Vacaciones en la playa---El Festival
Después de un largo viaje hasta el hotel donde pasariamos unos dias de vacaciones la familia junta, mi mujer decide pasarse las vacaciones como una maruja mientras yo me voy a un festival con mi nueva amiga.
Tras un pesado día en coche para poder llegar a la playa y comenzar nuestras vacaciones, hacer cola en la puerta del hotel para poder hacer el registro, soportar niños gritando y lios con las maletas, consigo entrar en la habitación del hotel y poder tumbarme a dormir. Estaba muertisimo después del largo viaje recorriendo el país para llegar a la playa como haciamos yo y mi familia, con mis queridos hijos que se dedican a gritar durante todo el trayecto haciendo que aveces desé parar el coche y dejarlos en mitad de la cuneta. Irme con mi mujer los dos solos y pasar unas maravillosas vacaciones en la playa como antaño, pero eso ya no era posible. El tiempo había pasado, tenía 2 niños que siempre se peleaban, mi mujer se había convertido en una maruja de barrio y se había dejado demasiado físicamente, no era la misma que hace 20 años cuando todavía levantaba miradas entre los demás hombres y hacía que me excitara, en la cama tampoco era la misma, no es que no lo hicieramos, sino que parecía que ella lo hacía sin ganas, como si fuera casi por monotonía. Estaba cansado, esa situación no se podía mantener y decidí que la primera noche de hotel, la llevaría a la playa y le daría una follada de cuando teniamos 22 años, aunque ahora con 38 sigo manteniendome bien físicamente aunque el paso de los años se ha notado, como es obvio.
Al levantarme, deshice las ultimas maletas que quedaban y decidí irme a correr por la orilla de la playa, eran las 7 de la mañana y me encantaba notar la brisa marina golpeando mi cara, me hacía sentir vivo y era un momento íntimo entre la naturaleza y yo, como a las 7 de la mañana en España no suele haber mucha gente despierta, no se oye un ruido, lo cual se agradece después del agetreo que llevo el resto del año en la ciudad yendo de un lado para otro sin parar. Cuando comencé a correr me percaté que ya había gente en la playa pegandese algún baño matinal, también algún que otro grupito de jóvenes que se terminaban la fiesta en la calida arena de la playa. Lo que más me llamó la atención fue el escenario que se estaba terminando de montar a unos 500 metros de mi hotel, era bastante grande, supongo que iban a hacer algún festival. Al principio dudé si ir para recordar viejos tiempos y pasarlo bien un rato con mi mujer, pero al final decidí en dejarlo y centrarme al plan que tenía previsto esta noche. Conforme iba corriendo, veía a más gente correr y andar, madrugadores como yo, pero había algo extraño en una persona. Una jóven morena de unos 22 años corriendo, con un tono de piel moreno, pero en un grado de moreno que parecía como chocolate con leche, no era mulata ya que tampoco tenía un tono tan fuerte, sino uno o dos grados por debajo de ser mulata. Esa joven tenía un buen par de razones que iban acercandome a mi con cada zancada, eran esferas perfectas bien grandes dentro de una especie de bikini que utilizan las mujeres para correr, un vientre plano, se notaba que solía practicar deporte. Con cada zancada algo en mi interior empezaba a querer salir, era como si por instinto un alter ego de mi quisiera seguir corriendo con la chica y intimar con ella. Ya solo estaba a 5 metros, le miré a los ojos verdes como el bosque que tenía y le dije ¨Hola¨. Simplemente un hola, ella me respondió con un buenos dias y siguio su carrera personal. Solo hola, me quedé con las ganas de decirle algo más aparte de un simple saludo, esa chica había provocado algo en mi que no sentía desde hace tiempo, no podía pensar en ella.
Terminé mi carrera y llegue al hotel, mi mujer ya estaba en la cafetería con los niños, no habían sido ni capaces de esperarme para desayunar todos juntos... Le sugería a mis hijos que fueran al club infantil que tenía el hotel para conocer a nuevos amigos, pero ni siquiera levantaron la cabeza de sus aparatejos electrónicos. Seguido a esto, Clara, mi mujer, me ordenó que fuera a buscar un buen sitio en la playa que ella se iba a por una revista al supermercado de al lado. Allí fui yo, acompañado de otros caballeros con lanzas a intentar clavar nuestra sombrilla en la arena como buenos pagafantas y hacerle caso a nuestras mujeres. Conseguí un buen sitio cerca de la orilla sin nadie alrededor, o eso pensé ya que a los 10 minutos parecía que fueramos una lata de sardinas gigante en aquella playa todos apretujados con nuestra sombrilla clavada en la arena. Esa situación me incomodaba, había ido a la playa a descansar y dejar de soportar a jefes molestos y otras personas. Solo quería descansar pero con una familia con 3 niños a la derecha tirando arena, un matrimonio ya mayor con la radio puesta escuchando música rancia y miles de personas detrás observando no me sentía en el mejor lugar para relajarme. Llegó mi mujer y me dijo que no le gustaba el sitio que había elegido, estaba demasiado cerca de las rocas y los niños podrían hacerse daño, esas palabras me empezaron a joder un poco ya que la señora no había no había hecho nada salvo ir a por una revista mientras yo peleaba con la gente por un buen sitio, y ahora va y no le gusta, hay que joderse. Tras un rato mirando el mar, me comencé a cansar de lo que ocurría a mi alrededor y me fui fumar, lejos de los niños claro porque sino los contamino, palabras de mi mujer...
