Ven. O mejor, quédate.
Este es un micropoema creado para plasmar un cachito de arte erótico.
Permíteme el consuelo de tu piel,
bajo mi cuerpo.
De tu cuello,
firme y recto.
Tú, siendo mi peligrosa tentación.
Resiste como hasta ahora.
Sin que el mundo sepa nuestro secreto.
Ven. O mejor,
aléjate,
donde no pueda embriagarme de ti.
Donde unos labios,
como los tuyos, no me inciten al pecado nocturno,
de los gritos de placer.
Vete, no vuelvas si me vas a enloquecer.
Huye, antes de que yo ya esté tras de ti,
con una mano en tu cintura
y la otra recorriendo la melodía que ofrece
tu piel.
Márchate, antes de que sientas el poder pasional
de tanto tiempo sin tenerte.
De tanto tiempo soñando contigo
y de muchas fantasías pensadas para ti.
Ahora, huye, antes de que pueda irte a buscar.
Porque si te alcanzo,
no querré dejarte ir,
hasta que nuestros cuerpos,
en millones de versos,
formen un idioma perfecto.