Valery 7 “Roberta”

-No me voy a aguantar Roberta me voy a orinar, apártate que te mojo. - ¿Así? preguntó Roberta jadeante metiendo su muslo aún más en mi entrepierna, vamos amor sabes que me encanta sentir tus chorritos en mi piel no seas tímida, además nuestro amigo también se está corriendo.

Valery 7 “Roberta”

“Gonna take her for a ride

On a big jet plain…”

Sonaba un ringtone de Alok en mi celular y en pantalla decía Roberta acompañada del retrato de una chica de tez morena con facciones africanizadas y ojos color miel hermosos.

-Amiga hermosa, ¿cómo estás?

-Cielo en una aburrición, que ni te digo.

-Y tú qué haces?

-Pues estoy en mi rutina de belleza, ¿te suena venir y hacerme compañía?  la piscina está vacía y podemos sacar una tarde de sol, que te parece?

-Me parece que estamos conectadas como siempre bebé.

-Yo llevo el vodka y el zumo de naranja, tu prepara una playlist bien relajadita y nos vemos en un ratico.

-Vale amiga no tardes, me muero por verte.

Ro como solía llamarla cariñosamente, quito sus cobijas y se estiró fuertemente para sacudir la pereza, llevaba 12 horas durmiendo y aun así podría seguir durmiendo 10 más sin problema, tenía su outfit favorito para dormir, unos cacheteros de algodón sin costuras color azul celeste que se perdían sin problema en su  orgullosa  herencia africana, un camibuso ceñido hasta el ombligo que dejaba ver un lujoso piercing de oro que brillaba a la par de su tersa piel, unas medias blancas de lana hasta los muslos con franjas horizontales que exaltaban la bandera de la comunidad LGBT. Roberta era delgada de la cadera hacía arriba, tetas medianas y paradas con pezones oscuros y salidos sobre una aureola bien definida.

Con afán, buscó entre sus vestidos de baño, sabía que en el conjunto de Valery la piscina solía estar vacía, así que siempre llevaba un diminuto bikini dorado para aprovechar al máximo los rayos del sol, para Ro no era mayor problema mostrar su cuerpo ya que llevaba años ganándose la vida con é; su sitio era de acceso exclusivo en la Deep web y había alcanzado a acumular el suficiente dinero para garantizarse un muy buen estilo de vida.

Lucía una media melena color castaño con flequillo y rizos muy pequeños y naturales hasta los hombros , una camiseta dos tallas más grande con un escote tipo side boob prolongado con un estampado que decía "Anal Gangbang slut" dentro de unos shorts negros ajustados tipo cachetero, unas Adidas Superstar de [1] Snoop Dogg con medias taloneras, una tobillera de plata multicapas con pequeños diamantes y un maquillaje ligero muy natural resaltando solo sus pómulos.

Metió una botella de Vodka Belvedere en una mochila artesanal cosida a mano por un amigo wayuu muy adinerado, unas gafas de sol y su iPhone 12 pro Max.  Salió de su apartamento y se dirigió hacia la casa de Valery en un Mini Cooper S escuchando música a alto volumen.

-Robeeertaaaa negra preciosa, me moría por verte, grité en la puerta de mi apartamento mientras nos abrazábamos y hacíamos nuestro acostumbrado escándalo.

-Mujer estas hermosa, cierra la puerta déjame verte, la tome de la mano girándola sobre sí haciendo que uno de sus pechos se saliera.

-Pero ¿qué es ese escote por dios, le quieres dar una erección a todos mis vecinos?  que tienes las tetotas fuera, le dije mientras apretaba una de ellas juguetonamente.  Roberta sonreía mientras su pezón se iba hinchando lentamente al calor de mis manos que parecían no querer soltarlo.

  • ¿Tetotas? pero de qué hablas mujer, si a tu lado parecen de juguete y con ambas manos balanceaba mis dos pechos.

Nos abrazamos nuevamente y sonriendo le dije:

-En serio que te extrañé amiga y con un tierno beso en los labios la dirigí al cuarto de la mano.

