Vecinos complacientes en plena cuarentena
A pesar de las restricciones, mi vecino me a invitado ir a su casa, donde voy y caminando hacia el interior, me da por mirar una de las puertas entornada, descubriendo a su mujer desnuda sobre la cama masturbándose con la ayuda de un satisfyer (uuuffff!!... que fuerte).
Vecinos complacientes en plena cuarentena
Voy de vecinos, pues la verdad que me dio un tiempo por ellos, vecinos que de una manera u otra buscan algo, buscan o simplemente la monotonía nos hace hacer locuras. No buscamos ser infieles, pero si un rol diferente, buscamos el morbo y en una amistad con doble sentido, no teniendo que haber sexo implícito, a veces simplemente el sexo puede ser sin penetración. No buscamos amor simplemente el pasarlo bien, buscamos una salida a nuestras vidas de trabajo, stress y demás dolores de cabeza. Buscamos algo que nos dé aliciente, aunque sea por un cuarto de hora, aunque hay amigas que dicen que con eso no tiene ni para empezar, otras en cambio se contentan con tan solo conversar o salir de copas. Estos hechos ocurridos en pleno confinamiento, donde nadie parece lo que son, donde no conocemos ni a nuestra pareja hasta que no convivimos plenamente en un día a día, aquí os cuento lo que me paso. Cogiéndolo y no pensar en nada, no mirar atrás y pensar en disfrutar, pues es lo que tenemos, bueno comenzaré…
El pasado sábado (cinco de diciembre del presente año), nada más despertarme a eso de las diez y media de la mañana, me dio por mirar el móvil mientras desayunaba. Observado los numerosos Whatsapp que había recibido de diferentes personas o grupos, llamándome la atención entre otros precisamente, no siendo otro que la de mi vecino Alejandro. El cual, tras darme los buenos días, me invita a desayunar con ellos en su casa, viendo extraño la invitación de desayunar en su casa. Pero bueno aceptas, no son malos vecinos, sino que precisamente estuve con ellos el pasado jueves y no comentaron nada. Antes de salir se lo hice saber a mi mujer, aviso que le dio igual y que tras ignorarme me marché.
La cuestión fue que nada presentarme en su puerta y llamar al timbre, me abrió esta su esposa Natalia, esposa que me abrió y me invita a pasar, yéndose mis ojos hacia el escote de su bata. Escote de esa bata que muestra el canalillo de sus enormes pechos, canalillo que aprecias en sujetador negro con puntos circulares blancos, pero aun así… se te va los ojos. Natalia se ríe dándose cuenta y me pregunta…
- “Viendo lo que vez… ¿Caerías en mi tentación?”.
Suelto un resoplido al tiempo que escucho la voz de Alejandro proveniente del salón, voz que me suelta…
- “José buenos días, no te quedes ahí con la perdición… entra”.
Nunca los he mencionado porque no hubo nunca nada al menos hasta el comienzo del confinamiento, aunque mis miradas hacia esta pareja que ronda los cuarenta sobre todo hacia ella, comenzaron a principios de año siendo más descarada a partir del quince de marzo de este fatídico año. A pesar de las restricciones, mi vecino Alejandro no dejado de invitarme a su casa, ya sea por problemas informáticos o de manitas, pues precisamente el en esas cosas soy un chapuzas. Son momentos como estos donde entablas una amistad, donde un comentario da a una conversación, donde en el ochenta por ciento de las veces éramos tres, pues mi mujer no se animaba a hablar con ellos. Mi mujer decía que tenemos que tener cuidado con el virus… pero bien que ella se pierde con sus amigas, pero bueno sigamos.
Cierto día que fui a su casa, recorrí ese pasillo desde la entrada hacia el salón, pasando por una serie de puertas entornadas que da a diferentes dormitorios. Puerta que una me llamo la atención, pues vi a su mujer… mi vecina Natalia, ella estaba tendida sobre la cama desnuda. Me detuve pues era una imagen digna de saborear, allí estaba ella con los ojos cerrados mientras se masturbaba, tenía en una de sus manos el ‘satisfyer’… ya sabéis el estimulador o succionado de clítoris. Mi polla se me puso dura a no poder, ver a esa mujer gimiendo y estremeciéndose mientras ese aparto le da placer, admirando como entre convulsiones lograba su orgasmo. Orgasmo que no le detuvo y que continuo entre gemidos, suspiros, ¡no dejando de estremecerse y menos cuando vi absorto como esta se introducía hasta dos de sus dedos… uuuffff!!, acabando esta por introducirse un pedazo de pollon de látex. Acabando por seguir mi camino, apartándome de esa puerta de perdición, pues mi polla estaba a mil y no tenía la verdad donde sacia mi hambre de sexo. Continúe caminando hasta donde estaba Alejandro, vecino que nada más ver mi cara sofocada me pregunto…
- “Veo que has visto a Natalia”.
