Vanesa, historia de un chantaje 2.

Continúan los problemas para ésta chica. Esta segunda parte es más sexual y espero que eso no os canse o sature pero es necesaria para la tercera parte.

Vanesa se metió en el baño y lo primero que hizo tras cerrar la puerta con el pestillo fue sentarse sobre el inodoro a llorar. Lloraba de rabia pero sobre todo porque su familia vista desde fuera parecía ser muy distinta a la buena familia que ella veía cada día, comenzaba a asimilar cosas y eso le producía un gran desconcierto. Por lo visto el tipo había tenido acceso a su wasap, su FB, sus mensajes sms, su Pc donde lo guardaba todo y a saber cuántas cosas más y eso la hacía sentir completamente desnuda, había alguien que sabía todo lo que ella hablaba en esos sitios y eso era saber mucho. Ahora se daba cuenta de que debió ser mucho más prudente con las cosas que había dicho.

Desde luego que alguien como Antonio supiera tantas cosas sobre ella le hacía más daño que la propia violación que había sufrido. Se miró los pechos y aunque algo rojizos iban volviendo a su color normal y la vagina doler ya no le dolía aunque si le escocía aún. El culo era lo peor, se había cebado con el cachete derecho y era lo que más le dolía.

Era curioso pero si lo pensaba Antonio era un tio que podría llegar a gustarla. Maduro, atlético, alto, bien parecido, educado aunque cruel a veces...y su forma de follarla...parece absurdo pero se dio cuenta al pensarlo que su mano estaba en su vulva, la retiró nada mas verla.

De todas formas era un mal tipo, un delincuente y eso cerró cualquier puerta en su mente. Decidió no hacer nada de momento contra él, esperar y ver las cosas pasar.

Se dio una ducha bastante larga y permaneció sentada en cuclillas en el plato de la ducha, le daba miedo salir, volver a verlo y qué pasaría.

-Vanesa, dijo Antonio golpeando la puerta, llevas más de media hora y me gustaría hablar algunas cosas antes de irme.

-Voy. El corazón de Vanesa volvió a latir deprisa mientras se levantaba, se ponía el batín y suspiraba hondo antes de girar el pomo de la puerta y salir del baño. No se puso la ropa interior, salvo las medias estaba destrozada.

Salió del baño y se dirigió a la puerta del apartamento sin mirar hacia él.

-Vanesa no corras tanto y siéntate frente a mi que aún no vas a ningún lado.

Así lo hizo cruzando los brazos bajo el pecho y perdiendo la mirada hacia los montes que se veían tras el cierre de cristal.

-A ver Vanesa, ábrete el albornoz, me gusta ver a una mujer hermosa desnuda cuando hablo con ella.

-Tio estás fatal. Y dicho eso se abrió el albornoz dejando ver a Antonio sus tetas, vientre y piernas.

-Pues es el sueño de cualquier tio, tener a una mujer desconocida como tú desnuda delante de él y hablar con ella.

-Entonces todos estáis fatal, dijo ella mientras seguía mirando el paisaje.

-Pues si y eso me recuerda a mi sobrino que también está fatal el pobre, tiene 3 años menos que tú, aún no lo ha hecho con ninguna mujer y eso se va a terminar esta misma tarde.

La mirada de Vanesa hacia él era mezcla de furia, sorpresa, incredulidad...

-Oye mira de buen rollo, yo le pago la mejor puta que tú elijas, la más cara o lo que sea pero déjame en paz porque  yo no lo soy.

-No se trata de putas o que yo piense que lo eres cosa que no creo, se trata de que deseo que te lo folles tú y no es negociable. Esta tarde a las seis te lo traigo, te voy a dar una serie de instrucciones.

Vístete con pantalones vaqueros y un jersey porque debes enseñarle a desnudar a una chica como con las que se relaciona él. También le enseñas como desabrochar un sujetador con una sola mano, como calentarte, como besar y por último te lo follas y te dejas follar tanto como el chaval aguante, no quiero que se quede con una sola gota de semen en sus huevos, así tardará por lo menos una semana en pelársela.

