Valentina, la chacha desnuda (07)

Tom termina de castigar a Valentina y aún atada y amordazada le saca una foto y se la envía a un amigo. Este le responde.

  • Hola Markus cabronazo.

  • Cabronazo tú, ¿de dónde has sacado esa puta?

  • No es una puta, bueno,… sí lo es, es mi pornochacha.

  • ¿Pornochacha?, ja, ja, pues parece tu esclava. Oye ¿qué lleva puesto?, ¿un bozal de perro?

  • Sí,

  • Quítaselo que quiero verla, está muy buena pero seguro que es más fea que pifio.

  • De eso nada,  es un pibón, espera un momento y te lo demuestro.

Tom dejó la llamada por un momento y fue a buscar el ordenador portátil, lo puso delante de la chica sobre una silla y enfocó la web cam sobre ella.

  • ¿Estás ahí todavía?, venga te hago un skype.

El tío hizo un skype con su amigo que así pudo verlo todo en directo.

El tal Markus pudo ver así un plano general a toda pantalla del cuerpo desnudo de Valentina atada frente a la cámara, y cómo Tom le quitaba el bozal de perro.

Una vez se lo quitó le dejó sacar el tanga de la boca. Valentina escupió y cuando pudo hablar dijo.

  • Señor, ¿quién es el del ordenador? ¿acaso me puede ver?

  • Claro que te veo preciosa, dijo Markus, tenías razón Tom, está muy buena, y es muy guapa. ¿Cuánto le pagas por dejarse atar así?

  • Dile quién eres Valentina.

  • Soy,…. soy la criada.

  • ¿Lo ves?

  • Ja, ja, ja, o sea que sí que es la criada, y ¿qué estás haciendo con ella?

  • Pues la estoy castigando por hacer mal sus tareas.

  • Ya veo y ¿cómo le has castigado?, Dios…. ¿qué te ha hecho ese bruto en los pezoncitos pequeña?

  • Vamos, cuéntaselo.

  • Me los ha pellizcado con clips sujetapapeles dijo ella con lágrimas en los ojos.

  • ¡Pobre niña!, dijo el tal Markus con falsa compasión,  y seguro que tienes unos pechos muy sensibles,….. y grandes, joder qué bufas más bien puestas.

  • Los tiene increíblemente sensibles, Markus, dijo Tom acariciándole las tetas, se las tocas un poco y los pezoncitos se le ponen duros como piedras.

  • Las tías con las tetas sensibles son las más cachondas, lo sé por experiencia.

  • Sí, ésta desde luego lo es.

  • ¿Le sale leche de los pezones?

  • Pues no, no que yo sepa.

  • Hay formas de conseguirlo, así los tendría aún más sensibles,….y los usaría para servirte el café, ja, ja.

Tom le hizo un corte de mangas.

  • Veo que también la has caneado,…. una vara de madera si no me equivoco,… joder y donde más duele. ¿Qué te ha hecho la sirvienta? ¿Ha inundado la casa?, qué cabrón.

  • Sí pues no has visto cómo le ha quedado el culo, te mando una foto……

……

  • Ostias, qué bestia eres, se lo has dejado en carne viva. ¿Y para qué me llamas,…. para presumir?

  • Pues si, un poco sí, pero también para que me des ideas pues he contratado a Valentina por varios meses y tengo pensado torturarla,… quiero decir, castigarla todos los días.

La joven miró angustiada a Tom.

  • Señor, prometo aplicarme pero no me torture, se lo suplico.

  • Es inútil Valentina, eres demasiado tonta y volverás a meter la pata. De todos modos, aunque no te equivoques habrá que castigarte igualmente para que no bajes la guardia, y ahora cállate que estoy hablando con mi amigo.

  • O sea que quieres que te de ideas para torturar a esa tía buena ¿no?.

  • Sí.

  • Vale, pero con una condición.

  • ¿Cuál?

