Vecinos

Mi peligroso y sexy vecino quiere tener sexo conmigo.

Estamos en un húmedo otoño, la estación que más me gusta los cambios de tiempo en el mismo día frío y calor, a muchos no les agrada, pero a mí me fascina. Tal vez sea mi naturaleza extraña la que coincide con el tipo de gustos. Estoy en la universidad viviendo como dicen mis mejores años. Trato de llevar la vida universitaria pasando desapercibida pues soy muy tímida, aun así tengo buenas y buenos amigos junto a mí que me ayudan a sobrellevar esa timidez. Hace poco tiempo me cambie de pensión ahora vivo en un mono ambiente dentro de algo así como una vecindad pues en este lugar viven 9 personas además de mí.

Una tarde me encontraba limpiando mi hogar, cuando saque el agua para cambiarla por una más limpia en la pileta de afuera me encontré con un paisaje peculiar, el sol resplandecía en el patío levante la mirada mientras escurría el trapo cuando lo vi, uno de mis vecinos salía en toalla de la ducha hacia su habitación y cuando me vio se dirigió hacia mí y luego dio un giro hacia la cocina. No pude evitar mirarle bien pues iba solo con una toalla blanca sujeta a su cintura, me sonroje un poco ya que tenía un cuerpazo muy marcado, el sonrío al ver mi reacción y yo entre en pánico, deje lo que estaba haciendo y bruscamente me escabullí a mi habitación.

Que había sido aquella reacción mía, me sorprendí al sentir que mis pezones estaban duros así que cerré la puerta y me puse a leer algunos relatos pues estaba muy excitada inmediatamente mi mano se dirigió a mi conchita caliente y mojada lentamente comencé a mover mi dedos con suavidad sobre mi clítoris y metiéndolos en mi vagina cada vez más rápido, luego me empecé a quitarme la ropa poco a poco como si el me estuviera observando como si mis manos fueran las suyas, las de aquel chico sexy que y desconocido para mí, la calentura que tenía invadía hasta el último rincón de mi cuerpo tanto así que no aguante más y soltando un  pequeño gemido me corrí sintiendo que me corría un río entre las piernas. Para aquel entonces llevaba tiempo sin sentir aquel tipo de orgasmo espontáneo, que llega sin previo aviso me dormí al poco tiempo pensando en el pasado en aquellas relaciones insatisfechas que tuve, esperando siempre lo mejor. Cuando desperté ya había oscurecido, un poco desorientada me levante y seguí mi labor.

No pasó nada interesante por el resto del día ni en toda la semana me aburrí mucho pues la mayoría de mis amigos se habían ido de vacaciones yo me quede a trabajar en la universidad y además para estudiar porque tenía rendir aquellos finales que me quitaban el sueño.

Nuevamente sola con mi soledad pensé hasta que sentí un golpe en la puerta me levante muy perezosamente de la cama con unas pantuflas de garritas y la bata encima, pues el invierno había llegado para instalarse durante un buen tiempo. Abrí despacio la puerta y hay estaba nuevamente frente a mí con esos ojos tan hermosos solo le miré a él, pasado unos segundo me percate que también estaba otro de mis vecinos al cual si conocía por nombre Carlos, y fue el quien me habló preguntándome si sabía preparar panqueques, le sonreí tímidamente y asentí la cabeza. Se pusieron contentos, Carlos me pregunto si podía enseñarle a su novia a prepararlos. Eso fue muy osado para el poco tiempo que llevábamos de conocernos, pero me había ayudado en otras tareas pesadas así que tome un poco de valor y accedí a hacerlo.

Me vestí más apropiadamente pues hacía mucho frio afuera y salí rumbo a su cocina la cual es compartida con varios vecinos más en la pensión. Mientras caminaba junto a ellos el chico lindo por el que sentía curiosidad se presentó. Su nombre es David, mi mente comenzó a divagar mientras él me hablaba y hacía preguntas que no podía responder aún así solo me quede mirándole y asentí con la cabeza y se me escapo una que otra sonrisa.

Al llegar a la cocina me encontré con Daniela, la novia de Carlos que parecía disgustada por mi presencia ahí, aunque talvez era solo mi impresión. Le hable con un poco de confianza preguntándole si tenía los ingredientes para los panqueques, al parecer faltaba la leche así que otro de los chicos que estaba en la cocina se ofreció a comprarla. Al rato volvió con la leche y empecé a indicarle a Daniela los pasos para la preparación hasta que de un momento a otro despareció entonces le pregunte a Carlos si volvería y me explicó que se había ido a estudiar para rendir un parcial. No tuve ningún problema en prepararles los panqueques, el inconveniente es que ahora éramos 4 chicos y yo en la cocina ellos reían y veían videos mientras yo hacia la preparación al poco tiempo de terminar les preste mi sartén para que pudieran cocinarlo ellos  mismo ya que yo deseaba regresar a la tranquilidad de mi habitación. Cuando David me ofreció quedarme a comer con ellos, ante eso no pude decir que no o inventar alguna excusa que me sacara de la situación así que me quede y luego de una buena preparación a manos de Carlos, los tacos estuvieron listos para servir. Comí tres tacos, pues tenía un poco de hambre ya que no había tomado mi tradicional té. Luego pusieron chistes en la computadora y nos reímos mucho fue muy agradable ojala mis días fueran como ese momento con muchos amigos reunidos, talvez vivir en vecindad y compartir momentos como ese podría ayudarme a vencer esta timidez y la falta de expresión que tengo ante las demás personas.

