Vacaciones I
Quien no quisiera que pasara en sus vacaciones
Era mi segundo día en el hotel, como la mañana anterior me despertó el sol acariciándome el cuerpo desnudo, me incorpore dándome cuenta que tenía la entre pierna encharcada, seria posiblemente a consecuencia de la experiencia adquirida la noche anterior, pero todavía me asaltaba la sensación de la recepcionista que de él, a estas horas del día aun me estremecía. Me levante y me dispuse a ducharme, para quitarme el calentón, el agua fría en contacto don mi piel hizo erizarla, los pezones se endurecieron y un escalofrió recorrió mi espalda, al pasar la esponja por mi vagina, recordé la sensación de mi primer beso con una chica, empecé a acariciarme los labios mientras con la otra mano me acariciaba las tetas imaginando me que era ella la que lo hacía, continué cogiendo la ducha y con la alcachofa apuntando el agua hacia mi vagina, estando así hasta que la solté para introducirme los dedos y acariciarme el clítoris, estaba imaginando que la joven estaba arrodillada comiéndome lo eso hacía que mi cuerpo se convulsionara, me estaba aficionando a tener orgasmos lésbicos y eso me excitaba aún más, nunca me había hecho sexo oral una chica, ni yo se lo había hecho a una chica, justo cuando estoy a punto de llegar empezó a sonar el teléfono, en un principio lo deje sonar, pero luego pensando que podía ser urgente, Salí de la ducha sin secarme ni nada para coger el móvil, al descolgarlo resulta que se equivocaron siendo esto el causante de que mi excitación disminuyera sin ganas ya de continuar y viendo la hora que era Salí corriendo para vestirme para no perder el desayuno, cerraban el comedor a las 10 y eran las 9 45, me seque rápidamente y me puse lo primero que encontré en el armario, una camiseta negra muy ajustada y una faldita de vuelo corta, cuando salí del cuarto tropecé con la recepcionista, haciendo que casi nos besáramos al chocarnos, ella me abrazo para evitar que me cayera, el contacto de sus senos firmes y el estupor que me daba hizo que sé me erizaran los pelos del brazo, mis pezones empezaron a endurecerse marcando se en la camiseta, la joven empleada percatando se del suceso dijo
- Yo también me alegra de verte preciosa, ayer me devastes muy preocupada, al irte así de rápido, si te incomodo perdona no fue mi intención
- No tranquila de echo me encanto …
- Pues salgo a hora de trabajar y entro a la una si quieres podemos desayunar juntas
- Vale me encantaría, deja que me ponga algo más. Dije dándome la vuelta y levantando un poco la falda dejando ver mi nalga al descubierto
- No te preocupes que así estas muy bien, te invito a un café en mi casa,
- Vale. La dije toda sonrojada pues sabia como acabaría la mañana
Me dirigí a la entrada del hotel y la espere allí, a los cinco minutos apareció ella con una blusa blanca y unos pantalones negros que resaltaban su espléndido culo prieto, de camino a su casa estuvimos hablando conociéndonos un poco mas
Le pregunte su nombre a lo que ella contesto que se llamaba Sandra y tenía 29 años, era bisexual, y nativa de la isla, trabajaba en el hotel desde los 20 años y se independizo a una temprana edad, al rato de andar llegamos a su portal, subimos a un tercero sin ascensor, eran las 10 20, una vez dentro de su casa pasamos al salón.
- Siéntate por favor, voy a preparar el café. Me dijo sin pasar ni cinco minutos
- Ahora vuelvo voy a darme un agua, estas como en tu casa
En ese momento salió de la estancia cuadrada por una puerta que daba aun pasillo, el salón era cuadrado, con un par de cuadros, un sillón de tres plazas color blanco, la televisan en el típico mueble color caoba, pasados cinco minutos , me levante salí por la puerta y al final del pasillo del cual salían cuatro puertas tres de ellas a habitaciones las dos primeras eran de invitados, y la última era la suya, en la puerta de enfrente estaba el baño, entre en el abriendo la puerta despacio, al entrar vi al final del cuarto la bañera con unas cortinas color rosa chicle.
