Valhala
Crítica social al consumismo y capitalismo actual, que condiciona incluso las relaciones actuales, cargándose la crisis por consiguiente, hasta los matrimonios de toda la vida, parejas florecientes con futuro, llegada a una edad las chicas, sin trabajo, ni te miran, experiencia personal...
Valhala
Me levante como todas las mañanas para ir al colegio, yo siempre me lo tomaba con calma, pero nunca llegaba a entender porque mi madre siempre se ponía tan nerviosa, que a su vez hacia ponerse nervioso a mi papa, provocando discusiones sin sentido, entre él y yo.
Mi padre me acompaño hasta la puerta de la escuela como siempre, me dio un beso con los ojos llenos de lagrimas, es que era muy sensible o eso me decía mama, cuando le preguntaba y siempre se volvía por el camino contrario a casa. Cuando le preguntaba a él, me decía que iba a buscarse la vida, yo no lo entendía, porque vida ya tenía.
Normalmente no prestaba mucha atención en clase, pero la profesora me llamo:
-Pedro, ¿Qué es para ti el Valhala?-
Me levante y conteste:
-No sé, señorita-
-Está bien, siéntate, ¿alguno lo sabe?-
Todos los demás alumnos dijeron claramente lo que era él, Valhala, sin embargo, ninguna explicación lleno a la señorita lo suficiente como para dar el tema por zanjado, es más, como rara excepción mando esa tarea a casa.
-Preguntadle a vuestra familia que es y mañana, lo diréis en clase-
Cuando salía del colegio siempre estaba mi padre, con su sonrisa, algunos padres se apartaban de él, porque decían que olía mal, pero él decía que era algo normal, si su trabajo apestaba que querían, que hiciera. Íbamos juntos hasta casa, mientras él me hacia reír sin parar, contándome anécdotas tontas y jugando conmigo.
Al llegar a casa, siempre comíamos mi hermana mayor primero y luego yo, luego de lo que sobraba, comían mi madre, mi padre y mi abuelo, cuando preguntaba, cada uno me decía una cosa.
-Primero comen los que tienen que crecer- (Madre)
-Yo no tengo hambre, además en mi trabajo como, siempre algo- (Padre)
-Como sois mis invitados todos, el ultimo en comer, soy yo- (Abuelo)
Generalmente hacia la tarea con mi madre, que era la que más interés tenía en que la hiciera, mi hermana la hacía sola y luego se iba con sus amigas, mi abuelo se dedicaba a ver la caja tonta que según decía él, tenia mas años que él, la veía todo el santo día, porque ya estaba mayor y mi padre, volvía a ir a ganarse otra vida, ¿Cuántas vidas necesitaba? La verdad no lo sé.
Como mi hermana y mi padre eran los primeros en irse, les pregunte primero:
-Hermana, ¿Qué es el Valhala?-
-¿El Valhala? Encontrar en una tienda un vestido que vale cien dólares, por veinte, ese es el Valhala-
Yo no entendía muy bien a qué se refería exactamente, pero lo anote todo palabra por palabra, no fuera ser que por no entender, para un trabajo que me interesaba, lo fuera a suspender.
-Papa, ¿Qué es el Valhala?-
Mi padre acariciando la mano de mi madre que lo miraba con su sonrisa desigual, con algún diente saltado y con algún diente negruzco.
-El, Valhala es que habiendo fracasado en la vida, la persona que tú ames, siga a tu lado y te apoye frente a todas las adversidades de la vida, hagas lo que hagas-
Yo no conseguía entender a que se refería, aunque como parecía que mis padres se querían mucho por el Valhala, por mi estaba bien, una vez mi hermana y mi padre se fueron, le pregunte a mi madre que era siempre la que mas ocupada estaba en la casa.
-Mama ¿para ti que es el Valhala?-
-¿Para mí? Para mi es, encontrar a un hombre que me quiera a pesar de todo, siempre como el primer día y que luche por su familia día a día, ante cualquier adversidad y tener una familia tan unida como la nuestra.-
Esta respuesta me gusto, aunque tampoco llegaba a entender del todo a que se refería, pero como mi madre, se emocionaba al decir esas cosas me bastaba, aun me quedaba el abuelo, así que fui a preguntarle.
-Abuelo, ¿para ti que es el Valhala?-
-Para mí, el, Valhala, el Valhala es, tener a una familia que te haga compañía, te cuide y que permanezca unida, a pesar de todo, que no se deshaga de ti, cuando comienzas a no poder moverte con agilidad-
Solo había entendido lo último, mi abuelo muy ágil no era, pero me frustraba tanto no entender que era el dichoso, Valhala, que aunque no me gustaba molestar a mi madre, le pedí un favor.