  • Que me invites a tu casa y así yo también podré disfrutar.

  • De acuerdo, dalo por hecho pero no será hasta dentro de unos días. Hasta entonces te dejo que quiero seguir disfrutando de mi chacha a solas. Ciao.

  • Serás cabr…

Lo último que vio su amigo Markus antes de que desapareciera la imagen fue a  su amigo Tom llevando la mano hasta la entrepierna de Valentina.

  • Puf, antes te has vuelto a quedar a medias,  y ahora tienes esto como un bebedero de patos, ahora mismo lo remedio.

  • Pero señor, ha dicho que va a invitar a su amigo para…para..

  • Para torturarte zorra, lo has oído muy bien, pero no creas que será el único al que invitaré a disfrutar de tu cuerpo.

  • Pero señor,…

  • Callate si no quieres volver a probar la vara. Enterate que ahora eres mía y te entregaré a quien yo quiera. Y mientras hablaba le siguió acariciando entre las piernas.

A pesar de esas duras palabras Valentina volvió a retorcerse de placer mientras Tom le acariciaba el coño.

  • Te gusta lo que te hago ¿verdad zorrita?

  • Sí,….siga,…siga.

  • Me sabe mal que te lleves tan mal con mis pequeños, Valentina, dijo mirando a sus perros. Ya te he dicho que se nota que les tienes miedo y ellos huelen el miedo.

Mientras le decía esto Tom dejó de masturbarla por un momento y desatándole la pierna izquierda se la volvió a atar al poste de la portería pero levantándola hasta ponerla en horizontal.

  • AAYYY, me hace daño.

  • Cállate zorra, eso no ha sido  nada ahora sí que te voy a hacer daño.

Y entre gritos de dolor Tom le cogió la otra pierna y forzándola hacia arriba la ató de forma análoga de modo que el cuerpo de Valentina quedó inmobilizado en una T invertida y con las dos piernas exageradamente abiertas formando un perfecta horizontal.

Ahora el coño de la chica estaba completamente abierto y exponía la rosada piel dentro de los labios interiores como si fuera una flor que hubiera abierto sus pétalos.

Ajeno a las quejas de la chica que pensaba que se le rompían las caderas Tom siguió acariciando su sexo mientras hablaba.

  • Mira pequeña, para que te acepte la manada basta que te ganes a Tristán, el jefe, ese es el truco.  ¡Tristán bonito!, ven ven aquí, y uno de los perros que hasta entonces había esperado tumbado allí cerca, acudió al llamado de su amo moviendo la cola.

Tom cogió al perro por el collar y acercó el hocico al coño  de la sirvienta.

  • No, no.

Para terror de la joven el perro se puso a gruñir y enseñar los colmillos pero pronto empezó a hociquear y oler el sexo.

  • Vamos precioso, te gusta cómo le huele el coño ¿verdad?....lo tiene caliente y jugoso, una delicia, hazme caso.

Valentina siguió negando mientras sentía perfectamente el hocico húmedo del perro acariciando su sexo.

  • Sé que eres demasiado tonta para entender esto, pero para adiestrar a un perro hay que comprender cómo funciona su mente, ¿has oído hablar del reflejo condicionado?, …..¿Pavlov?. Bah no sé para qué te pregunto, ¿cómo vas a saber tú eso?.

  • No, no, por favor.

  • Mira zorra, te lo voy a explicar sencillo para que lo entiendas. Voy a enseñar a mis perros a comerle el coño a la criada pero para eso necesitaré ir un momento a la cocina.

Tom dejó  a su perro junto a Valentina y Tristán se desinteresó de ella y se tumbó pacíficamente bajo sus piernas

La pobre muchacha estaba horrorizada

  • ¿Qué iba a enseñarles qué? Ese tío era cada vez más perverso y retorcido.

Al de un rato Tom volvió con un frasco lleno de caldo de carne y una esponja. Por supuesto al oler el caldo los perros se levantaron y acudieron hasta su amo moviendo la cola.

