Vecinas y amigas
Mujeres maduras que acogen en su casa a un joven funcionario.
Toco el timbre. Tras unos instantes de espera, se abre la puerta.
"Buenos días, soy el supervisor del catastro y vengo a hacer la valoración que le anunciamos por correo", le digo a la mujer que me ha abierto.
"Bien, pasa...llevo un rato esperando", dice ella con tono algo enfadado.
Cierra la puerta tras de mi, y se adelanta por el pasillo para indicarme el camino del comedor. La contemplo mientras anda, y como su vestido de verano se ajusta en demasía a su cuerpo pues parece de una talla pequeña o que ha engordado algo. Tendrá unos treinta y pocos, y mantiene un cuerpo exuberante y de marcadas curvas. Yo solo tengo veintitrés, la carrera recién terminada y un tedioso trabajo, revisar la valoración catastral de lass casas del municipio.
Le pregunto sobre el ultimo recibo y demás cosas a revisar. Ella las saca de una carpeta y me las muestra. Al agacharse los pechos parecen que se le quieren salir, y por el hueco entre los botones que van de arriba a bajo del vestido, se le ven parte de sus abundantes curvas.
Uno de los papeles cae al suelo y me agacho a recogerlo, al girar la cabeza me encuentro mirando a la altura de su entrepierna. Por uno de los huecos entre botones, le veo parte de las bragas y en el extremo varios pelos que se escapan por los lados.
"Lo has encontrado ya?", pregunta ella con cierta ironía.
"Si...si, ya lo tengo", me apresuro a contestar sintiéndome sorprendido.
"Mira que no se pierda...no vayamos a tener pagar de nuevo", continua ella.
Sin poder evitarlo, se me ha puesto dura, casi no me atrevo a levantarme pues será imposible disimular el bulto. Finalmente me incorporo, a duras penas trato de disimular mi tremenda erección.
"Todo esta como tiene que estar", digo yo.
"Ya me lo decía mi marido que todo lo tenia bien, y que para que hacia falta que viniese un inspector", dice ella con guasa.
"Bueno...ya se sabe, pero es lo que dice el reglamento", "Por favor quiere firmar aquí?"
"¿Aquí?", pregunta mientras se inclina sobre la mesa para escribir, al tiempo que pone ante mi vista sus dos hermosas tetas colgando.
"Si...si", digo entrecortado sin querer perderme la oportunidad de vele una buena parte del pecho.
Al salir de su casa muy alterado y con la polla que me llega al bolsillo, ella con sonrisa maliciosa me indica,
- "Cuando llegues al 3º E, revísalo todo a fondo...que son muy descuidados y seguro les faltan papeles".
Trato de sopreponerme de la situación, como puedo, continuo con mi trabajo esperando que poco a poco me vaya tranquilizando.
3º E: Aquí es, a ver que pasa ahora.
Repito la presentación y terminamos en el comedor. Mientras reviso los papeles, ella se ha sentado en un sillon con las piernas cruzadas y me enseña todo el muslo.
"Me ha dicho la vecina que se lo has revisado todo muy bien y a fondo", dice con guasa.
"Bueno yo...hago lo mejor que puedo".
Suena el teléfono, la mujer separa las piernas, alarga la mano y sin levantarse lo descuelga. Ha quedado abierta de piernas enfrente mío y desde la posicion en que estoy, la visión que tengo es inmejorable. Ya estamos como antes, no puedo controlar mi polla, esta se hincha y tengo que ponerla de lado para que no me haga daño.
- "Diga...", "si...si...ya ha pasado por aquí también", "pobre chico...valla cantenton que ha cogido.
Encima se van a reír de mi, pienso.
- "Si...si... yo también", continua diciendo. "Lo me ha parecido es que tenia un buen aparato...vaya bulto que tenia el chico".
Como veo que tanto les divierte, decido ser atrevido y pasármelo bien yo también. Así que se acerco un poco, alargo un poco la mano y se la pongo en su rodilla. Ella con un rápido movimiento separa la pierna y sigue hablando con su amiga.Yo insisto y vuelvo a poner mi mano en su pantorrilla. Ella deja de hablar un instante, me mira, sonríe y entreabre las piernas, como diciendo:
- "si quieres jugar un poco, pues juega".
