Vacaciones en pareja?
Relato de unas vacaciones en ¿pareja?
Actualmente vivimos una vida feliz de casados, y gracias a Dios sin preocupaciones económicas a pesar de la que está cayendo.
Mi mujer mayor que yo es muy guapa y tiene un buen cuerpo, con unas preciosas tetas y un buen culo, aunque muy puritana y reservada para los temas de índole sexual.
A veces fantaseo con la idea de hacerlo con otras personas y me excita muchísimo, no se si será por la idea de verla comportarse de una forma más desinhibida.
Bueno, el tema es que llegó el verano y fuimos a pasar las vacaciones los dos solos a un hotel en Almería.
Era un hotel de lujo y allí contábamos con todas las comodidades, y por fin nos pudimos permitir el poder disfrutar de unos días de relax.
Para la ocasión le había comprado un conjunto de ropa interior de encaje con unas medias blancas con un liguero y un sujetador muy ajustados, aparte de otros juguetes para las noches.
Tras un par de horas de vieja por fin llegamos al hotel cerca del mediodía, se trataba de un resort apartado de cualquier población tratándose de un único edificio con inmensos jardines dónde disfrutar del tiempo de ocio, cerca también habían villas que se podían alquilar, compartiendo esos mismos jardines.
Nada más llegar hicimos una buena comida sin privarnos de nada, con un postre que nos llenó por completo.
Como era verano decidimos tomar un poco la siesta aunque como es normal no pudimos pues al mismo subir a la habitación y con el calor y la torrija que llevábamos nada más llegar nos quitamos la poca ropa que llevábamos y nos pusimos a follar.
A media faena alguien llamó a la puerta así que paramos de inmediato y yo salí tapándome con la bata, tratándose de un camarero que se había equivocado, mi mujer yacía en la cama y el camarero se dio cuenta de todo pues había un espejo que dejaba ver la cama por completo y a mi mujer totalmente desnuda con las piernas abiertas y a cuatro patas, enseñando su culo y su coño dispuestos para la penetración.
Enseguida lo despaché pues la situación me pareció un poco violenta pero el tio no se iba e incluso trataba de entrar, sin yo permitírselo, sin embargo mi mujer no sabía lo que realmente ocurría.
Al parecer al chico de unos 35 años mi mujer le gustó, pues se notó el bulto que sobresalía de sus pantalones.
La situación me resultó muy incómoda pero al mismo tiempo me excitó ver como mi mujer se exhibía sin saberlo para alguien.
Ella dijo que entrara que estaba esperando que quería seguir y que no la dejara a medio, a lo que el chico me dijo que vaya una fiesta que me estaba dando y que tenía que ser un tio muy feliz por tener a una mujer como esa para follármela cuando quisiera.
Le contesté que se metiera en sus cosas y que nos dejara o daría mis quejas al hotel.
Cuando cerré la puerta volví más empalmado así que enganché el culo de mi mujer y lo follé sin parar estrujándole las tetas desde atrás y le decía lo zorra que era, y que no dejara de moverse para notar mejor mi polla.
Le susurré que si quería invitados, que el botones se había puesto contento al verla totalmente desnuda y abierta por el espejo del dormitorio y que si quería lo llamaba para unirse a la fiesta pues estaba todavía en el pasillo, a lo que ella contestó que le molestaba que le dijese esas cosas, sin embargo yo noté que sus movimientos y su respiración se aceleraban, si bien aunque inconscientemente en su interior también le excitaba la situación.
Estuvimos 5 minutos más en esa situación y finalmente terminamos agotados y totalmente sudados, nos besamos y nos dimos una ducha, ahora si, teniendo nuestra merecida siesta que duró hasta las cinco de la tarde.
Al despertar y con el calor que hacía decidimos salir a tomarnos un baño a alguna playa cercana, preguntamos en el hotel y nos indicaron que a unos 10 km había unas fantásticas y tranquilas calas resguardadas entre acantilados, y que para llegar a ellas había que dejar el coche un poco retirados.
Como no teniamos prisa y eran nuestros días de descanso fuimos para allá buscando tranquilidad y privacidad.
Así que salimos del hotel y nos dirigimos buscando esas calas que nos habían hablado.
Dejamos atrás el hotel y seguimos la carretera bordeando la costa, hasta llegar a un camino de tierra que se adentraba entre la sierra y que terminaba en un solitario descampado dónde dejamos el coche.
