Valeria....en el consultorio de papá (3)
Para una hija hacer el amor con papá es como comer un chocolate en plena dieta.... un pecado que vale la pena repetir, irresistible e intenso
Ese ruido de tacones que había interrumpido el beso entre mi padre y yo, era de Rebeca, siempre tan elegante que parecía más que su recepcionista perece una ejecutiva de alguna empresa importante. Es una mujer muy guapa, es bajita mide como 1.57 por eso siempre usa tacones. Tiene la piel blanca y el cabello castaño corto hasta los hombros. A pesar de ser madre de dos gemelos de 15 años, tiene un cuerpo que cualquier mujer envidiaría.
Se nos quedo mirando unos segundos, una mirada diferente, y yo no podría asegurar si me vio besando a mi padre o no.
- Nos vemos papi……. ¡Hola Rebeca!- como pude tome mi mochila y salí casi corriendo de ahí.
- Adiós Vale, que te vaya bien- Rebeca siempre amable, siempre educada, ¿Qué cosas estarás pensando?
Antes de que se cerrara la puerta del elevador vi que mi padre tomaba a Rebeca de los hombros y le decía lago en voz baja mirándola a los ojos, Rebeca bajaba su mirada y algo le decía a mi papá, como si ella sospechara algo. Papá le paso el dorso de su mano izquierda por la mejilla. Y el elevador se cerró dejándome con mil preguntas en la cabeza. ¿Rebeca sabe lo que hace mi padre en su consultorio?, ¿Sospecha que él y yo lo hicimos?, además esa caricia de mi padre parecía un gesto muy intimo entre los dos, ¿Rebeca era amante de mi papá?
Mientras tomaba el taxi a casa nuevas preguntas me invadieron, ¿mamá se daría cuenta?, es decir todas las madres tienen un sexto sentido y si ella sospechaba, o si Rebeca le decía algo…..no ella no lo haría. Y sobre todo como ver a mi padre a los ojos de nuevo, ¿volvería a pasar lo que vivimos en su consultorio?.... y Ramiro, ¿se daría cuenta de que ya nos soy virgen?, algo era seguro, el me amaba y yo a él, y el amor que siento por mi padre es diferente, prohibido y por eso más excitante aún.
Llegue a casa y trate de sonar lo más normal del mundo con mi mamá, me apure a hacer la tarea y a cenar para acostarme temprano antes de que llegara mi papá. Tenía miedo de que mi mamá notara algo raro entre los dos. Al otro día me sentí tan adolorida que no fui a la escuela. Le mentí a mamá diciéndole que había hecho mucho ejercicio en la escuela, lo bueno que ella me dejo quedarme en mi cuarto todo el día. Ni siquiera podía caminar, me dolía tooooodo, la cintura, la cadera, mis brazos, mi culito y mi panochita sobre todo, sentía como si un elefante hubiera caminado encima de mi espalda. Ahhhh pero me sentía feliz, una mujer realizada y sensual. A ratos sonreía recordando lo ocurrido.
En la tarde después de que mamá me llevó la comida escuché golpecitos en mi puerta. Era Lorena.
- Pasa Lore, la puerta está abierta
- ¡Valeria no manches!, parece que te paso encima una aplanadora, tu mamá me dijo que estabas enferma pero no creí que tanto, se ve que no dormiste. Bueno vine a traerte la tarea.
- Lorena, ¿realmente crees que tengo ganas de hacer tarea?, mejor pásame la tuya, no seas mala.
- Jajajajaj ¡claro que no!.... oye cambiando de tema, ¿fuiste ayer con tu papá?, ¿Qué te dijo?- Lore se sentó en mi cama y agarro un osito de peluche que tenia (regalo de ella), esa era la señal de que le contara toooodo el chisme.
- Tu eres mi amiga y no puedo mentirte, además entre tú y yo no hay secretos, ¿cierto?- mi amiga asintió con la cabeza- Lo que voy a contarte nadie debe saberlo, nadie, ¿me comprendes?.... ¿oye, donde esta mamá?
- Abajo en el jardín, acaban de llegar dos de sus amigas….. tampoco ella debe saberlo ¿verdad?
Y le conté todo, lo del vaginismo, sus caricias, su cuarto secreto, sus besos, cada una de las cosas excitantes que me hizo. Sinceramente esperaba que Lorena me dijera que estaba mal, que era pecado, que no podía hacer eso con mi padre, no sé hasta que me pidiera ir a un psicólogo o denunciar a papá. Pero no, Lore se quedo en shock, mirándome fijamente con sus bellos ojos color miel que reflejaban su asombro, prácticamente con la boca abierta.
