Valery 5 Mental suggestion Phase 1

Stuart Brown estudió psicología en la McGill University de Canadá, llegó a Suramérica a sus 35 años devastado después de la muerte de su pequeña hija Emily y su joven esposa Elyanna, trabajó tres años como voluntario para naciones unidas tratando niños con problemas de estrés postraumático a causa d

Valery 5 "Mental suggestion Phase 1"

Stuart Brown estudió psicología en la McGill University de Canadá, llegó a Suramérica a sus 35 años devastado después de la muerte de su pequeña hija Emily y su joven esposa Elyanna, trabajó tres años como voluntario para naciones unidas tratando niños con problemas de estrés postraumático a causa de la guerra que dejaba la ineficaz lucha contra el narcotráfico.

Inhaló profundamente tratando de recoger todo el aroma que Valery dejó con su presencia; aún de pie en su despacho, Stuart mantenía su inmensa erección y justo ahí donde el glande hacía contacto con su pantalón, una mancha de la pequeña Valery.

Recogió con su dedo los restos de flujo y los puso sobre sus fosas nasales aspirando profundamente para luego llevarlos a su boca, su verga se contrajo fuertemente al sentir el suave sabor de la virginal conchita

Stuart se sentó en su escritorio, cogió una agenda empastada en cuero rojo, en la cual llevaba seguimiento de sus pacientes, con la mano derecha apretó la pluma, mientras con la izquierda bajaba su cremallera liberando un miembro a punto de estallar, su cabeza estaba hinchada y brillante por las gotas transparentes que salían de su uretra, las venas que ascendían por su tronco parecían hacerse más gruesas con cada contracción.

Apretó su miembro con fuerza desde la base y comenzó a pajearse al mismo tiempo que escribía en la libreta bajo un nombre poco legible... "Valery Vega".

"Valery cada vez muestra más tendencia a la transferencia temprana, debo ser cuidadoso si no quiero perderla, aún no está lista."

Brown seguía pajeandose moviendo su mano enérgicamente,  recorriendo de arriba abajo su cada vez más inflamado miembro, haciendo énfasis en su lubricado glande mientras la otra mano se movía por cuenta propia sobre el papel:

"Este encuentro inesperado con el padre podría ser de gran ayuda". Como habrá gozado el cabrón, dijo en voz alta con morbo en su mirada y continúo escribiendo:

"Valery reaccionó bien ante mi esfuerzo por desviar la atención de su temprano deseo hacía algo natural y lo relacionó de manera correcta con el cariño, transfiriendo sus deseos paternales de ese instante hacia mí; su forma de vestir, las miradas, las más que obvias seducciones infantiles, una sonrisa que deja entrever su falsa inocencia; este acaba de ser el encuentro más sexualmente disimulado de mi carrera.  La rapidez en la que Valery parecía desmoronarse y excitarse al mismo tiempo, muestra lo confundido que el sujeto está y el extenso trabajo que puedo hacer con el"

Dejó caer la pluma sobre la agenda y tirándose hacia atrás en su silla, recordando a Valery entre sus brazos moviendo su culito lentamente encima suyo, mojando su rosado chochito en sus pantalones y experimentando esa fuerte sensación que sólo se vive cuando las hormonas fluyen por litros en una estructura sexual temprana; Emitió un fuerte resoplido seguidos de varoniles gemidos, cada uno más suave que el anterior, numerosos chorros de semen blanco y transparente salían de su convulsionada verga y caían en todas direcciones, incluyendo su libreta.

Con un último esfuerzo y sus dedos cubiertos de semen que corría la tinta, escribió:

"El próximo paso a seguir en este caso, será reforzar esos deseos carnales relacionándolos con madurez e independencia y tratar de acercarla más a su padre con refuerzo positivo, el cual parece ser el candidato perfecto para su desarrollo sexual"

Esperó dos minutos mientras su erección disminuía lo suficiente para  guardar su miembro, sacó una pequeña llave plateada del cajón de su escritorio, la miró detenidamente y  dudando por un momento se dirigió a un cuarto secreto escondido tras una gran biblioteca, abrió la puerta y encendió la luz.

