Vacaciones en la playa con sorpresa. Parte I
Una pareja se va de vacaciones a la playa. Y resultan ser unas vacaciones muy morbosas y sexuales.
Desde que empezamos nuestra relación siempre hemos sido algo liberares en cuanto al sexo. No es que seamos swinger, ni asiduos a locales de intercambio. Somos pareja normal abierta, pero siempre que surge la ocasión no la desaprovechamos y pasamos un buen rato. Obviamente, esos buenos ratos casi siempre son más numerosos por parte de Natalia por eso de que las chicas lo tienen más fácil.
Natalia tiene 37 años, es morena, mide 1.68, tiene un culo muy bonito y bien puesto, con sus curvas. Unas tetas de muy buen tamaño una 95 copa C, con unos pezones marrones y grandes y en su sitio, vamos que todavía no se caen. Y de cara es bastante guapa.
Yo, pues tengo 39 años mi nombre es David. Mido 1.76 cm, 78 kg de peso y tengo un buen cuerpo con espaldas anchas y bien proporcionado, no me puedo quejar. Hago mucho deporte. Y estoy totalmente depilado.
Una de las cosas que más me gusta de Natalia es que es una chica segura de sí misma y decidida. Así que esto unido al cuerpo que tiene, hace que la encante lucir sus atributos. La gusta vestir con cosas ajustadas, cortas, con escotes…vamos luciendo sus curvas y mostrando todo lo que pueda su cuerpo. La encanta sentirse deseada, ver como la miran y como la devoran con la mirada. Busca situaciones en las que exhibirse cuando puede. Así que siempre que el tiempo lo permite y estamos en algún sitio caluroso, suele ir con minifaldas, pantaloncitos cortos y ajustados, trajecitos, camisetas ajustadas con escote y no suele usar sujetador, con lo que siempre llama la atención. La gusta (y a mi más) ir sin ropa interior. Y en la playa o la piscina siempre está en topless y si la playa es nudista pues tampoco se lo piensa mucho para lucir su depilado pubis. Ella es siempre ha sido muy morbosa. En nuestra vida diaria no puede demostrarlo muy a menudo, pero cuando salimos de vacaciones desata toda la parte morbosa que tiene guardada.
Natalia, tiene una hermana Raquel que es la arquitecta de un estudio de arquitectura y decoración en Marbella y Madrid que se dedica a diseñar y construir casas de lujo. A finales del verano pasado se divorció del imbécil de su marido y pidió traslado a Marbella, con lo que la veíamos menos. Hablando de vernos y pasar unos días juntas las hermanas, su jefa la dejó una casa que tiene en una urbanización de Atlanterra en Zahara de los Atunes, como agradecimiento por su trabajo. Así que nos invitó y quedamos para ir en Julio, porque su jefa no iba hasta Agosto. Raquel, para no estar de sujetavelas se iba a ir con una amiga suya.
En parte no me apetecía mucho ir con mi cuñada porque nos iba a cortar un poco el rollo morboso que siempre nos gusta tener en las vacaciones. Aunque también es verdad, que íbamos a ir unos días antes de que ella llegase y nos podría dar tiempo a hacer nudismo, que Natalia se exhibiese un poco y a lo mejor con suerte algo más.
Realmente yo no tendría inconveniente en hacer nudismo delante de mi cuñada, de hecho me excita la idea, pero es ella la que no se siente cómoda. Incluso hace unos años no la gustaba que Natalia hiciese topless, aunque ya se acostumbró. Natalia siempre insistía a su hermana que probase ella a hacer topless, pero decía que le daba vergüenza porque no las tenía bonitas. Ella es rubia, igual de alta que Natalia, algo más delgada y tenía poco pecho. Pero hace un año, justo antes del divorcio se operó y se puso algo parecido a lo de su hermana, si no más. Y yo ya la estaba dando la coña de que ahora no tenía excusa para hacer topless.
Llegaron los días de vacaciones, y nosotros nos fuimos un martes, mi cuñada no llegaría hasta el viernes.
