Vecinos y muy conocidos

...de reojo veíamos como la cara se le transformaba, en milésimas, a un estado de excitación. Llegamos a nuestra planta y no pudimos parar de comernos la boca y meternos mano ante la excitada mirada de nuestro acompañante voyeur...

A veces las cosas se presentan.Las situaciones surgen sin esperarlo. Por el momento, la circunstancia y quién participa en ella.

Y esto último es lo mas importante: 'El quién y no el cómo'

Y es que aquella tarde, una serie de circunstancias se dieron para sentir el morbo máximo, como viene siendo habitual, con Sofía.

No hay que negarlo. Cruzarnos con Rubén hizo que nos fijáramos en él, y él en nosotros. Algo nuestro le llamó la atención, y al final no supimos el qué, pero lo hubo.

Ese algo que nos llama la atención de los demás surgió como un chispazo, como un relámpago que hizo que la mente de nosotros tres empezase a volar. Tal es así que estando los tres en el ascensor, en un silencio absoluto, éste fue roto por el sonido de la boca de María chocando contra la mía. Se abalanzó sobre mí y me comió la boca como siempre lo hace: Con ganas, con pasión, con pura necesidad, como el vaso de agua del sediento.

Rubén, nos miraba atónito. De reojo veíamos como la cara se le transformaba, en milésimas, a un estado de excitación. Llegamos a nuestra planta y no pudimos parar de comernos la boca y meternos mano ante la excitada mirada de nuestro acompañante voyeur.

Lo conocemos de hace mucho, mucho tiempo, y es la típica persona, el típico vecino que transmite confianza, amabilidad y un 'algo' agradable, que un tiempo más tarde descubriríamos. Nos despedimos de él con una sonrisa, una erección y una lubricación. Él no pudo articular palabra. Se cerró la puerta del ascensor y subió a su piso. Entramos en casa y cerramos la puerta. Después de unos segundos, estando Sofía y yo aún en el recibidor del piso, oímos perfectamente como Rubén bajaba las escaleras y ponía su oreja en la puerta. Aunque al principio nos sorprendió y dejamos de follarnos con la mente, nos miramos a los ojos y en ese momento unos nudillos tocaban nuestra puerta. Era él. Con cara de circunstancia, mirándonos con un brillo especial:

- Perdón la interrupción, os habéis dejado esto

Alzó su brazo izquierdo levantando una bolsa de compra. Nuestra compra. Reimos los tres, como si de una liberación se tratase.

-! Gracias! , Pasa Rubén -Dijimos al unísono Gloria y yo

Dubitativo, y casi tembloroso, cruzó el umbral de la puerta, dejándola abierta. Sofía estiró su brazo para cerrarla tras él mientras yo llevaba la bolsa a la cocina. Ellos dos pasaron a la cocina instantivamente y ella me empujó contra la encimera, comiéndome la boca y llevando su mano a mi polla, la cual acariciaba por encima del pantalón. Rubén, como testigo, aumentó su nerviosismo provocado por la extraña situación que tanto morbo le producía.

Una de mis manos fue directamente al culo de Sofía mientras Rubén llevó una mano a su propio paquete, abultado desde hace mucho rato. Dió un paso, y buscando el consentimiento en mis ojos y en los de Sofía, éste se puso tras ella llevando sus manos a sus tetas por debajo de la fina camiseta sin sujetador que llevaba ella. Hacíamos un sandwich ' light ' con ella. Mis manos estaban puestas en su culo, que apretaba con pasión, ella me comía salvajemente la boca y la lengua, y las manos de Rubén masajeaban con suavidad sus tetas.

Al estar él tan cerca de ella, y apretando su paquete contra su culo, yo sentí en mis manos una polla durísima. Mientras todo esto sucedía, él besaba y lamía la nuca de Sofía. Mi mano recorrió entonces la cadera de María, hasta llegar a su entrepierna la cual empecé a frotar. Notaba su humedad. Su excitación. El estado que le estábamos provocando. Alargué la mano un poco más y mientras el paquete de Rubén estaba bien apretado con el culo de Sofía, yo frotaba el paquete. Así estuvimos un rato, excitándonos, sintiendo el morbo, hasta que instintivamente nos fuimos desplazando hacia el dormitorio.

