Vecino servicial
Una madre soltera le pide a su vecino que cuide a su hija mientras ella está fuera... ¿Hasta que punto este servicial vecino la cuidará?
Vecino servicial
Julie Henson estaba en apuros... Su empresa la había ordenado ir a un congreso en San Francisco (Californía) para tratar de conseguir que el gobierno aportara dinero para un proyecto en el que su Compañía estaba trabajando.
Por lo general, no le habría importado ir ya que había estado allí antes por otros asuntos, pero este viaje llegó en el momento más inoportuno… Su hija Emma, volvía de la Universidad para pasar el verano en casa y este viaje significaba que no estaría para recibirla e incluso pasar con ella los primeros días de sus vacaciones de verano.
Como no podía salir de viaje, tuvo que idear otro plan… Tan pronto como llegó a casa esa tarde, cruzó la calle en dirección a la casa de su vecino.
"Hola Frank, escucha, tengo un problema y quisiera que me ayudases", dijo mientras era recibida en la puerta.
"Claro Julie, entra y cuéntamelo. ¿Quieres una taza de café o algo?" preguntó.
"No, gracias… Tengo muchas cosas que hacer y apenas tengo tiempo... Mi problema es el siguiente: Hoy, mi jefe me manda a San Francisco para tratar de conseguir del Estado fondos para el proyecto en el que estamos trabajando… La chica que se suponía que iría a este viaje no puede porque tiene que volar a Washington para otro asunto de la Compañia… Así que me toca a mí ir a San Francisco… Y además, tendré que estar siete días o más…Ya sabes que nuestro gobierno nunca resuelve los temás rápidos.
"El problema que tengo es que Emma vuelve a casa desde la Universidad para pasar el verano y llegará justo después de que mi avión parta... Su vuelo llegará alrededor de la 13 h. y yo salgo para San Francisco a las 9 h. de la mañana”, le dijo.
"Claro… Estaré encantado de ayudarte… ¿Qué quieres que haga?", le preguntó.
"No mucho… Aunque Emma ya está en la Universidad y se ocupa de las cosas por sí misma, me sentiría más tranquila si estuvieras pendiente de ella… Has sido muy atento con nosotros desde que Frank falleció", dijo Julie.
"Tú y Emma sois lo más parecido a una familia... Me encantará cuidar de ella en tu ausencia”, le dijo.
"Gracias, Frank… Iré a la tienda a comprar comida y llenar la nevera… Tengo muchisimas cosas que que hacer antes de irme y sólo un día para hacerlas… Ya pasaré a despedirme.”
"Bien, Julie.. Estoy seguro de que Emma tendrá muchas historias que contarme de la vida universitaria" dijo riendo entre dientes.
Ese domingo por la tarde, Julie volvió a casa de Bil y le explicó:
"Aquí están las llaves de la casa y del coche… No quería despertarte mañana… Cogeré un taxi para ir al aeropuerto”, le dijo, entregándole las llaves… La hora de llegada del avión de Emma será sobre las 13 h… Vuelo 130 de American Airlines."
"Que tengas un buen viaje, Julie… Y espero que las cosas te salgan muy bien en San Francisco", le deseó Frank.
A la hora conveniente se dirigió en su coche para recoger a Emma.
Frank llegó al aeropuerto y aparcó su coche en parquing de la terminal… Entró y leyó en los monitores superiores que el vuelo 130 de American Airlines llegaría a la Terminal 2, Puerta 2A… Se sentó en la sala de espera hasta que llegara el avión de Emma.
Media hora despues escucho por el intercomunicador del aeropuerto: ‘ Atención pasajeros, American Airlines, el vuelo 130 termina de aterrizar… Los pasajeros saldran por la puerta 2ª.’
Frank se puso de pie y un par de minutos después, la puerta se abrió y la gente comenzó a salir de la terminal… Frank esperó y pronto vio a Emma, la joven que estaba esperando.
"¡Emma!" gritó agitando una mano en el aire para llamar su atención.
"¡Tío Frank!" dijo ella, caminando rápidamente hacia él dándole un fuerte abrazo y dos besos en las mejillas.
