Vania, mi fantasía hecha realidad

Era de busto exhuberante, pero lo que me traia loco eran sus muslos, soñaba, moría por ellos...

VANIA, UNA FANTASIA CUMPLIDA .....

Se llama Vania, estaba cerca de mi en ese momento, tenía una blusa holgada, con dos botones abiertos lo que hace apreciar parte de su generoso busto, tiene unos senos grandes, enormes y se ve claramente su nacimiento, a través de la blusa se puede apreciar su brasier de encaje.

Lleva falda jean, con aberturas a los lados, está sentada cuidando que no se le suba mucho, aún así puedo apreciar algo de sus muslos, esos muslos que me traen loco, en los que pienso a toda hora, esos muslos que sobre la rodilla son interesantes, normales, pero conforme van subiendo se engruesan y al llegar cerca de sus nalgas se hacen mas carnosos, de una forma que exitan hasta a un muerto.

Espero el momento en que se ponga de pie, tendrá que girar su asiento y dejará por unos instantes abiertas sus piernas, con el movimiento su falda subirá un poco y podré apreciar gran parte de ellos, ya conozco esa vestimenta y sus movimientos.

Al camina la falda hace notar que está con tanga, su derrier es algo plano pero ancho, sus nalgas son ideales para morderlas y darles de palmadas; puedo apreciar y adivinar bajo la falda sus enormes muslos, redondos, duros, juntos hasta su intimidad, visualizo las marcas de la tanga, seguro hoy se va temprano, cuando se viste con interiores sensuales siempre lo hace, seguro no va a su casa.

Se agacha al teléfono y sus tetas se saludan una contra otra, está parada dándome la espalda y yo no aguanto mas, estamos solos en la oficina, me pongo en una posición mas cómoda para verla, de repente un arranque y me paro, sin pensarlo me acerco a ella, me pongo detrás, ella me mira de reojo y sigue al teléfono, me quedo estático, no se si atreverme o solo seguir masturbándome el cerebro, ella voltea y sonríe, cuelga y me dice – que te pasa Fer, estás pálido... , - la lujuria me ha puesto así, le digo sin titubear..... ella se asombra pero sonríe, - tu tan caballero diciéndome eso, - si, sabes perfectamente que motivas en mi reacciones diferentes que cualquiera, que si a todos les gusta tu busto a mi me tienen loco tus piernas, sabes que siempre estoy a la expectativa de mirarlas, sabes que me encanta esa falda al igual que la azul que siempre es generosa en lo que deja a la vista, y yo siempre veo mas allá que cualquiera, he podido apreciar tus rellenitos muslos tan juntitos pero aun así he podido ver algunos de tus interiores, el blanco de seda, el negro de encaje, ......

Ella se quedo boquiabierta, pero en esa expresión además no pudo detener un suspiro escondido y su respiración se aceleró, - eres un atrevido, te creía mi amigo .. – por eso es que nunca he tratado de enamorarte, pero es mas fuerte que yo, ambos tenemos compromisos, pero esto es deseo puro, y creo que además serviría mucho en la relación con nuestras parejas.

Y aprovechando su silencio y la excitación escondida me puse frente a ella muy cerca, sintiendo ambos nuestra respiración que a esta altura era acelerada, este hecho fue suficiente aviso para actuar, sin tocarla acerque mis labios a los suyos ella los entreabrió y dejo hacer, le di un beso largo y sereno, jugueteaba con sus labios, tenía el dominio total de la situación y ahora me tocaba llevar la batuta.

Controlé mi excitación y pensé descobrar todo el tiempo que me había roto el cerebro, la haría sentir pero lentamente, hasta que sintiera dolor, un dolor placentero y agudo.

Seguí besándola sin tocar nada mas de ella, quiso pegarse y la detuve delicadamente, seguí besándola, empecé a meter mi lengua y ella inmediatamente le dio el encuentro con la suya, seguimos así por un rato, luego tome una de sus manos, ella la apretó, le di media vuelta, retire su cabello del cuello y empecé a besarlo, lamerlo, suave primero, luego con mas fuerza, lamía, besaba, mordía ella se retorcía buscaba mi cuerpo pero yo no dejaba que se acerque, el único contacto eran mis labios sobre su cuello.

