Valencia (5: La fantasia de Roberto)

Susana hace realidad la fantasia de Roberto de verla sometida y humillada. Susana gozaria como nunca.

A la mañana siguiente Susana no pudo levantarse de la cama hasta casi la hora de comer. La experiencia le había resultado altamente gratificante. Las experiencias que habían vivido la estaban llenando de gozo. Su vida se había trasformado en un torrente de sexo que la llenaba por completo. Ni decir tiene que de Marcos ni se acordaba. Todas las facetas del sexo las tenia mas que cubiertas. Ademas el pensar en las fantasías que todavía quedaban por hacer realidad la mantenía excitada. Su marido no dejaba de recordarle lo bien que estuvo verla rodeada de aquellos adolescentes desnudos. En el postre le daba a beber la leche de aquellos jóvenes para alargar mas el recuerdo de aquel día. Tal y como bebía Susana reconocía el propietario de aquel semen, su mensaje y lo que le había hecho.

Echaron a suerte la siguiente fantasía que iban a cumplir. Le toco el turno a Roberto. Su fantasía de someterla, dominarla como a una sumisa esclava durante un fin de semana se iba a hacer realidad. Nunca penso que el traer una pizza a esa casa pudiera haber resultado tan gratificante. Juan hubiera preferido que aquella fantasía no se efectuara pero fue la propia Susana la que se negó. Acordaron que seria durante le siguiente fin de semana y que no acudiera ni padre ni hijo. La tendría todo ese fin de semana para saciar sus caprichos. El miedo de Susana fue creciendo conforme se acercaba el viernes. Siempre le había gustado la dominación que Marcos había ejercido sobre ella pero desconocía su reacción ante una sesión sadomasoquista. Para que no hubiera marcha atrás Roberto decidió llevarla a un viejo pueblo del pirineo donde a duras penas podían contarse tres vecinos.

El viernes por la tarde emprendieron camino a su destino. Roberto quería que fuera completamente desnuda durante el viaje cubierta únicamente por una pequeña mantilla que no llegaba a cubrir todas sus partes.

Perra a partir de este momento todos tus deseos son los míos, tu voluntad junto con tu persona pasan a pertenecerme. No debes preocuparte té veras gratamente sorprendida de lo que llegaras a gozar este fin de semana. Tenemos poco tiempo así que tendremos que aprovecharlo bien.- Mientras decía esto Susana intentaba evitar que un autocar de escolares tuviera visión de sus secretos más íntimos.

Cuando cogieron la autopista le ordeno abrir una de las bocas que llevaba Roberto. Cogió lo que parecía un palo negro alargado seguido de un cable que la llevaba a un sensor. Que consolador tan extraño penso Susana. Roberto la ordeno ponérselo en el coño bien dentro de tal manera que le cupiera practicamente entero. Pero era demasiado largo y no le cabia entero. Al enchufarlo Roberto soltó una pequeña descarga que la hizo incorporarse de su asiento. Cada vez que lo encendía Roberto y aquel instrumento tocaba el asiento ella sufría una pequeña descarga, así que el viaje le iba resultar de lo más penoso. La posición que le obligaba a adoptar hacia que su culo estuviera ligeramente levantado pero lo suficiente para que el pequeño delantal no cubriera su coño. Roberto se pegaba a cuantos vehículos grandes veía de forma que Susana tenia que escoger entre la decarga o enseñar sus encantos a cuantos conductores pasaban por su lado. Durante las primeras descargas Susana permanecía en su asiento intentando controlar el dolor que le producía. Al cabo de una hora tenia el coño tan sensible que no podía evitar exhibirse todo lo que Roberto quisiera, completamente expuesta a su voluntad. Los extrañados conductores, la mayoría camioneros, en un principio se quedaban anonadados para pasar a masturbarse contemplando el cuerpo escultural de Susana. Cuando alguno de los conductores se empezaba a masturbar Roberto descubria las tetas de Susana para que pudieran contemplarla por entero. El verse expuesta con lo que los camioneros pensaban era un consolador en su coño Susana se iba calentando. Tenia el chocho encharcado con lo que las descargas podían hacer todavía mejor su trabajo. Y esto solo era el principio- penso.