"¡Hola, ricitos de oro!... Tu madre habría estado aquí para recibirte, pero tuvo que hacer un viaje repentino a San Francisco por asuntos de trabajo... Así que me pidió que viniera a recogerte al aeropuerto", dijo.
"¡Jajaja… Todavía recuerdas el nombre que solías llamarme cuando era pequeña!" dijo, mirándolo con una gran sonrisa.
“Claro que lo recuerdo… Cómo, no”, le respondió sonriendo.
"Mamá me llamó el sábado y me dijo que tenía que volar a San Francisco por motivos de trabajo... Me dijo que vendrías a recogerme y cuidarías de mí hasta que ella volviera… ¡Me alegro mucho de verte de nuevo, tío Frank!"
"Yo también me alegro mucho de verte de nuevo, cariño... Te has convertido en una mujer muy guapa... La vida universitaria te está sentando muy bien", le dijo.
"Gracias, tío Frank.. ¡Y tú tan guapo como siempre!", le respondió ella
Una vez que recogieron sus maletas, fueron al coche y volvieron a casa… Frank saco las maletas y las llevó a su dormitorio... Luego esperó en la sala de estar hasta que ella guardo sus cosas.
"¿Qué tal si pido una pizza para cenar?... Estoy seguro que estás cansada de tu vuelo y no quieres cocinarte algo!", le sugirió.
"¡Perfecto, tío Frank!, respondió ella.
Entonces pidieron una pizza… Mientras esperaban que se la trajeran y durante toda la cena, Emma le contó a Frank cosas de la Universidad… El gran campus universitario, como era su dormitorio, quien era su compañera de cuarto, cómo eran las clases y sus profesores.
Aunque ambos se estaban divirtiendo mucho hablando y riendo, llegó el momento de que Frank tenia que volver a su casa.
"Bueno cariño, no te quedes despierta hasta tarde, que has tenido un día largo… Estoy seguro de que querrás acostarte pronto… Será agradable dormir en tu vieja cama de nuevo, ¿no?”, le preguntó.
"Sí, un poco raro, pero será bueno despertar mañana en casa otra vez", dijo.
Frank volvió a su casa... Poco después se fue a la cama, tras mirar antes por la ventana a la casa de enfrente… Las luces se habían apagado y Frank pensó que Emma se habría acostado.
Pero unas horas más tarde, sonó el teléfono y lo despertó.
"¿Quién?" preguntó, medio dormido y todavía aturdido.
"Por favor,.. ayúdame, tío Frank.. no me siento bien", respondió una voz femenina debil y temblorosa, y al terminar, escuchó el sonido de ella vomitando en el inodoro.
"Voy ahora mismo, cariño!", le dijo tan pronto como ella terminó y volvió al teléfono.
Bien despierto ahora, se puso los jeans y una camiseta y cruzó la calle corriendo hacia la casa… Llevaba las llaves que Julie le dejo y abrió la puerta, cerrándola, de nuevo, detrás de él mientras corría por la casa hacia el baño.
- "Emma!... Emma cariño, ¿qué pasa?" dijo, cuando llegó a la puerta del baño.
Frank vio a la pobre joven arrodillada sobre la taza del inodoro… Ella levantó la cabeza lentamente y él vio la expresión de dolor, la cara sudorosa, el cabello enmarañado y sus ojos hundidos e inyectados en sangre.
- "No.. me siento bien" dijo débilmente.
Emma se inclinó sobre el tazón y volvió a vomitar… El tío Frank retuvo su largo cabello rubio y le acarició suavemente la espalda repitiendo:
- "Está bien, el tío Frank está aquí. Me encargaré de ti, cariño".
Finalmente, cuando terminó, Emma lo miró demasiado enferma como para preocuparse por su aspecto... Frank extendió la mano y tiró la cadena del baño, luego levantó a Emma y la llevó de regreso a su habitación, colocándola en la cama.
Bajó por el pasillo hasta la cocina y encontró una pequeña jofaina de plastico y subio y la colocó al lado de la cama.
- "¿Qué pasó, cariño?... ¿Cuándo comenzó esto?", le preguntó Frank.