  • ¿Pensé que ya estarías lista cuando llegase?

-Humm no bebe, esta mañana tuve un bizarro sueño y no logré dormir muy bien, Jorge salió desde temprano y yo quería desfogar, así que me estaba acariciando un ratico.

-Jajaja Valery por dios, pero si tú quieres desfogar todo el tiempo. Ambas reímos a carcajadas sabiendo que Ro tenía razón.

-No todas tenemos la suerte de tener tu trabajo baby, mira qué scort de lujo, me imagino los hombres lindos y con plata que te montan y me va dando algo por acá abajito.

-Pues no te lo puedo negar, si me han cogido unos hombres que parecen de ficción, rostro hermoso, físicos perfectos, talentosos, con plata, me follan delicioso y una que otra polla maravilla, pero a mí lo que más me pone es el dinero y gordos con plata son los que mejor pagan, ¿cómo lo ves? expresó Roberta con una naturalidad envidiable, sabiendo que yo nunca podría, ni tendría algo por lo cual juzgarla.

-Además, a mí las ganas que me la quiten las personas que quiero como mis amigos y mis amigas que están cada día más guapas, decía Roberta mirándome con lujuria.

-Basta ya Ro, mira que me caliento de nuevo y tenemos mucha tarde por delante.

-Ja ja ja, está bien, ¿qué te parece entonces si nos duchamos y bajamos a la alberca?

-Me parece perfecto.

Nos desnudamos totalmente y nos metimos juntas a la ducha; mientras Roberta caminaba hacia el chorro de agua no podía evitar mirar su culo moviéndose de lado a lado cadenciosamente y recordar las veces que había estado posado sobre mi rostro, mi coño comenzaba a mojarse nuevamente…pero el día aún comenzaba.

-Preparamos las bebidas y nos disponíamos a salir del apartamento vistiendo nuestros diminutos bikinis cuando Roberta me detuvo en la puerta y me dijo:

-Que tonta soy, ¿recuerdas a Javi el dueño de Grow World en California?

  • ¿Cómo olvidarlo?, el tío tiene unas plantas hermosas, sin mencionar lo rico que nos cogió a las dos.

Levantamos la mirada recordando una noche de fiesta hace dos años en California con un cliente de Roberta dueño de una famosa comercializadora a nivel mundial.

-Ese mismo, me dio esto especialmente para ti con este mensaje.

Ro me entregó un cartucho con extracto de cannabis y una nota escrita a mano que decía:

Querida Valery aun te llevó en mi mente, espero que con este presente me recuerdes, pero debo decirte que no te lo tomes a la ligera su sabor es dulce...no tanto como tu sexo, pero te hará ver colores te lo aseguro, Saludos Javi.

levantando una ceja y mirando a Ro pícaramente, le dije:

-Que dices ¿lo pruebas conmigo?

-Obvio que sí, doña rompecorazones. respondió Roberta riendo en tono de burla.

Bajamos a la zona húmeda del conjunto luego de probar mi regalo, ambas reíamos sabiendo que no debimos haber ignorado la advertencia de Javi.

Como creíamos, la alberca estaba totalmente desierta y el sol brillaba, podía casi sentir sus rayos atravesando mi cuerpo, era una calidez abrazadora y reconfortante.

-Uff, hay que reconocerle a Javi que por muy rico que nos culeara lo suyo definitivamente es la jardinería. le dije a Roberta sin poder parar de reír.

-Ja Ja Ja dímelo a mí, no recuerdo ni cómo llegué hasta acá… ja ja ja.

Roberta lucía hermosa bajo el sol con su piel morena y su diminuto bikini dorado; yo no me quedaba atrás ese día lo mío era el negro, una tanguita que mis nalgas devoraban sin compasión, la parte superior era tipo triángulo, bastante pequeña para poder broncear mis tetas.

Nos recostamos en las sillas para tomar sol cada una con un vaso de vodka y jugo de naranja como lo habíamos planeado, puse música en el celular y brindamos por una relajada tarde de sol.