- Vale, ¡Qué envidia me das!
- ¿Quéeee?- eso no era lo que esperaba
- En serio, mira toda mujer sueña con una primera vez perfecta y maravillosa, y tú la tuviste, con tu papá, en un ambiente de amor y confianza, sin miedo, eso es genial. Amiga, de verdad que yo quisiera vivir eso….. ¿por qué no me prestas a tu papi?
- ¡Hay Lorena estás loca! Jajajajaj mi papá es sólo mío, búscate a otro que te haga el favor- la verdad me sentí aliviada de que mi amiga no me juzgara, pero definitivamente imaginarme a mi papi con otra no era nada lindo.
Sin embargo, algo me inquietaba, Lorena me miraba distinto cuando nos veíamos en la escuela…. Era como si me deseara, ella no es lesbi, pero si era rara la manera en que me tocaba al saludarme, como buscando un contacto más intimo, y además cuando estábamos solas me hacía preguntas intimas sobre mi papá. Creo que Lorena se excitaba cada vez que le platicaba cosas, sentía curiosidad, y bueno eso es normal cuando no se ha tenido sexo.
Y además estaba Ramiro, mí amado novio. Cuatro días después de lo ocurrido con papá, fuimos a su casa. Sus padres no estaban así que ya se imaginaran. Subimos a su cuarto y en menos de 5 minutos estábamos desnudos en la cama.
- Ramiro, estoy lista para hacer el amor contigo- estaba muerta de miedo, no tanto de que si me dolería, sino de que mi noviecito se diera cuenta de que no era virgen.
- Mi amor tu sabes que yo jamás te presionaría para tener sexo, pero si tú te sientes lista pues vamos a intentarlo- mi novio comenzó a besarme y a tocarme los senos, la verdad extrañaba los manoseos de mi padre pero Ramiro también me calentaba. Comencé a mojarme.
El me coloco encima de el para hacer un 69, hasta ahorita era lo más extremo que habíamos hecho, así que a comparación de mi padre, a Ramiro le faltaba mucho por aprender…… aunque se sentía rico que me metiera los dedos en la vagina mientras yo le chupaba el pene. Saco sus dos dedos de mi interior y me daba lengüetazos en mi cosita.
- ¿Sientes rico Valeria?
- Siiiii…..papá – ¡no inventes! Le dije papá a mi novio, ¡mientras me hace sexo oral!- papacito lindo, Ramiro ¡me encantaaaass!
- A mi también me gusta hacerte sentir placer- a juzgar por su tono de voz no tomo a mal mi comentario- levántate voy por los condones.
Me levante y me acosté en la cama, vi como se ponía el condón y se acomodaba encima de mí, abrió mis piernas lentamente…… y me dispuse a hacer la mejor actuación de mi vida. Tomo su pene con su mano y lo apunto directamente a mi entradita. Sentí como su cabeza entraba en mí.
- Ahhhhhh…….. me duele….. es que esta gruesa…. Hazlo despacio….. no me lastimes….. no me va a caber.. – no pues si me merezco el Oscar a la mejor actuación de una chica virgen. Si me había entrado la de mi papá de 20 cm, con mayor razón la de Ramiro que debía medir como 15.
- Tranquila mi cielo…. Solo es la puntita- empujo mas y mas su pene en mi vagina, estaba tan húmeda que pudo haberla metido mas rápido. Lentamente logro meterla toda.
Empezó a mover su pene dentro de mí, haciendo que sintiera más y mas placer con cada embestida suya, como era mi “primera vez” no creyó conveniente que cambiáramos de posición así que nos quedamos en la posición de misionero.
Su boca besaba mi cuello, chupaba los lóbulos de mis oídos, yo me aferraba a su espalda, recorría su piel con mis uñas, escuchaba su respiración agitarse. Me murmuraba cosas al oído, palabras de amor, yo le contestaba con besos húmedos, la verdad ya no quería hablar por aquello de que le podía volver a decir papá y el sospechara algo.
Mi lengua recorría sus mejillas y su mentón, me gustaba sentir los pelitos de su barba incipiente, debía tener días sin rasurarse porque raspaban. Pero me encantaba la sensación. Baje una de mis manos por mi vientre hasta llegar a mi clítoris, y comencé a acariciarlo. La sensación conocida del squirting no tardo en llegar.
- Ahhhhh….. me voy a venir……. Me voy a venir…….ohhhhh te amo- mi novio aumento la velocidad de la penetración y me ayudo a alcanzar el orgasmo, mi cosita estaba inundada de jugos.