Lleno de excitación con estoy, me pongo de rodillas delante de ella, mientras mi mano va subiendo por sus piernas. Llego hasta sus bragas y dejo que mi pulgar se hunda entre sus piernas apretando ligeramente sobre su chocho. Esto parece gustarle y separa un poco mas las piernas animandome a continuar, mientras ella continua hablando:
- "pues yo si que le haría un favor al chico...", le dice a su amiga.
En esto que se levanta, se baja las bragas en un único movimiento, se coge el vestido con una mano y con la otra sujeta el teléfono. Me hace gestos para que me acerque, pues me he quedado un tanto boquiabierto contemplando su felpudo. Paseo mi mano por sus muslos, hasta que mi dedo índice se posa suavemente sobre su raja. La acaricio,mientras ella se acomoda para dejarme la via libre..
Sorprendentemente, continua hablando por teléfono con naturalidad comentando con su amiga lo que serian capaces de hacer con un jovencito inexperto como yo. Levanta la pierna y pone el pie encima del sillon.
Ahora si que ha puesto todo su chocho delante de mi cara y parece decirme "cómeme...cómeme". A lo cual no me resisto, y empiezo a lamerle los labios con gusto y meterle la lengua todo lo que puedo. Cuando me falta la respiración, me separo y juego con los dedos, que igualmente parece gustarle.
Mientras ella continuaba hablando, con alguna interrupción involuntaria, yo continuaba con mi juego, alternando mis juegos con los dedos con las intensas lamidas con la lengua. Su flujo y mi saliva se mezclaban produciendo un sabor agridulce.
Mi excitación era tal que me empezaban a doler lo huevos y mi polla no encontraba acomodo dentro del pantalón. Así que me arme de valor, me puse de pie y me quite el pantalón y baje los calzoncillos, dejando al aire mi polla tiesa.
Durante la operación, ella me contemplaba expectante y pone una expresión llena de malicia.
- “Tengo que colgar…llaman a la puerta”, le dijo a su amiga.
Mientras que colgaba el teléfono, la cogí por la cintura y la puse mirando hacia la mesa de la cocina de espaldas a mi y con el cuerpo inclinado hacia delante de manera que su culo quedaba a mi disposición.
Con una mano me cogí la polla, la encare hacia su chocho y apreté lentamente pero decisión. Poco a poco iba penetrando mientras que ella bamboleaba sus caderas suavemente. Me pareció llegar al final y di un ultimo apretón. Ella gimió y se retorció de gusto.
Con las manos sobre sus caderas, empece a meterla y sacarla; al principio lentamente, muy lentamente, y luego cada vez mas deprisa haciendo que mis huevos golpearan en sus nalgas. Mi polla recubierta de su flujo se introducía con facilidad y un chop, chop se oía cada vez que entraba.
Entre continuos estremecimientos ella me animaba diciéndome cosas como:
-“métemela toda…no pares…asi, asi …deprisa…ahora despacio…aprieta, aprieta…”, hasta que por fin se dejo caer sobre la mesa, gimió largamente y detuvo sus movimientos.
Yo me pare y la fui sacando poco a poco, justo al salir me corrí y la leche quedo pegada a su entrepierna. Tras unos instantes de relax, ella se volvió se limpio la leche con las bragas que estaban en el suelo y medio un beso en la mejilla.
- “No se lo cuentes a nadie y menos a mi amiga”, me dijo al despedirnos.
Segunda parte
En los edificios grandes siempre tengo que volver pues alguien siempre esta ausente. Esperaba el ascensor y a mi lado se para una mujer.
-“Lo encontraste todo bien en el 3º E”, me pregunta con ironía, “ya te dije que son muy descuidados”.
Es la amiga del teléfono que me provoco el primer calentón.
“Pues si…todo estaba muy bien…incluso mejor que el suyo”, contesto, “pues su declaración esta hecha de manera que el valor es un 8 % menor que el suyo, y a final de año se podrán ahorrar una buena cantidad de dinero”, miento yo.