-Mama, necesito ir a la biblioteca, para averiguar cosas de un trabajo de clase-
-Vale, llévate al abuelo y os dais un paseo, juntos-
-Vale, mama-
Me acerque al abuelo, que estaba con su sonrisa sin dientes frente a la caja tonta
-¿Qué quieres Pedrito?-
-Abuelito, necesito que me acompañes a la biblioteca-
-Dame un segundo y vamos-
Terminamos de ver un programa que estaba viendo, juntos, luego agarro su viejo bastón y nos pusimos en camino hacia la biblioteca juntos, paramos en el parque para ver las palomas, así el descansaba. Luego paramos en un parque de columpios para que yo jugara un poco y mi abuelo me hizo un regalo, me regalo un trozo de madera que el mismo había tallado con su navaja.
-Esto es un amuleto, para que tengas suerte en la vida-
Todo esto me hizo muy feliz, llegamos a la biblioteca cuando casi había olvidado para que veníamos a la biblioteca, pero mi abuelo estaba allí para recordármelo, entonces me puse a buscar en internet, que como no lo usaba nunca era un poco torpe, tras hacerme un poco con el manejo, puse en un buscador de internet.
¿Qué es el, Valhala? La explicación de internet no tardo mucho en salirme: “En la mitología nórdica, Valhalla (del nórdico antiguo Valhöll , «salón de los caídos») es un enorme y majestuoso salón ubicado en la ciudad de Asgard gobernada por Odín. Elegidos por Odín, la mitad de los muertos en combate viajan al Valhalla tras su fallecimiento, siendo guiados por las valquirias, mientras que la otra mitad van al Fólkvangr de la diosa Freyia. En el Valhalla los difuntos se reúnen con las masas de muertos en combate conocidos como einherjer , así como con varios héroes y dioses germánicos legendarios, mientras se preparan para ayudar a Odín en el Ragnarök, la batalla del fin del mundo. Ante la gran sala, cuyo techo está cubierto con escudos dorados, se halla el árbol dorado Glasir. Alrededor del Valhalla moran varias criaturas, como el ciervo Eikpyrnir y la cabra Heiörún, que pacen el follaje del árbol Læraör”.
Lo apunte todo cada vez menos satisfecho con lo que encontraba y al día siguiente lo leí todo en clase, todos mis compañeros se asombraron, fue el primer diez de muchos ya que gracias a esta pregunta y a esta nota, que me hizo ganarme un regalo de mi padre, un abrazo, gracias a todo eso, comencé a querer aprender de verdad y cuando uno quiere aprender o hacer algo realmente, nada ni nadie lo puede detener.
Días después entendí muchas cosas, un día mi padre me dejo en el colegio como siempre y yo lo seguí a escondidas, algunos compañeros me habían dicho que habían visto a mi padre “trabajar”, pero yo nunca lo había visto y quería verlo, entonces lo seguí toda la mañana, mi padre iba a pedir local por local, registraba todas las basuras, para encontrar comida para todos, pedía en la calle y también pedía a las monjas, al verme, me regaño para que no faltara nunca más a clase, pero a partir de ahí, pase a admirar ciegamente a mi padre y ese día fue el mejor de mi vida, porque comimos juntos sentados contra una pared, solos él y yo.
Entonces lo entendí, mi padre hacia todo esto, por nosotros y nosotros solo le dábamos a cambio nuestro amor, sin embargo todos éramos felices juntos y no nos faltaba nada, no teníamos caprichos, pero siempre se estiraban todo lo que podían para que tuviéramos una buena vida.
Años después, con los estudios que saque gracias a las becas del estado, conseguí un trabajo: era abogado, pero nunca me marche, fueron mis padres y mi abuelo “los que se marcharon” llegaron finalmente a su amado Valhala, aunque desde que entendí sus palabras, siempre pensé que su Valhala había estado siempre aquí en la tierra.
Mi hermana también consiguió su trabajo de enfermera y tampoco se fue, vivíamos juntos y todavía íbamos siempre que podíamos a ver a nuestra familia, un día que fui yo solo, a ver a los míos, que habíamos enterrado juntos para que incluso allí, lo estuvieran, dije lo que era para mí el Valhala.
-Papa, Mama, Abuelo, al fin he comprendido lo que era vuestro Valhala, ¿y sabéis que? Cambiaria sin dudar: todos los lujos, caprichos, toda la ropa cara e incluso mi coche, todo, por vivir en la miseria como vosotros pero tener el amor y la familia incondicional que teníais vosotros- (Acariciando el amuleto de mi abuelo)
Fin