Vamos a darle una lección 2 (reunión ejecutiva)

El presidente de la compañía sigue demostrando su poder con el uso de su esclava

  • Espera, zorra esclava.

Ella se detuvo de inmediato en espera de las nuevas órdenes de su amo.

  • Antes de ir a prepararte para tu castigo a casa. Tienes que trabajar un poco. A ver si crees que estás aquí solo para mover ese magnífico culo de zorra

  • Esta esclava sólo vive para lo que su dueño quiera hacer con ella –contestó la mujer con la sumisión que se esperaba de ella, mientras alzaba de nuevo su redondo culo exponiendo sus orificios por si su propietario quería utilizarlos de nuevo.

  • Convoca una reunión directiva –le dijo el hombre, mientras su subordinado seguí sudando frente a él, después de la demostración de poder que había presenciado.

No llegó a salir de la antesala del despacho, ni siquiera llegó a ponerse de pie. De rodillas aún descolgó el teléfono y pulso la tecla de mutillamada del teléfono que había en la mesita. Funcionaba de forma simultánea en los despachos de los cuatro ejecutivos más importantes de la empresa.

  • El  Presidente les convoca a una reunión urgente en el despacho del director de ventas –dijo y colgó. Luego volvió a arrastrarse hacia el despacho. No dijo una palabra, llegó hasta donde se encontraba sentado su amo y pego el rostro a su paquete. Así esperó.

El primero en llegar fue un hombre cetrino y con traje oscuro que se identificó el Director Ejecutivo. Si se sorprendió de verla en esa posición no hizo ningún signo externo de ello. Estrechó fuertemente la mano de su señor y se llevó la suya levemente a los labios. Luego la pasó por el expuesto culo de la esclava. Ella se preparó para algún comentario de menosprecio de su amo que dejara clara su condición, como había hecho en otras ocasiones, pero este no llegó. El hombre se limitó a sentarse junto a su amo. Ella quedó entre ambos

  • Buena secretaria te has buscado- dijo el hombre- Si puede esperar así es que está bien adiestrada

Su amo pateo ligeramente su culo y ella supo que tenía que agradecer la cortesía.

– Si desea algo de esta esclava, estaré encantada de complacerle con el permiso de mi amo, dueño y señor- El amo sonrió.

El Director Ejecutivo negó con la cabeza. Y miró a la mesa donde estaba la cafetera. Su dueño comprendió el deseo y sin miramientos pateo su culo haciéndola caer de bruces.

  • No todo va a ser placer. Trabaja un poco, ponnos unos cafés mientras llegan los otros. Marcos, el director de ventas, se había levantado para servir los cafés pero volvió a sentarse en silencio.

Miró a su dueño que se encogió de hombros. Ella se arrastró hasta la mesa y de rodillas sirvió los dos cafés.

Luego, avanzó de rodillas y se colocó entre  los dos hombres Sabía que estaban allí para una reunión o algo parecido de la que iba a ser protagonista su propietario. Y sabía que a ella le tocaría servir de entretenimiento. Al parecer, por lo que había comentado en el coche, había comprado el día anterior una nueva empresa y tenía que discutir cosas sobre la operación.

La puerta se abrió y una joven entró en la estancia. Era pelirroja y tenía ese caminar rápido de las personas que están trabajando. Se detuvo un instante  al observar a la mujer arrodillada con la bandeja. Pero tampoco dijo nada. Ella llevaba un collar ajustado a la garganta. Sabía lo que era ser esclava.

  • Parece que hay un problema en marketing. La Directora se retrasará un poco, con su permiso- Habrá un pequeño retraso. – dijo sin apenas entrar en la estancia y luego cerró la puertas de nuevo.

  • No importa –afirmo el Amo- y la miró fijamente. Esta puta se encargará de entretenernos- De que no nos falte de nada.

  • Espero que así sea - fueron las primeras palabras que dijo el otro hombre- Supongo que nada quiere decir nada.

Ella comprendió lo que pasaba antes de que el hombre del que era propiedad respondiera. Ella era esclava del Presidente y el Director Ejecutivo era su socio. Ahora le pedía a su dueño una participación en su esclava para entretenerse en la espera.

  • Por supuesto - dijo el hombre que la dominaba.

Parada, arrodillada frente a su dueño Ella pensó en cuántas mujeres compartirían esa situación de sumisión.