Cuando llegaron a la casa Susana saco las maletas del coche mientras Roberto iba a por las llaves. Al entrar pudo ver que era una hermosa casa del pirineo algo descuidada. Roberto le entrego un delantal de cocina y le ordeno le sirviera la cena. Susana no observo que el delantal dibujaba la forma desnuda de una mujer. Mientras cenaba tocaron a la puerta. Roberto ordeno a Susana que saliera tal y como estaba a abrir la puerta pero no quería, el miedo a lo desconocido la ponía nerviosa y en aquel pueblo se sentía completamente perdida. Roberto lanzo un fuerte bofetón que estallo en toda la cara de Susana haciéndola caer.

Recuerda puta que estas a mi entera voluntad, que no tenga que repetírtelo dos veces. Abre.

Cuando abrió la puerta un hombre maduro de unos cuarenta y dos años quedo boquiabierto.

Quién es puta?

Hola Roberto soy yo Gustavo, Gustavo Alonso, tu amigo.

A hola Gustavo pasa. Y quédate a cenar.

Mientras Susana preparaba la cena Roberto le puso al día del porque de la situación de Susana. Sus ojos quedaron abiertos como platos mientras su amigo le relataba la primera de las fantasías. Cuando Susana entro entendió que sus secreto más íntimos no podrían resguardarse en aquel pueblo. Puso el plato en la mesa y obedeció la orden de Roberto de ir a limpiar. Mientras ella limpiaba Gustavo pidió a su amigo que dejara follarsela, a lo que Roberto no tardo nada en acceder.

De acuerdo Gustavo. Yo mientras iré a ver a Sonia.

Gustavo encontró a Susana limpiando el polvo de una estantería. Sin miramientos se acerco a ella y le apretó las tetas. Susana llamo a Roberto asustada pero este no acudió.

Quien lo iba a decir una puta para mi solito.

Susana se resistía sin poder darse la vuelta. Las manos de aquel hombre pronto descubrieron todos los rincones de Susana. Sus manos aprisionaban los pezones de Susana por encima del delantal mientras ella intentaba zafarse. Uno de sus dedos se colaron en su coño mientras otro pellizcaba insistentemente sus tetas. Susana al notar aquel dedo dentro suyo empezó a suspirar. Aquel condenado la estaba forzando pero ella no podría resistirse a sentirlo. Gustavo la abrió de piernas para que sus dedos pudieran entrar dentro de ella. Su dedo sabia trabajar muy bien el coño de una mujer, que por otra parte empezaba a estar cada vez mas mojado. Gustavo introdujo tres dedos para conseguir abrir mas aquel coño que sin duda había disfrutado tanto. Los dedos sabían hacer bien su trabajo, llegaban a cualquier parte de su vagina en un continuo mete y saca. Cuando sus suspiros fueron de mayor profundidad Gustavo saco los dedos de su coño produciendo un vació en su interior y provocando las quejas de Susana.

Metete tus dedos puta. Quiero ver como lo gozas, imagínate que es una polla. Veras como esos guantes de látex parecen una polla.

Susana introdujo tres de sus dedos en su interior continuando el trabajo que Gustavo había empezado. Mientras Gustavo empujo su cuerpo hacia delante obligándola a apoyarse sobre una mesa. Escupió en su ano y sin ningún miramiento le introdujo se dispuso a introducirle el pene. No hizo caso a la negativa de Susana y poco a poco fue empujando dentro de Susana produciéndole un terrible dolor. Cuando Gustavo tubo toda la polla dentro empezó a moverse sacando y metiendo el pene de aquel estrecho agujero. Al principio lo hizo despacio para ir aumentando el ritmo paulatinamente. Los dedos de Susana comenzaron a moverse al mismo ritmo que las embestidas de Gustavo entraban en su culo. El dolor poco a poco fue dando paso a un placentero cosquilleo. La polla de Gustavo seguía entrando y saliendo con un ritmo acompasado pero seguro. Era una polla enorme. Eso si que había podido observarlo Susana antes de que se la metiera. Los aullidos de Susana resonaban por toda la casa, sus manos dejaron de trabajarse el coño para aguantar los empujones que le daban. Gustavo seguía entrando con mayor recorrido en su culo. En una de esas veces se le salió la polla del culo.