Seguimos un sendero de tierra que se desgajaba en varios pequeños senderos, adivinando que cada uno de ellos llevaba a distintas calas apartadas.
Vimos a lo lejos alguna pareja totalmente desnuda y cerca de ellos habían también varios chicos, conforme bajábamos por el camino observamos como se acercaban a la pareja y hablaban con ellos, y poco a poco la cosa al parecer se iba calentando y cogían a la chica y la magreaban mientras el chico le besaba la boca.
A nosotros nos asustó la situación pues era la primera vez que observábamos algo parecido, sin embargo a mi la cosa me excitó empezando mi polla a engordar, dándose cuenta mi mujer y echándome una risa, por lo que a ella tampoco le debió molestar.
No sé como pero empezamos a reirnos los dos y a decir tonterías, pues desde dónde estábamos parece que la pareja no se lo estaba pasando mal, sobre todo ella.
Nos perdimos por ese sendero que se introducía bajo un pequeño bosque de árboles y que finalmente terminaba en una pequeña y hermosa cala con enormes piedras a su alrededor que dejaban una playa totalmente paradisiaca. A los lados y detrás de nosotros quedaba el acantilado.
Con el calor que hacía pronto nos quedamos en bañador y nos dimos un primer baño, en el que tras ojear el entorno y tras un largo tiempo sin tener momentos de verdadera tranquilidad nos besamos en el agua y como no, nos quitamos la parte de debajo del bañador, quedando en cueros y follando bajo el agua.
De pronto ella miró hacia el acantilado y sintió que quizás alguien pudiera estar mirando escondido, pues había notado movimiento por la zona, pudiendo ser los chicos que habían estado con la pareja anterior.
Pasó el tiempo y antes de salir del agua nos pusimos de nuevo el bañador y descansamos en la arena sobre las toallas.
Como sabiamos que estabamos totalmente solos convencí a mi mujer para que se quitara todo el bañador para tomar el sol, siendo yo el primero en tomar la iniciativa.
Finalmente estabamos los dos solos allí desnudos con nuestros cuerpos al sol.
Ella se dio la vuelta y dejó su culo tostarse al sol, mientras yo me ponía detrás y le untaba crema recorriendo sus muslos desde la pantorrilla al culo, mientras mi polla seguía totalmente tiesa.
Así pasó un rato y decidí meterme de nuevo en el agua, dejándola a ella sola en la arena.
Mientras miraba al mar no me dí cuenta que otra pareja había venido y se pusieron cerca de dónde estabamos, no tardando en quedar desnudos los dos.
La verdad que estaban muy bien y tenían buenos cuerpos, se notaba que hacían deporte, se dieron crema y el chico le decía algo a su pareja mientras veía el cuerpo de mi mujer tumbado boca abajo en la arena.
Ella le guiñó un ojo y se rieron, yo desde mi posición los observaba sabiendo que ellos no se habían dado cuenta de mi presencia.
Salí del agua y ellos me saludaron, devolviendo el saludo, me dijeron que me acercase a ellos, y me dio corte pues al ver a la chica totalmente desnuda no sabía como reaccionaría, no tardé en saberlo pues al verle los pezones totalmente tiesos mi polla comenzó a reaccionar.
El chico me dijo que si le gustaba su novia, yo me quedé totalmente cortado y no supe que decir.
Me indicaron que él era masajista profesional y su mujer era profesora en un colegio cercano, y que solían ir a aquella cala de forma asidua y acompañados, riéndose.
Yo no sabía a que se referían.
Empezamos a hablar un rato mientras mi mujer dormía, finalmente me convencieron para que él le diera un masaje a mi mujer, yo accedí pues tras la charla no me molestó para nada pensando que realizaría un trabajo profesional.
Él se apoyó detrás de mi mujer, pensando ella que quizás era yo, y empezó de nuevo con el masaje desde la parte baja de las piernas hasta su culo, apretando sus muslos y luego entreteniéndose con su culo un buen rato.
Yo seguía hablando con la chica y al parecer el chaval se le fue la mano, pues luego mi mujer me contó que nunca le había dado un masaje como aquel, pues se corrió de gusto varias veces, notando como los dedos masajeaban sus muslos y se introducían en su coño mojado haciéndola estremecer.
Yo no le conté lo sucedido, sin embargo creo que ella se dio cuenta de lo sucedido haciéndose un poco la que no quiere saber.