  • Esperad, esperad, …ahora mismo,… no seáis impacientes. Y cogiendo la esponja la pringó bien de caldo y con mucho cuidado de derramar el mínimo posible se lo metió a Valentina dentro de la vagina.

  • Haz fuerza y mantén esto dentro, si se te cae te vuelvo a dar con la vara.

Ella afirmó muerta de miedo.

Por supuesto los perros se acercaron impacientes pero Tom los echó dándoles una orden que ellos obedecieron.

El caldo de carne se deslizó entre los labia de la chica y empezó a caer gota a gota al suelo.

  • Ven aquí Tristán, ven, así muy bien, chupa, chupa aquí ….eso es,…eso es bonito…. muy bien.

Y el perro empezó a hacerle un cunnilingus canino a la criada con suma insistencia.

Valentina volvió a negar entre asqueada y aterrorizada mientras el perro no dejaba de lamerla ni un momento moviendo su vivaracha lengua sin parar.

  • Así, chupa, chupa, que ¿te gusta cómo te lame el perro?, ja, ja.

La chica negó una y otra vez, sin embargo no lo pudo evitar y el masajeo continuo de la lengua del animal terminó por excitarle el clítoris que le creció a ojos vista.

  • Ja, ja, ya veo que te gusta zorra, cómo se te está poniendo la pepita. ¿Seguro que no te lo habías montado nunca con un chuco?.

  • No, no, por favor, hágale que pare, por favor.

  • ¿Por qué?, dijo él mientras grababa la escena con el móvil, es evidente que os gusta a los dos,….además  así al final os haréis buenos amigos.

El perro siguió y siguió lamiendo el coño de la joven a medida que caían las gotas de caldo hasta que ella no pudo más y tuvo un orgasmo.

La joven intentó disimular pues no quería que el hombre viera que se había corrido por la lengua de un perro, pero no pudo engañar a Tom.

  • Ja ja. Quita quita Tristán, que ya has hecho tu trabajo. Mira cómo le has dejado a la chacha cachonda, se ha corrido de gusto y ahora tiene todo esto hinchado, será zorra.

Y metiéndole los dedos le sacó la esponja.

  • Ahora vas a ver cómo se hace.

Y sacando la esponja le dijo al perro.

  • Vamos chupa Tristán, chupa.

Lógicamente el perro no era tonto y seguía la esponja empapada de carne que Tom intentaba ocultar.

  • Aquí aquí, bonito, lámele aquí. A una de éstas el perro lo hizo y lamió el coño de ella donde aún había algunas gotas y entonces Tom le recompensó dejándole lamer la esponja.

  • Otra vez aquí Tristán, lámele el coñito, venga.

Y el perro lo hizo obteniendo la reocmpensa. Tras repetir la operación varias veces el dueño había conseguido que el perro le hiciera caso y lamiera el coño de la criada  unas cuantas veces aunque ya no sacara nada de allí.

  • ¿Lo ves?, tres o cuatro días de entrenamiento y te chupará el coño sólo con que yo se lo mande, ja, ja.

Y volviendo a mojar bien la esponja se la metió otra vez en la vagina.

  • Ahora tú, Sula, ven aquí y haz que la chacha se corra.

En poco rato los otros tres perros consiguieron con sus ávidas lenguas que Valentina tuviera tres orgasmos seguidos.

Tras eso ya no le gruñían tanto…….

Cuando terminó de entrenar a los cuatro chuchos Tom cargó por última vez la esponja y se la volvió a meter dentro del coño y se tumbó en la hamaca grabando cómo sus perros le comían el coño a Valentina mientras  ésta colgaba en esa postura tan obscena y gemía  y se retorcía de placer.

Por fin tras más de media hora de lametones y orgasmos estaba empezando a caer la tarde y Tom decidió liberar por fin a su criada.

