Valis y N (5)

El club Guerrières de sexo competitivo organiza la revancha entre N y el gran Kool Giorgio.

5

-Bienvenidos de nuevo a Bizarre TV, la emisora de sexo competitivo, retransmitiendo desde el Axel’s la gran revancha entre nuestro campeón, Kool Giorgio, y la sorpresa de la temporada, la rubita de manos de porcelana, de dedos de dinamita, y con nosotros su descubridor, Mr Axel Reed. Buenas noches Axel.

-Que tal Greg, un placer.

-Cuéntanos, se dice que has tenido a tu pupila entrenando con las pollas más duras del Estado y la has convertido en una letal máquina de ordeñar.

-Oh, todo mentira, amigo, es puro talento natural, te aseguro que sigue siendo simplemente igual de buena. Y va a demostrar que en el combate anterior la decisión de los jueces no fue justa. Giorgio no puede con ella. Nadie puede, Greg, créeme, es la mejor, te lo aseguro.

-Os habéis reunido con el equipo de Giorgio para pactar las reglas de esta noche, y se dice que la reunión duró toda la madrugada.

-Vamos, vamos, simplemente había que atar cabos. A la cría le hace ilusión quitarle la bata al campeón ella misma, no veo por qué iban a negarse. Giorgo es un gran tío. Sabía que acabaría aceptando.

-Y que hay de la postura?

-Bueno, bueno la chavala no tiene experiencia en esto, consideraba que de rodillas era humillante, pero es parte de la tradición en este show, no es así Greg? Las chicas de rodillas, con la cabeza a la altura del miembro, aunque en categoría tekoki no esté permitido usar la boca.

Primero presentan al referee, un viejo conocido de la casa. Luego los combatientes hacen su aparición al mismo tiempo desde extremos opuestos del escenario. KG lleva su vestimenta clásica, pero la rubia imanta todas las miradas. Todo su largo, pálido y elegante cuerpo ha sido maquillado de un polvo que refulge bajo los focos, su pubis está minuciosamente recortado y rasurado en forma de V invertida, alrededor de su tobillo izquierdo centellea una cadenita dorada y otra más larga a juego se bambolea uniendo sus puntiagudos pezones, atravesadas por dos delicados aros de metal. Una estrecha cinta de cuero le aparta los rizos de la frente y sobre la aleta de su nariz descansa un minúsculo brillante. Su andar conserva sin embargo la ingenua torpeza de una debutante, quizá algo tensa por la exhibición integral de su cuerpo, y sus manos, quizá demasiado grandes parecen molestarle. No obstante se acerca a Giorgio con determinación y se planta ante él con una sonrisilla burlona.

-Hola hombrón, mira que guapa me han puesto. Estaba deseando que me vieses. Te gusta? Han estado dos chicas tres horas recortando pelito por pelito.

Y al decirlo echa adelante la cadera y se abre los labios con un dedo de cada mano. Un flash destella sobre las pupilas de Giorgio. Dentro está sonrosada y brilla como un caramelo. Suelta inmediatamente y se encoje de hombros avergonzada, como si acabasen de sorprenderla en una travesura. El árbitro los reúne y recita las reglas. Ella lo ignora y con el dedo meñique arqueado hacia arriba le desanuda la bata. Planta las manos sobre su pecho velludo y las desliza torso abajo. Giorgo gruñe. No habían pactado contacto físico de cintura para arriba, y menos antes de lanzar el cronómetro.

-Mira su paquete Axel, parece que nuestro campeón siente debilidad por tu niña. No se le puede recriminar. Menudo cuerpazo. Si midiésemos al público masculino de esta sala podríamos alcanzar suficiente distancia como para salirnos del estado. Y esos aros, Axel, cuenta, le dolió mucho?

-Se los puso ella, Greg. Le cogió la taladradora al tío de los piercing, se mojó con saliva y clac, clac, se los hizo los dos de un golpe. Se mordía la punta de la lengua, eso es todo. No pareció dolerle mucho. Es una chica dura, si tuviese más tetas hubiera seguido. Luego cuando se los unimos con la cadenita me pidió que tirase para ver si había quedado recia. La agarré con cuidado y tiré hacia arriba hasta que sus tetitas se izaron en el aire. Entonces sabes lo que hizo? Te lo cuento más tarde que esto arranca.