En el cuarto había un sin fin de artículos sexuales, revistas pornográficas, fotos y videos de calidad amateur, fotos de Stuart y chicas desconocidas, varios tamaños y colores de vergas plásticas muy reales, bolas chinas, plugs anales de diferentes materiales y una caja con lencería.  Stuart pasó por alto aquellos elementos y centró su atención hacia una caja de cartón rotulada como "Mental Suggestion phase one".

Cogió la caja y la llevó a su escritorio, se sentó y comenzó a examinar el contenido; lo primero que sacó fue una escultura  de piedra  de aproximadamente 30 cms de altura, eran Príapo y Fascinus, figuras que representaban la fertilidad y el poder de la sexualidad en la antigua Roma.  Limpió cuidadosamente la pieza que mostraba a dos hombres de estatura media con falos erectos inmensamente desproporcionados a comparación de sus cuerpos y apuntando al frente con orgullo, los ubicó en su mesa de centro donde era imposible no notarlos.

El siguiente objeto era un cuadro en óleo, con un marco rústico muy antiguo que dejaba ver a un joven con los pantalones en los tobillos sentado en un sillón recibiendo un fellatio de una mujer aparentemente mucho mayor mientras le masajea los cojones con la otra mano. La mirada desinteresada del joven en contraste con el empeño que ponía la fémina a su mamada...le daba un toque maternal a la pintura, eso era lo que más llamaba la atención de Stuart y exactamente lo que quería transmitir a la pequeña Valery, descolgó un cuadro cerca de la zona lúdica con un pequeño bote a colores y un sol en el fondo y en reemplazó colgó el óleo.

Lo siguiente era una revista de Hentai, con el nombre "Family taboo" que mostraba en su portada una hermosa nenita mamándole la polla a su papito mientras él la miraba cariñosamente y le decía te amo, la dejó caer sobre la mesa casi a ras de la alfombra que había en la zona de juegos, dejando solo dos ediciones de Marvel comics sobre ésta, cubriéndola parcialmente.

El penúltimo accesorio de ésta trama retorcida fue un casete con el título "extreme low".  Stuart reprodujo el casete en una vieja casetera que tenía bajo su escritorio, en él se escuchaban secuencias de jadeos, gemidos, voces que susurraban mensajes eróticos casi inaudibles y palpitaciones cardíacas a baja frecuencia.

Bajó el volumen de la grabación hasta casi no poder percibirlo en completo silenció y a continuación con un pequeño control remoto le dio play a un CD que tenía ya en su estéreo, el consultorio se llenó de sonidos de aves, cascadas, ríos y toda clase de efectos de la naturaleza a campo abierto, viento soplando y aullidos a lo lejos,  pero la pista se desvanecía lentamente cada 45 segundos por 3 segundos.  Con el mismo control remoto ajustó el volumen de la música solo un poco, de modo que durante esos 3 segundos se escuchase levemente el sonido del casete; la sincronía era perfecta, Stuart tocaba el piano desde los 8 años y tenía un oído prodigioso.

Una leve sonrisa de satisfacción y  su mirada atenuada, mostraban el orgullo de ver su escenario casi completo, solo faltaba el toque final; su cuerpo vibraba sin contención, una mezcla de ansiedad y excitación corría por sus venas, éste era un sentimiento conocido para el Doctor, uno que trató de superar hace muchas décadas atrás, hasta que cayó en cuenta que en realidad nunca lo quiso dejar de sentir, el mismo sentimiento descrito por cientos de sociópatas y psicópatas que aparecían en los artículos de una de sus revistas favoritas "Behavioral Psychology", La sed y el hambre que conlleva la cercanía con el objetivo, la excitación de los pasos previos, de la planeación cuidadosa de los escenarios, casi un ritual que solo conlleva a aumentar el deseo.