De la nada la cortina se abrió y la vi completamente desnuda ante mí. No puedo negar que era hermosa, hasta sentí como mi clítoris se mojaba un poco. Ella lo notó y sonrió. Entra a la ducha y yo me aleje un poco. Sandra cuando vio eso me dijo No te asustes, yo no muerdo, a menos que tú quieras. Ese comentario me dejo sin palabras. De pronto sentí sus labios en los míos, solo pude alejarla y mirarla con los ojos totalmente abiertos. Ella puso su mano en uno de mis senos y lo apretó delicadamente, cuando sentí eso, inconscientemente gemí. Para Sandra eso significo vía libre, me volvió a besar, pero con más pasión y exploró con su lengua toda mi boca, yo la volví a alejar y le dije- esto no está bien, yo no soy… ella me calló con otro beso y solo dijo
- pues se siente muy bien, ¿no quieres? Se acercó a mi cuello y empezó a besarlo apasionadamente.
Yo estaba muy excitada y tenía ganas de comérmela ahí mismo… así que la agarré de la cintura y la acerque más, nuestros pezones se rozaron y ambas gemimos de placer. Sandra me dijo
- sabía que te iba a encantar preciosa, déjame chupar esos senos, yo le respondí
- Hazlo!!!
Ella se agachó y empezó a lamer mis pezones y a jugar con ellos, yo solo revolvía su cabello mientras el agua recorría nuestros cuerpos desnudos. Luego su lengua bajo y se detuvo un minuto en mi ombligo, metió su lengua y para entonces yo estaba muy mojada, tanto que le grite
- lámeme mi coño!!! Sandra me miro de reojo y bajo directamente a mi vagina, se arrodilló y con su lengua recorrió cada centímetro de mi conchita, yo solo gritaba de placer.
- estás deliciosa amor…mmmm. me dijo separando se dé su cometido
Yo no aguante y la ayude a hundir su cabeza en mi coño. Jugó con mi clítoris que cada vez estaba más mojado, luego metió sin compasión dos de sus dedos y yo me estremecí. Luego empezó a hacer círculos dentro de mi vagina mientras yo solo temblaba, mientras yo la acariciaba y jugueteaba su pelo la dije
- Sandra, tres!!! Mete tres!!!
Y ella obedecido, lo que hizo que por fin me viniera en su cara. Ella estaba satisfecha, se levantó y volvió a lamer mis pezones, yo la bese en la boca, sintiendo mi propio sabor.
- Te gusto hermosa?
- quieres saber cuánto? Ella asintió y yo la recosté en el piso…
Empecé a besarle la boca, baje por su cuello y luego succione sus pezones que estaban bastante duros… ella gemía y yo con mi mano acariciaba su húmedo coño. Baje directo a su clítoris y lo lamí con toda mi lengua, la metí dentro de ella y oí un grito de placer saliendo de su hermosa boca. Con mis labios succione su clítoris que estaba muy empapado, el agua seguía bajando y esto me excitaba más, luego metí dos dedos y ella se arqueo un poco mientras me gritaba
- hazlo rápido… Ahhhh sigueee!!!! Más rápido no pares por favor
Empecé a mover mis dedos con agilidad dentro de su coño, y luego logré meter tres haciendo movimientos muy hábiles, ella alzo las piernas dejando al aire su precioso cultito y penetrarla por ahí con mis dedos de mi otra mano sin dejar de lamer su clítoris. Era la primera vez que masturbaba a una mujer y más haciendo le una doble masturbación. Ella no pudo más y en medio de gritos y gemidos se vino en mi cara… yo seguí lamiendo su vagina empapada de sus fluidos. Luego nos levantamos, nos besamos, nuestras lenguas juraron por un buen rato y luego finalmente nos bañamos juntas. Al terminar el baño fuimos a su cuarto y allí me dijo mientras se vestía,
- te apetece que quedemos esta noche, quede con un amigo y podemos ir las dos a pasarnos lo bien, ¿qué me dices?