Al rato ellos se fueron y cuando volví noté que mi mujer efectivamente estaba relajada quedando dormida.
Se nos hizo tarde y volvimos al hotel y nos preparamos para la cena, la cuál esa noche era de gala, así que nos pusimos nuestros mejores trajes, estrenando mi mujer un vestido que yo le compré para la ocasión el cual contaba con un generoso escote y una falda realmente corta, la cual dejaba ver sus generosos y apretados muslos por encima de su rodillas.
Tuve problemas pues al parecer aunque a ella le gustaba el traje no le resultaba cómodo, aunque finalmente aceptó y se lo puso, y joder, como iba.
Bajamos a la zona de la cena, la cúal estaba en el patio del hotel, allí teniamos todos los manjares y todo el mundo iba de traje de noche, había un buen ambiente e incluso orquesta en directo para todo el mundo, el olor del césped recién regado lo envolvía todo.
A mitad de la cena las luces del patio bajaron de intensidad para dejar un ambiente más relajado, y la música de fiesta cambió por una música lenta y relajante a la vez que la luz de las antorchas del patio hacian mágica aquella noche.
Empezamos a beber, y nos lo pasamos de maravilla conociendo a personas de todos los lugares, si bien notamos como eran los hombres los que más se acercaban a hablar incluso a solas con mi mujer, a quién poco a poco parecía no importarles, había veces que incluso alternaba con varios de ellos a la vez.
Sin duda el alcohol empezó a actuar.
En un momento tuve que acudir al servicio, y cuando volví ella estaba hablando con 3 chicos a la vez, quién al parecer se acercaron aprovechando mi ausencia.
Yo no quise incordiar así que decidí acercarme a la barra a tomarme algo, de reojo vi como aprovechaban y le cogían de la cintura y le pasaban las manos desde los muslos hasta el culo, a lo que ella respondía al principio de forma un poco brusca, pero al poco se dejaba hacer, y por lo visto se lo pasaban bien pues todos reían.
Tuve que intervenir pues no quería tener historias, así que pronto terminó todo.
Le propuse que tal si ibamos a tomarnos un baño al jacuzzi del hotel para culminar esa noche perfecta.
El jacuzzi se encontraba en la última planta del hotel a la que se accedía por medio del ascensor, único medio de llegar a dicha planta.
Nos acercamos al ascensor y pulsamos el botón, subiendo hasta esa planta, se trataba de una gran sala de mármol negro con grandes ventanas que dejaban ver todo el entorno, y en ese momento tan sólo se hallaban encendidas unas pequeñas luces, haciendo un lugar muy cálido y agradable, el jacuzzi situado en un lado se iluminaba por las luces del fondo las cuales cambiaban de color aleatoriamente.
Yo ya en slips y tan solo con la camisa y el chaleco de fiesta puesto y mi mujer tras quitarse el vestido quedaba en bragas y sujetador.
Puesto que olvidamos los bañadores en la habitación a medio de quitarnos la ropa decidimos volver, sin embargo en ese momento el ascensor empezó a bajar.
Así que tal y como ibamos, acordamos que ya que estabamos solos aprovecharíamos y nos bañariamos desnudos y que no subiría nadie a esas horas, a lo que ella añadió que si subia alguien tampoco pasaría nada, cosa que me extrañó muchísimo.
El jacuzzi era bastante grande, así que los dos desnudos y yo con mi polla otra vez dura y tiesa por la situación, nos metimos dentro.
El agua burbujeaba y mi mujer empezó a acariciar mi rabo con sus manos a lo que yo respondí con sus tetas, no tardamos en engancharnos de nuevo y besarnos preparándonos para follar.
De pronto el ascensor subió y oimos como salía alguien, al parecer eran algunos de los chicos de la fiesta quienes también subieron para disfrutar del jacuzzi.
Nosotros estabamos en una esquina y debido a la poca luminosidad de la sala, no se dieron cuenta.
Parecían muy contentos y no paraban de reir, se empezaron a quitar los trajes de gala, primero por los pantalones y slips dejando sus pollas al aire, finalmente las corbatas y camisas.
Mientras andaban y reían sus nabos se movian para todos lados pendoneando de forma continua.
Pudimos oir claramente las cosas que decían.
"Joder como estaba la tia, que pedazo culo y que tetas, le comía tó el coño, joder que contento tiene que estar el marido".