De un suave empujón, tiré a Sofía encima de la cama y Rubén se quedó un par de pasos detrás de nosotros. Quería vernos, ver qué pasaba, le excitaba mucho ser testigo de lo que se avecinaba. Tumbada en la cama, desabroché sus pantalones y con rapidez, provocada por la excitación, la desnudé de cintura para abajo, abrí bien sus piernas y sin dudar un segundo metí mi cabeza en su coño, lamiéndolo, ese sabroso coño que me vuelve loco. Ese coño que en ese momento me pertenece y uso.

No puedo evitarlo, y al recordar todo esto, no puedo hacer más que revivirlo y describirlo en presente y primera persona.

Alzo la vista mientras mi lengua juega con su clítoris y veo como me miras a mí y como de vez en cuando miras a Rubén, que contempla la escena desde una esquina del dormitorio. Lo miras como diciendo ' Mira como me come el coño y como lo disfruto '. Él se frota el paquete mientras su cara de excitación es total. Tus manos están en mi cabeza, apetándola con fuerza contra tu chorreante coño y contemplas como Rubén se comienza a desvestir, como se quita el pantalón, las zapatillas y finalmente baja sus calzoncillos. No dejas de mirar su polla, de un tamaño justo. Apetecible. Dura. Caliente. Deseándote.

Sin dejar de ver como te retuerces de placer, se acerca a ti, a tu cara, se pone de rodillas a tu lado encima de la cama, ahora miras su polla, la cojes con la mano y la llevas a tu boca y la lames bien lamida. Yo contemplo la escena mientras sigo devorando tu coño y tu culo, y mi excitación y mi erección aumenta por segundos. Ver lo que estás disfrutando hace que enloquezca y mientras se la sigues chupando, me incorporo, cojo mi polla con la mano, me arrodillo ante tu coño y empiezo a follarte despacio. Me miras con pasión, con una pasión absoluta mientras mi polla entra y sale de tu coño. Sacas su polla de tu boca y comienzas a masturbarle mientras te follo cada vez más y más fuerte. Ahora quieres mirar tú. Ver lo que deseas.

Rubén se acerca donde yo estoy, se pone de pie en la cama y acerca su polla a mi boca. Me sorprende, pero en ese momento de excitación máxima, todo vale. No lo dudo y chupo su polla, bebiéndo la saliva que has dejado en ella. Tú ves la escena tumbada en la cama y te gusta. Ver como su polla entra y sale de mi boca mientras yo te follo más y más fuerte. Siento que estás a punto de estallar y se me ocurre algo: Dejo de chupársela, saco mi polla de tu coño y mientras froto con frenesí tu clítoris, hago a Rubén que ponga su cara bien cerca de tu coño. Él no sabe muy bien qué va a suceder, estás gritando, mis dedos se mueven rápido en tu clítoris, y él está a escasos centímetros de tu hirviente coño. Estallas. Te corres entre gritos, y un magnífico chorrito de flujo sale disparado de tu coño hacia la boca y la cara de Rubén, apretándole su cabeza contra tu entrepierna mientras esto sucede. Lo dejas empapado. Su cara es una completa sorpresa, dibuja una curiosa sonrisa y eso no hace más que excitarnos más aún si cabe.

Te incorporas en la cama y te pones de repente a cuatro patas en ella, nos ofreces tu culo y tu coño. Son para nosotros. Agradecimiento de estar locos por tí. Instintivamente, Rubén comienza a comerte el culo. Lo lame, lo saborea, lo devora y lo folla con su lengua. Mientras yo, me pongo delante de ti y meto mi polla en tu boca. La chupas increíblemente bien, como siempre y mientras la lengua de Rubén entra en tu culo, mi polla entra hasta tu garganta, dando alguna que otra arcada. Rubén se incorpora. Ahora que te ha dejado el culo bien lubricado y bien dilatado, desea follarte el culo con su polla, sientes como entra muy despacio, pero hasta el fondo. La saca y la mete cada vez más rápido y en cada envestida, mi polla entra cada vez más dentro de tu garganta, y cada vez que yo topo en tu boca, su polla entra más adentro de tu culo. Gritamos de puro placer los tres. Él la saca de tu culo, que ha dejado completamente dilatado y la mete en tu coño, follándote bien fuerte. Quiero verlo bien de cerca. Muy muy cerca. Quiero ser parte de eso, así que saco mi polla de tu boca, la restriego por toda tu cara y me posiciono debajo de ti, con mi cara pegada a tu coño y a su polla.