A los cinco minutos Roberta decidió sacarse la parte de arriba del sostén.

  • ¿Roberta que haces?  No quiero otra carta por parte de la administración por tu culpa.

-Relájate Vale estás muy tensa mujer, ya me acuesto boca abajo, ven cuéntame ese sueño que parece que aun te tiene alterada y mientras me pones bronceador, ¿te parece?

-No, estás loca vas a creer que soy una degenerada o peor. Le dije a Ro mientras buscaba el bronceador entre nuestras cosas.

-Pero si degenerada te conocí, que tu hayas querido ajuiciarte es otra cosa, además...sabes que me gustan bien vagabundas.

-Está bien, pero no quiero escuchar una sola broma acerca de esto mi negra, ¿está bien?

-Humm, me haces masaje mientras me pones el bronceador...y tenemos trató. Me decía Roberta mientras me miraba bajando un poco sus lentes de sol y mordía seductoramente su labio inferior.

-Está bien pero no te andes con ideas, ¿eh? además lo que te voy a contar no te va a dar ninguna. respondí sonriéndole.

-Tu cuéntamela y dame masaje, que de mi coño ni yo tengo el control.

-Ja ja ja zorrita degenerada, está bien después no me digas que no te lo advertí.

Comencé a contarle la historia ha Roberta a medida que me preparaba para ponerle su bronceador.

“A lo lejos escucho la voz de los empleados de oficios varios de la unidad que están cortando el césped”

-Hummm que delicia tengo el cuello tenso de tanto dormir, sigue sigue.

“Entre dormida escucho risas y carcajadas; uno de ellos el más viejo, contaba como la noche anterior su mujer gemía como cerda cuando él le metía la lengua en el culo”

Mis manos bajaban por su espalda media, pasando por sus costados, rozando sus tetas, haciendo que su piel cambiase de textura.

“Sin darme cuenta estaba ya acariciándome los pechos y sentía dos dedos buscando torpemente mi vagina, mi respiración se paralizó al notar que no eran mis dedos, trate de levantarme de la cama, pero un brazo gordo y peludo me lo impedía, era don Horacio.

  • ¿El jardinero? Jajaja, tu concha amaneció estrato uno, ¿está bueno por lo menos?

-Te dije que nada de burlas, ahora terminas tu sola el masaje, le dije cruzando mis brazos y frunciendo el ceño.

-No te pongas así bebe, dijo Roberta sentándose a mi lado abrazándome con sus tetas desnudas, además lo estabas haciendo de maravilla, continua pleaseeeeee.

-El masaje? o el sueño.

-Ambos, ya me lo estaba imaginando mientras me manoseabas.

  • ¿Que no era un masaje?

-Cariño, cualquier roce tuyo es un placer. Dijo Roberta ya acostada mirando hacia otro lado.

A mí, el coño ya se me estaba mojando de nuevo recordando el sueño y masajeando a Roberta, me sentía en otro planeta ni siquiera me preocupaba por quién estuviese mirando y seguí contando mi sueño en voz baja.

“Comencé a chupar su lengua, a corresponder sus lamidas y a gemir lentamente, me di vuelta pudiendo zafarme de este animal de 90 kg gracias a su sudor…no para escapar sino para poner mi culo en cuatro”

Mis manos ya bajaban por su espalda baja hasta los dos huequitos que marcaban el límite con sus caderas, su tanguita se interponía en mi camino. Roberta levantó un poco las caderas y las bajó hasta la mitad de sus nalgas dándome acceso a la vista del orto y la mitad de su concha que ya brillaba por si sola; tratando de controlarme suspiré y continúe con mi relato.

Exhausta me di vuelta hacia él y mirándolo a los ojos lo besé apasionadamente probando el sabor y el olor de mis propios flujos, chupaba su lengua tratando de probar mi propio culito que aún seguía ardiendo…sin dejar de chupar su lengua.