"Yo incluso le he tocado el culo y me he puesto supercachondo, pensando como tiene que ser follarsela por detrás."
Mi mujer y yo nos quedamos mudos, pues claramente sabíamos de quien estaban hablando.
No quisimos hacer ruidos por temor a que nos descubrieran, pero de nuevo y por la situación más bien por el morbo de que alguien pudiera ver a mi mujer totalmente desnuda mi polla se puso super-tiesa.
Mi mujer me dijo que nos teniamos que ir que le daba vergüenza estar así, yo la tranquilicé diciendo que no pasaba nada, que nos quedaramos con el cuerpo bajo el agua y que tuvieramos calma que ya se írian.
Ellos al darse cuenta de nuestra presencia callaron de inmediato y notamos, más bien mi mujer notó aquellas pollas que poco a poco empezaban a cobrar vida, tapandose los chicos con toallas de inmediato.
Sin embargo no fue suficiente para ocultar su excitación.
Se disculparon y nos pidieron perdón que no sabían que estabamos allí así que se desnudaron pensando que estaban solos, pues solían ir todas las noches a tomar un baño con algunas chicas que conocían del hotel, pasándoselo bien, incluso a veces pedían champagne y montaban algunas orgías.
No sabían por que nos decían esto, el caso es que mi mujer de pronto les dijo que no había ningún problema que por ella se podían bañar en bolas.
Al decir esto mi mujer me dice al oido que les daba apuro que estuvieran así de cortados y que no pasaba nada, pues al haberlos visto ya así, no podía ocurrir nada más.
Dicho esto ellos se quitaron las toallas dejando de nuevo al aire sus pollas, las cúales al quitar las toallas, subieron como un resorte apuntando al techo.
Noté como a mi mujer le subían los colores y hacía como que con ella no iba la cosa.
Pasaron cerca nuestro y desde dónde se encontraban notamos como pudieron ver perfectamente el cuerpo desnudo de mi mujer bajo el agua, sobre todo la figura de su cintura y su coño iluminados de forma tenue por las luces del jacuzzi.
Mi mujer aprovechó y de reojo se fijó en los miembros totalmente erguidos de los chicos, quiénes pasaban con total descaro cerca nuestro fuera del jacuzzi.
Poco a poco fueron entrando al agua, y empezaron de nuevo a reir y a jugar cerca nuestro, lanzándose una pelota que tenían por allí.
Saltaban y nos salpicaban de agua, me dijeron que si me quería unir a su juego a lo que yo acepté con reparo pero acepté pues pensé que era lo mejor.
Estuvimos un rato jugando y finalmente creo que tanto mi mujer como yo olvidamos que estabamos totalmente desnudos bajo el agua.
Nos echabamos todos risas, y cuando me di cuenta estaba en la otra punta del jacuzzi alejado de mi mujer, sin importarme la situación.
Le echaron la pelota en varias ocasiones y ella tuvo que saltar para cogerla, dejando ver su cuerpo a todos, agachándose de inmediato y poniendo los brazos de bruces para taparse.
Poco a poco los chicos se fueron acercando, y aunque yo no lo sabía, cada vez que pasaban por su lado aprovechaban para intentar rozar con sus miembros totalmente tiesos y de vez en cuando pellizcar "sin querer" los muslos, tetas y el culo de mi mujer a quién poco a poco tampoco parecía importarle.
Cada vez se iban acercando más a ella incluso la agarraban y la arrimaban a ellos pasandosela unos a otros diciendo que se pusiera a jugar con nosotros, sin embargo no eran esas sus intenciones, sin duda estaban acostumbrados al jacuzzi.
Mi mujer a la que creó ya estaba totalmente desinhibida también aprovechaba y sobaba "sin querer" el cuerpo de los chicos, como el que no quería la cosa.
Al rato ella apoyó los brazos tras su cabeza y empezó a nadar en el agua subiendo su cuerpo a la superficie, dejando de vez en cuando su coño en el aire a la vista de todos, siguiendo con las risas.
La situación se estaba yendo de las manos a todos.
Los chicos empezaron a decirle lo buena que estaba y las cosas que harían con una mujer así.
Ella les contestaba que anda ya, que ella no se sentía una chica tan apetecible y que no se sentía para nada tan "buena" como decían ellos.
A lo que ellos le respondieron que si quería ver como estaban y que como les había puesto, así que subieron sobre el jacuzzi con los rabos tiesos entre las manos sin dejar de mirarla.