- Vele me apunto. Dije mirando el despertador analógico de encima de la mesilla
Ella también lo miro y viendo la hora que se acercó a mí y sin mediar palabra me tiro encima de la cama. La cama era de matrimonio y tenía un cabecero de forja una vez tendida boca arriba saco de unos de los cajones de la mesita de noche unas esposas y me esposo a los barrotes fue en ese momento que comenzaron las carisias en mis pezones y alargándose por el resto de mis tetas bajo sus manos y se alojaron en mis nalgas apretando las con firmeza alzando lo , el miedo me tenía estática quizás no quería seguir con lo que estaba pasando pero cada segundo que pasaba y cada caricia que sentía me excitaba cada vez más y no lo estaba ya bastante del baño y llego el momento en que su mano derecha acaricio mi entrepiernas mi cuerpo ardía, sus dedos penetraron en mí y estalle de placer comenzó a frotar su mano en mi clítoris y la calentura que rodeaba mi cuerpo pudo más que cualquier sensatez y me entregue toda me recostó sobre la cama e intentando me librar de la presa de las esposas y sus labios recorrieron mi cuerpo comenzó en los pezones hasta llegar a mi vulva que se encontraba completamente mojada , me retorcí de placer cuando sus labios y su lengua invadieron de placer toda mi perpleja vagina y volví a ser penetrada por cada uno de sus dedos que se sumaban al anterior goce como jamás lo había hecho, me corrí como nunca lo había hecho antes con un hombre, sabia cada lugar cada centímetro de mi cuerpo por momentos me sentí que me iban a explotar los pezones de cómo los sentía de duros quería que ese placer no terminase nunca y explotando mis entrañas acabé corriéndome en su boca pero solo fue el principio de esa tanda estaba decidida a no dejarme participar, cuando sin soltarme las esposas se sentó encima de mí con sus piernas abiertas encima de mi cara deje de estar estática y fui yo quien decidió cambiar la historia y comencé a levantarla más la temperatura, pasando mi lengua por el interior de sus muslos sin terminar de llegar a su coño estuve así un rato hasta que por fin empecé a lamerle el coño, empecé por sus labios poco apoco suavemente ella me indicaba el estado de su excitación por los gemidos que le iba provocando, sabiendo que lo hacía bien por los espasmos que tenía por ultimo empecé a penetrarla hasta devolverle el placer que ella me había dado corriendo se abundantemente en mi cara, cayendo en la posición en la que taba hacia atrás en un momento saco del cajón de la mesilla un consolador para seguir jugando pero en ese día no acepte le pregunte si quería que lo usase en ella pero percatando se de la ora que era empezó a vestir se puso unas medias con un liguero negro, un tanga de encaje semitransparente que dejaba ver parte de su depilado coño, se puso una faldita negra y la blusa blanca sin nada de bajo, en ese momento le pregunte
- ¿me vas a dejar así? Refiriendo me a las esposas
- Ahh no perdona cariño. Me las quito mientras me de baja ver entre los botones de su blusa desabrochados mis juguetitos eróticos, esa imagen me excito de pensar como me los comería ahora mismo
- Acuérdate de que esta noche a las 22 00 hemos quedado con mi amigo, seguro que no los pasamos genial preciosa.
Una vez vestidas nos marchamos ella a trabajar y yo a mi cuarto, deseosa de que llegara la noche para ver a su amigo diego solo la imaginación de cómo sería me estaba excitando otra vez, empezaba a pensar que era una guarra, pues en todo el viaje hice nada más que masturbarme, follar y tomar el sol, y aun me quedaban tres días más de vacaciones.