No por favor no pares, sigue carbón, sigue me estas volviendo loca. Gustavo ensarto de nuevo su ariete sin mayor dificultad esta vez.

Siempre desee follarme a una puta como tu por el culo, cerda. Aquí no tenemos demasiadas oportunidades.

Las embestidas fueron aumentando de ritmo indicando la inminencia de su orgasmo. No pares sigue, sigue, gritaba Susana. Al girarse pudo ver dos bultos en la puerta, eran Roberto y Sonia que estaban siguiendo la enculada con deleite. Roberto comenzó a animar a Gustavo como si de un partido se tratara.

  • Vamos Gustavo dale fuerte a esta puta, no te olvides a lo que ha venido. Échale todo tu semen dentro.

Gustavo estiro todo su cuerpo y aumento aun más el ritmo. Su cara se contrajo mientras de su polla salían enormes borbotones de leche. Continuo durante un buen rato empujando el culo de Susana hacia arriba en cada una de sus descargas. El semen de Gustavo empezó a escurrirse por sus piernas. Cuando Gustavo saco su pene le dejo un buen agujero en el ojete, Susana se dio la vuelta y cogiendo su polla con los guantes se la llevo a la boca. Sus labios absorbían todos los restos de semen que había en ellos. Con una mano masturbaba a Gustavo consiguiendo que ni siquiera se deshinchara. Las chupadas pronto consiguieron que Gustavo estuviera a punto de nuevo.

Roberto ordeno a Susana separarse de aquel miembro para que Sonia pudiera lamerlo y explotara en su boca.

Sonia se mostró un poco reacia porque no estaba acostumbrada a ello. Pero Susana había conseguido calentarla. Los labios de Sonia aprendieron pronto y succionaron con gran avidez aquella polla. Roberto empujo a Susana hacia Sonia obligándola a chupar su coño. Era la primera vez que Susana se veía en esta situación pero no dudo en obedecer a Roberto. Susana lucho para bajarle las bragas a Sonia ante la resistencia de esta. Acerco su lengua y lamió por primera vez el coño de una mujer. Los labios de Sonia eran bien gordos. La lengua recorrió esa hermosa raja más propia de una yegua que de una mujer. Susana introdujo la lengua por dentro recogiendo sus jugos. Entraba y salía con la lengua follandosela. Sonia estaba gozando las lamidas de Susana suspirando de una forma escandalosa. A pesar de su inexperiencia Susana consiguió que las piernas de Sonia se doblaran de puro placer. La lengua de Susana comenzó a lamer por fuera como si fuera una perrita. Recorría sin prisas pero sin pausas todo el coñote mientras Sonia mamaba con mayor ansia la polla de Gustavo. Gustavo agradecía a Susana su aparición porque si bien ella se marcharía Sonia quedaría marcada para siempre. Ademas estaba gozando como nunca en su vida. De nuevo estaba a punto de explotar, sus gemidos fueron mayores y más continuos hasta que por fin un gran gemido indicaba lo que sucedía dentro de la boca de Sonia. Esta como si se hubiera vuelto loca continuaba mamando mientras Susana separaba sus tersos glúteos con los guantes y lamía a lo perrito mas profundamente. Finalmente las piernas de Sonia no pudieron aguantar mas y un torrente cayo en la boca de Susana mientras Sonia gritaba como lo que empezaba a ser, una puta más.

Sonia tardo en levantarse sin entender aun que había pasado por su cabeza para estropear en un segundo su mancillez. Dio un morreo a Susana con la boca llena de semen de Gustavo para que saboreara ese liquido y a modo de profundo agradecimiento. Salió por la puerta a duras penas aguantándose erecta.