Así detrás de ella acerque mis manos a su cuello, mientras la seguía besando, acaricie su garganta con ambas manos y fui bajando hacia sus enormes montículos pectorales, desabroche sin prisa y acaricié sobre el brasier las enormes bolas de carne, sin temor alguno solté el broche delantero saltando inmediatamente sus enormes senos, ella un poco que se tensó, pero le dije tranquila, déjame a mi; acaricié esos monumentos que rebalsaban mis manos, pero eran expertas y sabían como darle placer, los acariciaba, me entretuve un buen rato en sus pezones, pellizcándolos hasta sentir sus primeros jadeos, ya era mía definitivamente, no tenía defensa alguna, la voltee hacia mi y me fui directo a chuparlos, absorberlos, mamarlos, morderlos, ella jadeaba ya sin reparos, -si .. así papi ... así amor..... se retorcía, quería pegar su cuerpo pero no era el momento aun, debía sentir un sufrimiento gozoso, bajé mis manos sobre la falda, recorrí su cuerpo.

La hice apoyarse en un escritorio, me agache y fui levantándola falda, acariciando sus piernas, levantando lentamente, sobando con furia los tan deseados muslos, los acariciaba, conforme subía la falda iban apareciendo, los miraba extasiado, su sola visión eran merecedores a un orgasmo, mi fantasía se estaba haciendo realidad.... me pegue mas a ellos, me volví loco, los mordía, mis manos iban hacia su trasero, sin dejar de adorar sus muslos, hice de lado la tanga y metí mis dedos sobando su clítoris, ella se movía ya sin ritmo, desesperada, me jalaba los pelos, me levante y de un tirón abrí los botones que faltaban, abrí mi camisa para que nuestra piel se uniera en una, la falda algo remangada la terminé de subir y acariciaba sus nalgas, luego ataque su vulva, ella dejaba hacer mientras me abrazaba y pegaba aun mas su cuerpo, trajine su cuca sobre la tanga y viéndola desfallecer la bajé toda, ella sin perder tiempo terminó de quitársela.

Solo quedaba culminar la faena, ambos excitados al máximo, baje mis pantalones y truza, y estuvimos pegados sobandonos como animales, queríamos serlo en esos momentos, dejar rienda suelta a nuestro instinto sobre cualquier cosa.

La levante sobre el escritorio y baje mis labios para rendir homenaje a su raja, metía mi lengua , mi nariz todo lo que podía, sus jugos chorreaban, me pare y abrí sus piernas, las puse sobre mis brazos y coloque mi daga en la puerta del paraíso, ella pedía a gritos que la tomara, metí lentamente la cabeza, y empecé el movimiento rítmico solo con la cabeza, ella lloraba y me jalaba los pelos para que le metiera toda, ante tal circunstancia de un solo envión clave toda mi arma hasta lo mas profundo de su intimidad, de ahí empecé un ataque profundo y acelerado, ella jadeaba, con gritos ahogados, casi lloraba de placer, pedía mas y mas, estaba en el éxtasis total, me dijo que se venía por enésima vez le dije vamonos juntos, y eyaculé toda la lava caliente que se juntó con sus líquidos abundantes, ambos estremecidos por el placer.