- Yo también te amo Vale…. Espera voy a sacarlo- cuando salió de mí, me sentí dolorosamente vacía, quería que me hiciera más cosas, pero cuando vi su pene me di cuenta de por qué lo había sacado…… en el condón había sangre.
- ¡Estoy sangrando!- ¿y ahora, porque sangraba la segunda vez y la primera no? Vaya que soy rara.
- ¡Mi vida!- los ojos de Ramiro estaban llenos de lagrimas, me beso tiernamente, el estaba convencido de ser el hombre que me quito mi virginidad.
Aunque le dije que me sentía bien y que podía seguirme penetrando, Ramiro me dijo que no quería lastimarme y que mejor se la chupara. Así que lo hice, la verdad estaba enojada de que me dejara con ganas de más, pero una chupadita no se le niega a nadie. Se vino en mi boca como siempre, su semen sabia diferente al de mi padre. Leí una vez que el sabor del semen varía de acuerdo a la alimentación del hombre, siendo Ramiro un chavo que traga frituras y refresco ya se imaginaran que no era muy agradable el sabor.
Esa noche en mi cuarto me masturbe para tratar de bajarme la calentura que me había dejado mi novio, empecé pensando en el, pero después pensé en mi padre, en mi Angel lujurioso. Mi imaginación corría, me imaginaba con él en la playa, en el elevador de su consultorio, en un hotel barato, incluso en el propio cuarto de mis padres, o en el mío. Cuando casi llegaba al orgasmo me sorprendió una imagen en mi mente, Lorena en traje de baño, en la alberca de su casa, se quitaba la parte de arriba quedándose en topless, se acercaba a mí y me besaba. Tuve que meterme una blusa en la boca para no gritar. Y me vine.
El día siguiente en la tarde Lore fue a mi casa, aunque trataba de no pensar en mi fantasía de la noche anterior, no pude evitar mirarle los senos o las pompas, no los tenía tan grandes como yo, pero tenía un cuerpo delgado muy bonito, como el de una bailarina de ballet. Por eso siempre usaba blusitas pegadas y shorts o minifaldas. Lo más lindo de ella sin duda eran sus ojos miel que contrastaban con su cabello oscuro. Estuvimos en mi cuarto viendo videos y obviamente le conté lo de Ramiro, aunque para mi sorpresa no la emociono tanto como lo de mi padre, hasta que a las 7 de la noche decidió irse a su casa, en realidad vivía al lado de mi casa, pero como su mamá es chef nunca falta a una cena familiar.
Al abrir la puerta de mi cuarto estaba el hombre que había estado evitando toda la semana….. Mi papá.
- Don Angel, ¡que gusto verlo!- Lore abrazo a mi papá, restregándole los senos y le sonreía de una manera seductora.
- A mi también me da gusto verte- mi papá se había dado cuenta de que estaba celosa porque puso su mano a la altura de la cadera de ella- estas muy flaquita hija, deberías comer más.
- Jajajajaja, usted siempre tan ocurrente, tal vez vaya a verlo- ¡que zorra!, ¿Por qué mejor mi amiga no se bajaba el calzón y se abría de piernas enfrente de mi padre?
- Es ginecólogo, no nutriólogo mensa- mi mirada lo decía todo….. ¡vete! Y deja a mi padre en paz. Lore entendió mi mensaje porque se despidió de ambos y bajo casi corriendo las escaleras.
Me di media vuelta y antes de que mi padre me dijera algo baje las escaleras. Le ayude a mamá a cocinar la cena, aunque más que ayudarle le estorbaba. Lo mejor fue que cuando estábamos cenando, a mamá se le ocurrió contarnos su nuevo proyecto, sus amigas y ella iban a organizar una kermés para ayudar a no sé que asociación. En cuanto termine de cenar subí a mi cuarto, estuve un rato viendo la tele, me di un regaderazo para dormir fresca y me puse mi pijama favorita (una blusita de tirantes y un short de conejitos color de rosa). Me disponía a dormir cuando tocaron a mi puerta. Abrí y tal y como imaginaba era mi padre.
- ¿Podemos hablar?
- ¿y si mamá nos oye?
- Está viendo una telenovela, tu madre no se va a parar del mueble ni aunque se queme la casa- papá me hizo reír con su comentario, y es que era verdad así era mi mamá. Lo deje pasar pero él me pidió que no cerrara la puerta.
- ¿Por qué?- voltee a mirarlo, mi papá estaba sentado en mi cama y vi que traía una bolsa negra de plástico, no muy grande.
- Porque si cierras la puerta no sé que pueda pasar entre nosotros.