Gustavo vete a casa por hoy ya hemos tenido bastante. Dijo Roberto

Roberto acompaño a Susana a su habitación. Ato sus manos en la cabecera y las piernas abiertas a los pies de la cama. Se desnudo y la tomo con furia, sin miramientos, como nunca la habían tomado. Si no fuera por la excitación que llevaba le hubiera hecho un daño tal vez irreparable. Cuando Roberto acabo se dispuso a marcharse a su habitación con el coño empapado por la mezcla de jugos suyos y del. Susana protesto pero nada consiguió. Necesitaba llegar a un orgasmo por toda la excitación del día pero Roberto no se lo permitió. Varias veces aquella noche entro Roberto a montarla. Cada vez que conciliaba el sueño Roberto entraba y la tomaba con furia, con violencia, no la dejaba correrse consiguiendo que aquel viernes no lo olvidara nunca. Si no la follaba con su pene lo hacia con el consolador, de forma que durante esa primera noche acabo completamente excitada, en un continuo estado de excitación pero sin llegar al clímax. Acercándose pero sin conseguirlo. Roberto le dejo el consolador en el coño y se fue a dormir. Susana se retorcía intentando follarse con el consolador contra la cama y así llegar al orgasmo. Intentaba empujar el consolador hacia adentro y hacia fuera pero no consiguió mas que cansarse y aumentar aun más su excitación.

Por fin quedo rendida y se durmió.

Se despertó pasado el mediodía con Sonia a su lado. Sonia le acariciaba todo el cuerpo deleitando sus manos en sus tetas y besándola, besándola. Sonia la deseaba. Tenia ordenes de acariciarla durante horas hasta nuevo aviso. Susana le suplicaba que le metiera y sacara el consolador hasta que se corriera pero solo consiguió que Sonia lo moviera hasta que estaba a punto de correrse e irremediablemente paraba. Sonia pasaba a recorrer con sus manos su cuerpo a lamerle las tetas y a chuparle el sexo volviéndola loca.

-Por favor, por favor dejarme ya… No sigas me estáis matando de gusto.

Sonia le cogía las tetas acariciándolas y besándolas. UMMMMM, NO, UMMMMMM

Al rato llego Roberto.

Que puta deseas llegar a un orgasmo verdad?

Si por favor hazme llegar ya, no puedo más. Me duele el coño necesito descargar.

Mientras decía esto Roberto saco el consolador. Se la monto y le ordeno le explicara a Sonia su experiencia con los tres negritos, como la habían tomado, como se dejo follar y como después un perro se la cepillo, como quedo embarazada de un nicho de color, le ordeno explicara hasta los más ínfimos sentimientos cuando desvirgo a su hijo y todas las situaciones que había vivido. Se estaba confesando ante una extraña todo por sentir una polla dentro con la que poder llegar al orgasmo. Roberto ordena a Sonia que se pusiera encima de la boca de Susana para que la lamiera hasta correrse en su boca. Susana inicio de nuevo los sabores de un coño. Y ante la promesa de Roberto de permitidle llegar a un orgasmo cuando Sonia se corriera acelero sus lamidas. Cuando Sonia descargo sus jugos en la boca de Susana, el cruel Roberto falto a su palabra.

Que mayor castigo para una puta como tu que el negarle una polla para correrse. Tienes que aprender que las putas sirven para dar placer no para tenerlo.

Ante estas palabras Susana comenzó a llorar desesperadamente, su orina se escapo empapando toda la cama. Estaba completamente entregada y humillada.

  • Cerda grito Roberto, mira lo que has hecho.

Dejándola allí tumbada en sus propios orines Roberto salió de la habitación. Sonia seguía acariciándola y haciéndola sufrir con el consolador. Desconocía hasta entonces la fuerza del sexo, sus placeres y no dejaría pasar la oportunidad. Se tumbo encima de ella pegando sus tetas a las de Susana, su sexo junto al de Susana se movía como si le penetrara. Las tetas chocaban unas contra otras en un placer que les llevo de nuevo al clímax. Roberto rompió de nuevo la escena con su entrada, llevaba en la mano una de las bolsas de las que extrajo unas pinzas que coloco en sus pezones, encendió una vela y espero a que la cera se fuera haciendo liquida. Había llegado Gustavo con Daniel Wolf, un amigo suyo propietario de tres enormes Perros Daneses. Al llegar a la habitación los perros no dejaban de ladrar excitados. Susana estaba completamente atemorizada, aquellos perros le daban miedo, temía le pudieran hacer daño. No le importaba que los pueblerinos la vieran atada, desnuda, meada y suplicando que la dejaran correrse, completamente humillada pero los perros la embotonaban. El miedo hizo presencia en su rostro.

Tranquila Susana- dijo Roberto estos perros no es lo que te tengo preparado para ti.