A estas alturas Ro comenzaba a mover sus caderas un poco y a emitir pequeños suspiros, mi boca se llenaba de saliva viendo como su vulva se abría solita a medida que se iba humedeciendo cada vez más.  Continúe bajando hacia sus caderas lentamente sorteando las molestas tiras de su bikini por lo que decidí soltar el nudo que la unía dejando a Ro casi sin bragas,

pero aún no había perdido todo mi pudor por lo que levante la cabeza algo nerviosa para ver si alguien estaba observando y continúe.

“Sentí esa lengua caliente y babosa como mil orgasmos en mi esfínter, mi vagina chorreaba sin parar mientras el reía a carcajadas y se ahogaba con mis líquidos”

los tragos de vodka comenzaban a hacer lo suyo...mis manos cada vez más sucumbían ante tanta carne y lentamente me acercaba a la vagina de Roberta rozando su orto disimuladamente cuando pasaba el aceite entre sus nalgas.

-Por Dios amiga que haces mira que no respondo de mi Valery sabes que ese es mi botón de encendido, dijo Roberta riendo con picardía y obviamente excitada al máximo.

-Lo sé tú relájate bebé, pórtate bien y continúo con mi sueño ¿te parece? le dije a Roberta, ya que conociéndola era capaz de darse vuelta en media piscina y abrirme sus piernas, además yo lo estaba disfrutando como loca.

-No te puedo negar que me está dando mucho morbo tu sueño, sigue please.

“todos reían, me señalaban y sacaban sus lenguas llenas de saliva moviéndolas de arriba abajo en forma de burla mientras yo resoplaba como cerda.

¡Más adentro que me corro...!

¡Más adentro cabrón!!

¡Cómeme el culo por favor!

¡Por favor!

¡Quiero más lenguas!!

¡¡¡Quiero más lenguas!!”

  • ¡Ufff! ¡Uhmm! salían pequeños gemidos de Roberta, mis dedos ya pasaban una y otra vez por su culo y se acercaban juguetonamente a su vagina.

  • ¿Te gusta perrita?, le pregunté a Ro sonriendo con un dedito en su coño que chorreaba sin parar.

  • ¡Ohh! Vale me vas a matar, que morbo me da tu sueño, sigue por favor.

-Pero si ahí termina el sueño...y el masaje.

  • ¿QUE? no me puedes dejar así, mira que ya me estaba imaginando que era a mí a quien le estaban dando lengua.

  • Pero si ahí me desperté ¿qué quieres que haga? Además… parece que tenemos un mirón.

Roberta levanto su cabeza apoyándose sobre los codos para observar mejor dejando descubierto sus pechos.

  • Por dios Vale no me digas, es igual al Don Horacio de tu sueño.

  • No solo es igual, es don Horacio el de mi sueño.

Ambas nos miramos pícaramente a los ojos y estallamos en carcajadas, a lo que don Horacio respondió con curiosidad levantando la mirada sin el disimulo que estaba teniendo hasta el momento; por un segundo dejé de reír fuerte y miré a los ojos a don Horacio sin dejar de sonreírle, el devolvió la sonrisa sin titubear mirándome fijamente a los ojos ignorando por completo las tetas al aire de Roberta.

  • ¡Oye! despierta, te has quedado como idiota. Dijo Roberta

  • Que dices amiga, ¿nos metemos al sauna y dejamos a este pobre hombre trabajar en paz?

  • Ni de coña Vale, pareciera que no me conoces amiga sabes que me encanta jugar, y esta oportunidad no se ve todos los días, yo a este lo mando cargadito para su casa a jugar con su mujer.

De manera desafiante, ya más desinhibida por el vodka y por la calentura que me provocaba la situación, aun sabiendo de antemano como podían desarrollarse las cosas una vez Roberta y yo empezáramos a jugar, le dije:

  • ¿Y qué piensas hacer? Esas eran las únicas palabras necesarias para hacer que Roberta hiciese lo que mejor sabe…Provocar.

  • Pues, mírame. Respondió.