Era todo lo que necesitaba escuchar, cerré la puerta con seguro y corrí hacia él, lo abrace y lo bese desesperadamente, sus manos recorrían mi espalda hasta llegar a mis nalgas, su lengua jugueteaba en el interior de mi boca, estaba tan caliente que le daba mordiditas en el labio.
- Te he extrañado mi niña
- Yo también papá, te amo- sus manos dentro de mi blusa desabrocharon mi sostén, el pudo acariciarlos con toda libertad, me subí la blusa para que me lamiera mis pezones, me encanta cuando lo hace.
Me levanto para bajarme el short y mi pantaleta. Me susurro al oído que me sentara en mi escritorio. Le sonreí, por el haría lo que fuera, quite un poco los libros que tenía en la mesita que me servía de escritorio y me senté. Abrí mis piernas y la boca de papá lleno de besitos mi papayita.
- He pasado todas las noches pensando en ti papá.
- Imagíname a mi nena, que tengo la felicidad a unos pasos de mi puerta y no poder hacer nada- ahora mi padre me metía lentamente dos dedos en mi vagina haciendo que gimiera despacio- y los sueños que he tenido mi vida, sueño que tengo de nuevo 18 o 20 años, que voy por ti a tu escuela en el coche que tenía cuando era joven.
- ¿tenias un auto?, no sabía, de seguro era un vocho o un datsun jejeje
- No te burles, tenía un Volkswagen sedan, un vochito. Era blanco y se descomponía a cada rato…… pero lo que te estaba contando era mi sueño, voy por ti a la escuela y vamos al rio, pasando el puente, por una vereda solitaria. Y ahí te hago el amor en el auto.
- Ahhhhhh….. papi que sueño tan lindo- ahora me daba cuenta que nunca había visto fotos de papá de joven, la única era la del día de su boda…. Y para ser realistas no se veía muy feliz.
Papá tomo la bolsa que traía y la abrió para sacar una caja alargada no muy grande, forrada con papel de regalo rojo, hasta tenía un moñito dorado. Me pidió que la abriera. De su interior saque un dildo, era de plástico rosa, no muy rígido. La verdad me dio risa que papá me regalara algo así.
- ¿Y esto?
- Mmm…. Es un regalo de mi para tu colita… ¿quieres que lo estrenemos?- asentí con la cabeza y papá me acostó en el escritorio de medio lado, subió y doblo mi pierna izquierda sobre la otra para poder tener la vista de mi culito. Me separo las nalgas con sus manos y lamio mi hoyito, cuando vio que estaba lista me metió el dildo en mi colita.
Mi padre aumento la velocidad poco a poco, mis gemidos y mi respiración se agitaba más y más. Con una de mis manos me tocaba los senos y me pellizcaba mis pezoncitos. Como mi pie izquierdo quedaba a la altura de su paquete con una erección evidente, con la punta de mis dedos comencé a tocarlo por encima del pantalón. A mi papi le gusto porque con su mano libre pudo bajarse el pantalón y el boxer y dejo que acariciara su pene con mi pie.
- Ahora agarra tú el consolador y muévelo. Me voy a poner el condón- le obedecí y me di gusto moviendo el dildo en mi colita. Cuando papá estuvo listo me acostó boca abajo y me penetro.
Sentir su pene en mi vagina de nuevo hizo que sintiera que flotaba en las nubes, estaba mojadisima, y luego mi papá sin decirme nada me metió otra vez el dildo en mi ano. Sentir la doble penetración hizo que mis quejidos fueran más fuertes. Me tuve que tapar la boca para que mamá no oyera.
- No mi vida, no te aguantes tus gemidos….. a mí me gusta escucharte…. Me excita saber que te estoy dando placer- y a mí me excitaban las cosas nuevas que me hacía sentir. El orgasmo no tardo en llegar y papá saco el dildo de mi colita, pensé que se había cansado, pero no…. Papá metió su pene en mi trasero.
Sabía que papá no tardaría en venirse, su respiración estaba agitada y estaba empapado de sudor. Me daba pequeñas nalgadas y pellizcos en mis pompas. Y se vino, sentí su semen caliente en mi interior. Cuando el saco su pene, y me levanté comenzó a salirme su semen. Pensé que iba a limpiarme, pero mi papá seguía caliente y me embarró el semen en las nalgas, me las agarraba como cuando amasaba mis senos. Deje que su semen se secara en mis pompas.
Me paré frente a él para besarlo, le quite la camisa y pase mi lengua por su pecho, le lamia las tetillas. Le restregaba mis senos. Aun traía puesta la camisetita de la pijama pero gracias al sudor de nuestros cuerpos la tela se pegaba y permitía que mi papá sintiera mis pezones erectos rozando su pecho.
