Valis y N 2 (cont)

Valis ha convertido a su novia en una máquina y comienza a preoduparse por ello...

N levanta el extenuado miembro de Valis por la piel del dorso, como si fuese un gatito, y le frota los morros contra su nariz respingona, como una tierna mamá esquimal. Lo besa y lo achucha, dispuesta a protegerlo y educarlo, a mimarlo e instruirlo para que crezca sano y robusto bajo su influencia. Está tumbada en su lecho, notando su peso sobre las costillas, su aroma corporal intoxicándola con cada aliento. Valis no dice nada, trata de permanecer hermético. Cuando las fuerzas le fallan se deja caer hacia delante y clava los puños en el colchón, a los lados del rostro de N, como si quisiera encerrarla con los brazos y emparedarla con su pecho. Intenta permanecer mudo pero N sabe que nadie ha podido llevarlo tan lejos. Sólo sus dedos pueden volver a ponerlo duro, hacerlo escupir una y otra vez, porque adoran convertir aquel sedoso gatito en una descomunal fiera. Y mientras le estampa un beso aparentemente ingenuo su mano libre ya hizo presa en el nervio adecuado, y el gato ruge y se levanta poderoso, dispuesto a la lucha. N lo exprime una vez más y por primera vez desde que está bajo su protección le escucha decir

-No puedo más

La pupila ha superado al maestro, que se desploma sobre ella y rueda a un lado para no aplastarla, tapándose la cara.

-Te rindes?

Valis, abre la boca pero no llega a decir nada. N alcanza la toalla y se seca los largos antebrazos y, minuciosamente, la espuma entre los dedos.

-Crees que estoy preparada para Kool?

Valis se descubre la cara y clava una mirada metálica en su pupila. Por primera vez desde que N lo conoce parece alterado.

-Eres una bestia. Es inconcebible como una criatura celestial como tu, con esa naricita respingona, con ese encogerse de hombros como quien jamás rompió un plato, se transforma en un animal en cuanto se te acerca una polla. Naciste para esto. Cada segundo de tu vida que no dediques al sexo es tiempo perdido. Y tú pareces poder dedicarlos todos. No te cansas nunca.

N aprieta los labios, como disculpándose, y asiente con la cabeza. Arroja lejos la toalla y se gira hacia su novio-entrenador, acercándole la botella de agua.

-Val, cariño, escucha una cosa.

Valis se incorpora, vacía medio litro de agua en su garganta y resopla por la nariz.

-El dueño de Guerrières , el rubio.

-Axel Reed?

-Ese. Me ha hecho una propuesta. Quiere prepararme para la liga profesional de tekoki.

-Prepararte? Qué significa prepararte?

-Pues dirigir mi entrenamiento, enseñarme técnicas nuevas. Tiene un arsenal de aparatos en su local.

-Quiere que se la menees diariamente, no?

-Oh no Val, me contrataría sparrings. Esa gente son profesionales, no se involucran emocionalmente, ni siquiera tienen derecho a tocarme.

-Tienen? Ya está todo hecho, verdad? - interrogó enroscando el tapón y lanzando la botella al suelo.

-N saltó de la cama y brincando sobre la punta de sus pies blancos regresó con su portátil, se acurrucó contra su chico y conectándose a la red tecleó All-Japan pro-tekoki league . Navegando con soltura por los menús pinchó en highlights de matchs recientes.

Primero glamurosas presentaciones con sintonía y confeti, bamboleantes cheerleaders con pompones, strippers masculinos y corredores de apuestas con gruesos fajos de billetes. Después una cuenta atrás jaleada por el enardecido público y un silbato que da comienzo a las hostilidades. Cronomarcador y pantalla gigante con primeros planos a cámara lenta. Penes torsionados y enrojecidos, criaturas de rostro angelical con manos de levantadora de pesas. Hombrones curtidos gimiendo como damiselas, y chiquillas huesudas de piel lechosa exprimiendo como si les fuese la vida en ello, y chillando más fuerte que sus musculosas monturas al alcanzar el objetivo.