  • Una buena secretaria debe saber usar la boca, supongo Dijo su Amo

La frase del hombre fue suficiente. Se arrastró de nuevo entre sus piernas y comenzó a bajar la cremallera del pantalón. Hurgó con ambas manos en el calzoncillo hasta que extrajo el miembro erecto y lo introdujo directamente en su boca. No comenzó a succionar y se limito a mantenerlo dentro de su garganta lo que hizo que el amo se impacientara.

Con una mano sujetó a la joven de la cabeza y la hizo hundirse la polla en la boca

  • ¿Qué pasa? ¿Acaso tu amo no te utiliza?

La joven comenzó a succionar. Él se recostó en el respaldo disfrutando a la vez de las manos de la mujer acariciando sus huevos y la boca de la esclava prestada.

  • Contesta - exigió a la joven-

Ella lo intentó y farfulló algo con la tranca del hombre creciéndole en la boca. Luego la sacó y comenzó a lamerla y besarla para poder responder sin dejar de darle placer

  • No así.

  • ¿Que quieres decir, Soy tu dueño y te uso como se me antoja?

La muchacha deslizó su lengua desde los huevos hasta el glande al tiempo que mantenía las pelotas reposando sobres sus manos.

  • Pero hasta ahora no en público, mi señor.

Ella se dio cuenta de que la puerta de la estancia había quedado entornada. Varias personas cruzaron por delante sin reparar en la escena, pero cualquiera podría volver la vista ocasionalmente y contemplar la mamada que estaba dedicando a su señor.

Entonces comprendió el porque de su presencia allí. El porque del servicio que la estaba ofreciendo a su amo y al Director. Era una demostración de poder, pero no sobre la joven, sino sobre toda la empresa y en especial sobre Marcos.

  • Supongo, que también la habrás enseñado a usar esto – la mano del otro directivo acariciaba sus cachas expuestas. Un dedo penetró en su ano, aun dilatado por la enculada con la que su dueño había demostrado ante Marcos quien mandaba sobre ella.

  • Aprovéchate, se lo he abierto hace un rato ¿verdad, Marcos?

Ella siguió aplicándose en cuerpo y alma al disfrute del hombre. Su boca volvió a devorar la verga. El hombre, sentado y relajado, no hacia nada y era ella la que tenía que mover el cuello adelante y atrás para satisfacerle. Sus labios presionaban sobre la piel de la tranca y levantaba sus tetas para frotarlas con los huevos del hombre.

  • No seas desagradecida, puta –le dijo su amo- Mi socio te está ofreciendo el honor de encularte, no lo desprecies.

Ella no abandono la poya de su señor, pero se levantó, abandonó la posición de rodillas, para quedar en escuadra con la poya de su propietario en la boca y el culo presentado y ofrecido a su socio. Para demostrar que realmente lo ofrecía utilizó las manos para apartar sus cachas y mostrar su agujero.

Sólo un segundo se detuvo. Todo ocurrió muy deprisa, escuchó el sonido de una cremallera al bajar y un instante después sintió la tranca del Director Ejecutivo en sus entrañas y sus manos enseñoreándose de su culo y palmeándolo rítmicamente. Tras tres o cuatro acometidas se detuvo

En ese momento el hombre el que pertenecía apartó la verga de su boca y ella que la persiguió ávida.

  • Quiero ver ese culo moverse -exigió-

La joven volvió a devorar la tranca y comenzó un cadencioso movimiento que la hacía empalarse en la tranca del hombre que la enculaba cuando se movía hacia atrás y clavar en su garganta la poya de su dueño cuando se movía hacia adelante. Un péndulo el perfecto para el placer de los dos hombres

El Director Ejecutivo comenzó a acariciar suavemente las cachas con una mano deslizando en cada pasada un dedo por la raja del culo hasta llegar a su propia verga introducida en el agujero. Ella, bien adiestrada, permanecía en movimiento y no lo rompía pesa a los ocasionales cachetes que el socio de su amo le propinaba. Su atención seguí puesta en que su amo ordenara una nueva más placentera de utilizarla.