Cuando la desató la pobre Valentina se abrazó llorando al hombre y éste la consoló besándola en la cara y en la boca.

  • Vamos, vamos, ven a la casa, bonita, antes de cenar te vas a dar una ducha y te voy a dar algo para las heridas.

Tom cogió a Valentina en brazos y se la llevó a la casa como si fuera una niña pequeña.

Efectivamente le dejó media hora en el cuarto de baño para que se duchara y aseara y tras eso la hizo tumbarse sobre la cama boca abajo y le dio una pomada en las heridas del culo y de las piernas así como en los pezones.

Una vez hecho esto volvió a atarle las manos a la espalda y se la cargó al hombro llevándola a la cocina.

Allí le sirvió unos trozos de pan desmigados en leche que le preparó en una de las escudillas de los perros.

Tom la depositó en el piso y obligó a Valentina a cenar en el suelo de rodillas. La chica tuvo que restregar sus pechos por el piso lamiendo la escudilla como una perrita.

Entre tanto él se hizo un bocadillo y la observó comiendo a lo perro.

  • Eres una perrita obediente, le dijo cuando vio que  se había terminado todo, y ahora ven aquí a tomar el postre, y el tío se sacó el pene para que ella se lo chupara.

Valentina obedeció al momento y le hizo una última mamada antes de irse a la cama. La chica estuvo chupándosela a su dueño despacio y con dulzura durante más de un cuarto de hora y volvió a tragarse todo sin dejar caer una gota al suelo.

  • Asi, así, muy bien perrita, dijo Tom que ahora la trataba como a sus canes, veo que vas a prendiendo a hacer tu trabajo, y ahora vamos a la cama.

Tom le volvió a atar la correa de perro al collar y a cuatro patas se la llevó hasta su cama para dormir desnudo con ella y disfrutar de la calidez y suavidad de su cuerpo en su propio lecho.

No obstante antes de eso le ató las muñecas a los tobillos en postura de hogtied pues no quería que se masturbara a escondidas.…..

A la mañana siguiente Tom tuvo un amanecer muy placentero pues su sirvienta le despertó lamiéndole la polla como él le había ordenado.

A pesar de estar sólidamente  maniatada, la chica se las ingenió para descender reptando por el lecho y allí empezó a lamer y chupar para ponérsela dura. De hecho lo consiguió cuando él no estaba despierto del todo y entonces se la metió toda en la boca.

Cuando llevaba un rato haciéndolo de pronto vio la cara de su amo.

  • Buenos días, mi señor, acertó a decir mostrándole sus simpáticos dientecillos, espero que hayáis dormido bien.

Y  sin decir nada más se la  volvió a meter en la boca sin que su dueño se opusiera. Este por su parte le empezó a acariciar las nalgas.

  • Vaya, esto está bastante bien, te recuperas muy rápido muchacha

La chica se limitó a decir que sí con la cabeza sin parar la felación.

El hombre también le acarició las tetas cosa que a ella le gustó mucho.

Sin embargo al de un rato de chupadas Tom sintió ganas de orinar, Entonces le deshizo los nudos que ataban sus tobillos y se los liberó. Acto seguido le hizo parar la mamada agarrándola del pelo y se la llevó hasta la ducha. Allí le obligó a arrodillarse delante de él.

  • Abre la boca puta, que quiero mear.

Valentina entendió al momento lo que ese hombre quería y arrugó la nariz apartando la cara humillada.

  • Vamos zorra, ¿es que no me has oído?, abre la boca he dicho.

Valentina sabía cómo iba a acabar aquello si se negaba a obedecer así que se resignó otra vez y abrió la boca para servir de toilet humano.

  • Eso está mejor, y apuntando al objetivo el tipo empezó a miccionar con buena puntería.

Valentina se sorprendió de recibir ese líquido caliente en la boca y éste se escapó entre sus labios formando una película dorada que se deslizó por su bellos pechos hacia su vientre y sus muslos.