Nada más llegar a la casa... MENUDA CASA!!!!!!. Muy moderna, con grandes ventanales, piscina, jardín. La urbanización está sobre una colina que termina en la playa, así que las casas están escalonadas en la pendiente, teniendo unas vistas espectaculares del mar. Para ir a la playa hay que andar un poquito cuesta abajo, pero con esa casa casi que no hace falta. Es una vivienda en dos pantas, con grandes ventanas, o más bien, las paredes son cristales. La parcela es grande, con vegetación a los lados de forma que hay total privacidad. En la planta de arriba hay tres habitaciones con baño cada una y camas King size de 2 metros. La habitación principal tiene un gran ventanal, con vistas el mar y la piscina, y el baño también dispone de un gran ventanal con ducha y una bañera de hidromasaje pegada al cristal. La verdad es que tanto el baño como la habitación daban sensación de poca privacidad (aunque disponían de unos estores que bajaban del techo e impedían la entrada de luz, pero si los subías se podía ver todo, pero delante no había nada, solo el mar e incluso desde la piscina no permitía ver nada. Así que era supermorboso.
La parte de abajo tenía el salón y la cocina con salida a un porche a través de unas ventanas de suelo a techo, que se recogen en los laterales dejando todo abierto con el porche. Tras el porche empezaba la piscina desbordante y después la parcela era de césped, hasta llegar al final de la propiedad (todo en cuesta abajo) y al fondo el mar. La casa era increíble, como para no salir de ella. Pero también nos gusta ir a la playa y lucir palmito (sobre todo Natalia).
Tras deshacer las maletas y acodarnos en la habitación principal (por petición de mi cuñada), nos fuimos a hacer la compra. Y ya esa tarde nos quedamos disfrutando de la casa. Ni que decir tiene que estuvimos desnudos tomando el sol, bañándonos en la piscina y echando algún polvo al aire libre. Por la noche decidimos salir a dar una vuelta. Natalia se puso un vestido estampado blanco. Con escotazo casi hasta el ombligo, atado al cuello, con la espalda al aireo y muy cortito. Obviamente sin sujetador y sin tanga. Llamaba la atención. A los camareros se les iba la vista al escote cuando la servían.
A la mañana siguiente, fuimos ir a la Playa del Cañuelo o del faro Camarinal que la teníamos al lado. Aunque había que andar por un camino un rato, pero se podía hacer nudismo. Como íbamos a andar un rato, nos pusimos unos pantalones cortos, camiseta y unas deportivas. Ya habíamos estado otras veces ahí y el camino tiene pendiente y piedras y aunque la genta la hace en chanclas… pero siempre es mejor para los tobillos ir con zapatillas de deporte. Natalia llevaba una camiseta blanca de esas muy finas algo ajustada que permitía ver el top rojo del bikini. Cuando la vi le dije que qué era eso, que porqué se ponía el top del bikini si nunca se lo pone, además, tenía prohibido usar sujetadores en las vacaciones a partir de ahora…. Y es verdad, siempre se lo pone para luego llegar y quitárselo, pero me dijo que era la costumbre, además con esa camiseta se la iban a transparentar los pezones.
- ¡Cuál es el problema de que se transparenten!! Jaja… se rió y se lo quitó.
Me empalmé al momento. Se la notaban los pezones y al andar iban botando las tetas. Por el camino nos cruzamos con gente y el movimiento de las tetas y los pezones de Natalia no pasaron desapercibidos. Tras un rato andando llegamos a la playa, había gente, pero sin masificar. Es una playa de unos 300 metros. Se hace nudismo, pero como en todas están playas hay de todo, no es obligatoria desnudarse. Hay gente en bañador, chicas en topless. Parejas con el hombre desnudo y la chica en topless o desnuda… grupos, familias…. Nos fuimos un poco al final, que parecida que predominaban los nudistas.
En un hueco que vimos nos acomodamos. Nos desnudamos y nos fuimos a bañar, que estábamos con calor de la caminata. Después estuvimos tomando el sol. Natalia se levantó a dar un paseo desnuda por la playa, para alegrar la vista al personal. Y yo aproveché para pegarme otro chapuzón. Al salir del agua, vi como un par de chicos estaban poniéndose cerca de nosotros. Según me acercaba…. Uno era Javi, un antiguo compañero de trabajo con el que nos llevábamos muy bien y con el que íbamos a cenar y salir por ahí. Me alegré mucho al verle. Desde que se fue de la empresa a principios de año no habíamos vuelto a poder quedar. Por un momento dudé, la situación era algo violenta. Yo estaba desnudo, Natalia también y … bueno… hemos hecho nudismo con parejas de amigos y Natalia topless delante de conocidos, aunque eran siempre buenos amigos o parejas. Pero, por otro lado, si él estaba en esta playa y se había venido donde estábamos nosotros… es que iba a hacer nudismo. Además, me iba a ver seguro, tenía que llegar a nuestras toallas y pasar por delante de ellos. Estaba a escasos 4 metros nuestros. No me quedaba otra. Me acerqué y le saludé. Él también se sorprendió, pero al verme desnudo se echó a reír. Lo habría pasado lo que a mí. Me contó que estaba de vacaciones con Sergio, el otro chico. Que la familia de Sergio tenía un apartamento en el pueblo y se habían venido a pasar unos días y ligar. Le pregunte por Sonia, su novia. Me contó que lo dejaron en abril y que ahora estaba soltero, por eso se había venido con Sergio (el otro chico), que se había divorciado hacía un año y estaban sin plan.
