Vanesa y yo (1: La cosa blanca)
Mi prima vanesa, iniciandose en el sexo.
Yo estaba sentado frente a la computadora, viendo tonterías, aburrido. Mi madre y su hermana habían salido a comprar los regalos de navidad para la familia, dejándome encargado del cuidado de Vanesa, mi única prima, la única nena de la familia.
No tenía correos pendientes, ni nadie conectado en el Messenger, así que decidí ver paginas pornos. Tenía una larga lista de enlaces contenientes de fotos y videos muy buenos, y como era de esperarse, a la media hora de ver folladas, mamadas, corridas etc., los ánimos me subieron a la cabeza, pero no quería masturbarme.
Estaba viendo un video largo, en el cual salía una chica rubia, siendo follada al borde de una piscina. "que grande es" escucho detrás de mí, era Vanesa, que en silencio había estado espiándome. Mi primera reacción fue correrla, mandarla a jugar en el playstation, pero ella lloriqueó y me pidió que la dejara ver esos videos conmigo.
Acepté, pero con la condición de que no dijera nada. Ella me preguntaba todo, a sus doce años no sabía nada. Que si el por que los negros lo tienen mas grande, por que las mujeres chillan, acaso eso dolía, por que les chupaban los pechos, como hacían esos hombres para orinar blanco.
Yo le expliqué todo, y en el transcurso de ese tiempo, me ponía mas caliente, hablando de sexo con una niña. Ella estaba algo alterada, no comprendía el por qué de muchas cosas, pero yo trataba de explicárselas lo más fácil que pudiese. En cierto momento me preguntó si yo lo tenía tan grande como los chicos de los videos, le dije que no, me dijo que quería verlo. No lo pensé dos veces, me bajé los pantalones y se lo mostré. "pero es diferente" solo dijo eso, yo le aclaré que también ella debía mostrarme, se sonrojó y casi sale corriendo, yo le dije que no tenía por que asustarse, sólo era un juego.
Se subió la falda y me enseñó sus braguitas con figuras de las powerpuff girl, eso me excitó mucho, traté de bajárselas, pero ella no lo permitió. La dejé tranquila y seguí viendo videos. Ella me dijo que la dejara tocarme la pija, con gusto acepté. En ese momento veíamos un video de una adolescente masturbando a dos hombres, para mi sorpresa, Vanesa comenzó a hacer lo mismo. ¿Así es? Me preguntó, lo hacía algo torpe, pero me gustaba.
"sabes, no es el único que he visto, algunas veces me escondo tras los arbustos del colegio, y veo a mis compañeros orinando, pero lo tienen diferente también". Le acomodé la mano para que me hiciera bien el pajazo, me preguntó que si duraba mucho tiempo para que la cosa blanca saliera, le dije que de esa manera no salía, teníamos que hacer todo lo que salía en los videos.
Como pude la convencí de que se quitara la ropa, más difícil fue lograr que me lo chupara, tuve que untarme la pija con ovomaltina para que decidiera hacerlo. Le dije que ahora le tocaba a ella, no quería pero ya sabía como manejarla. Tenía apenas vello púbico, cuando le pasé la lengua, me agarró la cabeza diciéndome que sentía extraño. Armas a tomar, comencé a hacerle sexo oral, ella se mojaba, poco, pero tenía el cálculo de que no me iba a costar mucho metérsela. Yo le había dado una vaga explicación de que era un orgasmo, al rato ella me dijo que había sentido un escalofrío fuerte. Misión cumplida.
Metérsela fue grandioso. Costaba, pero yo paciente, le introducía mi pija lentamente, la besaba en la boca para que no llorara tanto. Era algo incómodo, ella estaba acostada a la orilla de la cama, y yo sobre ella. A todas estas, yo no le había hecho nada en los pezones, entonces comencé a chupárselos, ella ya entendía por que en los videos lo hacían.
"no te muevas tan fuerte, me molesta" yo le pregunté si le dolía mucho, ella respondió negativamente. No lograba aclarar eso, hasta que recordé que ella tomaba clases de violonchelo, y seguro eso le había roto el himen, es decir, estaba acostumbrada a abrir las piernas. Bendita sea la música clásica.
Probamos varias posiciones, en cuatro, ella encima, me lo mamaba, yo a ella. Le gustaba que le lamiese los pequeños y rosados pezones. Ya no aguantaba, tenía que correrme, con tal, ya sabía que podía follarmela todos los viernes mientras mi madre y mi tía estuviesen de compras.
Le dije que la cosa blanca ya venía, para mi sorpresa ella me dijo que quería probar el sabor de la cosa blanca, "pero solo un poco, no como en los videos, no puedo ensuciarme", la engañe diciéndole que a mi me salía poca cosa blanca. La senté y acerqué mi pija a su boca. Ella quiso apartarse al ver que le llenaba toda la boca y chispeaba su cuerpo, mi leche le corría por el cuello. "no voy a quedar embarazada, ¿verdad?" yo le dije que no, pero que debíamos guardar el secreto, "umm, esto sabe raro"."¿Podrias chuparme de nuevo?" "no por allí no, eso duele, no, duele" "suéltame, no debiste echarme esa cosa dentro, ahora vamos a tener un bebé" yo le aclaré que por el ano no quedaba embarazada".
Me vestí, no sin antes revisar que mi filmadora haya grabado todo. Perfecto, ahora tenía mi propio video pederasta. Cuando mi madre y su hermana llegaron, Vanesa y yo ya estábamos vestidos, comiendo helado frente al televisor. Si ellas hubiesen llegado diez minutos antes, mi tía habría visto a su linda hijita mamándome la pija. Ambas madres nos saludan, y mi tía le dice a su hija: "Vanesita, tienes toda la blusa llena de helado, al igual que la cara" ignorante mi tía que eso era mi gran corrida en la cara de su hija.
Cuando Vanesa y su madre se despedían, ella se me acercó y me dijo: "siento como esa cosa blanca se resbala dentro"
Pasaron dos semanas y yo no sabía nada de mi joven amante. Comencé a asustarme. Un viernes, mi madre se despide diciéndome que salía de compras, que su hermana la esperaba abajo, imaginé que mi tía había sospechado algo, y nunca más volvería a estar solo con Vanesa.
Sentado frente a la computadora, tocan el timbre, cuando abro, Vanesa con una amiga del colegio. "ella quiere conocer la cosa blanca". ¿Creen que me negué?