preciosa, dada mi posición podía verle el inicio de su teta derecha, podría asegurar que se podía ver parte de una de sus areolas, la que no alcanzaba a ser tapada por la holgada jardinera y la abierta musculosa, casi de inmediato mi amiguito despertó y por su propia cuenta, comenzó a formar una carpa gigante… estaba ensimismado en el panorama cuando mi hermanita despierta y al darse cuenta de mi tremenda erección me golpea el hombro y me dice: · Eres un cochino, ¿Qué estabas viendo? · Yo: Nada ¿Por qué? · Pau: Porque tu cosa está parada, ¿estás viendo una película porno? · Yo: No por supuesto que no, solo vi un par de escotes, es una peli de acción serie B, no podía decirle que el origen o verdadera razón de mi erección, era ella. Afortunadamente no siguió con el tema, pues recordó la invitación de tía Julia, la que nos tenía “muy invitados a la cena” y que nos pasaría a recoger a eso de las siete menos cuarto, ya que, según ella, con el tema de la mudanza no tendríamos fuerzas para cocinar. Es así que nuestra tía nos impuso el asunto de la cena. Pau aún con pereza tomó el control remoto haciendo zapping hasta cuando me dijo que se cambiaría, cosa que yo no necesitaba. Me miró con cara de ¿sal de mi cuarto?, pero no era una de sus caras de “te vas o te mato”, por lo que la miré, “tranquila estoy viendo Tv”, por lo que ella me dejó sin decir nada y se metió al cuarto de baño de donde salió vestida, milagrosamente se demoró solo 20 minutos, por lo que nos quedaban otros veinte antes de que nos pasaran a buscar. Sin saber que hacer o decir por nuestro desencuentro, le dije con mucho cuidado si podíamos repasar el tema de la expresión corporal, a lo que ella me dijo: · ¿Por qué tanta fijación con la expresión corporal?, ya te dije que no le eres indiferente a ninguna de las tres. · Yo: Es para no recibir un golpe como el que me diste o se rían en mi cara. · Pau: Si te portas bien no habrá golpe, jajaja, vamos a la sala. · Yo: ¡Uff!, que bueno, pegas fuerte, jajaja Repetimos lo que habíamos hecho anteriormente, caminamos de aquí para allá y de allá para acá, conversamos una infinidad de cosas hasta que sentí el roce de su mano, nuevamente la tomé y continuamos las vueltas, pese a que la distancia de nuestra sala no tendrá más de 8 metros, y ahora estaba llena de muebles y cajas, el paseo me evocaba China… en una de esas vueltas nos detuvimos y Paula vuelve a poner esa cara “de bésame” y pese a las advertencia previa, no sé por qué la volví a besar. Ahora no fue un piquito, fue algo más intenso, ¿tierno?, ¿sensual?, no lo sé, pero sin dudas más intenso. Ella me miró roja como tomate, soltó mi mano, esperé el golpe, pero no lo hubo…. Se giró y corrió a su cuarto cerrando la puerta, quedé perplejo, no hubo la reacción que esperaba, como tampoco sentí que mi beso fuese de práctica, sentía la emoción y los acelerados latidos de mi corazón…. Fue algo diferente. A la hora que ya nos pasarían a recoger, toqué a la puerta del cuarto de mi hermana, ella no me contestó, insistí, como única respuesta era el silencio que nos envolvía, por lo que insistí hasta que ella me contestó a través de la puerta. Le dije que pronto nos recogerían y que debíamos estar listos para irnos, a lo que ella me replicó: · El necesitado eres tú…. Ve con ellas. · Yo: Vamos no puedo salir solo… · Pau: No quiero salir…. · Yo: Pero Pau los invitados somos los dos, no iré sin ti. Sin querer alargar el casi estéril diálogo, pues si mi hermana es terca, yo soy muy insistente, golpee su puerta insistentemente, por lo que pasado 10 minutos finalmente salió. Se veía preciosa, pero no le dije nada, no quería romper la magia de tal espectáculo visual, vestía una falda corta blanca una blusa multicolor como el arcoíris zapatillas de lona, estaba para sacarle fotos. Cuando llamaron a puerta la tomé de la mano sin decirle nada y salimos a la calle, ella en ningún momento me retiró su