Al cruzar ese lugar que en algún momento fue un montón de arena al lado de mucha agua, y en el que pude ver algún que otro buen culo, me decidí a fumar un cigarrillo que tenía guardado para cuando llegara a la playa. Vi que había un bar cerca de donde estaba y me decidí a entrar y tomarme una cerveza, total, es verano y vacaciones y hay que disfrutarlas. Al llegar al bar vi que no era el típicio chiringuito de playa, sino un buen bar con una decoración tipo chill out muy relajante. Me senté y me pedí una pinta. Estaba como en el cielo con esa cerveza y ese ambiente relajante, ahora sí que me había comenzado a relajar, hasta que llegó ella. La chica que vi antes correr se me acercó y me dió una invitación de un festival. Me dijo que se llamaba Alex y me soltó un royo de un festival, supongo que ya se que festival era. Le di las gracias por la invitación y le dije que seguramente no podría ir.
-Alex: Venga hombre, me haría mucha ilu que vinieses, te he visto hoy correr, ¿verdad? tengo que decidir que estas muy bien para tu edad y seguramente te lo pasas genial.
-Yo: Tengo planes lo siento, tengo preparada una sorpresa para mi mujer y hoy es el día de hacerla realidad.
-Alex: Bueno, si al final te decides a venir pregunta por mi, yo te estaré esperandote con otra pinta dijo mientras sonreía al ver mi cerveza .
-Yo: Lo siento pero no, otro día será.
Me estará esperando me ha dicho, supongo que será una maniobra que le habrán dicho sus jefes para captar más clientes pero esas palabras resonaron en mi cabeza hasta la hora de la cena. Llegamos al comedor y mis hijos se fueron uno para cada lado, mi mujer estaba roja como un tomate debido a tomar demasiado el sol. Cenamos y los niños se fueron al cine a ver una película de esas de aliens que invaden la tierra o de ese tipo, tampoco me preocupaba mucho, solo me importaba la duración de la película que era de entorno a 2 horas y media, perfecto para follarme a mi mujer salvajemente como tenía planeado. Ella subió a la habitación a cambiarse ya que no se encontraba muy bien mientras yo bajé a por unas copas al bar para ponernos a tono. Cuando subí vi a mi mujer dormida en la cama. No me imaginaba que fuera a ocurrir eso la verdad, la intenté despertar pero de un estufido me dijo que me fuera a ver la película con los niños.
-Yo: Cariño, te he preparado una sorpresa para esta noche, venga va, ven y vamos a pasarlo bien un rato, ahora nos toca disfrutar a nosotros.
-Clara: No quiero hacer nada contigo, si fueras Brad Pitt aún, pero contigo... se hechó a reir mientras decía esas palabras
-Yo: Bueno...pero... llevo preparando esto casi 2 meses...
No fue ni terminar de decir la palabra meses y ya estaba dormida como un tronco. Al principio me puse hecho una furia y salí de la habitación cabreadísimo. Salí a recepción y me fui a la costa a tomar el aire mientras me fumaba un cigarro. Tanto tiempo preparando esto para ahora ser rechazado, y encima de mala gana. Al meter la mano en el bolsillo e intentar agarrar el mechero, saqué la invitación al festival que me había dado Alex. Tenía dos opciones, o amargarme con mi mujer, o ir a ver que hay por el festival. Tras dudarlo 3 segundos, fui directo al festival. En la puerta había un segurata que te miraba a ver si llevabas pulsera, al ir a comprar una pulsera, alguien me llamó desde una zona apartada del recino, era Alex. Me dió 2 besos y me dijo que se alegrara de que fuera al final al festival, sacó una pulsera de su top ajustado y me la puso, era de un color diferente a lo normal, preguntó por mi mujer pero le dije que no vendría, esperando alguna sonrisa o algo al saber esa noticia me llevé el palo y no dijo nada ni hizo ninguna mueca. Eso hizo que pensara que quizás solamente se portaba así conmigo por trabajo y que en verdad no le importaba... muchas dudas en mi cabeza.