Emma estaba a punto de explicarle cuando de repente se sentó y él le pasó la jofaina... Emma vomitó varias veces más hasta que no quedó nada... Se convulsionó un par de veces en seco hasta que desapareció la necesidad de vomitar… Ella cayó, débil y exhausta, de nuevo en la cama.
El tío Frank fue al baño a buscarle una toallita fría… Levantando a Emma suavemente, la sostuvo en alto mientras le pasaba el paño frío por toda su cara y cuello… Cuando se hubo calmado un poco más, el tío Frank la recostó sobre las almohadas y dejó la jofaina en el suelo en caso de que fuera necesario de nuevo.
Luego fue al baño a buscar algunas cosas para ayudar a Emma… Frank buscó en el botiquín y en los cajones del tocador del baño hasta que reunió las cosas que necesitaba.
Debajo del fregadero, encontró otra jofaina de plástico y la llenó con agua tibia… Luego subió al dormitorio de Emma con todas las cosas que creyo necesarias… Le dijo:
- "Creo que tienes un poco de fiebre, cariño… Miré por todo el baño, pero el único termómetro que pude encontrar fue este rectal… Necesito tomarte la temperatura.”
Emma estaba demasiado débil y enferma para discutir con él… Ella lo miró con una mirada patética de "ayuda" en sus ojos, agradecida de tenerlo allí para cuidarla.
Frank tomó su falta de rechazo como un permiso para seguir adelante y la sentó por un momento, levantando un poco el dobladillo de su camiseta para quitarsela y luego la recostó, de nuevo, en la cama.
Él la giró muy suavemente y Emma sintió que le bajaba las bragas.
- "¿Q-qué estás haciendo, tío Frank?", le preguntó sorprendida.
Ella trató débilmente bajar las manos para agarrar sus bragas, una respuesta casi automática, pero él la detuvo.
- "Cariño,necesito controlar tu temperatura... Confía en mí", le dijo con dulzura.
Él apartó su mano y reanudó lo que estaba haciendo, bajando sus bragas hasta las rodillas.
Emma confiaba en el tío Frank, después de todo, ella prácticamente había crecido con él y él era un hombre muy querido y especial en su vida... Ella yacía allí dejándolo hacer lo que fuera necesario para que se sintiera mejor.
Frank abrió el frasco de vaselina que había traído del botiquín del baño y sacó una generosa cantidad con dos dedos… Sentado a su lado en la cama, Frank usó su otra mano para separar suavemente las nalgas de su culo y cubrió el ano con ella.
- "¡Oooh… Está frío!", dijo Emma sorprendida por la vaselina.
- "Lo siento, cariño, se calentará en un segundo", dijo Frank.
Frank frotó la vaselina para asegurarse de que todo su ano estuviera bien cubierto… Incluso empujó su dedo lubricado dentro de su culo para asegurarse de que el termómetro no tuviera problemas para deslizarse al metérselo por el ano.
Emma gimió suavemente mientras sondeaba su ano… La vista de sus hinchados labios vaginales que se asomaban entre sus piernas ligeramente separadas, endurecieron su polla.
Frank se limpió la frente del sudor que se formaba por la tensión sexual que sentía y trató de concentrarse en lo que estaba allí para hacer… Con su ano ahora correctamente lubricado, cogió el termómetro y lo introdujo suavemente en su pequeño ojete, frotando su espalda y hablando suavemente con ella.
Una vez que se acabó el tiempo, Frank sacó el termómetro lenta y cuidadosamente y leyó la temperatura… Era un poco más alto de lo normal, pero nada alarmante.
"Justo como pensaba, cariño… Tienes un poco de fiebre, pero no es nada importante", le dijo.
"Tío Frank...", gimió ella débilmente.
"Tranquila cariño, el tío Frank está aquí para cuidarte", le respondió.
Colocó el termómetro en un pañuelo de papel y lo limpio de vaselina… Luego cogió una toallita húmeda y se puso a limpiarle el ano hasta dejarselo lo mejor posible.
- "Cómo has estado vomitando tanto, no puedo darte nada por la boca, así que te pondré un supositorio y hará que todas tus molestias vayan desapareciendo poco a poco", le explicó.
