Vacaciones en Murcia

Fuimos dos parejas y acabamos siendo cuatro, lo mejor, las chicas lo desinhividas que fueron, leelo.

Todo empezó en estas vacaciones, nos fuimos dos parejas a disfrutar del calor y la tranquilidad que nos brindaba la tierra de Murcia, su gente y esos diez días maravillosos.

Empezaré por presentar a mis compañeros de descanso, Juan, un chico de 34 años, metro setenta y cinco, setenta kilos de peso, moreno, fuerte, un prototipo de estos que llaman metrosexual, la verdad es que se cuida, Marta, su mujer, una morenaza de metro sesenta y cinco como dice ella, unos ojos color miel, unos labios perfilados que dan gusto besar, unas piernas esbeltas, no en vano es azafata de congresos..., culo duro y perfecto y tetas de 100 de sujetador, siempre le he dicho que es mi mujer ideal, sonrisa de anuncio y simpatía a raudales, en cuanto a mi pareja, Esther, es como Marta, ambas tienen 33 años y unos cuerpos perfectos, tiene ojos grises, labios sensuales, culo redondo y duro, piernas que encandilan, tiene tetas de 100 como Marta pero ella con unos pezones duros como garbanzos.

Nos hospedamos en un hotel a las afueras de Murcia, perfecto y cómodo, el primer día cuando llegamos nos fuimos a la piscina a darnos un chapuzón, como era de prever había bastante gente, Juan y yo nos fuimos a la sombra a tomar un refresco mientras ellas hacían estragos con sus bikinis ni que decir que enseguida tuvieron hombres a su alrededor y también mujeres, nosotros nos pusimos a hablar con una pareja que estaba en la barra y que nos dijeron mas o menos que ver y donde ir de fiesta, se ofrecieron para enseñarnos la noche y aceptamos, Eran Lucía y José, tenían 38 años como después nos dijeron, se hizo la hora de subir a cambiarse y salir a dar una vuelta, yo subí primero a la habitación y a los diez minutos llegó Esther, me encontró con una toalla atada en la cintura y deshaciendo la maleta, entró con su llave y sin decirme nada vino a mí, me sacó la toalla y agachándose sin decir nada cogió mi polla y se la tragó toda haciéndome caer en la cama, estaba como poseída, su boca succionando mi polla que se ponía dura en su boca y su cuerpo tremendo subiendo por la cama, me la puso dura y sin avisarla se la saqué de la boca, le di la vuelta y apartando la fina tela del tanga se la puse en la entrada de su coño, ella me miró, me agarró por la cintura y de un solo empujón se la metí entera haciéndola gemir, que gozada tenerla así tan ofrecida, empecé a metersela fuerte, su coño estaba muy mojado y no creo que fuera del agua de la piscina, le levanté las piernas y se las puse en mis hombros haciendo así que la follada fuera más profunda, Esther solo cerraba los ojos, gemía y me empujaba hacia ella, yo estaba que me corría quería llenarla entera y así se lo hice saber pero ella abriendo los ojos de par en par me dijo que no, que se la hechara en la boca, se salió de mi y agarándola con su boca me hizo descargar toda mi leche en ella, mis chorros llenaban su boca y ella tragaba como una glotona, me dejo seco, con la polla limpia y reluciente, le pregunté que le había pasado y me dijo que los tíos la habían puesto muy cachonda...

Salimos a dar una vuelta con las mujeres intercambiadas, cogidas de las manos y charlando de todo, fuimos a tomar una copa a las atalayas, para luego salir de cena, cuando llegó la hora se unieron Lucia y José.

Nos enseñaron un par de lugares majos, una sala de fiestas donde bailamos con las tres mujeres y entre ellas, Lucia se pegaba a mí y me hacía sentir sus curvas, vaya trasero tenía la chica, y con ese mover tan natural, por lo que vi, todas hacían artes de mujer, no había ninguna que no se rozara, y esto nos llevó a un calentón tremendo, llegaron las cinco de la mañana y nos fuimos a desayunar, café y una pasta, charlamos un buen rato, a mi me toco estar con Marta, Juan con Lucia y José con Esther, nos volvimos al hotel y nos despedimos con un beso, a mi Marta me lo dio en los labios y Lucia no hizo desprecio, Esther se despidió de los hombres y cada pareja a su habitación.

Nada mas entrar abracé a Esther dándole un morreo con lengua que la hizo caer en la cama, como una fiera le arranqué los botones de su blusa transparente y recorrí muy despacio y suavemente su estómago plano y me aferré a su sujetador blanco agarrando aquellas tetas, Esther me miraba y solo respiraba, llegué a su minifalda y esta vez volteándola sin dificultad busqué su cremallera y la hice bajar despacio mientras ella me miraba en silencio, introduje mis dedos por sus caderas y mirándola a los ojos no hizo falta decirle nada, arqueó su culo para facilitarme que le sacara su mini, muy despacio, se volvió a dar la vuelta y su mini desapareció en el suelo, acto seguido me dirigí besando, lamiendo sus muslos, llegando a su entrepierna, oliendo ese aroma a mujer caliente, en su tanga se dibujaba la humedad que me daba pié a saborear su calor, aparté la fina tela y pase mi lengua por toda su entrepierna empezando a escuchar los primeros gemidos de Esther, se había quitado el sujetador y se agarraba esas tetas duras y con los pezones entre sus dedos casi pellizcándolos, mi lengua atacó a su coño, su mano me apretó contra su cueva sin remedio, lanzando gemidos que me hacían chupar mas profundo, sentía como se mojaba, como se movía sus caderas, como mi boca atrapaba su clítoris y lo chupaba...