Está tanteándolo, no tiene prisa, busca su punto débil mirándolo a los ojos. Exprime la sangre hacia la punta forzando la erección, y aprieta suave pero lo bastante para tenerlo siempre en tensión, siempre friccionando la palma de su mano. Lo agarró por arriba y la erección lo empuja a levantarse pero ella no lo permite, lo mantiene apuntando para abajo sin dejar de bombear, explorando al mismo tiempo en las zonas blandas con las yemas de los dedos. Giorgo ya está grande como un asno, creo que ya está al máximo. Mira lo que hace con la mano libre, se está tocando y unta su propios fluidos sobre la polla de Giorgio. Esa chica es un diablo. Y además le susurra algo.

-Te gusta así grandullón, te gusta verdad? Y así rápido? A mi... ghh... también... me da... mucho gustito... mira como estoy de empapada... estoy chorreando, grandullón... voy... a correrme contigo...

-Ahora un flip flap, ahora un caño a dos manos, ahora un molinillo, ahora un capuchón infernal, ahora una batidora, dios, que repertorio, Axel.

-Todo intuitivo Greg, todo corazón, esa chica nació para exprimir.

-Que le pasa a Kool, Axel? Donde va su aplomo? Está tirándole del pelo. Es ilegal.

-Está fuera de si, Greg, mi chica lo está machacando y lo sabe, va a reventarlo como un globito de niño.

-Demos un voto de confianza al campeón, ha salido de situaciones difíciles. Recuerdas su dos contra uno con las brasileñas de voley playa, aguantó 10 min con cada una y otros 10 a cuatro manos, y menudas manos, Axel.

-Eres un machote. Te voy a hacer una cosa que te va a gustar mucho. Aguanta, eh, te soplo un poquito? ahí? te gusta ahí? aguanta, aguanta que tenemos que corrernos juntos. Descansamos un poco, si? No!! deso... ghhh, nada... así fuerte es como más te gusta, ghh... fuerte... fuerte... fuerte....

-Mira como la baten las tetitas, se le van a caer del pecho.

-Creo que antes le arrancaría la polla. Sabes la fuerza que tiene en las manos? Es increíble, la ves así delgaducha y te aseguro que tengo que emplearme a fondo para ganarle un pulso. Puede arrugar una lata de cerveza con la mano izquierda, lo he visto.

-Con todo pasamos el ecuador y KG sigue ahí, gimiendo pero aguantando. Eso a ella le encanta. Pelea contra el mejor y está dispuesta a reventarlo...

...ei, la rubita juega sucio. Dos dedos al escroto, justo en la comisura del orificio anal. Lo frota con una fe furibunda, como si frotase la lámpara mágica. KG se retuerce como una boa constrictor. Está descompuesto...

...oh, de nuevo un molinillo infernal, está girándolo como un torbellino sin dejar de bombear. La polla de KG parece un patinador sobre hielo cuyos perfiles desaparecen en la vorágine de un torbellino. Puede hacerlo mientras continúa bombeando sin perder un ápice de precisión. Dios, Axel, es una fiera.

-Ashiii, ashiii, te gusta, te gushta, eh grandote, te gushta, verdá, espérame, eso, grandote aguanta, espérame, espera, ah, ah, ahhhh, ahhh. Masss, masss, mas-mas-mas-mashhh, aaaahhhh.

En la pantalla gigante parpadea el 8:33, el mejor registro contra Kool Giorgio en la historia del club. Los apostadores que confiaron en N se han puesto en pie y levantan los brazos, eufóricos, blandiendo sus apuestas ganadoras, comandando a gritos nuevas rondas. Sobre el escenario N y KG parecen aislados dentro de una urna, ajenos al barullo. Recogiéndosela en la cuenca de las manos, N posa sus labios sobre el dorso de su voluminosa víctima y la deja caer. La masa fláccida se desploma inerte y escupe un último hilillo lechoso. N se incorpora con dificultad e ignorando a los curiosos que buscan sus primeras reacciones, levanta con un dedo la barbilla de un desmoronado Kool Gorgio. Lo mira con los labios apretados y las cejas arqueadas, encogiéndose de hombros. Toma una de sus grandes manos y se limpia con ella a modo de toalla íntima de un solo uso.

Después se giró y con la cabeza inclinada saludó con una mano como si fuese a tomar un avión y su familia hubiese acudido a despedirla. Axel se recostó en el sillón de brazos y desde la cabina de control elevó la copa de espumoso hacia ella, que contestó con una fresca sonrisa de triunfo.

Desde la audiencia, Valis se levanta zafándose del abrazo de la hôtesse africana. Apenas reconocía ya a su chica, el coño depilado, las tetas taladradas, limpiándose la raja con la mano de ese culturista. Quizá habían ido demasiado lejos.