Emma chilló un pequeño ‘bien’ y se quedó quieta, tratando de ser una buena paciente.
- "Tú, sólo debes relajarte, cariño… Te volveré a lubricarte el ano y ni siquiera lo sentirás… En pocas horas te sentirás mucho mejor."
Frank separó sus nalgas para insertar el supositorio... Una vez más, no pudo evitar notar los labios gordos y mojados de su tierno coño joven y su polla se retorció en sus pantalones… Mirando de cerca, notó que no había pelos en el coño… Emma se los afeitaba… ¿Sería debido a los trajes de baño increiblemente pequeños que usaban las jovenes?
Cogiendo el supositorio de la mesita de noche, lo colocó en su abertura anal y con un pequeño empujón, se lo metió.
- "Listo, cariño... Una vez que surta efecto, te sentirás mejor y descansarás mejor", le dijo.
Emma, contenta de que todo hubiera terminado, rodó rápidamente de espaldas con las bragas aún en las rodillas… No estaba tan enferma como para no sentir vergüenza… Se puso roja y Frank lo noto.
"No te preocupes cariño... No tienes por qué avergonzarte... Sólo estaba tratando de hacerte sentir mejor", le dijo.
"Gracias, Frank, por cuidarme", respondió Emma suavemente... El hecho de usar sólo su nombre y la falta de ‘tío’, a él no le pasó desapercibido.
Emma, cansada de su vuelo y agotada por estar enferma, pronto se quedó dormida tranquilamente… Frank la observó hasta que estuvo profundamente dormida y luego sacó una manta y decidió que pasaría la noche en el sofá por si necesitara algo.
Emma se despertó a la mañana siguiente sintiéndose bien... Se había quitado la camiseta durante la noche por el calor que tuvo y solo llevaba las bragas cuando entró en la sala de estar.
Frank ya se había levantado y estaba en el comedor tomando de una taza de café cuando Emma entró.
"¡Tío Frank!... ¿Q-qué haces aquí?" " chilló cuando lo vio y se dio cuenta de que la había visto... Rápidamente se cubrió con los brazos lo mejor que pudo.
"Lamento haberte asustado, cariño... Me quedé aquí anoche por si necesitabas ayuda... Supuse que era más rápido y fácil que tener que llamarme", le dijo tan avergonzado como ella por la situación.
"¿Dormiste en el sofá por mí?", le preguntó.
"Sí, cariño… Quería asegurarme de que estabas bien… Quería estar aquí en caso de que me necesitaras de nuevo", dijo.
Emma valoró mucho su sacrificio... Frank no era exactamente un hombre joven y dormir en el sofá tenía que ser incómodo en el mejor de los casos… Renunciar a su cama grande y suave para dormir en el sofá con nada más que una manta delgada, ella debería agradecérselo... Así que volvió al comedor, esta vez sin taparse.
"Tío Frank, quiero agradecerte por ayudarme anoche y por estar aquí toda la noche hasta que me he sentido bien", dijo.
"Estoy feliz de hacerlo, cariño… ¿Te sientes mejor ahora?", le preguntó, mientras sus ojos la escanearon... Sabía que no debería mirarla así, pero no podía evitarlo.
"Mmm… Sí, mucho mejor", dijo ella, caminando lenta y provocativamente hacia él.
"Bien. Ahora, ¿qué quieres paa desayunar, cariño?", le preguntó, mirándo su desnudez.
"A tí", dijo con una sonrisa traviesa.
¿Qué?, dijo Frank con la boca abierta y dejando caer los cubiertos que llevaba sobre la mesa.
Para entonces ella estaba de pie frente a él y le puso una mano a cada lado de sus mejillas… Le dijo:
- "Te dije que quiero agradecerte por ayudarme anoche... Fue una ayuda muy dulce y cariñosa de tu parte... Has sido siempre muy bueno con nosotras y ahora me hiciste sentir mucho mejor… Quiero hacerte sentir bien también."
Se acercó un poco más y Frank le puso las manos en la cintura justo por encima de las caderas... La sostuvo en su lugar sin dejarla acercarse pero tampoco alejándola.
"¿Q-qué quieres decir, Emma?" tartamudeó.