Me dejo de piedra, no esperaba que el supiera que la estaba mirando, volviendo este a decirme…
“No te preocupes, deseamos hacerte confidente de nuestros juegos, donde somos una pareja que disfruta del erotismo y el morbo, una pareja que nos encanta ser visto e incluso ver”.
“Sabes… no practicamos el swinger o sexo con otros, pero con esto que tenemos nos lo estamos pensando, pues somos una pareja de mente abierta”.
Ríe ante mi cara de asombro, volviéndome a decir…
- “No te tomaba por un estirado, pensaba que eras más abierto en esto del sexo”.
Respondiéndole…
- “Lo soy, pero no pensaba que vosotros erais así de abierto, no dais el tipo”.
Vuelve a reír y suelta…
- “Esa es la idea”.
Ofreciéndome un café, me pegunta…
- “Y mi mujer que… ¿Qué opinas?, te la tirarías”.
Callo y doy un sorbo al café, no teniendo que contestar con esta excusa, acabando por reírse este y me pregunta…
- “Dime, ya sea corrido Natalia o no”.
Dejo la taza sobre el plato y respondo…
- “Si al menos por dos veces, me marche cuando se metió ese pollon de látex que tiene”.
Levantándose de golpe Alejandro de la mesa, dirigiéndose hacia el dormitorio de matrimonio tirando de mí al tiempo que me suelta…
“Menuda puta esta echa Natalia, me iba a avisar cuando se viniera”.
“Pero vente tú y se testigo”.
Es llegar a su dormitorio donde Natalia sigue enroscada en esos juguetes, quedándome en la puerta mientras que su marido Alejandro, acaba por tenderse sobre la cama alojando su rostro entre las piernas de su mujer, comenzando a realizarle un sexo oral de escándalo… uuuffff!!. No pudiendo aguantar mucho más y me marcho a casa, donde tras entrar me encuentro a mi mujer desnuda, donde esta va de la cocina hacia el baño y me seguirla. Soltándome…
- “Deja de seguirme, te he dicho muchas veces que de este cuerpo te olvidas, no vas a disfrutarlo nunca más… y te prohíbo que me mires, vete a masturbarte a otro sitio pervertido”.
No ha pasado ni una hora, cuando comienzo a recibir Whatsapp nuevamente, siendo entre otros de mis vecinos, pues una solicitud nueva de contacto pide mi autorización, solicitud que acepto y que no es de otra persona que de Natalia. La cual nos invita a mi mujer y a mí a ir a su casa, donde le hago saber a esta la actitud de mi esposa, contestándome…
- “Pues ella se lo pierde… ja ja ja, anda vente tú de todas formas si te apetece, queremos jugar a ovejas y lobos… claro esta yo soy el lobo”.
Fue decir esto y recibir una foto de ella, foto en la cual aparece sentada en el sofá, dejando ver su escote y parte de sus braguitas, pues aparece con las piernas separadas… uuuffff!!. Volviendo a recibir otro Whatsapp en donde leía…
- “No te equivoques… esto es solamente un juego, nos consideramos una pareja divertida, simpática y enamorada, como sabes somos amantes del sexo… y del buen sexo”.
Respondiéndole yo…
- “Lo sé, pero debes de comprender que con esas fotos y eso que te he visto antes… me vais a matar, debes de comprender que precisamente ahora no tengo manera de poder satisfacerme”.
Minutos después vuelvo a leer su contestación…
- “Pero nosotros no buscamos nada con otros, nosotros solo buscamos provocar, desear y ser deseados, buscamos un ambiente de erotismo, sexualidad y buenas formas”.
Respondiendo muy seco…
- “Ya…”.
Volviendo a recibir…
- “Alejandro y yo somos una pareja liberal con experiencia en lo nuestro, no buscamos experiencias con otras parejas, ni con chico o con chicas, pero no te miento si te digo que estamos pensando en probar cosas nuevas”.