Ya pasada las 23 horas me retire, puesto que tenía muchísimo sueño, di gracias por la comida y me fui. A la mañana siguiente me desperté pensando en David, quería verlo pasar por la ventana así que fui a la sala-cocina y abrí la ventana y para mi sorpresa no pasaba nadie, bueno obviamente era poco probable que justo pasara porque yo estaba pensando en él. Decepcionada me prepare el desayuno y empecé mi jornada diaria, Universidad-Biblioteca-Casa.

Llegada la noche me dispuse a escribir lo que me había pasado en el día, revise mi Facebook y los chicos me habían agregado los acepte, recibí un mensaje era de David preguntando que hacía, chateamos durante unos instantes y me comento que sufría de insomnio al igual que yo, y me pregunto si quería que viéramos una película, yo aburrida y sin sueño le dije que sí. Llego enseguida nos sentamos y el ambiente lo sentí muy incómodo, se veía tan sexy sentado tratando de buscar un película de terror hasta que por fin nos pusimos de acuerdos y elegimos una de encuentros extraterrestres. David me dice que tiene mucho frío y si podíamos ver la peli en mi cama para estar más calentitos. Muy nerviosa presintiendo que podía pasar algo entre nosotros, lo pensé por solo por un instante, pero él estaba buenísimo y porque no probar ese espécimen de hombre.

Llevamos la compu para mi habitación y empezamos a ver la peli. Esta era malísima, y lo peor el me decía a cada rato esta buena la peli no? Al principio no dije nada pero llegado un punto no aguante más y le exprese lo que pensaba. Entonces el solo se levantó un poco y cerro la computadora dejándonos en la oscuridad de la noche, pasada las 2 de la mañana me abrazó, mi cuerpo sintió una electricidad que lo invadía casi temblando le dije que me soltara, entonces se acercó más y me planto un beso mordelón que me encendió de sobremanera, no podía distinguir si era uno de mi sueños eróticos o la realidad y me perdí en aquellos y me mojaba cada vez más y más al sentir su pene duro que se apoyaba sobre mi zona abdominal. Empezó a tocarme con más rudeza me tomaba de la cintura y me presiona contra su cuerpo podía sentir su pija durísima.

David jadeaba muy fuerte mientras me tocaba luego me sujeto y me puso boca abajo se subió encima y empezó a besarme el cuello la oreja mientras masajeaba mis nalgas tratando de quitarme la calza. Entre un poco en razón y le dije que no, que tal vez debíamos esperar un poco, pero él seguía parecía que le excitaba más que le dijera que no. Enseguida me dio la vuelta nuevamente y me levanto la remera dejando al descubierto mis pechos los cuales estaban cubierto por mi corpiño con lo poco de luz que entraba por la ventana pude ver que se quitaba el buzo y la remera dejando descubierto ese torso bien trabajado, pues hacía deporte, a diferencia mía que soy un poco rellenita pero con buenas tetas. Se acercó a mi oído y me susurro que era muy guapa y le gustaba mucho.

Ya a su merced no pude resistir más y me entregue a la lujuria que me invadía. Me moría porque me chupase las tetas así que acto seguido me quité la remera y se la puse delante de su cara. Él se metió en medio de ellas y empezó a manosearla muy fuerte estrujándolas y tirando de mi pezones para luego mordisquearlas.  Eso provocaba que me calentara más pues mis senos son muy sensibles.

David empezó a quitarse el pantalón cuando de repente escuchamos un fuerte grito que parecía provenir desde el departamento de en frente nos vestimos velozmente y el salió primero para echar un vistazo todo parecía tranquilo hasta que nuevamente escuchamos el grito de una mujer en un tono más agonizante ya vestida salí y le dije que era afuera, mis demás vecinos se despertaron se reunieron y los chicos abrieron la puerta con cautela. Era una de las chicas de la pensión de a lado cuyo novio la estaba golpeando mientras la insultaba corrieron en su defensa y ese tipo horrible se marchó. Trajimos a Verónica a mi departamento para que se calmara tratamos de convencerla de que fuera a la policía pero ella se negaba, hasta que por fin entro en razón y dijo que lo haría en la mañana. Más tranquila le acompañamos hasta su habitación. Cuando volvimos fue inevitable el comentario de uno de los chicos ya que David estaba en remera con el frío que hacía, Carlos le decía bromeando te arruinaron la noche eh. Yo me sonroje un poco y me entre a mi departamento pero deje la puerta abierta, a los 15 min volvió y nos besamos nuevamente lo detuve ya quería descansar, puesto que tenía que levantarme temprano para resolver unos asuntos. Acepto pero con la condición de que nos viéramos nuevamente más tarde ese día, pues ya eran las 5 de la mañana. Gustosa de su propuesta acepté y me fui a dormir.