Cogiendo el consolador que había llevado puesto en el coche se lo introdujo en el coño. Empezó con descargas muy flojas en sus tetas para que ella pudiera sufrirlas y disfrutarlas. A cada descarga Roberto le ordenaba que suplicara una polla. Con las descargas Susana sufría y su cuerpo se convulsionaba. Fueron turnándose las descargas en las tetas y el coño. Cada vez mas seguidas, cada vez más intensas. Roberto la estaba haciendo sufrir, estaba consiguiendo que controlara sus ansias y se entregara como buena sumisa al poder de un hombre, a darle su placer a pensar en el primero. Las descargas fueron alternándose con los besos de Sonia. Gustavo y Daniel se desnudaron acercando sus pollas a la boca de Susana para que se las mamara. Cuando Susana tenia una de las dos pollas en la boca tenia que controlar que al producirse la descarga no apretara la boca. Esta advertencia de Roberto era mucho más difícil de controlar, pero sin duda lo consiguió. Susana les mamo la polla a los dos hombres haciéndoles la mejor mamada que supo. Puso toda su alma para que pudieran llegar a correrse y disfrutar de aquellos labios de puta. No tardaron los dos en correrse llenándole la cara de semen. Las descargas se hicieron intermitentes. Los pezones de Susana estaban completamente erectos, motivados por las descargas. Roberto cogiendo la cera de las velas vertía gotas por todo su cuerpo. Desde las tetas, el ombligo, el coño. Cada gota que caía en el desnudo cuerpo de Susana le producía pequeñas quemaduras que le hacían ver las estrellas, cuando Roberto se concentraba en su coño las gotas resbalaban por todo él hasta el falo que tenia dentro de su coño. Roberto solía darle descargas en las tetas si las gotas iban a su coño y al revés si las gotas las tiraba en las tetas. Todo para que su cuerpo entero sufriera de gusto. Los dos hombres de nuevo se empezaron a masturbar descargando esta vez sobre su cuerpo. Grandes chorretones de semen caian en la barriga y las tetas de Susana.

Por fin dejaron a Susana descansar con todo su cuerpo a flor de piel. Roberto tomo a Sonia y le hizo el amor delante de Susana para que comprendiera que lo que se le daba a Sonia se le negaba a ella. Sonia y Roberto acoplados disfrutando los dos del sexo y llegando ambos a un orgasmo era lo que deseaba Susana.

Al descargar su semen Roberto dentro de la pancha de Sonia se desacoplo y volvió a prestar su atención a Susana. La desato de piernas y manos. Fue entonces cuando Susana se dio cuenta que llevaba casi 24 horas atada sin comer ni beber. El dolor de la postura hizo mella en ella y a duras penas podía levantarse. Roberto la ato esta vez en la habitación, de la misma manera que en la cama, abierta en x pero de pie. Cogió un látigo y se acerco a ella.

Deseas correrte verdad puta?

Si mi amo, lo deseo con toda mi alma de puta.

Quiero que cuentes las pollas que te has comido o follado en tu vida. Ve diciendo en voz alta el nombre de tu amante y lo que te hizo en esa ocasión. Por cada uno de ellos recibirás un latigazo. Y no te descuentes sino volveremos a empezar.

Empieza

Marcos, mi primer amante, me convirtió en lo que hoy soy. Una mujer muy puta.- El látigo estallo en su glúteo derecho

Carlos, el amigo de Marcos mi primer cliente- Zas glúteo izquierdo

Los latigazos hacían que Susana se moviera hacia delante. Penetraban en su piel dejando una marca bien roja. La zona donde acababa el látigo se sensibilizaba con un enorme cosquilleo fruto del dolor.

Juan el cabron de mi marido.- El látigo fue a parar a sus tetas. Dios mío penso Susana, no lo voy a resistir. Son demasiados.

Juanito mi hijo y sus dos amigos a los que desvirge-Zas, ZAS, Zas. El látigo fue con mayor fuerza al coño de Susana por tres veces dejándoselo ardiente. Susana no dejaba de contornearse de puro dolor.

Los tres negritos y el doberman que me cogieron en el establo.-ZAS;ZAS; ZAS;ZAS. El primero en el coño, el segundo en la barriga y los dos últimos en el coño. La voz de Susana se hizo más débil, las piernas le temblaban y su coño estaba a punto de estallar.