Javi es un buen tío, algo chulete, pero buen tío. Siempre ha tenido éxito con las mujeres, y ha tenido varias novias que le conociese yo, pero no le van muchos los compromisos. Se niega a hacerse mayor. Es lo que dice Natalia, un buenorro que se lo tiene algo creído. Mide 1.85, guapo, no es calvo, hace deporte y está muy cuidado. Tiene cuerpo de modelo, musculado pero sin ser exagerado de gimnasio y definido… y obviamente depilado. El amigo Sergio, sin embargo era normal, ni guapo ni feo, 1.80. Se ve que hacía deporte, pero sin estar fuerte ni gordo ni delgado. Como diría Natalia, del montón.
Mientras me contaba que habían quedado con unas chicas en venir aquí, pero que justo les han dado plantón, y que ya que estaban y se habían traído comida y bebida, pues que aquí se quedaban.
En esto, no me había acordado de Natalia, que llegaría desnuda en cualquier momento. Javi me preguntó por ella, giré y justo estaba llegando, pero ella no se había dado cuenta de quién era. La llamé, se acercó y se quedó algo cortada cuando vio quien era. Hasta Javi se dio cuenta. Se dieron dos besos, le presentó a Sergio, obviamente la pegaron un buen repaso en sus tetas y en su completo depilado sexo, pero Javi reaccionó rápidamente viendo que se había puesto algo roja y se quitó el bañador, dejando al aire un pene normal, completamente depilado.
Según se lo quitó, dijo mirando a Natalia:
- “Tranquila, ya estamos igual…”
Y nos echamos a reir todos. Javi miró a Sergio y le dijo que si no se desnudaba y le dijo que no, si no nos molestaba, prefería seguir con el bañador, que había mucha gente y se sentía violento porque miraban mucho. Javi por echarle una mano dijo que era por el tamaño que se sentido incómodo.
Fue Natalia la que les dijo que se pusiesen con nosotros. Aunque Natalia diga que es un poquito chulito, físicamente sé que la gusta porque es guapo y tiene un cuerpazo, además se llevan bien porque la verdad es que tiene conversación para todo. Nosotros nos fuimos a nuestras toallas mientras ellos volvían a recoger los trastos para acercarse a nosotros.
Mientras Natalia me comentaba que menudo corte había pasado al principio cuando se ha encontrado desnuda delante, aunque luego se había excitado mientras estaba desnuda y ellos vestidos. Y que lo de la vergüenza del amigo, seguro que era porque la tenía pequeña y le daba vergüenza.
Pues nada, ahí pasamos el día de playa con mi mujer desnuda delante de tres hombres… y ella jugando a sus jueguecitos de darse bien creme en las tetas, dejar el culo un poquito levantado para que se la vean los labios vaginales… Nos lo pasamos bien.
A la vuelta nos volvimos juntos y ellos nos acercaron en coche desde el aparcamiento hasta nuestra casa. Y luego quedamos en salir a cenar y tomar algo. Como Sergio llevaba toda la vida veraneando ahí nos iba a llevar a donde a él más le gustaba.
Nada más llegar a casa, entré en la cocina a beber agua, pero me bajó el bañador y me la empezó a chupar. Cuando ya la tenía dura, se subió en la encimera, se abrió de piernas y me pidió que se la metiese y la diese duro sin contemplaciones, que llevaba cachonda todo el día. Fue un polvo rápido. Me dijo que llevaba todo el día chorreando viendo como la miraban los otros dos.
Nos arreglamos para salir, Natalia me preguntó que como iba, y la dije que como quisiese, pero provocativa y elegante… no en plan buscona, ya que íbamos con conocidos. Así que se puso un top de esos que se atan al cuello y a la espalda que deja la espalda completamente al aire, con algo de escote delante y que no es apretado, con que con las tetas que tienen, se mueven al andar y se marcan los pezones. Y debajo una minifalda muy muy justita y sin tanga, claro. Y con unos taconazos, que daban ganas de follársela allí mismo.
