Vaya sorpresa, 2ª cita

Despues de nuestra primera cita, comencé a dominarla y acepto su papel de sumisa, el proximo polvo lo pegamos en su propia casa.

Vaya sorpresa... 2ª cita

A los que hayan leído mi primera entrega solo les explicaré que aquí relato nuestro segundo encuentro que fue, si cabe, aun mas intenso que el primero, a los que lean este relato sin tener antecedentes les explicaré que María es una compañera de trabajo, casada y con la que tuve una primera cita después de una cena de empresa, no creo que sea necesario que explique que aquella primera "toma de contacto" fue muy placentera para los dos, y a continuación les contaré lo que pasó en nuestro segundo y... sorprendente encuentro.

Después de aquella cita, en el coche, nuestros encuentros virtuales aumentaron y se intensificaron, intercambiábamos correos calientes y en alguna ocasión nos habíamos conectado con el messenger, su marido siempre esta trabajando así que tenia tranquilidad para "charlar" conmigo y una vez conectados y viéndonos por la webcam acabamos muy calientes, en ocasiones le pedía que me enseñara su ropa interior, que se la quitara para mi lo que la volvía loca y calentaba especialmente, de manera que acababa haciéndose unas pajas impresionantes delante de la cámara, a lo que yo correspondía corriéndome abundantemente también delante de la cámara.

Pero todo esto iba añadido un cierto carácter de posesión por parte mía, comenzaba a encontrar placer con su solicitud en responder a mis peticiones, si le pedía que me enseñara un pezón... lo hacia sin ningún reparo, sin rechistar, y además me aseguraba que le daba placer el entregarse por completo a este juego, lo que a mi me volvía loco, me ponía a cien pensar, como ella decía que "yo era el amo, que su placer estaba en obedecerme" y yo le aseguraba que el mío estaba en ser su propietario. Nunca había experimentado con estos juegos pero el papel de amo y de sumisa comenzaba a tomar un cariz de excitación y placer completo.

La prueba de fuego para este juego llego con una nueva cena de empresa, en esta ocasión no recuerdo bien que celebrábamos, creo que la jubilación de alguno de los empleados mas viejos, que para dejarnos por fin en paz nos llevaba a una restaurante cercano al aire libre a cenar. Naturalmente pense enseguida en repetir nuestra cita, en que María estaría de acuerdo en volver a ser poseída dentro de mi coche... pero en esta ocasión me sorprendió ella a mi, me aseguro que ese fin de semana estaba sola en casa, que su marido estaba fuera por negocios y que si me apetecía podía subir a por ella antes de ir a cenar... no lo dude ni un momento y le dije que SI. Pero quise añadir un par de alicientes a nuestra cita... le propuse... ¡le mandé! que me esperara en su casa, con las luces apagadas excepto alguna de poca intensidad, que llevara puesto solo un pequeño tanga que ya había visto por el messenger y que dejaba adivinar sus preciosos labios vaginales y su rasurado, a petición mía, coño, le permití lleva puesta una camisa blanca a la que solo debía abrochar un botón... El día de la cena llame a su timbre y el portal se abrió sin que nadie preguntara por el telefonillo, subí por el ascensor con el corazón a punto de reventar y llame a su puerta con los nudillos para evitar el sonoro timbre... la puerta se abrió poco a poco y con la tenue luz que salía de una habitación la pude ver... estaba espléndida, la camisa blanca llevaba abrochado solo el botón que permitía que las abundantes y redondeadas tetas no se salieran de dentro, el pelo recogido, y las piernas bien contorneadas se podían ver en la penumbra, cerré la puerta como pude, por la excitación, y se abalanzo a mi cuello, nos besamos profundamente, le mordí los labios, la húmeda lengua, mientras mis manos bajaban desde su cintura hasta su precioso culo para adivinar que... había sido obediente y llevaba puesto el diminuto tanga que le había ordenado ponerse.