“Eso, entonces lo deberíamos corregir, ¿no?”, pregunta ella, cayendo en el engaño.
“Si es muy fácil…pero tendría que volver a ver sus papeles”, me preparo la dulce revancha.
“Por supuesto, sube ahora mismo conmigo”, dice ella sin darse cuenta de mis intenciones.
Una vez en su casa, le hago algunos artificios matemáticos en sus cuentas que parecen ahorrar la mencionada cantidad.
“Así ella también lo tiene así?”, pregunta.
“Si, así mismo y si no te convence la llamas por teléfono y le preguntas que tal le fue y si quedo satisfecha con el cambio”, le digo.
Descuelga el teléfono y marca.
- “Hola, soy Marta…referente a lo del catastro, ¿te hizo aquel chico que vio algún cambio especial?”.
Supongo que al otro lado se dio cuenta enseguida de la situación, y algo le dijo a Marta, pues esta enseguida se volvió hacia mi con cara de sorpresa. Tras unos instantes se vuelve de espaldas con tratando de evitar que yo me entere ce lo que hablan.
Yo aprovecho la situación y me coloco detrás de ella, la abrazo y pongo mis manos sobre sus voluminosos pechos. Ella hace un ademan para soltarse, pero esta tan interesada por lo que escucha por teléfono que me deja hacer.
Masajeo sus pechos a placer, al tiempo que aprieto el bulto que ya tengo debajo del pantalón contra su culo. Mientras ella sigue escuchando por teléfono lo que su amiga le cuenta, me desnudo completamente, y me cojo la polla meneándomela lentamente.
Marta, gira un poco la cabeza y me mira sorprendida, desviando su mirada hacia el hermoso rabo que le ofrezco. Pone una expresión de “ahora lo entiendo todo” y dice por teléfono:
- “espera un momento…tengo la comida en el fuego…ahora me sigues contando”.
Aprovecha para quitarse las bragas, hacerme tumbar sobre la alfonbra y colocarse encima de mi metiéndose toda la polla hasta el fondo. Me hace escapar un pequeño grito de dolor, pues no esta muy húmeda y yo tengo la sensación de tener un desgarro.
“Venga…ahora sígueme contando…que yo ya me he puesto cómoda”, dice Marta al tiempo que inicia un sube y baja tranquilo.
“No me digas…con lo modosito que parecía”, “si que me pareció que tenia un buen cacharro por el bulto que tenia … pero nunca me hubiese imaginado nada así”, continua diciendo mientras que su cabalgada se hace mas intensa.
Yo la dejo hacer a su ritmo y me entretengo desabotonando la blusa que lleva y desabrochando el sujetador. Sus tetas saltan hacia fuera, quedando el sujetador a la altura de la garganta. Aprovecho para acariciarlas, manosearlas y cuando me incorporo un poco y ella esta inclinada hacia mi, las chupo golosamente.
- “y tú…perra cachonda, me podrías haber dicho algo…y así habría subido a veros, en vez de estar escuchando por teléfono”, recrimina Marta a su amiga, mientras se agita y salta sobre mi polla.
En uno de estos saltos, mi polla se clava en lo mas profundo y se le escapa un ¡Ay!, de dolor. Ella lo arregla diciendo:
“ostia, me he quemado con el cigarro!.
“Bueno chica…te tengo que dejar…que tengo muchas cosas que hacer…y otra vez a ver si no eres tan egoísta y dejas algo para mi”, dice Marta.
Desconecta el teléfono y se dedica por completo a la tarea. Sus movimientos son amplios y rápidos, se retuerce, grita, tira su cabeza hacia atrás y hacia delante, se coge los pechos, se los apretuja y luego los acaricia, sus caderas van hacia atrás y hacia delante. Es como un torbellino cogido a mi por la polla.
Al final, levanta las caderas haciendo que solo la punta de la polla quede dentro y se deja caer violentamente sobre ella haciendo que parezca tocar fondo.
Se derrumba sobre mi pecho y permanece inmóvil durante unos instantes. Yo ya hace unos minutos que me he corrido y no me explico como la he podido mantener dura.
- “Entre vecinas y amigas hay cosas que no se deberían hacer”, dice Marta.
Deverano