Respondiendo…
- “Ya…”.
Volviendo a recibir…
- “Vente anda, ¡no me seas remolón… eeehhh!!, venga… ya pensaremos como podemos solucionar lo tuyo”.
No me despido de mi mujer en persona, pues esta está encerrada en su dormitorio, simplemente desde detrás de la puerta le hago saber que salgo. Respondiéndome esta…
- “Vete a la mierda… o mejor muérete”.
Salgo de casa, colocándome la mascarilla y subo las escaleras hasta el piso superior, llamando al timbre de la puerta, abriéndose esta poco a poco al tiempo que me toma Natalia del brazo y haciéndome pasar rápidamente. Viendo asombrado como esta esta con medias de ligas de esas que es de cuerpo hasta la cintura y un tanga, teniendo arriba una camisola de tirantes de encajes… uuuffff!!. Cogiendo y me suelta…
- “¿Cómo me queda?”.
Apenas me da tiempo para contestar cuando esta posa su mano sobre mi entrepierna, soltando rápidamente…
- “No hace falta que contestes, noto que te ha encantado”.
Ríe y mientras nos encaminamos hacia el interior de su piso, me dice…
- “Alejandro no esta ha salido hace unos minutos, no te preocupes el sabes que tú venias, además él ha sido quien ha insistido que tu vinieras”.
Ríe de nuevo y continua…
- “No te imaginas la locura que hemos hecho apenas cinco minutos, hemos salido y yo iba así como estoy, íbamos tan excitado que lo hemos hecho en el rellano… uuuffff!!. Me vuelvo a excitar con tan solo pensarlo, casi nos pilla unos vecinos… ja ja ja, además llevado por los nervios… coge Alejandro se corre, llenando la pared del rellano de lefa”.
Cosa que dice y continua…
- “Pero lo peor vino después, pues me da por inclinarme, lamer y recogerlo con la lengua, sintiendo como Alejandro vuelve a tenerla dura, pues coge y me penetra desde atrás, ¡dándome tales embestidas que la que se vino luego fui yo… uuummm!!”.
Anda que la vecina no se corta, dándome cuenta que esta cachonda y excitada como yo, ignoro si se ha tomado algo pues no deja de insinuarse, dejando que vea sus senos o lo depilado que tiene su pubis… uuuffff!!. Pero en un momento dado ella se da cuenta de la mancha húmeda de mi entrepierna, sonríe maliciosamente y me suelta…
- “Si quieres podemos hacer una cosa… pero esto debe de quedar entre nosotros, ¡no quiero que Alejandro se entere… al menos por ahora… eeehhh!!”.
Me tiene en ascuas, pero coge y posando una de sus manos sobre mi muelo, me suelta…
“Mira vamos a hacer una cosa, pero lo que te voy a proponer te lo digo porque me siento culpable por tu estado, pues sé que soy la culpable”.
“Vale, mira me ofrezco a chupártela… pero nada más, pues como te he dicho… no quiero que Alejandro se entere al menos por ahora”.
Y lógicamente acepté encantado, pero antes de comenzar el advertí…
- “Mira Natalia me vas a coger muy mal, tanto que no voy a dar la talla, estoy que me voy a correr en breve”.
Ella simplemente suelta…
- “No te preocupes hombre, tu siéntate y cierra los ojos”.
Fue sentarme en el sofá y cerrar los ojos, sentir como tiraba de los nudos de mi pantalón deportivo, tirando de este y mi short, saltando como un resorte mi miembro. Sentir como una de sus manos toma mi miembro, mano cálida y agarra fuertemente y con la otra masajea mis diminutos testículos… ooohhh!!, sintiendo su lengua lamer mi glande una y otra vez… ooohhh!!. Notando sus labios en la base y como se la va introduciendo dentro de su boca, notando sus labios descender por mi tronco y no poder aguantar mucho más. Advirtiéndola de mi pronta llegada, intentando apartarla, cosa que ella toma una de mis manos y me hace posarla sobre uno de sus senos, esto hace que estalle y que descargue en su boca… aaahhh!!.