La situación ya no parecía importarle para nada a ella, diciendo que si les había puesto así bajo el agua, que harían si saliese.
Así que fue hasta las escaleras y subió por ellas moviendo su culo mientras salía, mientras ellos empezaron a silbarle y a pajearse delante de ella, subiendo y bajando sus manos sobre sus enormes pollas.
Se fueron acercando hasta ella y la rodearon, se podía intuir que la cogieron de la cintura y la manoseaban por todas partes, recibiendo besos y caricias en todo su cuerpo.
Yo no sabía que hacer, la verdad es que si a ella no le importaba y con tal de que dejara de ser tan puritana, no me pareció muy mal del todo, así que dejé pasar la situación.
En aquel lugar nadie podía molestar pues dejaron el ascensor abierto para que nadie lo cogiera de nuevo, y estabamos totalmente apartados del resto del hotel.
Los chicos comenzaron a restregarse contra el cuerpo de mi mujer, mientras le cogían y le besaban las tetas, los pezones y los muslos.
Las manos de ella a la vez recorrían el cuerpo ellos, sobandoles aquellos cuerpos musculosos al igual que hacían ellos con su cuerpo.
Empezaron a respirar de forma rápida, incluso pude observar como la polla del chico que tenía detrás se iba haciendo hueco poco a poco en su culo sobandola desde atrás, accediendo a ponerse a 4 patas en el suelo y mover su culo para que la penetración fuera más intensa.
Sentía como la polla del chico acariciaba todo su culo, y hacía por entrar dentro de ella.
Las pollas del resto ayudadas por las manos de ellos buscaban la boca de ella que se encontraba a cuatro patas en el suelo de la sala, con el coño chorreando de gusto y el culo pidiendo ser penetrado.
Le decían que iba a disfrutar como nunca lo había hecho, así que se abandonó a aquella orgía desenfrenada.
La cogieron entre dos en volandas y le abrieron los muslos para que otro le penetrara desde delante con fuerza, mientras se agarraba con cada brazo sobre sus hombros.
Ahora tocaba el turno de doble follada, siendo penetrada por el culo y por el coño a la vez.
Mi mujer les incitaba diciendo que quería más, y que la tenían a su entera disposición, así que durante un rato estuvieron entrando y saliendo varias pollas de su coño totalmente abierto.
A la vez le acariciaban el culo o le apretaban las tetas, turnándose para calzarsela por tiempos para asi evitar eyacular.
Ella sentía aquellos nabos totalmente tiesos golpear su coño una y otra vez, su cuerpo también recibía las manos que no paraban de recorrerlo.
La cara de ella mostraba un enorme placer, al sentir dentro de ella aquellos falos totalmente tiesos.
Ellos seguían incitándola a moverse y a ser follada por todos, "venga perra muévete que te vamos a llenar el coño de leche", "queremos verte mover el culo".
Meneaban su cintura al ritmo de la follada siguiendo con los apretujones de carnes por ambas partes.
Mi mujer en cada follada aprovechaba y sobaba los nabos y los cuerpos con las dos manos, ellos solo buscaban su boca para llenarla por completo.
Por dónde pusiera sus manos encontraba dónde poder agarrar algo duro.
"Vamos zorra chupa nuestras pollas", yo quedaba en un lado viendo todo como si fuera una pelicula, no sabía que hacer aunque solo por el hecho de verla disfrutar me retenía para parar la situación, no la quería incomodar y menos si lo pasaba bien.
Así estuvieron cerca de una hora y finalmente acabaron y se marcharon, quedando solos mi mujer y yo la cual se me acercó y me besó, a lo que yo le respondí.
Totalmente empalmado cogió mi polla y se la metió en la boca pajeándome con su lengua durante un rato, diciendo que le tenía para mi solo y que me recompensaría esa misma noche por haberlo pasado tan bien, así que se colocó de nuevo a cuatro patas y me dijo que la enculara.
Por supuesto cogí mi nabo y empezé a clavarsela desde atrás, primero poco a poco y cuando finalmente entró entera comenzamos a movernos poco a poco y después aumentamos el ritmo, saliendo y entrando mi polla de su culo rapidamente a lo que ella respondía chillando de gusto, por supuesto yo le recordaba lo zorra que era y que se merecía ser follada de nuevo
Pronto bajamos a la habitación y allí continuamos durante un rato, hasta que dormimos y pronto fue un nuevo día .