"¡Tonto!... Quiero decir que quiero complacerte… Quiero hacerte sentir tan bien como me has hecho sentir a mí... Sé que ha pasado mucho tiempo desde que sentiste el toque de una mujer y quiero ayudarte a recordar como es", le respondió sonriendo.
"¡Pero no podemos!... ¿Qué pensaría tu madre?" dijo, todavía aturdido por este giro de los acontecimientos.
"Mamá todavía piensa que soy una niña, no me ve como la mujer adulta que soy ahora… Creo que no quiere admitirlo porque eso significaría que también es mayor... Mamá no necesita saber esto", dijo Emma.
"Pero, Emma..." dijo tratando de encontrar otra excusa.
"Frank, ¿crees que soy una mujer?", le preguntó.
"Bueno, sí, pero casi soy como tu padre", dijo.
-"Sí, has sido como un padre para mí, pero el hecho es que no eres mi padre… No tienes ningún vinculo familiar conmigo… Sólo eres un amigo muy querido por nosotras… Así que está perfectamente bien para nosotros estar juntos. ¿No crees que soy bonita?... ¿No me quieres?... ¿No te apetezco?", le preguntó ella.
Él miró a sus ojos verdes y su rostro angelical… Claro que la quería… Claro que le apetecía… ¿A quién si no? Ella.
"Sí, Emma, creo que eres muy bonita", le respondió.
"Me alegro ... Me tenías preocupada… ¿Y qué hay de la segunda parte?... No respondiste esa pregunta", lo presionó.
"¿La segunda parte?" se hizo el bobo.
"Sí… Te pregunté: ¿me quieres?'", Repitió.
Frank se encontró atrapado... Si decía que no, le daría un disgusto a esta dulce joven que conociá desde hacía mucho tiempo… Si dice que sí, sabía lo que podría pasar. Y era obvio que no iba a dejar pasar la pregunta.
Cómo tardaba mucho en responder, Emma se impacientó y movió sus manos hacia abajo de sus mejillas para cogerle sus muñecas y mover sus manos hacia sus tetas… Ella puso una mano sobre cada una de sus tetas y lo animó a jugar con ellas… Luego le rodeó el cuello con los brazos, dándole un beso profundo y apasionado.
Frank estaba rígido, resistiendo, pero al sentir sus dulces labios, su fuerza de voluntad se derrumbó y cedió a sus encantos femeninos… Dejo una mano que cogía su teta y la colocó en la parte baja de su espalda, acercándola a su beso.
Emma gimió en su boca cuando lo sintió ceder ante sus avances… Frank, ahora comprometido con algún tipo de acción, rompió su beso después de unos momentos acalorados y comenzó a besar su cuello y bajar hasta su clavícula.
- "Oooh… Te he deseado desde hace tanto tiempo", gimió Emma.
Frank también la quería... La había visto crecer desde que era una niña pequeña, pasando por adolescente hasta convertirse en esta hermosa y deseable mujer que ahora sostenía en sus brazos… No se había dado cuenta hasta que vio allí, en el aeropuerto… Se había convertido en una mujer increíble.
Élera ahora un hombre muy solitario que necesita desesperadamente consuelo femenino... Y Emma quería darle ese consuelo... Ella se ofrecía a él sin reservas y debería aprovecharlo…Le dijo suavemente:
"Emma, cariño, te quiero… Sé que está mal y que tu madre confiaba en mí para cuidarte, pero no puedo evitarlo... Te quiero."
"Llévame a la cama, Frank", le pidió Emma.
Y Frank la cogió en sus brazos y la llevó a su dormitorio... La recostó en la cama y ella se movió hacia el centro, esperándolo… Ella observó atentamente mientras él comenzaba a desvestirse… Su calentura sexual aumentaba con cada prenda de vestir que le quitaba.
Cuando se quitó los pantalones, Emma pudo ver un bulto muy prominente en sus calzoncillos y se mordió el labio inferior en respuesta… Frank vio su reacción y sonrió internamente… Luego se los bajando lentamente para excitarla más.