Antonio se levantó y desoyendo los "eh...eh...pero qué dices?...joder que no, que no eh?" de Vanesa se dirigió a la puerta. Antes de salir se giró, miró a Vanesa, se acercó a ella y metiendo la mano izquierda por el albornoz la atrajo hacia si, cogió su nuca con la derecha y le estampó un beso en los labios.

Labios que ella automáticamente intentó apartar, incluso trató de separarse de él de un empujón lo que le fue imposible. El continuó besándola mientras su mano recorría su espalda, su cintura, su cadera, su pecho...aún así ella no respondía al beso con lo que pasó a otra táctica. La mano izquierda que acariciaba el pecho comenzó a apretarlo.

-Vanesa, puedo hacerte mucho daño, murmuró él en su oido y, para confirmar su afirmación apretó su pecho con fuerza.

-Ah...ah...ah ah ahaha...joder!!!, fueron los sonidos que salieron de la boca de Vanesa justo antes de rendirse a la evidencia, dejar que sus labios se unieran, entreabrirlos, dejar pasar la lengua de él, responder a sus caricias internas...vamos que fue un morreo del copón.

Entonces se separó, la miró, le sonrió, se giró y se fue por la puerta. Vanesa se quedó de pie con la mano en la cara acariciando su labio inferior. Con la otra mano se cerró el albornoz, bajó la mirada al suelo y una lágrima cayó por su mejilla.

-¿Pero qué me está pasando joder, cómo ha podido gustarme ese beso?. Y dejándose caer en el sofá cogió una copa, se echó una buena cantidad de limoncelo y quedó pensativa mirando el paisaje.

Pasados unos 15 minutos sonó el teléfono interno.

-Si díme...no no, estoy bien solo que como hay poca actividad me he subido a la 101 que sabes que es la que más me gusta para descansar y como el cliente se fue a hacer senderismo pues eso...no tranquila ya bajo.

Vanesa bajó en albornoz por el ascensor del servicio, fue al vestuario del personal del hotel y cogió lencería que siempre tenía en su taquilla junto con otra ropa, total el hotel era como su propia casa. Se puso una braguita y un sujetador lisos color naranja, las medias negras, la falda de tubo, su blusa y la chaqueta.

Eran cerca de las una del medio día asi que bajó a recepción, trabajó hasta la comida, volvió al mostrador sobre las tres y continuó trabajando hasta que una llamada al móvil la distrajo.

-¿Si, dígame?, dijo con voz insegura, sabía que sería Antonio y así era.

-Vane mira, llegaré con mi sobrino sobre las seis como te dije pero nos abres por la puerta de servicio y subes con él a la habitación de esta mañana, ¿ok?.

-Vale como veas, dijo resignada, había tenido la esperanza de que no volviera a aparecer.

Sobre las cinco y veinte dijo a una empleada que la sustituyera, que se iba del hotel hasta el día siguiente. Se dirigió de nuevo al vestuario y se cambió dejando el traje de chaqueta y poniéndose unos vaqueros y un jersey de lana gruesa. Cogió el coche, se marchó pero lo paró en un sitio poco visible cercano al hotel. Se dirigió hacia él andando y cuando llegó abrió la puerta de servicio y se quedó sentada en los escalones de subida, solo quedaban 15 minutos para las seis. No pensaba, solo imaginaba que ya era de noche y habría pasado todo.

Sobre las seis y cinco dieron tres toques en la puerta. Se levantó, respiró hondo varias veces sintiendo que su corazón de nuevo volvía a galopar, siguió respirando hondo ya con el picaporte en la puerta, pensó "va, lo que tenga que ser que sea" y abrió la misma.

Su sorpresa fue mayúscula, un "chaval" de 1.90 de alto y unos 100 Kgrms de peso la miró desde arriba con una sonrisa en la boca.

-¡Ostia si te pareces a la presentadora de las tardes de la Sexta!.

Vaya formas de presentarse pensó Vanesa.

-Vale no se quién es pero si tú lo dices...¿me sigues?.

Vanesa comenzó a subir las escaleras y el chaval lo hizo tras ella con la mirada clavada en los movimientos del culo de ella que no podía evitar estar tan buena como estaba claro.

-A ver chaval, ¿te importaría quitar tus ojos de mi culo?, dijo tras armarse de valor. En realidad no sabía si se lo miraba o no, pero lo imaginaba.

