Velada entre 4
Y claro no iban a estar ellos en la gloria y yo solo mirando, así que me quite las bragas me levante la falda y me puse ha masturbarme, ellos me miraban a mi y yo a ellos, eso acabo de subir la temperatura y desear mas por mi parte.
Esto que van a leer no es una fantasía ni una sesión en novela, es una historia vivida realmente.
Antes de empezar ha contarles una de nuestras experiencias nos presentaremos, somos un matrimonio de maduros, 48 y 49 años, los dos somos bisex, a mi marido le vuelven loco las pollas, tiene obsesión por ellas, así que no es raro que los fines de semana tengamos algún invitado, esta vez fueron invitados, le atraen los maduros que sean mas mayores que el, le gusta pajearlos y mamársela y cuando los tiene a punto les da su culo para que se lo follen, no tiene manías en hacerlo en cualquier sitio, discreto por supuesto, así que tiene un amplio grupo de amigos disponibles.
El fin de semana que les cuento sucedió esto
Era viernes y estábamos acabando de cenar, sonó el móvil, era Vicente uno de los amigos comunes, ya había estado con nosotros bastantes veces, por decirlo de alguna manera, amigo de confianza, nos decía que estaba con otro un amigo de él y que se habían puesto muy cachondos, que le había hablado de nosotros y que había dicho de venir ha hacernos una visita, que les invitáramos a una copa, pues claro que si le contesto mi marido os esperamos
Rápidamente lo recogimos todo y nos disponíamos ha pasar una buena velada, prepare todo para las copas, disponíamos de un amplio surtido de bebidas, decidimos que lo que pudiera ocurrir seria en el salón, había un buen sofá y una alfombra amplia, pero claro teníamos primero que conocer al otro invitado y si había química entonces pasaríamos a la acción, con Vicente no había problema el sabia que cuando venia a casa era para follar con los dos, y imaginamos que a su amigo le habría dicho la condición que había, o con los dos o nada.
Llegaron pronto, las presentaciones, y todo bien, el saludo de Vicente hacia mi fue darme un abrazo y puso las dos manos en mi culo apretándolas y un morreo que casi me ahoga, Luís que así se llamaba el otro amigo se quedo parado, pues aun estábamos a la entrada de casa, bueno pasamos al salón, las copas y charlar, estábamos todos excitados y nos íbamos mirando con deseo, estuve mirando los paquetes de los tres y uffffffff se les notaba un buen empalme, los tres estaban sentados en el sofá grande, mi marido al centro, tenia una cara de vicio tremenda, le noto enseguida cuando se pone "puta", yo estaba sentada en el otro sofá frente ha ellos y le dije
--Paco, por que no les quitas los pantalones a nuestros amigos, mira que bultos tienen, no deben estar nada cómodos teniendo sus pollas apretadas en el slip.
Rápidamente los pantalones y slip fueron quitados y entonces pude ver las 3 pollas empalmadas, todo un espectáculo, Paco se volvió a sentar entre ellos, cogió una polla en cada mano y empezó ha pajearlos, yo disfrutaba mirando, nuestros amigos se limitaron ha relajarse y dejarse hacer, no había prisa, mi marido estaba en su salsa, los dos tenían buenas pollas no muy largas pero gruesas, demasiado gruesas para mi gusto, pero si para el gusto de mi marido.
Y claro no iban a estar ellos en la gloria y yo solo mirando, así que me quite las bragas me levante la falda y me puse ha masturbarme, ellos me miraban a mi y yo a ellos, eso acabo de subir la temperatura y desear mas por mi parte.
Entonces yo me puse de rodillas delante de mi marido y empecé ha mamársela, despacio, como hacia el mientras los pajeaba, yo llevaba el mismos ritmo que el, entraba y salía en mi boca, la metía hasta el fondo, así estuvimos bastante tiempo, hasta que Paco me dijo, mójaselas con tu saliva, y me dedique ha chupárselas cuando la tenia bien mojada me pasaba al otro, me iba pasando las pollas de los tres, hasta que se corrieron, casi los tres al mismo tiempo, todo fue ha parar a las manos de mi marido y la corrida de él a mi boca, entonces acerco sus manos a mi boca y me dijo, toma prueba esta leche, la lamí con gusto.
