Vanessa y Paula (Reencuentro)

Cuando la invitó su amiga a su casa a pasar la noche, le advirtió que sólo llevaba lo puesto. Fue todo normal hasta que el alcohol y las posturas las puso calientes y empezaron a jugar.

Todo este relato es pura ficción aunque no lo parezca. Era un viernes por la noche y nuestra protagonista, Vanesa volvía a casa después de haber ido al cine con sus amigos y amigas, volvía por una calle no muy bien iluminada cuando al doblar la esquina vio esperando en la parada del autobús a una chica que creyó conocer, era una chica más ó menos de su altura, ésta chica rubia con el pelo liso y ligeramente corto, los ojos azules y la piel bastante blanca, sí era su amiga Paula la cual no veía desde hacía dos años, desde los tiempos del instituto, habían compartido muchas cosas en aquel tiempo, incluso algún chico.

Paula también la había visto y se acercó a saludarla.

-¡Cuánto tiempo sin vernos ¡-dijo Paula

-Es verdad, la última vez fue el verano de hace dos años el último día de clase, tu te ibas de vacaciones pero no diste más señales de vida.-asintió Vanesa, mientras preguntaba que hacía de nuevo su amiga en aquel lugar.

-Tienes muchas cosas que contarme, le dijo Paula.

-Si, es cierto ¿Por qué no te vienes a mi casa y hablamos, incluso puedes pasar la noche, mis padres se han ido a la sierra?.

-Lo único que solo llevo lo puesto.

-No importa si necesitas yo te puedo dejar toda la ropa que quieras como en los viejos tiempos.

Fueron a casa subieron las escaleras, Vanesa abrió la puerta e invitó a entrar a su amiga, la invitó a tomar una copa y empezaron a ver una cinta de video de una fiesta de cumpleaños de cuando Vanesa cumplió 16 años, Paula estaba en el sofá vestida con un vestido de tirantes de fina tela de color negro el cual marcaba muy bien sus bonitas formas dejando entrever sus pechos ligeramente pequeños(talla 90 aprox.) pero muy bonitos según sus muchos novios llevaba asimismo un tanga blanco que se le metía ligeramente por la raja del culo y le apretaba en el clítoris a lo que ella contribuía situándolo estratégicamente, su amiga Vanesa estaba sentada a los pies del sofá vestida con una camiseta blanca ajustada que le marcaba completamente los pezones cuyos pechos de un buen tamaño morenos ya que le gustaba hacer top-less y las piernas bonitas cubiertas por unos jeans bastante marcados pero algo flojos, podía ver como llevaba un piercing en el ombligo.

Ya habían bebido bastante y Paula se estaba empezando a excitar entre el alcohol y la postura, empezó sin querer a jugar con el pelo de su amiga y sin saber como se inclinó y empezó a besar a su amiga primero en el cuello para ir subiendo posteriormente a su boca, Vanesa a pesar de que era una chica bastante liberal nunca había mantenido relaciones homosexuales y al principio la rechazó para posteriormente corresponder con una pasión que sorprendió a su amiga, deslizándose ésta al suelo se quedaron una frente a la otra sentadas con las piernas abierta y ligeramente flexionadas las rodillas mientras se comían la boca a besos y jugaban con sus lenguas, Paula empezó a subirle la camiseta a su amiga mientras le comía la boca a besos y le arrancaba el sujetador de un tirón mientras Vanesa le había quitado ya el vestido y jugaba con las tiras del tanga de Paula hasta que de un golpe se lo arrancó, Paula entretanto le había soltado el primer botón del pantalón y le pasaba el dedo a lo largo de la cintura excitándola sobremanera inmediatamente le fue soltando el resto de los botones pero muy suavemente y bajándole el jeans lentamente, Vanesa mientras jugaba con los pechos de Paula mordisqueándole los pezones y acariciándoselos y amasándoselos con una mano mientras con la otra le acariciaba el culo, un culo bien prieto y ligeramente pequeño que la estaba volviendo loca, por fin quitándola el pantalón y empezando a jugar con sus braguitas unas braguitas verdes de algodón no muy grandes mientras se las iba deslizando hacia abajo primero por sus muslos prietos y pequeños pero con las formas bien marcadas hasta los tobillos y sacárselas y hacérselas oler. La tumbó boca arriba a su amiga poniendo su coño a la altura de la boca de su amiga mientras con su lengua empezaba a jugar primero con los labios de la vulva de Vanesa abriéndolos con sus dedos y pellizcando el clítoris con sus dientes dándolo pequeños mordiscos mientras Vanesa cogía con sus dedos el clítoris de Paula un botón pequeñito al cual pasaba la lengua primero lentamente y luego acelerando y frenando cosa que hacía que Paula se retorciera de placer.

Vanesa se levantó e hizo que su amiga hiciera lo propio tumbándola en la pequeña mesa del salón boca arriba y tapándola los ojos fue a su habitación a por sus juguetitos según dijo, trayendo dos vibradores, uno con la forma de un pene de unos 18 cms, y ligeramente ancho y otro liso de parecida anchura pero con pequeñas puntas a lo largo de su longitud y luego un bote de nata la cual echó en las tetas de su amiga mientras echaba otro poco en su coño y empezaba a lamerlo después de haber atado a Paula para que se cada vez que sintiese un orgasmo se retorciese sin poder aferrarse a nada, empezó a meterle el consolador con las puntitas por el coño después de haberle lamido toda la nata del cuerpo empezando por los pezones los cuales los tenía duros como piedras hasta acabar en el clítoris, después cogió un poco de gel y se lo extendió por la entrada del culo apretando el otro vibrador allí logrando que entrase primero la punta y luego todo el aparato poniéndolos primero a una velocidad moderada y viendo como a su amiga se le contraía todo el cuerpo de placer pasando posteriormente a velocidad máxima viendo como su amiga tenía un grandísimo orgasmo tensándosele todo el cuerpo y quitándose la mordaza gritando de placer.

Vanesa le quitó todas las ataduras y la mordaza y le saco los juguetes besándola mientras hacía esto ella con sus dedos había estado masturbándose, pero ahora quería correrse con lo que hizo que su amiga le comiese el coño lo que Paula hizo de manera maestra haciendo que llegase a correrse de manera brutal.

Las dos amigas quedaron exhaustas prometiendo volver a repetir la experiencia, se vistieron pero cada una se quedo con las bragas de la otra.

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