Ven a follarme, me hace falta!

Las ansias que tengo de verte, de tocarte, de sentirte.

Es lo que provoca mi calentura, eso es lo que me incita a quitarme las ganas imaginando tu cuerpo sobre el mío.

Es un deleite pellizcar mis pezones mientras imagino que son tus dientes mordiendo cada uno de ellos. Aprieto mis senos como tu lo harías.

Imagino tu voz grave diciéndome lo mucho que te gusta. Hablándome al oído, diciendo todas esas cosas bellas, excitantes y deliciosas. Preguntando si a mí me gusta.

Y recorro mi cuerpo como si fueran tus manos sobre mi piel que arde de deseo con tus caricias.

Me siento tan ávida de tu lengua jugando con la mía, en esos besos largos y deliciosos a los que me mal acostumbras, pero sabes que me encantan y muero por ellos.

Comienzo a acariciar mis labios vaginales haciendo de cuentas que es tu mano en mi intimidad, continuo con mi clítoris, comienzo a sobarlo e incitarlo teniendo en cuenta que son tus dedos los que me llenan de mimos excitantes, hundiéndose en mi intimidad provocando suaves gemidos, primero son caricias lentas, algo superficiales. Pero comienzo a subir el ritmo y la profundidad de las caricias. Continuo imaginando tu boca recorriéndome toda, degustando mi piel y provocando escalofríos.

Y me fantaseo con tu boca comiendo mi sexo, tus ojos nublados de deseo, mirándome, con tu cara medio oculta entre mis piernas... y tiemblo, mis dedos recorren el camino que tu lengua hambrienta haría... y gimo tu nombre.

Es increíble lo que puede recrear mi mente.

Es difícil decidir que me gusta más, tu lengua en mi boca, en mis senos o en mi húmedo centro. Aunque creó que la combinación perfecta es tu lengua en mi boca justo después de haber estado dentro de mi, saboreando toda esa humedad que provocas.

Es casi igual que sí metieras tus dedos en mi y después me das a probar mi propio sabor.

Me fascina que hagas eso, es exquisito, es excitante.

Me llevo los dedos a la boca saboreando mis jugos.

Y me imagino pidiéndote desesperada de deseo que me folles duro...como ya sabes que me gusta, mientras meto tres dedos esta vez en mi vagina, como si de tu delicioso miembro se tratara y acelero mis penetraciones.

Me provocas tantas cosas, aún sin estar presente. Solo con tenerte en mi mente. Escucho tu voz alentándome a seguir, a dejarme llevar, a disfrutarlo. Recuerdo algo que dijiste "es lo único que me importa" que yo disfrute, y valla que lo logras.

Me dejo envolver entre mis fantasías de tu presencia, mis ganas desbordadas de tenerte y mis manos que no han detenido sus caricias profundas y arrítmicas. Sin cohibir mis gemidos de disfrute, pronunciando tu nombre y temblando de placer.

Así continuo hasta llegar al orgasmo, con tu nombre en mis labios y extasiada me retuerzo de gusto con mis dedos aun dentro mío.

Mi orgasmo deja mi corazón acelerado y disfruto tanto de esa sensación que me relaja y me adormece. Eres mi remedio contra todo mal.

Todo lo que provocas en mi... es tan placentero.