-No miro.

-Vale gracias.

Pero ya lo creo que miró, una cosa así no se ve siempre. Una vez llegaron ella abrió la habitación y la cerró con pestillo por dentro aunque ella sabía que el personal no entraba en las habitaciones hasta la mañana siguiente para cambiar las camas. Ya dentro se sirvió otra copa de limoncello y le dijo al chaval si quería algo de beber, le respondió que no bebía alcohol y que se pillaría una coca del bar.

Ella se sentó bastante nerviosa dirigiéndo miradas furtivas al chico.

-¿Cómo te llamas?.

-Luís, estoy en primero de Bachillerato (mentira, 4º de ESO pero el chaval quería dárselas de machote a sus 16 años recien cumplidos) y tengo novia.

-Ah vale, bien. Pero vamos a ver chico, ¿y te parece bonito quedar con otra teniendo novia?, ¿pero qué os pasa a los tios?, eso no está nada bien.

-Eh que yo he venido a follar eh?, además tú no eres mi madre.

-Bufffffff...va venga, siéntate a mi lado y terminemos cuanto antes.

Luís se sentó al lado de Vanesa y rápidamente comenzó a acariciarle los muslos sobre el vaquero, ella se dejaba hacer y se volvió hacia él poniendo su pecho derecho en su brazo, aplastándolo un poco para que él notase la presión del mismo, su firmeza, su calor. Al mismo tiempo empezó a darle besos en la cara, a lamerle la oreja. Él subió su mano hacia sus pechos y comenzó a magrearlos, a amasarlos.

-Vas bien, dijo Vanesa, con una mujer empieza siempre por arriba, nada de ir directo a la cara interna de los muslos y la vulva, sigue. Y al decir esto le cogió la mano y la dirigió a su tibio vientre. Muy importante el vientre Luis, acarícialo, nota sus ondulaciones, su calor.

-Ostia!!!.

Vanesa le fue guiando la mano más hacia arriba mientras comenzaba a darle besos en la boca, tan arriba que el chaval ya estaba cogiendo un pecho sobre el sujetador. Iba a meter la mano bajo el aro del sujetador pero no había forma.

-A ver Luis, por ahí no va a entrar nunca sin romperse. Pasa tu mano a mi espalda, busca el enganche del sujetador por detrás...¿lo tienes?...vale, con los dedos aprieta en un lado del enganche y con el pulgar el otro...vale muy bien así, ya está suelto y así se abre el suje con una sola mano pero también lo puedes hacer con las dos, es más fácil pero menos sexy...pasa ahora tu mano a la parte delantera que ahora mis tetas ya estan libres, ¿ves?,....así, con suavidad...mmm...eso así....empuja de vez en cuando pero sin apretar demasiado...bufff, así muy bien...ahora...buffff!!!....ahora con el dedo índice haz círculos alrededor del pezón...mmm...muy bien si...acerca la yema al pezón y púlsalo como un botón...puffff....joderrrr!!!.

Para qué negarlo, Vanesa se estaba poniendo a mil y la bragueta del chico parecía a punto de estallar, el sexo no entiende de charlas, amistad y demás, cuando un hombre y una mujer comienzan ya no hay paradas.

-Para Luís, quítame el vaquero, yo te ayudo subiendo la cadera. A Luís le bastó con desabrochar el cinturón, los botones, coger el vaquero por las perneras, tirar e ir dejando poco a poco al descubierto la braguita naranja de Vanesa, los trozos de muslos que no cubren las medias y estas últimas. Vale la braguita la dejamos ahí por ahora, ¿ok?, ahora tira de mi jersey y sácalo por la cabeza. Al hacerlo las tetas de Vanesa quedaron libres y cuando Luís las vio le faltó tiempo para lanzarse a por ellas a comérselas.

-Para para, quédate aquí, voy a la habitación entra cuando te llame.

Vanesa entró en la habitación y cerró la puerta tras ella. UFFFFFFFFFFF, sopló con fuerza Vanesa, estaba a mil. Solo le quedaban ya las bragas que se quitó de inmediato tumbándose en la cama y sacándolas por los pies. Se colocó en la posición del misionero, boca arriba mirando al techo con las piernas flexionadas y abiertas en V. Empezó a respirar rítmicamente para calmarse o no controlaría la situación. Tras cinco minutos decidió continuar.