"¡Oooh… Tío Frank, tu polla es enorme!", jadeó ella cuando finalmente sela vió… Se arrastró más cerca del borde de la cama para mirarla mejor y alargó la mano para tocársela pero no se atrevió al final.
"Cariño, puedes tocarlo", le dijo.
Ella lo miró un momento y luego siguió adelante y puso su pequeña mano alrededor del tronco carnoso de su polla... Ella comenzó a moversela suavemente arriba y abajo, maravillándose de su dureza y grosor de su polla… Frank, como respuesta, gimió y cerró los ojos.
Emma escuchó su gemido y se animó aún más... Se inclinó hacia adelante y cogió su polla, ahora muy tiesa, en su boca y comenzó a chuparla.
Los ojos de Frank se abrieron de golpe cuando sintió su cálida y húmeda boca en su polla y su mano se subio para agarrar la parte posterior de su cabeza, guiándola en su trabajo.
Emma dio todo de sí en su mamada a la polla de Frank… No era una estrella porno, pero hizo lo mejor que pudo porque quería complacerlo, usando su lengua para acariciarsela y que disfrutase.
Frank sabía que en el estado en el que se encontraba, no duraría mucho… Tenía que cambiar las cosas o esto terminaría demasiado pronto… Y eso precisamente es lo que no que no quería que pasara.
Él se apartó de ella y ésta levantó la vista con una mirada confundida y sorprendida.
- "Estás haciéndolo muy bien, cariño, pero no quiero que este placer que nos damos mutuamente termine demasiado pronto!", le dijo para su tranquilidad.
La movió de nuevo al centro de la cama y se arrastró entre sus piernas abiertas… Se arrodilló entre sus muslos blanquecinos y miró el coño desnudo y afeitado que tenía delante.
Emma tenía un bonito coño, con los labios carnosos metidos dentro y solo la cabeza de su clítoris asomando un poco por la parte superior...
Mucha humedad, producto de la secreción de sus jugos, se veía bien.
Frank, usando sus dedos, abrió los labios vaginales de la joven e inhaló profundamente su aroma femenino... Su lengua se deslizó por su raja vaginal, saboreando los muchos flujos que segregaba continuamente.
Escuchó a Emma gemir y sintió su culo elevarse para encontrarse con su rostro, separando aún más sus piernas… Frank se metió entre ellas y continuó lamiendo su coño cómo si estuviera sediento.
Siendo más maduro y experimentado que Emma, sintió que ella se estaba acercando al orgasmo incluso antes de que ella lo supiera... Para acelerar su corrida, le metió dos dedos en su coño y los curvó hacia arriba para f su punto G.
Simultáneamente, le chupó el clítoris en la boca y lo sacudió con la lengua… La combinación resultó explosiva para la joven, que gritó y empujó sus caderas hacia su devoradora boca.
- "¡Oooh, tío Frank!... ¡Oooh... Aaaagg… Aaaagg… Aaaagg!", gritó cuando ella se corrió una y otra vez.
Frank lamió y chupó su coño hasta que ella no pudo aguantar más y se desplomó sobre la cama gimiendo y moviendo la cabeza de lado a lado sobre la almohada.
"¿Te está gustando, cariño?", le preguntó Frank.
"Sí, tío Frank… Esto es increíble y me siento genial!... Quiero hacerte que lo sientas tú también."
"Cariño, lo hiciste... Me hiciste sentir maravillas", le dijo.
Y Frank lo decía en serio… Había pasado mucho tiempo desde que había escuchado los sonidos de placer procedentes de una mujer y sabía que él era la razón de esos sonidos.
"No, tío Frank… ¡Sabes a lo que me refiero!... Yo también quiero hacerte eso."
"Sí cariño, sé lo que quieres decir, pero no creo que te hayas dado cuenta de lo bien que me he sentido... Tu tío Frank ha estado solo años desde que sentí el toque de una mujer… Ni siquiera estaba seguro de recordar cómo complacer a una mujer… Así que cuando escuché tus gemidos, me hiciste sentir un hombre otra vez… Me has hecho sentirme joven y me has devuelto mi virilidad, cariño."
"Vale, tío Frank, pero quiero más... Quiero que me enseñes cómo complacerte aún mejor, por favor", le respondió.