Tras los besos y las primeras caricias donde por debajo de la camisa le sobe las tetas y le acaricie con fuerza sus duros y excitados pezones le susurre al oído que debía bajar hasta arrodillarse... sacar mi dura y humedecida polla y dedicarse a lamerla y succionarla como ya había hecho la vez anterior que habíamos estado juntos.... Obedeció y poco a poco se puso a la altura necesaria, desabrocho el cinturón, el botón del pantalón... lentamente y después poco a poco la cremallera hasta que me quedo puesto solo el boxer... lo bajo lo justo para poder sacar mi polla y se la metió en la boca, primero con lentitud y después con mas fuerza, la succionaba, la mordisqueaba, la lamía y comencé a notar la necesidad de vaciarla, apenas podía recostar mi espalda en la pared junto a la puerta y reprimir mis gemidos para que no nos oyeran desde fuera... me dedicó una mamada increíble, como nunca me lo habían hecho, su experta lengua de mujer casada me proporciono un placer indescriptible, pero esta vez no quería vaciarme en su boca... la cogí del pelo, de la nuca y la levante... le pregunte donde podíamos acabar lo que ella había comenzado y me llevó a una habitación pequeña con una cama, aunque en lugar de llevarme, fui yo el que la cogí casi en volandas y la deje recostada cómodamente en la cama, de lado, con la cabeza apoyada en la pared y las piernas colgando de la cama quedaba su precioso coño al borde de la misma... antes de quitarle el tanga la acaricie por encima y comprobé que lo tenia todo mojado, sus calientes líquidos vaginales habían empapado lo pequeña tela que lo cubrían y el juego que habíamos comenzado ya tenia sus frutos. Le quite el tanga y arrodillado, como ella estaba hacia solo cinco minutos, me dedique a acariciarla con la lengua, jugué con su zona púbica, su entrepierna, sus labios vaginales, le introduje la lengua en el mojado coño y acabe dándole placer en el clítoris, mi lengua jugaba con el sin parar mientras sus labios vaginales mojados de placer me llenaban la boca, la excitación los había puesto sonrosados y el clítoris estaba muy desarrollado, sus gemidos eran disimulados para evitar a los vecinos y después de varios minutos succionando, lamiendo, bebiendo de sus calientes líquidos me decidí a introducirle un dedo en la vagina... después fueron dos y acabe haciéndole una paja con tres dedos dentro de su maravilloso chocho y mis lengua masajeandole el clítoris... se corrió, abundantemente, mojo la cama, mi cara y el sabor de su corrida de nuevo puso a tono mi semierecta polla, de hecho yo aun no me había corrido...

Como pudo se levanto con mi ayuda, me beso y a propuesta mía apoyo sus manos en el marco de la puerta dejando el precioso y mojado culo delante de mi polla y a la altura justa... le subí la camisa, que aun llevaba puesta, y mientras le abría la vagina por detrás con una mano le introduje mi polla, de golpe, sin mas dilación, la abertura estaba mojada, mi paja la había abierto y estaba muy lubricada, por lo que la penetración fue inmediata... comencé a bombear mientras llegaba a acariciarle los pechos... los duros pezones, poco a poco entraba y salía mi dura polla proporcionándonos gran placer a los dos... pero mi aguante tenia un limite y pronto acelere el ritmo, mis manos pasaron a su cintura y bien cogida con las dos manos comencé el movimiento mas brusco, mas fuerte... le propine un par de azotes a su culo, fruto de la excitación... y me corrí... dentro de su chorreante vagina, abundantemente y pegado a su cintura...

Cuando hube acabado saque la polla semierecta aun y le di la vuelta para abrazarla, estabamos sudados y la habitación poseía ese olor mezcla de sudor y de sexo recién hecho... la abracé fuertemente, mientras ella pegada a mi me aseguraba que nunca le habían pegado mientras era follada y que... le había gustado y mucho, que... naturalmente podría repetirlo siempre que tuviera ocasión... que para eso iba a ser su amo, mientras ella era mi obediente y SUMISA propiedad.

Después de esto nos vestimos, arreglamos y llegamos, tarde, a la cena... distendida, alegre cena, se alargó mas de la cuenta y cuando salimos de restaurante la mayoría saco alguna excusa para volver a casa, lo que yo aproveche para proponerle a María el llevarla a casa... y así lo hice, aunque parando a "charlar" antes, esta vez yo ya había tenido bastante, la intensidad del polvo de esa noche había cubierto todas mis expectativas y mi libido estaba en pleno descanso, pero una vez paré el coche en un lugar apartado y con la música adecuada nuestra conversación comenzó a subir de tono, me confeso que siempre se había fijado en mi físicamente y que le gustaba, mientras que yo le aseguraba que su visión el oficina mas de una vez me había distraído, incluso excitado a lo largo de la jornada laboral... y con estas confesiones le aseguré que mi pene de nuevo estaba erecto a lo que ella me contesto que no queria que me fuera así a casa... me desabrocho el pantalón, me lo saco y comenzó a movérmela con placenteros movimientos, su experiencia quedaba mas que demostrada, para después metérsela en la boca y dedicarse a lamerla, mordisquearla como ya había hecho es noche.. no pude aguantar mucho y le dije que me corría... pero esta vez cuando estaba a punto se la saco de la boca para soltar toda la leche en un pañuelo de papel que ella tenia preparado, me dijo que quería ver con sus propios ojos como la leche salía de mi mojado capullo, lo cual le llenaba de satisfacción... pero ahora... le dije que era ella la que quedaría excitada e insatisfecha... le levante la falda sin que pusiera oposición alguna y sin quitarle el tanga, por uno de los costados dedique mis dedos a masajearle el mojado, y de nuevo desarrollado clítoris, mis dedos se movían sabiamente mientras ella gemía, esta vez sin controlarse, pase después a introducirle dos dedos en la vagina, tres mas tarde, los líquidos vaginales sonaban entre mis dedos, el olor se repartía dentro del coche y tras unos pocos movimientos se corrió, esta vez con menor abundancia, por la entrepierna le bajaba un pequeño hilo de liquido, caliente... que acerté en recoger con mi mojada mano para después saborear... era el gusto del placer, el sabor del sexo. De nuevo nos recompusimos y la lleve a casa, esta vez no subí... lo dejamos para otra ocasión mas oportuna... que espero no tarde en llegar...