Roberta aun acostada boca abajo comenzó a mirar fijamente a don Horacio a los ojos bajando sus lentes de sol para que el viera los suyos, esto capto la atención de don Horacio que lentamente sin dejar de mirarla a los ojos se fue acercando a la malla que cubre la piscina aun con la escoba en la mano y disimulando barrer hojas caídas.

-No sigas Ro, mira que ya está muy cerca de nosotras. Le dije a Roberta al mismo tiempo que una de mis manos volvió a posarse sobre sus nalgas y comenzaba a frotarlas suavemente mientras miraba la situación como un tercero.

-Pero si yo no estoy haciendo nada, ¿más bien porque no te acuestas a mi lado y me das un besito?

Por unos segundos dude, pero la mirada de Roberta me podía más que mis recientes ataques éticos.

Me acosté al lado de Ro y junté mi cuerpo al suyo la miré a los ojos y luego miré a don Horacio por encima de mis lentes que ya estaba a escasos metros de nosotras, Ro desabrocho la tira de la parte superior del bikini, mis inmensos pechos cayeron apoyados contra la toalla, la miré a los ojos sonriendo y le di un beso en los labios.

Roberta sin importarle su bikini desabrochado en ambas partes, se dio media vuelta para estar más cerca de mis labios, comenzó a besarme lentamente buscando mi lengua, mientras con otra mano comenzaba a acariciar mi cuerpo. Ambas dejábamos de besarnos al mismo tiempo para mirar provocativamente a don Horacio, este ya nos miraba fijamente, una sola mano sostenía su escoba la otra no se veía por causa del muro bajo la malla, pero se podía notar como la movía rítmicamente.

La mirada fija de don Horacio y el saber que se estaba masturbando me aceleró al máximo, mi lengua buscaba con afán la lengua de Roberta que se las arreglaba para tocar uno de mis pechos agarrándolo fuertemente e inclinándolo hacia adelante, mostrándole a don Horacio como chupaba mis pezones.

Una de mis manos comenzó a buscar mi coño, Roberta ya me llevaba ventaja conocía esa mirada hambrienta de memoria mi hermosa musa africana estaba cercana a un orgasmo y yo no me podía quedar atrás, ambas nos frotábamos el coño al mismo ritmo, ritmo que al parecer nuestro excitado mirón también seguía.

A los pocos segundos nuestros gestos faciales comenzaban a mostrar fuertes orgasmos.

-No me voy a aguantar Roberta me voy a orinar, apártate que te mojo.

  • ¿Así? preguntó Roberta jadeante metiendo su muslo aún más en mi entrepierna, vamos amor sabes que me encanta sentir tus chorritos en mi piel no seas tímida, además nuestro amigo también se está corriendo.

A medida que todos mis líquidos chorreaban la piel de Roberta miraba a Don Horacio quien emitía fuertes gemidos a medida que sacudía su miembro con energía y bañaba de semen el muro de la piscina.

Ro no solía mearse casi nunca pero tampoco le gustaba quedarse atrás y pegando su boca a mi cuello para acallar sus gemidos frotó su clítoris rápidamente desencadenando un torrente de líquido transparente directamente sobre mi vagina, haciendo que mi orgasmo en sus últimos momentos volviese a renacer para llevarme de la mano a un segundo orgasmo más fuerte que el primero.

Totalmente mojadas y semidesnudas nos miramos a los ojos sonriendo y besando a Roberta en los labios le dije:

-Eso ha sido divertido, pero creo que deberíamos ir a las duchas.

Acomodamos de nuevo nuestros bikinis en sus lugares, nos pusimos de pie para ir a las duchas y al sauna en el cual seguiríamos disfrutando nuestros cuerpos como locas, no sin antes mirar a don Horacio a los ojos y sonreírle, devolvió la sonrisa mientras le daba las últimas sacudidas a su miembro y lo ponía de nuevo en sus pantalones, se dio vuelta y continuó su trabajo como si nada hubiese ocurrido.

@valeriariosxxx