-¡ENTRA LUÍS!. Tardó cero coma, ni que estuviera tras la puerta. Lo primero que vio fueron los pies de ella, después sus pantorrillas, sus muslos, su cadera, vientre, tetas y por último la cara mirándole a él.

-Ven, acércate a la cama y túmbate a mi lado...así...acaríciame pero recuerda, empieza siempre por arriba...si, así vas bien...mira levántate y ponte a los pies de la cama. Vanesa vio que si continuaba acariciándola en esa postura se correría y ya estaba yendo demasiado rápido.

Luís hizo lo que le decía Vanessa la cual vio por primera vez su pene erecto mirando al techo duro como un palo. La dejó muy pensativa y preocupada, era tan grande como el de Antonio o más. Y por primera vez Luís vio el coño de ella enmarcado en esos preciosos muslos. Era precioso y estaba húmedo e hinchado.

-Vale inclínate y colócate sobre mi pero sin aplastarme, apóyate en tus brazos o los antebrazos, solo te puedes dejar caer sobre mi si te falta el aire pero poco tiempo o me aplastas a mi, eres muy grande y pesado.

Poco a poco Luís fue avanzando sobre ella hasta quedar encima con la punta del glande chocando con la pelvis de Vanesa.

-A ver Luís que te veo algo verde y no encuentras la entrada, te voy a coger  el pene y lo voy a mover varias veces entre los labios vaginales...¿ves?, hazlo tú ahora...mmm, joder!!!.

-¿Voy mal?.

-No no, genial. Una vez pases el...diosss...el capullo entre los labios notarás...buffff...notarás que abajo hay un boquete...aja, ahí, empieza a empujar con el glande....OHJJJ...para para, mejor me abro los labios con mis manos, tu glande es grande...aja, así...empuja empuja...Ahhhjjjjj!!!....no cielo no pares, no es dolor....mmm...empuja más fuerte por fa...

-Es que noto mucha resistencia a ver si te voy a romper algo.

-No no, sigue empujando, duele pero me aguanto, es normal...más fuerte!!!...siiiiiiiiiiiiiiiii...joder entró!!!....mmmm, Diosssss....ahora sigue tus instintos.

Luís comenzó un mete saca lento pero que cada vez era más rápido, Vanesa se mordía los labios y agarraba a las sábanas fuertemente mientras notaba que ya no podía más, se iba a correr y no iba a ser un orgásmo pequeño ni mucho menos.

-¡mmm...mmm...aaaaahhh...ah....OUMMMMM...si....siiii....SIIIIIIIIIIIIIII...me matas, sigue, me rompes, mátame....!!!!

Luís comenzó a sentir los espasmos de la vagina de ella, los de sus muslos y sorprendido vio como ésta respiraba como si le faltara el aire, se arqueaba subiendo el peso de él mismo y se retorcía mientras se quejaba y decía incoherencias. Los espasmos de ella (muchos, decenas) fueron el desencadenante de los de él.

-¡Ostia puta...AGGG...OHH....OHHH....LA PUTAAAA!..

Cayó sobre ella como un saco de cemento. Muertos, encharcados en sudor los dos Vanesa aún se seguía corriendo pues el pene metido en su interior ensanchaba su vagina a tope y aún estimulaba sus zonas erógenas.

-¡Tio…quítate…quítate de encima y sácala por favor!.

Luís se apartó de ella y ambos se quedaron uno junto al otro con sus pechos hinchándose y deshinchándose durante lo menos 3 largos minutos.

-Joder tia, esto es lo más.

-Uffff, no ha sido para tanto. No está mal para un principiante pero me suelo correr más veces y más fuerte. Pero muy bien eh Luís, muy bien (todo eso era pura mentira, había tenido uno de sus mejores orgásmos pero no quería que Luís se creyese nada), vístete me voy a la ducha.

-No no, yo ya estoy deseando follarte otra vez y quiero probar eso de las posturas y mi tio me dijo que hasta que no tuviera ganas.

-Joder, vale pero deja que vaya al baño.