Sacó una cámara de video, la más pequeña y de buena calidad que pudo encontrar en el mercado local, la instaló cuidadosamente detrás de una palma de caña morada en un rincón de su consultorio, de forma que no pudiera ser vista.

Todo estaba perfecto...era hora de relajarse, tomó un vaso de cristal del mini bar seguido por una botella de whisky de 18 años medio vacía y un puro delgado perfectamente enrollado. Se sentó frente a un viejo televisor CRT con VHS integrado y reprodujo una cinta; se veía claramente el interior del consultorio y una mujer totalmente desnuda con unas tetas grandes y suculentas, con una postura erguida y elegante, solamente llevaba unos tacones rojos muy altos y un collar de oro con una cruz romana sobre su pecho, estaba totalmente inmóvil, con los pies juntos y las mano atrás.

Stuart caminaba a su alrededor mirándola de arriba abajo con detenimiento.

-¿Has cumplido con tu tarea?  Dijo a la mujer mientras se acercaba por detrás, hasta respirarle en los vellos de la nuca.

-Sí Doctor, respondió la mujer estremecida por la cercanía del hombre, sus pezones se pusieron como piedras y crecieron dos veces su tamaño normal.

-No ha sido fácil, fue un gran esfuerzo para mi mantener la compostura, solo con estar cerca hace que me hierva la sangre, pero al mismo tiempo mi mente lucha contra viejos patrones morales, a veces creo que voy a volverme loca.

-Lo sé, tu reeducación aún no está lista, aunque éste fue un gran logro aún nos queda mucho camino por delante.

El Doctor se puso en frente a la mujer y bajando su cremallera sin mediar palabra, saco su polla ya dura como el acero azul, la mujer sin decir palabra se puso de rodillas frente al doctor posando sus caderas en los tacones y las manos en sus muslos, mirándolo por última vez a los ojos engulló su verga hasta la mitad llenándola de abundante saliva, repitiendo el movimiento cada vez más profundo, hasta casi tragarse todo el pedazo de carne entero sin tocarlo.

Stuart se sentó en la silla de tras de él  e incitó a la mujer a que gateara hacia el cogiendo su polla y meneándola hacia ella en forma de invitación de manera hipnótica, la cámara mostraba a la mujer arrastrándose hacia su recompensa dejando a la vista un plug anal en metal plateado que en el centro llevaba escrito la palabra "Whore"  encerrada en un corazón púrpura.

La hermosa mujer de edad media se detuvo a escasos centímetros de la imponente tranca y cogiéndola por la base, la contempló por un momento, la escupió dejándola aún más viscosa y dijo:

-Tiene una verga hermosa Doctor ¿sabía?

Stuart la levantó con facilidad de la alfombra y la sentó en sus piernas, encajando lentamente su miembro mientras ella suspiraba al sentir su glande ensanchándole el coño.

Puso sus brazos alrededor de su cuello y agarrándolo del cabello lo beso intensamente mientras su culo se meneaba lento y sensual a medida que terminaba de meterse hasta el último centímetro de miembro dejando por fuera solo los huevos rebotando contra la silla, los movimientos se hacían más intensos, Stuart daba vueltas delicadamente con dos dedos al elegante juguete insertado en el orto de la mujer, a lo que ella reaccionaba aumentando la cadencia de sus nalgas llegando a un orgasmo simultáneo que hizo a Stuart venirse a chorros dentro de ella.  Se quedaron por un tiempo pegados en la misma posición jadeando y mirándose a los ojos hasta que la flacidez fálica comenzó a sentirse lentamente con cada palpitación y cada jadeo sincrónico, dejando escapar lentamente todo el semen que caía sobre las guevas de Stuart.

-¡Uuummmhh¡, eso ha estado genial Doctor, ¿a la misma hora la otra semana? dijo la mujer poniéndose únicamente un vestido largo de fina tela sujetado en la cintura por una correa ancha de cuero y una hebilla roja.

-Por supuesto "Sofia"........

Gracias por leerme, besos...Valeria