  • Trágatelo, trágatelo o tendrás que lamerlo del suelo.

Y Valentina obedeció otra vez deglutiendo como podía, pero aún así parte se le escapaba. Mientras recibía la micción la muchacha se preguntaba hasta dónde podría seguir aguantando todas esas humillaciones.

  • Ja, ja, ya aprenderás, dijo Tom echándole los últimos chorros, sólo necesitas un poco de práctica.

Cuando terminó de mear la joven estaba totalmente humillada y asqueada con el pelo mojado de pis. Entonces su dueño le sonrió sádicamente y puso en funcionamiento la ducha dirigiendo la cebolla directamente sobre su cara.

  • Gracias, pppff, gracias señor, dijo ella al recibir el agua templada. Y de la misma se arrepintió de ser tan tonta ¿por qué le daba las gracias?, es como si lo último que deseara en el mundo fuera desairar mínimamente a ese hombre desconsiderado que no veía los sacrificios que ella hacía.

Dentro de la ducha Tom hizo el amor con su empleada del hogar y luego la limpió cuidadosamente.

Tras esto la peinó e incluso le pintó la raya del ojo, los labios y le puso un poco de colorete con mucha habilidad. La chica se sorprendió de que fuera tan hábil haciendo eso, de hecho no era la primera vez.

  • Ven preciosa, le dijo haciendo que se mirara al espejo, mira qué guapa estás. Hoy quiero que estés muy elegante y atractiva que tienes que hacerme un recado muy especial, y tras terminar con la cara le puso carmín en los pezones y en los labia.

Valentina empezó a hacer las tareas de la casa en cuanto su amo la liberó de sus ataduras. No sabía muy bien en qué consistía ese recado tan especial pero ya era para mosquearse lo de maquillarle los pezones y el sexo.

Su amo no tardó en aclarárselo.

  • Cuando termines con el desayuno vas a ponerte las ropas que trajiste ayer, pero no se te ocurra ponerte el tanga.

Obedientemente Valentina preparó todo y fue a vestirse como le habían ordenado. La chica estuvo de vuelta en unos minutos pero antes le dio tiempo a usar su móvil y mantener una corta conversación a escondidas con el whatsapp. Tras acabar volvió a esconderlo en la cisterna.

  • Escucha bien que vas a hacerme un recado muy importante  y no quiero repetírtelo dos veces, le dijo Tom. Ahora mismo vas a ir a esta dirección y me vas a recoger un pedido on line que he hecho.

A la chica le dio un escalofrío

  • Pero, pero si es una sexshop.

  • Sí, una sexshop especializada en bondage, los dueños son amigos míos.

  • Pero señor, ¿es apropiado?, dijo mostrando cómo iba.

  • Me da igual si lo es o no, y ahora por replicarme mira lo que hago. Y le arrancó otro botón del top. Esto forma parte de tus obligaciones y basta.

Ella se agarró el top con las manos pues sintió que se le aflojaba y que se le salían los pechos.

  • Te advierto que los dos dueños de la tienda ya saben quién eres y lo que eres pues ya les he mandado varios videos tuyos.

  • ¿Qué?

  • Lo que oyes, ya te han visto en pelotas y haciendo cochinadas así que no te molestes en ocultar que eres mi esclava y obedéceles en todo lo que te manden, ¿está claro?

La joven asintió pero no le hacía ninguna gracia que su señor fuera difundiendo sus videos por ahí. En realidad desconocía que a esas alturas ya era bastante popular en cierto grupo de sádicos conocidos de Tom.

Valentina salió pues de la casa para hacer el recado muy  compungida. ¿Qué podía haber encargado su dueño en una tienda especializada en BDSM?. No hacía falta ser muy lista para deducirlo pues ese día le esperaba una dolorosa sesión de tortura de pechos a manos de su señor.

Valentina no se podía quitar de la cabeza lo que le hicieron a la pobre japonesa de la peli.

Continuará