Estuvimos cenando algo de atún y pescados. Sergio nos contó que era muy aficionado a la cocina y era experto en ceviches, atún… Nos dijo que si queríamos mañana por la noche nos invitaban en su casa a cenar y el preparaba la cena, que lo ideal sería para comer, pero que nos fastidia el día de playa y estar metidos todo el día en el piso, desperdiciamos las vacaciones, con lo que ofrecí nuestra casa. Lo dije algo titubeante por si Natalia no le parecía bien, pero ella enseguida insistió y la encantó la idea de aprovechar el día en la piscina y comer tranquilamente en casa y aprovechar la casa, la piscina y las vistas con esa comida. Así que lo organizamos todo.
Durante la cena Natalia no pasaba desapercibida a nuestros amigos. Que es curioso, pero nos pasa a todos los hombres, aun habiendo estado todo el día con ella desnuda en la playa, pero así vestida, no paran de mirarla y, en algún caso, juraría que estaban mirando si llevaba o no bragas o si podían verla las tetas por el escote cuando se agachaba. Durante la cena, la minifalda al ser ajustaba se la subía, y en más de una ocasión yo la llegué a ver el coño.
Pasamos una buena noche, de Javi sabíamos su vida, y de Sergio nos contó que era de Sevilla, pero vivía en Madrid. Era Médico traumatólogo, con lo que Natalia al ser enfermera, se contaban batallitas. No tenían ninguno pareja estable ahora, e iban de flor en flor.
Después de cenar estuvimos tomando alguna copa. A mí, por lo general no me gusta mucho bailar, pero a Javi sí. Así que mientras yo tomaba alguna copa con Sergio, Javi estuvo un rato bailando y sobando a mi mujer. En más de una ocasión me pareció ver como en algún reggetón arrimaba la polla mi amigo al culo de Natalia y esta se dejaba. Con ese top no paraban de moverse las tetas incluso por lo laterales se intentaban escapar, además ella era consciente y se movía más aún. Y la minifalda, seguro que alguien vio más de la cuenta, porque se la subía constantemente y Javi no hacía más que pasar la mano por lo laterales, seguro que buscando si llevaba o no tanga.
A una hora prudente nosotros nos retiramos y dejamos a nuestros amigos tomándose la penúltima como se suele decir y quedando para mañana en casa.
Nos montamos en el coche y según conducía, me abrió la cremallera del pantalón y me empezó a chupar la polla. Fue llegar a casa y subir corriendo a nuestra habitación, encendió todas las luces y se desnudó. No sé si habría alguien por ahí fuera, pero esa casa con esas paredes de cristal y las luces encendidas… menudo show tuvimos que dar. Natalia no paraba de decir que la follase, que estaba cachondísima con las miradas que le echaba la gente y los bailes con Javier, que no hacía más que pasar la mano para ver si llevaba tanga y por el culo alguna vez. Que le había puesto la polla dura en el culo varias veces. Después de dos polvos nos quedamos dormidos.
A la mañana siguiente me despertó con una mamada hasta que me corrí en su boca.
Nos pusimos a preparar todo para cuando llegasen Javi y Sergio. Recogimos un poco, preparamos la mesa, metimos bebidas en la nevera…Cuando terminamos nos pusimos a tomar el sol y pegarnos un baño desnudos.
Sobre la 1 nos llamaron para decirnos que estaban en cinco minutos. Así que me puse un bañador y me fue a la puerta, y Natalia se subió arriba a ponerse algo.
Una vez en la casa, los enseñé brevemente la casa, que obviamente los encantó. Y luego nos pusimos los tres a organizar un poco todo, y como todo era a base de ceviches, tartar, tataki. Sergio dejó todo preparado para un rato antes de comer terminarlo. En esto que apareció Natalia, con un vestido de playa amarillo algo ajustado, semitransparente y con una braguita brasileña roja abajo pero se la transparentaban bien los pezones.
Se dieron dos besos, previa mirada a las tetas y nos cogimos unas cervezas y un vino blanco y nos salimos a la piscina.
Nada más salir, nos acomodamos y Natalia se quitó la camisola quedándose en topless mientras decía:
- No sé si os importará que esté así, pero es que no encuentro los tops de los bikinis.
Javi se echó a reír y la contestó diciendo que lo primero es que estás es tu casa, lo segundo es que no creo que ningún hombre en sano juicio le diga que le molesta ver a una mujer como ella casi desnuda y lo tercero es que ya ayer nos vimos desnudos. Que si no nos importaba él se iba a desnudar como ayer. Ninguno pusimos objeción y se quitó el bañador, después fue Natalia la que se desnudó también y después yo. Sergio miró a los lados como buscando algo y dijo que ya habíamos estado desnudos todos menos él y que aquí sí se desnudaba. Entonces Javi soltó un….