Esther no paraba de moverse, apretarme contra su coño, yo le metí dos dedos en su cueva con intención de follarla, chupaba su clítoris con fuerza y la hacía retorcer en la cama, sus jadeos y su placer me atrapaban, apretaba sus piernas contra mi cabeza y me pedía que siguiera, se venía, sabía que no aguantaría, su cuerpo se agitó y de su boca empezó a salir un ahhhhh, ummmmm, ohhhhh, y mi boca se llenaba de sus jugos tragándolos despacio para saborearlos, chupando todo su coño y dejándoselo reluciente.

Deje que se calmara y me liberara de su presión, fui subiendo besando su pubis, su ombligo, llegando hasta sus tetas y chupando sus duros pezones, que dos tetas!!, era fabuloso sentir tanto placer, seguí subiendo y me encontré con su boca entre abierta que me recibió con su húmeda lengua, sus brazos me rodearon y sus piernas me apresaron. Cuando me separé la miré a los ojos y vi la lujuria que tenía delante, se permitió el lujo de voltearme y empezar a bajar besando mi pecho, entreteniéndose en desnudarme, camisa, pantalón, zapatos, slip, después empezó con su juego.

Le gusta cojerme la polla con una mano y chupar mis huevos, meterselos en su boca, luego empieza con largas lamidas por mi polla descansando en la punta del capullo dándole círculos y cuando ya sabe que no aguanto mas empieza a tragársela despacio, a chupar despacio, cada vez se mete mas polla y ya llega cuando noto su garganta, se abre y se la engulle toda, se queda quieta y luego se la saca toda despacio, a mi me mata a gusto, le cojo del pelo y le hago un suave masaje, hasta que ella empieza a chupar de manera rápida, me vuelve loco, me lleva hasta el orgasmo pero como muy zorra que es, para, se entretiene en chupar mi capullo y cuando la miro con rabia se la engulle entera y yo no aguanto mas, empiezo a correrme en su garganta mientras mi polla va saliendo despacio y ella va tragando, me exprime, me saca hasta la ultima gota, no se le cae nada, y me deja la polla reluciente y lista para seguir con otro polvo.

La cogí y la puse a cuatro patas, me coloque detrás de ella y empecé a recorrer con mi lengua su coño y su culo, ella con la cabeza apoyada en la sabana me miraba y sabía lo que iba a hacer, con sus dedos empezó a acariciarse su clítoris y yo a pasarle la lengua por ese magnifico culo, es algo que la vuelve loca, le metía la punta y ella se relajaba, se acariciaba su coño como buscando un segundo orgasmo, estaba en su punto, mi lengua entraba sin dificultad y ella sabía que había llegado el momento, mirándome a los ojos con ese aspecto de gata en celo, me coloqué detrás de ella y le puse mi polla en la entrada de su culo, me aferré a sus caderas y ella incorporándose empezó a empujar hacia atrás despacio, mi capullo entró primero, lanzando ella un gemido y deteniéndose a coger aire, se giró para mirarme y yo empecé a metersela un poco mas, ella lanzó un gemido ahogado y arqueo mas su cuerpo, se quedo con los codos apoyados, respiró varias veces, apoyé mi mano en su hombro y se la metí toda, lanzando un ella un gemido de placer que la puso a cuatro, entonces empezó a moverse despacio, dejando que casi saliera y volviendo a metersela hasta chocar mis huevos con su coño, así estuvo un buen rato, entrando y saliendo, acariciándose su coño bajo mis movimientos, era una gozada verla y sentirla así, entonces la cogí de las caderas y empecé yo a follarla, cada vez mas fuerte: - ¡ ahhh....asii....ummmmm..,que bueno...,sigue...ahhhh, como...me follas...ahhh....que ... gusss...toooo....,ahhh....me ...voy....aaaa....coooo..... rrerrr.....ohhhh....,siiii....!!-, Esther se agitaba y se notaba romper, se arqueaba y su cuerpo se retorcía, mi polla no paraba de follarle el culo y ella llegó a un orgasmo que la hizo tumbar en la cama, cayendo yo encima, seguí perforando su culo con ganas, sentía que me venía un placer infinito, se lo dije abrazándola y ella gimiendo recibió los chorros de leche en su interior, quedándose quieta y gimiendo hasta dejarme seco.... Permanecimos así hasta que mi polla salió sola, entonces me besó tiernamente mientras me agarraba los huevos y apretándolos me decía seria mirándome: -¡ Me debes una camisa!-, me soltó y besándome se fue al lavabo y yo me quede en la cama dormido.

Al día siguiente me desperté solo en la cama, me duché y me vestí, me fui al corte ingles en busca de una camisa parecida y cuando la tuve me llamó Esther al móvil, me decía que había quedado con Lucia para comer y que Juan, José y Marta se habían ido a ver Caravaca, le dije que en media hora estaba en el hotel y. Espero que les haya gustado, la segunda parte de mis vacaciones son. mas calientes. Algún comentario?.