En ese momento entró el Director de Operaciones que contempló la escena y fingió no inmutarse

  • Veo que habéis encontrado entretenimiento - comentó con una sonrisa demasiado amplia para ser algo más que envidia y mirando de reojo a la esclava

  • El presidente se ha buscado un buen culo –dijo el socio y para corroborarlo descargó dos cachetes sobre él y empujó de forma brutal, clavando la verga del amo en su garganta y forzándola a romper un momento el ritmo, que recuperó al instante mientras su lengua seguía complaciendo el glande de su propietario- Se ha buscado usted un culo de primera. No querría perdérmelo.

  • Venga Marcos –dijo de repente el Amo al director de Ventas- Que te haya prohibido los agujeros de mi zorra, no implica que no puedas entretenerte un rato- Luego sujetó a la mujer por el pelo y la hizo levantar la cabeza hasta que quedó frente a él – Y tu usa el coño para tu amo, que ya va siendo hora.

Ella volvió a colocarse en escuadra pero en esta ocasión ofreciendo el culo a su dueño. Había recibido una orden y la cumplió. No importaba que la salida de la verga de del Director Ejecutivo hubiera sido brusca. En cualquier caso, el ardor y los jugos que comenzaban a inundarla minimizaban el dolor.

Ela misma posición que antes, ofreciendo el culo al amo. comenzó a menear las caderas delante del hombre. Extendió una mano hacia atrás agarró y comenzó a menear la polla para que al amo no tuviera que hacerlo. Poco a poco la esclava acerco sus soberbias cachas a la verga del hombre hasta que comenzó a frotarlas contra él. Los otros dos hombre miraban. Marcos se había acercado también.

El amo extendió una mano y la obligó a doblar la espalda hacia adelante. Ella lo hizo, pero en el intento de mantener el culo pegado a aquella polla que le exigía placer hubo de apoyar las manos en el pecho del Director Ejecutivo. Abrió un poco más la piernas. Esa posición le resultaba a dolorosa y excitantemente conocida.

  • Haz los honores, pequeña - le dijo su propietario, mientras la sujetaba de las caderas y la atraía hasta su verga hasta que esta estuvo dentro de su coño- Pero no te olvides de los otros asistentes a la reunión, perra –has de ser buena anfitriona

  • Por supuesto mi amo- ¿Quiere el Señor Director Ejecutivo permitir que la boca de esta perra se encargue de su poya? –ofreció ella sumisa. El hombre soltó una sola carcajada y se acercó al brazo del sillón.

Mientras ascendía y descendía para hacerse follar por su propietario abrió la boca ofreciéndole su interior al Director ejecutivo, que, después de hacer que persiguiera su verga durante unos instantes, mientras le golpeaba con ella en los labios y el rostro, dejó que la succionara y se la introdujera en la boca para darle placer

  • Anímate, Marcos, -dijo el hombre mientras estrujaba desde la espalda las tetas de la mujer que se estaba esforzando para follarle-  esta mala puta tiene manos y también sabe usarlas. El Director de Ventas se acercó al otro brazo del sillón

  • Buena idea- dijo el socio al tiempo que sujetaba la cabeza de la esclava de su amigo para que mientras el tenía la poya encajada en su garganta ella lamiera su bálano con la lengua

Estaba claro que era una esclava domada porque en cuanto Marcos se acercó al sillón metió la mano en su cremallera para seguir manteniendo estimulada la verga, la saco al exterior y comenzó a menearla, mientras su propietario apretaba su culo con las manos exigiendo un ritmo mayor al coño se hacía follar por él.

  • No me gustan los retrasos- se dirigió el Presidente al Director de Operaciones que aún no participaba mientras acrecentaba el ritmo con el que se follaba a su esclava- ¿Dile a la puta de marketing que venga ahora mismo ¿Entendido? Todos deben ser igual de diligentes que este coño que me estoy tirando.

Por un instante, ella dejo de lamer la poya del directivo y se dirigió a su amo, al hombre al que pertenecía y que la estaba usando para el placer propio y de sus amigos y socios

  • Esta puta esclava le ruega a su señor que le deje correrse.

  • Hazlo, pero como dejes un solo instante de servirnos sabrás lo que es bueno.

Y así mientras acentuaba el ritmo de su cabalgada sobre la poya del amo, mientras lamía con velocidad el glande de su socio y mientras apretaba sus dedos en torno a la verga de Marcos, para demostrar a todos que no iba a desfallecer en su obligación de esclava de complacerles, la mujer sintió su orgasmo y lo disfrutó sometida a las exigencias de tres hombres.

Y la reunión aún no había comenzado.