Mientras veo como entra y sale de tu coño, noto que estás realemente excitada al ver como por su polla chorrea una buena cantidad de tu flujo. Es entonces cuando comienzo a pasar la punta de mi lengua por tu clítoris y mi mano va a mi polla, masturbándome. No puedo evitarlo, e instintivamente saco su polla de tu coño y chorreando como está de tu flujo, la introduzco en mi boca y la saboreo. Tú contemplas la escena y hace que te pongas como una cerda; no imaginabas que ver como chupo una polla hasta el fondo podría ponerte tan y tan puerca, así que tus manos van a tu coño, estás a punto de estallar de nuevo, pones tu coño cerca de su polla y mi cara y una explosión de flujo me inunda la cara y su polla.

De vez en cuando saco su polla de mi boca y le masturbo mientras te miro fijamente a los ojos. Nuestras caras de placer son total. Pero deseo follarte el culo. Quiero sentir como entra en tu culo. Hasta el fondo. Y mientras que eso pasa, Rubén lame tu culo, la polla que queda fuera de tu coño y mis huevos y culo. Literalmente nos devora a los dos. Yo no paro de mirarte a los ojos mientras esto sucede. No tenemos que decirnos nada. Lo decimos todo con las caras.

En un momento dado, me quedo de rodillas encima de la cama, y tú y Rubén os acercais a mi polla. Me la queréis chupar, queréis meterla en vuestra boca, hasta el fondo. A veces me la chupa él y tu me lames los huevos, a veces me la chupas tú y él me lame los huevos, pero su mano está jugando con tu coño en todo momento, follándote con los dedos.

Aunque lo deseo, no quiero correrme ya. Lo que deseamos los tres ahora es que Rubén y yo te follemos al mismo tiempo. Me tumbo en la cama, te cojo de las caderas y te siento en mi polla. Entra muy fácilmente hasta el fondo. Rápido, profundo y sin parar. Nos comemos la boca que queremos disfrutar plenamente tú y yo mientras te follo. Me bebo tu saliva y nos susrramos lo cerdos que somos. En ese momento te quedas parada. Notas como algo está cerca de tu culo, giras la cabeza y ves a Rubén detrás de ti. Sientes su polla en tu culo. Como va entrando muy muy despacio. Yo siento en mi polla, que está dentro de tu coño, como la polla de Rubén comienza a follarte el culo. La sientes. La siento. Una vez dentro te follamos al mismo tiempo. Gritas como una verdadera perra. Sentir dos pollas dentro de tí, follándote te vuelve loca.

Noto como sus cojones rozan con los mios, y no te puedo negar que me gusta, que me excita sentir mi polla dentro de tu coño, sentir su polla y sus huevos. Nos encanta, y así lo manifestamos con nuestros gritos y gemidos. Noto que vas a estallar de nuevo, saco mi polla de tu coño y mientras te está follando el culo, como una explosión te corres, llenándome completamente de flujo a mi y a él.

Es tal la excitación que no podemos más y queremos corrernos. Me incorporo y me comienzas a chupar la polla. Sabes que estoy a punto de llenarte de semen. El caliente semen que te encanta. Que te encanta saborear, tragar y restregar. Esto es algo nuestro. Algo exclusivo. Simbólico. Rubén lo entiende y contempla la escena a una cierta distancia. Arrodillada ante mi chupas como una auténtica puta mi polla. La masturbas. Rubén no para de masturbarse, está en un segundo plano pero él lo goza plenamente, y nosotros también al saber que tenemos 'público'. No puedo más y entre gritos y cortes de respiración, exploto en tu cara, en tu boca, en tu cuello y escurre hacia tus tetas. En ese momento justo, Rubén explota también entre gritos y gemidos, y ambos lo contenplamos mientras sigues chupando mi polla.

Caemos exaustos sobre la cama. Abrazados. Sudorosos. Con el corazón a mil por hora pero con la sensación pura y plena de amor, pasión, confianza, complicidad y felicidad. Estamos tan inmersos en ese estado tú y yo, que cuando nos damos cuenta, la puerta de entrada se cierra muy muy despacio. Rubén ha entendido que ese momento es nuestro. Sólo nuestro. De nadie más