Los cinco amigos de mi hijo. Los latigazos se concentraron en su coño. Cada golpe se multiplicaba por la sensibilidad que se le había producido en el latigazo anterior.Extrañamente en los últimos latigazos noto como su coño se encharcaba y estaba llegando al clímax.

Mirar que puta es- observo gustavo-se esta encharcando

Roberto, mi amo. Fue el primer pizzero en azotarme y someterme.- ZAAAS. Fuerte golpe en el coño

Los quince adolescentes……Luis, Lucas,Miguel, mi negrito, …Quince fuertes latigazos se repartieron entre las tetas, su culo y su coño. Su piel estaba cada vez más sensibilizada multiplicando la fuerza de los latigazos. Los últimos latigazos los dirigía Roberto a su coño. Uno a uno la estaban matando de dolor. En cada uno de los latigazos fue diciendo lo que el jovencito le había hecho y dicho, su sabor de semen. Para por favor, para me voy a venir. AHHHHH, Para,,,,AHHHH. Sigue mía amo dame mas fuerte. AHHHHHHHH. Todos estaban sorprendidos menos Roberto que estaba buscando que Susana se corriera disfrutando del dolor.Susana luchaba por no correrse de esa manera pero las sensaciones eran demasiado fuertes, mientras los latigazos resonaban en su coño. No esperaba sentir lo que sentía, sus sentimientos se le estaban desbordando. AHHHHHHH AHHH. No dejaba de gemir, su cuerpo se relajo aceptando la entrega a su dueño, a su amo, era mas fuerte que ella y deseo correrse de una vez. Temía que Roberto la dejara sin hacerlo esta vez pero se equivocaba De repente ante la sorpresa de todos Susana estallo en un gran orgasmo mientras gritaba de puro placer cuando el catorceabo latigazo le fue a parar al clítoris. AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH. El coño de Susana había estallado en una gran convulsión mientras chorros de jugo salían de su interior mojándola entera. Susana perdió el conocimiento. La despertaron al poco con un cubo de agua bien fría.

No hemos acabado puta. Roberto le lanzo dos nuevos latigazos en su coño. Sigue

Susana no podía pensar. Su cerebro se había bloqueado. No contesto y el juego empezó de nuevo. Desde el principio grito Roberto. Aquello parecía demasiado para el aguante de cualquier persona. El silencio se hizo cortante dejando resonar solo los nombres y el ruido del látigo estallando contra el cuerpo de Susana. Susana llegaba a un orgasmo tras otro. Prácticamente cada latigazo se convertía en un orgasmo. Su cuerpo caía de pura debilidad. Por fin nombro a Sonia y a Daniel acabando en un ultimo orgasmo volviendo a perder el conomiento.

Entre todos la tumbaron en la cama y se marcharon. Al día siguiente Susana despertó muy tarde con todo el cuerpo dolorido, muerta de hambre y de sed. No sabia si lo vivido había sido un sueño o era realidad pero viéndose las tetas y el coño vio todas aquellas marcas que no daban lugar a dudas. Bajo las escaleras y dio un profundo beso de agradecimiento a Roberto. Cuando se dirigió a la cocina para saciar su hambre, pero sobre todo su sed Roberto se lo impidió.

Donde vas puta, nadie te ha dado permiso para beber. Si quieres beber bebe ahí señalando un rincón de la casa donde dos de los perros daneses habían orinado. Miro a Roberto suplicándole pero ante la negativa de este y su terrible sed no tubo más remedio que agacharse y a modo de perra lamer el pis de aquellos enormes daneses. Todavía estaba caliente, penso Susana.

Agachada como una perra bebiendo el pis de otros perros- Dijo Juan cuando le enseñaron el vídeo una vez habían regresado.

Desde luego mujer te estas superando. Yo que pense que no lo ibas a disfrutar, he de reconocer que me ha excitado tremendamente. Verte toda marcadita……..ummmm

Continuara

Quisiera agradecer los emails recibidos. Y las colaboraciones, especialmente a Gustavo, Daniel, y Sonia.

Los demás también llegaran.

Lucas103@ozu.es