Frank había subido por su cuerpo y ahora la miró a la cara y vió su mirada suplicante en su rostro… Lamerle su coño era una cosa pero follarla era otra muy distinta.
"Cariño, tu madre estaría furiosa contra mí, si descubriera que hemos tenido sexo... Ya hemos cruzado demasiadas líneas", le dijo.
Oh, por favor, tío Frank!... Te necesito… ¡Necesito sentirte dentro de mí!... ¡Por favor, no se lo diré a nadie… Lo juro!... Necesito que me folles!", le imploró.
Frank también la necesitaba… Todo lo ocurrido le había puesto la polla tremendamente dura… Necesitaba soltar semen y pronto.
"Está bien… Pero esto será sólo entre tú y yo... Si tu madre alguna vez se entera de esto..." comenzó a decir.
"¡No lo sabrá… Te lo prometo, tío Frank!", le interrumpió a mitad de la frase.
"Si lo hicieras, me temo tu madre se encargaría de hacer lo posible que nos volviéramos a ver", le dijo.
Frank quería que ella entendiera la gravedad de lo que estaban a punto de hacer.
"Frank, te juro que nunca le diré a una sola palabra sobre esto, aunque los dos somos adultos y podemos libremente hacer lo que queramos ya que no tenemos vinculos familiares, sino de amistad… Entiendo que mamá me dejó 'a tu cargo' pero tengo casi veinte años y soy capaz de tomar mis propias decisiones… ¡Y he decidido que quiero follar! contigo", le dijo sin cortarse.
"Bueno, en ese caso, que nunca se diga que rechacé a una mujer con deseos de follar conmigo!", le respondió sonriendo.
Se movió un poco hasta que su tiesa polla estaba a la altura adecuada y dejó caer sus caderas… Emma jadeó cuando la punta de la polla se deslizó fácilmente entre sus labios exteriores para descansar justo en la apertura de su coño… Lo dejó descansar allí momentáneamente y Emma lo miró a los ojos.
- "Eso es, cariño, mantén tus ojos en los míos. Quiero verte mientras mi polla entra en tu coño", le dijo.
Ella asintió con la cabeza y volvió a morderse el labio inferior con anticipación… Vio por el raFranko del ojo cómo Emma se aferró a la cabecera y se preparó… Ella sabía que él era un hombre bien dotado y se preparó para ser embestida.
"Está bien, aquí vamos", dijo Frank, y comenzó a empujarse dentro de ella.
"¡Oooh, Frank!... Tu polla se siente tan maravillosa!... ¡Síii!... ¡Dámela!", gimió Emma cuando sintió que él la abría en canal.
Su polla estiró su abertura y ella sintió entrar su cabeza... No era una sensación dolorosa, sino más bien más como una sensación de ser llenada por dentro… Le encantaba sentirse así y sólo lo había experimentado un par de veces en el pasado con ex novios cuando se la follaban.
Frank empujó más profundo, asombrado de lo apretado que era su coño… Lo sentía como si tuviera su polla envuelta en una prensa húmeda y cálida… Y siguió metiendo su polla más… Con cada centímetro, la sensación mejoraba cada vez más.
Emma también estaba disfrutando de esta primera follada de Frank… Apretaba el culo y arqueaba la espalda para permitirle que se la metiera más y más… Ella sintió que él selametía más profundo que la mayoría de sus ex novios y todavía tenía más para darle.
Emma observó la cara de Frank, con los ojos muy abiertos mientras se la follaba… Había pensado que sus ex novios tenían pollas grandes hasta que vio la polla de Frank… Ahora sabía cómo era la polla de un hombre.
"¡Oooh, Frank!... Que bien me follas… Cuanto gusto me das!", gimió ella, envolviendo sus piernas alrededor de su cintura y apretando con sus pies, queriendo que se lametiera mucho más dentro de su coño.
"Eso es, cariño, no puedo profundizar más sin lastimarte", le dijo.
Emma bajó la mano y descubrió que todavía le quedaba casi tres dedos de dedos por poderle meter... Estaba un poco decepcionada porque no se lo había metida toda, pero él le dijo que era más que suficiente.