Les serví otra copa y dejamos pasar un tiempo, la noche solo había empezado, los tres estaban con la camisa puesta y sin pantalones y así que les dije que se las quitaran, que quería verlos desnudos, yo aun seguía vestida, pero claro, protestaron en seguida o todos o nadie, me desnude también, Luís se animo enseguida, le pregunto a mi marido
--Puedo??????? Señalándome a mí
--Estas en tu casa, le contesto
Se levanto del sofá y me dijo, ábrete bien de piernas, voy ha comerte el coño, (por la forma del sofá me permite abrirme bien de piernas y colocarlas sobre el reposabrazos, así me quedo bien espatarrada y puedo ofrecer mi coño y el culo, por si el posible "amante" le apetece también dedicar su tiempo a otro agujero mas), se arrodilló y empezó ha lamer mi coño con mucha dedicación, sabia lo que se hacia, lo hacia con mucho cuidado
Metiendo y sacando la lengua, follándome con ella, mordía mi clítoris, yo cerré los ojos y me dedique ha masajearme las tetas, me estaba volviendo loca, no tardaría mucho en correrme, al abrir los ojos una de las veces, vi que mi marido estaba arrodillado delante de Vicente le estaba haciendo una mamada y por la cara que tenia Vicente lo estaba llevando a la gloria, al ver eso yo me corri, fue bestial ..
Al acabar le dije ha Luís que se dirá la vuelta y que mirara, los dos seguían a lo suyo, entonces Luís me guiño un ojo y me dice
--Voy ha follarmelo, tienes vaselina?
Rápidamente fui al cajón y la saque, cogi preservativos y se lo di, mientras se lo colocaba, tenia un empalme colosal, yo le puse la vaselina en el culo de mi marido, ni se inmuto, no se molesto en saber quien le metía los dedos, el seguía mamando y mamando, la devoraba, se puso detrás y de una estacada se la metió entera, había visto mientras yo lo colocaba la vaselina que le metía tres dedos, así que sabia que estaba bien dilatado, lo cogio de las caderas y empezó ha bombearle, las embestidas hacían que la polla de Vicente se metiera con violencia en la boca de mi marido, pero eso no lo preocupaba no se la sacaba de la boca, yo me arrodille al lado de Vicente y empecé ha morrearlo y el puso su mano en mi coño y empezó ha masturbarme, así estuvimos un tiempo, hasta que mi marido dejo la polla de Vicente y se aparto pero sin dejar que sacara la polla de su culo Luís, ellos siguieron follando y yo entonces me senté sobre Vicente, me metí su polla en mi coño, y empecé a moverme, era yo el que lo follaba el se dedico a mis tetas, las apretaba, mordía, ( uffff como me gusta que hagan eso, y él lo sabe) en esos momentos yo ya saltaba sobre el, buscaba mi orgasmo, me cogio por el culo y me ayudaba ha moverme, el también quería correrse, después de la mamada que le había echo mi marido y ahora yo, no podía aguantar mas, y nos corrimos casi al mismo tiempo, una pasada, me acosté sobre el sofá y al mirar a mi marido, se habían cambiado de posición y ahora mi marido se la estaba mamando y el Luís le decía que que se iba ha correr que donde la quería, mi marido la saco de la boca y le dijo, en la cara, y así lo hizo, se corrió en su cara.
Nos dormimos todos, entre las copas y las corridas nos dejaron K.O.
Cuando descansaron lo suficiente, ello se fueron, y como siempre, quedamos para otro fin de semana, ya había otro amigo más, Luís, nos dijo que volvería, con Vicente o sin él, pero que volvería.
Nosotros nos fuimos a la cama, pero aun había ganas de mas, follamos mas, empezamos por un 69 y acabamos follando como locos, creo que nos dormimos follando y claro al despertar y recordar lo que paso la noche anterior no puede evitar meterme entre las sabanas y despertar a mi marido con una buena mamada, me encanta desayunar en la cama.
En otro relato le seguiré contando los fines de semana nuestros porque tal como les dije yo soy bisex y también tenemos amigas, y también nos visitan, siempre con la misma condición, es para los dos.
DAMA-48