Vanesa se dirigió al baño haciendo zig zags porque sus piernas ni la sostenían, se sentó en el bidé, se abrió la entrada de la vagina y dejó salir todo el semen que tenía dentro y que era bastante dicho sea de paso, de hecho ella nunca había visto tanto. Seguidamente se lavó con gel tanto por dentro como por fuera, se colocó sobre el chorrito orientable y dejó que el agua tibia le lavase bien la vagina por dentro. Estaba muerta y la idea de tener más sexo comenzó a repugnarle, sus hormonas de la lívido una vez satisfechas con el orgasmo la habían tranquilizado bastante y sus ganas de sexo eran 0. Una vez se secó salió y se dirigió a la habitación.

Cuando llegó se quedó de pie en la puerta, era increíble ver ese cuerpazo perlado por el sudor. Sus piernas parecían columnas, su vientre era delicioso y sus tetas tenían el tamaño perfecto. Luís esperaba tumbado en el centro de la cama mirándola.

-Hazme una mamada.

-Eso me da mucho asco, ¿quieres que te vomite encima?.

-Tú ven aquí y ya veremos.

Suspirando y de mala gana Vanesa se acercó a la cama, se sentó y cogió el pene del chaval. La verdad que le encantaba, era demasiado grande pero a ella le pareció bonito. Comenzó agarrando el pene por la base y dándole besitos en el glande, Luís flipaba y se tensaba por momentos. Siguió dándole lametones como a un helado y cuando ya lo vio casi a punto comenzó a frotar el pene en toda su extensión arriba y abajo.

-Joder tia como te lo montas....sigue...aaah....sigue...oye trágatelo todo eh?.

-¿Quueeeeeee?, ¡no jodas!.

-O te lo tragas o llamo a mi tio y digo que no estás cumpliendo, tú misma.

Vanesa le miró desafiante para después seguir frotando y comenzar a intentar meterse el glande en la boca cosa nada fácil. Tras varias frotadas y con el glande ya dentro de la boca la chiquilla empezó a tener arcadas que controlaba más o menos bien.

Pronto sintió un espasmo seguido de un chorro de semen directo a su garganta que, como pudo tragó poniéndose después a toser, cosa que no ayudó a que el siguiente chorro pasase con lo que se quedó en su boca y tuvo que tragarlo entre arcadas, siguieron tres chorros más que tragó como pudo y por fin ningún espasmo más.

-Ostia puta que mamada tia!!!.

Vanesa no se enteró de lo último, estaba devolviendo en el suelo entre fuertes arcadas que tensaban su vientre a tope y encogían su cuerpo con violencia.

-Buagggg que asco...te lo dije cabrón!!!, ahora toda la boca me sabe a semen.

-Coño ahora si que me has tocao la moral, súbete a la cama y ponte a cuatro patas.

¿Pero ese chaval no tenía fín o qué?, estaba ella como para un polvo más.

-Mira mejor otro día, estoy molida y no creo que tengas queja si como dices me parezco a esa presentadora.

-Sube y ponte a cuatro patas.

Tras un rato en silencio mirándo al suelo como ida, Vanesa se levantó, fue al salón, se tomó otro limoncello para limpiarse la boca y regresó desafiante.

-Vale venga, dijo poniéndose a cuatro patas, empieza cuando quieras no aguantarás mucho.

Al ponerse tras la grupa de Vanesa, Luís se sintió muy atraído por la belleza de ésta. Además era la primera vez que veía un coño tan cerca y en la realidad, así que se agachó y comenzó a acariciar el culo, los muslos, a tocar la vulva, el vello púbico, la entrada de la vagina...el ano que ella contrajo rápidamente seguido de un "ni se te ocurra chaval, ni se te ocurra".

-No si por ahí no puede entrar nada eso ya lo se. Ella pensó para si "inocente". Qué suave es todo esto y que mojado está.

Vanesa empezó a sentirse incómoda, manoseada, observada. Y aún más cuando notó como uno de los dedos de él se introducía en sus entrañas, se sentía como en un ginecólogo. Al mismo tiempo ese dedo pasó varias veces por su punto G lo que la provocó ligeros espasmos de placer que procuró no se notaran, esta vez no quería que él se diera cuenta de sus sensaciones, quería que acabase ya.