Entré al festival y estaba lleno, mucha gente bailando y saltando como locos, que buenos tiempos me hacía recordar con la aburrida de mi mujer. Ahora ella ya no estaba y era libre de hacer lo que quisiera, pedí 1 roncola bien cargado y me lo bebí de golpe, el camarero me puso otro, yo extrañado le pregunté que si no me iba a cobrar por los 2 roncolas y me dijo que mi pulsera hacía que tuviese barra libre. Barra libre sin ni siquiera haber pagado ahora que lo pienso, que maja era Alex pensé en mi interior. El festival se fue alargando y cada vez había más gente, la música era mejor y las chicas comenzaban a quitarse la ropa quedandose en bikini ya que hacía bastante bochorno. Empecé a tocar algún que otro culo como si la cosa no fuese conmigo hasta que una chica se me acercó y comenzó a bailar junto a mi. Al principio no le hice mucho caso hasta que me cogió de la mano y me llevó a la barra, me dijo que me retaba a una ronda de chupitos, si perdía le daría mi pulsera especial y si yo ganaba haría lo que quisera con ella. Comenzó la ronda de chupitos y cuando ya ibamos por el quinto empezaba a estar mareado, ella dijo que se rendía y que no podía más, lo cual me hacía campeón. Me susurró al odio que quería que hiciera y le dije que me fueramos en medio del festival y comenzara a magrearse conmigo. La tia no estaba nada mal, una rubia de ojos castaño con un buen par de tetas y un culo algo pequeño, pero con eso me conformaba. Empezó a juntarse a mi y a bailar rozando mi paquete, se me emepezó a empalmar de una manera que no imaginaba que ocurriría. En ese momento ella hizo algo que no esperaba, se agañó y me sacó el rabo de mi pantalón. Comenzó a hacerme una paja mientras bailaba para que nadie se diera cuenta. De vez en cuando me miraba a los ojos y reia. Yo estaba apunto de correrme hasta que dije que parara y fueramos a algún lugar más cercano.
Me llevó a detrás del escenario y comenzamos a besarnos locamente, comenzó a manosearme el paquete mientras yo hacía lo mismo con su coñito. Me sacó la polla del pantalón y se agachó a chuparmela, aquella mamada estaba siendo increible, succionaba como toda una profesional, era como estar en el limbo entre lo bueno y lo malo, ya que en ese momento sabía que también le estaba poniendo los cuernos a mi mujer. Seguía chupando hasta que comenzó a bajar el ritmo, en ese momento llevado por la situación le agarré del pelo y comencé una serie de movimientos para que siguiera chupando con más fuerza, le estaba follando la boca literalmente a una joven que tendría 15 años menos que yo, que gusto por dios. Paré de seco justo en el momento antes de correrme, levanté su cabeza y vi como se le había corrido todo el rimel, parecía sacada de una película porno la muy puta. Me sonrió y dijo que ahora era su turno, hizo que bajara a su coño y comencé a chuparlo con todo el descaro del mundo, ella gemía de placer y yo temía que llegara alguien y nos viera en esa situación en ese lugar. Paré un poco para evitar que gritara tanto pero acto seguido ella siguió empujando mi cabeza contra su coño haciendo que casi pudiera meterme dentro, fue una senación extraña la verdad estar tanto tiempo en el coño de esa mujer. De golpe alguien abrió la puerta del camerino donde estabamos, era Alex, le dijo a la chica rubia que buen trabajo por haberle llevado hasta ahí y que ya se veía que habiamos comenzado sin ella. En ese momento estaba confuso, Alex se acercó y me dio un morreo increible, acto seguido se arrodilló y comenzó una mamada mucho mayor que la de la joven rubia, mientras Alex succionaba mi polla y jugaba con ella con su lengua, yo le comía el coche a la rubia, joder, nunca me imaginé que pudiera hacer un trio y ni mucho menos con mujeres tan buenas como estas. Cogí a Alex del pelo y la puse a 4 patas, no sabía porque se había unido al trio pero no me importaba. De un golpe seco le metí toda la polla en el coño a pelo, que gozada, tenía el cocho bien caliente y mojadoy entraba como perfectamente, mis embestidas aumentaron al ver la escena que tenía delante, Alex le estaba comiendo el ano a su amiga rubia mientras yo seguía bombeando en su coñito veinteañero. De golpe y sin saber porque, Alex me dijo que se la sacara y le diera por culo a su amiga, sin rechistar y como un poseso lo hice y le di por culo a esa rubia, lo tenía bien lubricado la muy puta, se notaba que Alex le había metido buenas dosis de saliva a ese ano, aún así no lo tenía tan abierto como esperaba y de un golpe seco le metí toda la polla en el culo sin la suficiente lubricación, ella gritó de tal forma que tuve que estirarle de esa gran melena rubia para que se callara mientras seguia con el bombeo dentro de su culo, mientras Alex me succionaba los huevos lo que hacía que mis embestidas siguieran en aumento hasta que sin aviso aparente, grité me corro y las dos tias dejaron lo que estaban haciendo para abrir la boca y tragarse toda mi lefa, mi polla parecía no tener fin con tanta emanación de semen, menuda corrida me acababa de dar.
Terminamos de allí y las dos chicas se dieron una ducha en el camerino conmigo, al terminar seguimos en el festival y volví del festival a las 8 de la mañana, mi mujer seguía durmiendo por suerte.