delicada mano, yo me sentía como el rey de la selva o algo así, me imaginaba que ella era mi novia. Ese ensueño se vio interrumpido cuando nos aproximamos al coche, pues ella soltó mi mano, para mi fortuna, tía Julia y su marido estaban en el asiento delantero, por lo que apenas nos subimos atrás, tomé su mano en la oscuridad de la noche. Contrario a lo que esperábamos, al llegar a casa de tía Julia, su marido siguió de largo, pues se juntaría con los otros varones de la familia en casa de tía Adela, ya que todos querían ver una partida de futbol de no sé qué equipo… Entramos acompañados por tía Julia, las mellizas nos esperaban en la sala. Claro que en un principio demostraron poco interés en mí y Pau, ya que Fani conversaba con Sofi algo que no logré captar… debo decir que ambas se veían preciosas, ¡es más!, las dos estaban para devorarlas, aun así, mi preferida era Fani, ya que era la gemela más natural. De pronto comenzaron a alabar la vestimenta de mi hermana, pues es como si se hubieran puesto de acuerdo, vestían muy parecido a Paula, las saludé como de costumbre de dos besos, extrañamente con Sofi los besos casi fueron sendos piquitos, lo que hizo ruborizarme y con Fani los típicos saludos españoles, o sea bastante menos. Luego la primera comenzó a decirme: · Uy, veo que mi primito sigue tan tímido como siempre… · Fani: No molestes al chaval, que si antes no nos hablaba, ahora con tus tonterías va a quedar mudo, jejeje · Sofi: No lo sé, tal vez aprendió el castellano, jejeje · Pau: Vamos chicas, que es algo tímido, no lo molesten, salió mi hermana en mi defensa. · Tía Julia: Sí niñas, es nuestro pariente y debe ser bien recibido · Sofi y Fani: Sí Má. Tía Julia nos llevó a la cocina donde estaba Julita calentando la cena, entramos a saludarla, al verlas juntas solo pensé que ambas estaban para olvidar que eran mis parientes y meterles mano…. Pronto en la gran cocina llegaron Sofi y Fani las que se unieron a la conversación, parloteando mucho, en especial con Pau, la que estaba como si fuera una chica más del grupo, y pese a que recién las habían llamado al orden, siguieron con sus puyas respecto a mi timidez. En eso tía Julia volvió a llamarlas al orden. · Vamos niñas, dejen en paz a su primo. · Sofi y Fani: Sí Má. · Julita: Sí Má, aunque yo creo que tengo la solución para que venza su timidez. · Tía Julia: Termina Julita, no te salgas de madre, que tu primo es solo un chaval. Me extrañó el último comentario de tía Julia, como también me extrañó que en esta ocasión Pau no salió en mi defensa y como verán, yo no les dije nada, por lo que en breve siguieron con sus cosas. Debo confesar que ya estaba medio aburrido del parloteo de tantas chicas, y con lo cansado que estaba llegué a bostezar, ante lo cual tía Julia, nos conminó a salir al jardín y activarme de algún modo mientras ella terminaba los preparativos de la cena. Salimos al patio trasero, aún era agradable el clima, pero comenzamos a mirarnos las caras cuando en eso a Fani nos preguntó si queríamos jugar a algo movido, ya que de otra forma yo me dormiría… todas la miraron como si estuviese loca, pero al fin Pau le encontró razón y entre las dos nos animaron a que jugásemos a algo entretenido, inclusive Julia y Sofi, las dos más engreídas del grupo acoplaron a la idea. Entonces tal como si fuéramos chavales, por media hora comenzamos a jugar, primero a la gallinita ciega, luego a las Naciones y finalmente al pillarse o la escondida… son juegos de niños pero entretenidos, la pasamos muy bien, nos reímos como hacía mucho tiempo no lo hacíamos… Pese a las puyas iniciales, debo confesar que yo fui el que lo pasó mejor, pues veía como mis curvilíneas jugadoras se esforzaban por ganar, y en ese esfuerzo, sus bamboleantes tetas desafiaban la gravedad y sus deliciosos culos se descubrían un poco por los agitados desafíos físicos; tanto que al terminar Las Naciones Julita me deslizó el