Me daba por satisfecho, ella se sentó asi con la falda remangada hasta la cintura, la blusa abierta en el sillón, yo como un niño lo hice sobre la alfombra, quedando frente a ella, la visión de sus muslos frente a mi, me hicieron reaccionar inmediato, empecé a acariciar sus postes de carne, esos con los que tantas veces soñé, acaricie, besé hasta adormecer mis labios, me arrodillé y metí mi boca en sus entrañas, mordisqueando su clítoris, ella movía la cabeza de un lado para otro, metí mi lengua, de repente ella me empujó suavemente bajando del sillón, creí que esto terminaba la sesión, pero no, estaba dispuesta a mas, siguió con el empujón hasta quedar totalmente echado sobre la alfombra, entonces me dijo – te gustan mis piernas son tuyas, junto con toda yo.... y seguidamente se arrodilló sobre mi rostro, cerrando sus muslos sobre mi rostro, yo los mordí,losbesé extasiado, seguidamente volteó colocándose en un perfecto 69, su conejito y su enorme trasero reposaban sobre mi rostro, ella besaba mis huevos, mordiéndolos de tal manera que me hacía estremecer, yo empecé a hacerle loshonores a su rajita, metiendo hasta la nariz, acariciando sus nalgas y piernas, ella lamía mi polla hasta que se la metió toda de un tirón, estuvimos así lamiéndonos, mordiéndonos, con lujuria incontenible, ella mamaba, chupaba, mordía como una poseída, yo extraía hasta la ultima gota sus líquidos, hasta que llegó la explosión final, juntos, sin siquiera hablar, como si lo hiciéramos de toda la vida, en una armonía perfecta nos dimos placer bucal, carnal, chupamos hasta la última gota de nuestros sexos.

Quedamos tendidos, relajados, felices, sin hablar, nos pusimos de pie,asi casi desnudos, mostrándonos, nos abrazamos besándonos profundamente, jugando inocentemente con nuestras lenguas, pero el morbo es mas fuerte y el contacto de nuestra piel emergió, apretamos nuestros cuerpos, sus pezones apuntaban a mi pecho aun cuando estaban muy pegados a mi, empecé a acariciarlos, estrujándolos, la senté en la silla y coloqué mi pieza entre sus enormes tetas, ella entendió y empezó a masajeármelo con ellas, mientras lamía la cabeza cada que aparecía de entre tremendas montañas, fue una sensación que me transportó al infinito, la levanté y le di media vuelta, haciéndola apoyar sobre el escritorio, la abracé por detrás acariciando sus tetas, recorriendo su espalda con mi lengua , llegue a sus nalgas y las mordí por todas partes, meti mis dedos en su raja, su cuevita ya estaba nuevamente húmeda, mientras mordía mojé el dedo indice de la otra mano y separando con los otros sus nalgas lo introduje en su ano, ella se sobresaltó pero no hice caso e inicié un movimiento rítmico en ambas cavidades, ella ya entraba en trance nuevamente por lo que introduje el segundo que ella recibió con un gritito ahogado, así las cosas la acomodé bien sobre el escritorio, dejé mis dedos en su raja, saqué los del orto y empecé a meter mi pulla en su anito, ella se removió - duele papi, no porfa, nunca me lo han hecho por ahí, solo los dedos..... yo seguí lento pero seguro, metí la cabeza y la removí rítmicamente, ella jadeaba seguí hasta que fui introduciendo poco a poco todo el fierro ella se quedó estática pero luego empezó a moverse rítmicamente y yo ataqué con furia, montaba una yegua de campeonato, sus enormes tetas chocaban una con otra, estaba totalmente desbocada, yo atacaba con fuerza, dándole nalgadas hasta que se pusieron coloradas, apreté sus tetas pegado a ella hasta los huevos, mis dedos seguían en su cueva la que se contrajo avisándome que venía la explosión final, ajusto el orto y yo me estremecí, dándole los restos de leche mientras ella soltaba sus últimos jugos .... dimos lo máximo, todo, una entrega total, puro sexo, placer, lujuria.

Saqué mi arma de su culito, la levanté y nos dimos un beso largo, profundo.... era el final de una jornada impensada, sin prejuicios, sin consecuencias, sabíamos que quizás nunca se repetiría, pero eso lo dejamos al tiempo ......

Espero les haya gustado mi relato, es real, denle puntuación y busquen mis relatos anteriores, les aseguro que les gustará por que todos han sucedido, y la verdad siempre agrada.