Frank dejó pasar un tiempo para que el coño de Emma se ajustase a la circunferencia desu polla, disfrutando él mismo de la tensión de las paredes de su coño… Cuando sintió que ella estaba lista, le dijo:
"Cariño, ahora voy a follarte... Comenzaré lento, pero luego aceleraré y te follaré más rápido… ¿De acuerdo?", dijo.
"¡Sí, tío Frank, quiero que me folles fuerte!... ¡No te preocupes, no me romperé!... ¡Soy una chica ya mayor, y quiero una gran follada!", le respondió ella.
Frank sabía a qué se refería... Él retrocedió lentamente hasta que sólo la cabeza de su polla permaneció dentro de ella… Emma se sorprendió de lo vacía que se sentía cuando él retiró la polla… Casi de inmediato extrañó la sensación de estar llena.
"¡Tío Frank!", gimió ella cuando el vacío comenzó a invadirla.
"Estoy aquí, cariño", le dijo con dulzura.
Él comenzó a empujar hacia dentro de su coño y ella se sintió mejor... Su polla expandió sus paredes vaginales una vez más y ella se relajó un poco… Hizo otro ciclo de retirarse y empujar, esta vez un poco más rápido, y ella estaba lo suficientemente levantada para comenzar.
"¿Estás bien?" preguntó.
"Mmm" respondió ella, asintiendo con la cabeza.
"Está bien, cariño, ahora te voy a follar como una mujer", le dijo.
Y Emma se agarro la cabecera de la cama con más fuerza, sin saber exactamente lo queiba a suceder.
Frank empezó a follarla con toda su fuerza y ella lo aceptó sin problema alguno… Emma estaba tomando toda la polla que él le daba y queriendo aún más polla.
- "¡Sí, Frank!... ¡Oooh… Esto es increíble!... ¡Fóllame!... ¡Fóllame más fuerte!... ¡Oooh!", gritó ella.
Frank, al ver que ella estaba aceptando bien los pollazos que le daba, decidió darle más y a follarla con mucha fuerza, metiéndole ahora toda su polla hasta la base... La miró de nuevo para ver como estaba.
Emma encadenaba corrida tras corrida... Tenía los ojos vidriosos sobre su rostro algo desfigurado por su pasión sexual y sus gemidos se habían reducido a gruñidos incoherentes… Ella se retorcía debajo de él en respuestas automáticas a lo que estaba haciendo y sacudía su cabeza de lado a lado.
Frank la golpeó una y otra vez implacablemente en su follada y Emma gimió y se retorció y gimió sus ánimos… Siguió empujando dentro y fuera de ella como una plataforma de perforación de petróleo trastornada hasta que, por fin, encontró petróleo.
- "¡Oooh, Frank!... ¡Me estoy corriendo sin parar!... ¡Estoy… Aaagg!", chilló… Tan rápido como el sonido salió de su boca, su coño estalló lanzando un chorro de jugos, empapándolo a él y a sí misma y haciendo una gran mancha húmeda en la cama debajo de ellos.
Ella se sacudió y se retorció debajo de él, tanto como pudo, con su cuerpo cubriéndola y restringiendo sus movimientos… En realidad no estaba acostado encima de ella, pero su cuerpo estaba lo suficientemente cerca del suyo como para obstaculizarla y la restricción solo sirvió para aumentar su experiencia.
Mientras estaba teniendo su última corrida, su coño se aferró a su polla ordeñándolo e instándo que él se corriera también… Frank, con un profundo gruñido animal, disparó un chorro después de otro y otro chorro de semen blanco dentro su joven coño.
Después de que ambos se habían agotado por completo, se dejó caer en la cama junto a ella y la abrazó… Se tumbaron uno al lado del otro, jadeando y empapados de sudor mientras luchaban por recuperar la compostura.
Después de unos veinte minutos, Emma se volvió hacia él y le dijo sonriendo:
- "Gracias, tío Frank… Gracias por cuidarme tan bien... Me gusta la forma en que me cuidas."
Y estuvieron follando todos estos días hasta dos horas antes que llegó el avión de su madre… Cuatro meses después llegó la sorpresa… ¿Cuál sería?... Uff!
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