- Te tengo otro regalo, es para que no me extrañes tanto en las noches- mi papá se separo de mi y de la bolsa negra saco otra cajita idéntica a la otra, solo que en color azul. Era otro consolador solo que este era en forma de pene. Era largo como el pene de mi papá aunque más grueso y con venitas, tenía la cabeza más gruesa que el tronco. Lo acerque a mi boca y sentí su aroma con un ligero toque a vainilla. Lo chupe imaginando que era un pene de verdad.
Me acosté en la cama, mi papá me levanto las piernas y me las doblo para que mis rodillas casi tocaran mi pecho, me metió el dildo rosa en mi colita. Papá me lamia mi rajita preparándola para meterme el otro consolador, la verdad como me mojo en exceso cuando tengo relaciones mi cosita no tardo en estar lista.
Me penetro con el consolador, lo giraba un poco para que sintiera en mi vagina su textura venosa. Mire el pene de mi padre y me sorprendió que a pesar de haber eyaculado hacia menos de 5 minutos, seguía tan erecto como antes.
- Ahhh…… papiiiii……. Se siente bien ricoooooo……..
- Qué bueno que te guste amor, ahora agárralos con tus manos y muévelos tu- lo hice y sentí un placer más intenso aun. Ya no tendría mas noches solitarias… tenía dos nuevos amigos jeje y yo podía controlar la penetración.
Mi papá se acerco a mí y puso su pene a la altura de mi boca, se lo chupe con gusto como si me lo quisiera tragar, hasta el fondo, recorriendo con mi lengua todo su tronco, al llegar a los huevos los succione, era maravilloso sentir la bolita dentro de mi boca.
- Ahhhh….. mi niña….. Vale…. Se siente delicioso….. me voy a venir- mi padre agarro mi mano la que movía el consolador de mi vagina, y me ayudo a moverlo mas rápido.
Había escuchado del orgasmo simultáneo pero nunca lo había sentido. ¡Y fue algo mágico! Cuando papá me lleno la boca de semen y tuve mi squirting al mismo tiempo, fue como si tocara el cielo….. Cuando abrí los ojos papá lamia su mano, obviamente todos mis jugos habían ido a parar a su mano. La olía y cerraba sus ojos como si quisiera guardar ese momento para siempre.
Se acostó a mi lado y me acerque a su vientre, como aun no me había tragado su semen lo escupí sobre su ombligo, y lo lamí lentamente de su piel hasta no dejar ni una gota.
- Ay Valeria, eres igual de calenturienta que tu padre…. Solo por eso te tengo un último regalo- mi papá me miraba con deseo y ternura a la vez, eso me mataba… yo le sonreí, con tantos regalos esto parecía navidad.
Saque una bolsa de regalo que contenía tres paquetitos de papel de china de colores cuidadosamente cerrados. En el primero había un juego de brassier y tanga blancos, de una tela casi transparente, con moñitos en listón rosa. En el segundo paquete, un poco más grande, había un babydoll azul celeste (el color favorito de Angel), la tanguita traía listones para amarrarla a los lados y las copas del babydoll estaban bordadas con piedritas brillantes. El tercer paquete también contenía un babydoll, solo que era de encaje negro, con broche al frente y listones en gis plata.
- ¿Quieres que te los modele ahorita?
- No nena, tu madre no tarda en subir y quiero disfrutarlos como se debe, despacito sin prisas y con mucho cariño. Ya sabes que yo no soy celoso así que Ramiro también los puede ver solo que pido estrenártelos primero- ambos comenzamos a vestirnos, eran las 10:30 pm, mamá subiría pronto a su cuarto- ¿Qué crees mi vida? En la tienda le dije a la vendedora que eran regalos para mi novia.
Me sentía feliz, plena, tenía un novio que me amaba. Tenía un padre que era buen amante y que me amaba sobre todas las cosas. Y yo los amaba a los dos…. Y claro tenía una amiga que comenzaba a hacer que sintiera curiosidad. ¿Qué más puede pedir una chica en su vida? Antes de cerrar la puerta mi padre volteo a verme.
- Vale…. Mañana tienes cita en mi consultorio- su risa seductora me derretía.
- ¡En serio! Ok, iré después de la escuela, y me pondré algo sexy para ti… y claro llevare nuestros juguetitos.
Esa noche dormí feliz, la camisetita de mi pijama se había impregnado del aroma de mi papá, dormí respirando su olor a hombre….. Segura de que este es solo el inicio de las aventuras sexuales con el hombre que más amo. Mi padre. Mi Angel.