siguiente comentario · Mmm, veo que no solo tú estás entusiasmado con el juego, si no que tu amiguito también, jejeje · Yo: Eh… joder… perdón. · Julita: Vamos chaval que a tu edad todos los chicos son iguales, jajaja Las otras chicas que indudablemente escucharon se rieron de mí, excepto Pau que me miró con cara de reproche, ante lo cual me puse rojo de vergüenza hasta que todo fue pasando y decidimos irnos a cenar. La cena fue tranquila dentro de lo que se puede esperar al estar rodeado de solo belleza. Cuando regresó el hermano de papá y esposo de tía Julia, cordialmente se ofreció a llevarnos de vuelta… sería eso de las diez treinta de la noche o un poco pasadas, cuando al despedirnos de las cuatro chicas de la casa, en la que incluyo a mi tía Julia, nos dieron una gran despedida, en la cual Julita con total desparpajo me dio un tremendo abrazo y me metió una pierna en el pubis, lo que causó que me pusiera duro de inmediato, luego miró el efecto causado en mí y sonriendo me dijo adiós. Esa noche no quise hacerme una paja, pues ya no me quedaban pijamas y todo aún estaba revuelto, por lo que a eso de las once de la noche me dormí, solo puedo decir que no soñé con nadie más que mi querida prima Julita, el sueño fue muy vívido, tan vívido que me corrí como un chaval puberto… tuve una tremenda corrida nocturna. Lo poco que recuerdo del vívido sueño, es que Julita estaba en la cocina preparando la cena mientras tía Julia y las otras jugaban en el patio, en eso yo entraba a la cocina, me instalaba por detrás y tomándola por sus delineadas y potentes caderas la apoyaba sin misericordia. Julita al sentir mi verga parada y dura, apoyada entre sus cachetes del culo, simplemente suspiraba, dejándose casi follar por sobre la falda y me dijo: · ¿No vas a esperar a estar en la cama? · Yo: No alcanzo, estoy muy caliente En mi sueño comencé a moverme punteándola suavemente, aún sin aventurarme bajo su falda, ella se apoyó en el mesón y dejó de hacer lo que fuese que estaba haciendo empujando su culo para atrás…. Ante tal invitación comencé a moverme atrás y adelante, clavándola cada vez con más pasión, ella movía su excitante cuerpo de ¿¡Mi prima mayor!? Ahora que lo pienso ella es la más excitante de todas, y que me encantaría que fuese otra de mis amantes, en vez de mi prima En el sueño Julita permanecía afirmada con los ojos cerrados, mordiéndose el labio inferior de su atrayente boca, mientras yo le mordisqueaba el cuello, luego le amasaba las tremendas tetas que se gasta, casi podría decir que ya la estaba follando con la ropa puesta. Mi onírica calentura hizo que aumentara mis embates contra ese duro y apetitoso culo. Mi verga chocaba contra la falda y las bragas que cubrían tanto su coñito como los cachetes de ese portento de culo. En el vívido sueño simplemente estaba en las nubes, y solo la quería para mí, partirle el culo, por lo que le bajé las bragas de un tirón y la envergué, ella gimió de placer y sentí como su coño húmedo daba cabida a mi endurecida verga por completo… mientras la penetraba con apasionado placer, no sé cómo sus preciosas y tremendas tetas ya estaban fuera de su apretada envoltura, sin duda mi prima era una mujer hecha para pecar, y yo incluso en mis sueños quería pecar con ella. En este tórrido sueño sentí que era observado, inevitablemente miré hacia el borroso rincón de donde me miraban y vi como Pau no se perdía detalle de todo, apretándose su coñito. Así y todo, no intervenía en nada, solo miraba como yo follaba a Julita… Seguí cruzando mi mirada con la de ella, sin parar de follar a Julita, con lo cual se incrementaba mi morbo por la erótica situación, y después de un apasionado mete-saca, me corrí como un burro en el interior de la voluptuosa Julita. Era increíble, borbotones de mi leche salían y salían, casi me derrumbé sobre ella mientras me corría… todo ello acontecía al momento que las dos se corrían para mí….