Sin embargo Luís llevado por la curiosidad abrió la entrada a de su vagina con las yemas de dos dedos para verla bien por dentro estirando todo lo que pudo.

-Ostia que chulada, es como una cueva roja y mojada por dentro.

-¿Quieres hacerme el favor de penetrarme ya y terminar?, gracias.

Luís se cogió el pene con la mano derecha mientras con la izquierda se apoyaba en el culo de Vanesa y lo colocó a la entrada. Fue empujando despacio viendo como iba abriendo la entrada de la vagina.

-Uuuuuufffff...lleva cuidao que duele.

-Tranqui, mola como va apretando el capullo al entrar.

Tuvo que usar bastante fuerza para meterlo y que Vanesa se echase hacia adelante de vez en cuando instintivamente para evitar la entrada de algo que le daba dolor no ayudaba, con suerte y bastante esfuerzo de él empujando y ella aguantando, el glande entró completo. Esta vez Vanesa si que notó como si las entrañas se le rasgasen por dentro como si algo andase entre sus tripas separándolas conforme entraba, así que optó por ponerse la almohada bajo el pecho y la boca lo que elevaba su culo al máximo, morderla y emitir "MMMMMM" a cada golpe de cadera del chico y que este no supiera si eran quejidos de dolor o placer.

Y ésta vez por desgracia para ella él ya no terminaba tan rápido, así que el CHOP...CHOP....CHOP....CHOP del bajo vientre del él chocando con el culo y los muslos de ella...seguidos de los MMMMM...MMMMMM....MMMMMM se prolongaron durante 15 eternos minutos en los que los pechos de Vanesa aún semi apoyados en la almohada no dejaron de mecerse violentamente a atrás y adelante hasta que Luís le pidió que levantase el tronco para apoyarse en su espalda, cojer con fuerza sus tetas (a lo que siguió un tremendo "AAAAAAH...BUFFFF") de dolor de Vanesa y empezar a eyacular dentro de ella.

Ambos cayeron extenuados sobre el colchón y así permanecieron un tiempo indeterminado.

-Toc toc, ¿molesto?.

Ambos miraron con sorpresa a la puerta y allí, mirando la escena, estaba Antonio apoyado en el marco.

-¡Ostia tito!, yo ya me iba.

-Si, mejor que así sea pero antes dime, ¿te quedan ganas de hembra?.

-No no, estoy muerto yo me voy.

Y así lo hizo cogiendo sus ropas y saliendo del dormitorio.

-¿Y tú Vanesa cómo estás?.

-Reventada, me duele todo y tengo sueño, ¿desde cuándo estás ahí?.

-Aquí unos 5 minutos, pero he visto todo en el coche con la tablet, si miras bien aquel osito tiene una cámara de alta resolución. ¿Sabes que habéis estado follando desde las 18.25 y son las 21.55?, eso hacen 3 horas y media. Y la primera hora la has disfrutado guapetona, está grabado.

-Eres un cabrón y un pervertido, dijo entre hipidos comenzando a llorar.

Antonio se acercó a la cama, se sentó al lado de ella y comenzó a acariciar su pelo y sus mejillas.

-Anda toma esta pastilla, con ella no te quedarás preñada, dijo tendiéndole la misma y un vaso de agua. Ella se semi incorporó quedando de lado y Antonio no pudo evitar mirar sus pechos, su vientre, sus piernas y sentir el olor a sexo que desprendía. Cada vez deseaba más ese cuerpo tan hermoso como resistente a los esfuerzos a los que la sometía.

-Eres una niña en el cuerpo de una mujer y siento haber lastimado a la niña pero no a la mujer, ¿me comprendes?.

-Creo que si, te gusta forzar mi cuerpo pero no dañar mi mente o algo así, ¿no?. Te doy lástima ahora pero no hace media hora cuando me follaba tu sobrino, ¿no?.

-Algo parecido.

-Pues eso no te hace mejor ni más bueno, ¿lo sabes no?.

-Si cielo, imagino que así es. Descansa tranquila que nada te ocurrirá a ti o a los tuyos de momento, te has ganado un descanso.

NOTA: gracias a Ana sin la que no podría haber descrito las sensaciones de la prota, besos.