Ella continúa chupando, ¡sigue absorbiendo… uuuhhh!!, pasando su lengua por mi tronco por mi flácido miembro… ooohhh!!, no dejando de tragar y lamer… uuuffff!!. Llegando a sentir como sus dedos de acariciar mi perineo e ir descendiendo hasta mi orificio anal, dedos que lo desliza y recorre en círculo, dedo húmedo por alguna sustancia va introduciéndome en mi orificio poco a poco… aaahhh!!. Notando ella misma la repercusión de esto, pues mi miembro va endureciéndose nuevamente, ¡dedo que ella me introduce hasta el nudillo y que tras sacármelo… ooohhh!!, vuelve a introducírmelo siendo ahora dos y a los pocos minutos tres… aaahhh!!.
Ignoro el tiempo que se llevó, pero me hizo explotar una segunda vez, sacándola de su boca limpia y flácida, apartándose al tiempo que sus tres dedos salían de mi orificio anal. Ella se marchaba por el pasillo hacia el aseo, apareciendo en minutos sonriente y con una bata puesta, soltándome eso de…
- “Es mi primera vez, ¡Ojo… no me refiero a la mamada, pero me ha dado la sensación que no ha sido tu primera vez!”.
Haciéndome saber que le ha avisado Alejandro que ya venía y que no desea que te marchara, llegándole a decirme…
- “Imagínate que hasta Alejandro me ha pedido que te distraiga, mientras llega”.
Poniéndome de beber, me enseña unas fotos de algunas parejas amigas que, si buscan otras parejas, e incluso chico para ella o chica para ambos. Se me vuelve a endurecer cuando cada vez que se mueve, va enseñando el escote o sus braguitas, ella sonríe cómplice y me suelta…
- “No me digas que ya estás de nuevo, ¡te has corrido dos veces hace menos de media hora… uuuffff!!, pues anda que no traes hambre… ja ja ja”.
Vuelve a tirar de mi pantalón hacia abajo, sacando mi polla dura y tras cogérmela se la lleva directamente a la boca, chupándola una vez tras otra, mientras amaso sus senos y juego con sus pezones… ooohhh!!. Soltándome está…
- “No me seas malo canalla… ooohhh!!, que la que esta salida como una becerra soy yo ahora, sino fuera porque amo a mi marido y esto es un juego, no te escaparías y te dejaría que me follaras… uuummm!!”.
Disfrutando de la mamada, me viene a la cabeza su comentario sobre el juego de ovejas y lobos, refiriéndose a ella misma como lobo, comentario que me da por preguntárselo y esta, tras sacarse mi polla de su boca y continuar pajeándose mientras me penetra con dos de sus dedos. Me dice…
“Sabes que fue Alejandro quien me metió en esto de los juegos de sexo, en eso de pervertir y provocar, en eso de hacerlo en lugares públicos, siguiendo yo con estos juegos”.
“Pues ahora soy yo quien quiere dar el paso, Alejandro mientras me folla no deja de decirme… te imaginas siendo penetrada por dos o más hombres, o me da ideas de meter en nuestros juegos a una chica o pareja, cosa que pensamos en vosotros… pero veo que tu mujer va a ser difícil, bueno quien sabe si al final me la meriendo como contigo”.
Calla y tras metérsela en la boca hasta la campanilla, sacándola prosigue…
- “Pues me gustaría tener a un tío de juguete, pudiéndole hacer todo lo que me venga en gana, hacerle todas esas cosas que veo en las páginas porno, pero no me decido pues no se con quién, ya que debe de ser alguien conocido”.
No pudiendo evitar dar gritos de satisfacción ante mi tercera corrida, descargando apenas unos chorros al fondo de su garganta, mientras está contenta de haberme introducido tres de sus dedos… ooohhh!!. Soltándome antes de volverse a ir al baño…
- “Si tú quieres vecino, podrías ser mi juguete secreto, Alejandro te propondrá realizar otros tipos de juegos eróticos y morbosos, donde la idea de seducir a tu esposa es uno de ellos”.
Propuesta que me lo pienso, volviendo está a decir…
- “Piensa vecino que el confinamiento puede ser largo, piensa que nos van a quitar el podernos mover, pero nadie se tiene que enterar las visitas que nos daremos entre viviendas, piensa que es una manera de no aburrirnos”.
Bueno dicho esto y por deseando alargarlo mucho más, os dejo y espero que os haya gustado, deseando recibir vuestros comentarios, ya sea a este portal como a mi correo. Claro está, mi email es: jhosua 1974 @ gmail. com (obviamente… todo junto).