- “No te desnudes por favor que nos vas a dejar mal a David y a mi…”
Mientras decía eso Sergio se bajó el bañador dejando al aire un pollón que en reposo era enorme de largo y grueso. Por lo menos 14 o 15 cm de larga y el doble de gorda que la mía y eso la mía es algo gruesa. No sé cómo tendría que ser eso empalmado. Era como la de los negros de las pelis porno.
Mientras lo decía, y yo veía como Natalia no perdía de vista ese rabo, Sergio contaba que le gustaba hacer nudismo, pero que no lo podía hacer si había mucha gente como ayer, porque llama mucho la atención y se siente incómodo.
Natalia asintió con la cabeza y le dijo que era normal, que todo eso ahí colgando llama la atención, que era comprensible. Como mi niña no tiene pelos en la lengua, le dijo que ella está acostumbrada a ver penes en el hospital (yo me reía, como si sólo los viese en el hospital) y que eso no estaba nada pero nada mal. Que seguro que en acción tenía que ser bien grande. Sergio asintió con los hombros y nos echamos a reír.
Estos dos se fueron a pegar un baño y yo me acomodé junto a Natalia en una cama balinesa que había, que obviamente, al igual que ella me llama la atención cuando se me van los ojos descaradamente con una tía buena, la tuve que decir que se controlase que no paraba de mirarla… ella se rio y sólo la salía un:
- “menuda polla, me encantaría ver esa polla dura”.
Le dije, que ya sabía lo que tenía que hacer, calentar un poquito a ver si conseguía levantársela, y ella me respondió que no la picase que las palabras las carga el diablo…. Me reí y la guiñé un ojo.
Estuvimos un rato bañándonos, y tomando el sol. Natalia se salió a una tumbona mientras nos daba un show repartiéndose la crema por su cuerpazo y por sus tetas, que amasó a conciencia provocando una pequeña erección en Javi, me fijé en Sergio pero estaba en el agua y no lo pude apreciar, pero no la quitaban ojo, mientras nosotros hablábamos en el bordillo.
Sergio, se salió del agua y dijo que se iba a la cocina a preparar las cosas. Nos ofrecimos a ayudarle pero dijo que no hacía falta, que se organizaba mejor sólo. Él y su rabo se salieron del agua, cogió una toalla se secó un poco y se la puso alrededor de la cintura y se fue a la cocina.
Desde la piscina no se veía la cocina, porque estábamos al sol, y como estaba el porche a la sombra entre medias y la cocina era oscura, tenía mucha luz, pero no se veía desde fuera. Así que fui a la cocina por si Sergio necesitaba ayuda. Estaba buscando utensilios de cocina, platos. Le intenté ayudar, pero mi dijo que me saliese tranquilo que él ya buscaba. Así que cogí unas cervezas y me salí. Se lo comenté a Natalia que estaba en el agua junto a Javi y me dijo que iba a ayudarle. Se salió e hizo la misma operación que Javi, cogió una toalla y se la enrolló al cuerpo que la tapaba justo el culete y se fue para dentro.
Llevaban ya 5 minutos en la cocina y me acerqué a por unas patatas fritas a la cocina, al entrar, Natalia estaba con la toalla en la cintura con las tetas al aire ayudando a Sergio que tenía la toalla puesta en la cintura. Natalia aprovechó para regañarme porque había entrado mojado y estaba empapando el suelo de la cocina. Según me lo decía, se quitó su toalla su toalla y me la tiró y para que me secase. Y que les dejase que ya casi estaba todo y que cuando estuviese que ya avisaban. Así que la deje la toalla sobre la encimera, cogí las patatas, una botella de vino blanco con unas copas y me fui.
Ahí estaba mi mujer desnuda cocinando con un desconocido con un pollón enorme.
Me fui fuera, a los cinco minutos me meaba, así que aproveché que Javi recibió una llamada de teléfono que parecía larga y fui por el salón al baño para no pasar por la cocina y que no me regañase Natalia. La cocina y el salón están en paralelo al porche. Del salón se puede ir a la cocina por una puerta corredera que les separa y que estaba cerrada, y por el salón se sale también al recibidor y de ahí al baño de la planta de abajo. Así que salí del baño una vez descargadas las cervezas, vi la puerta de la cocina abierta y me fui acercando, cuando escuché a Natalia decir a Sergio que qué le pasa con la toalla, que se la está colocando todo el rato y que se le cae, que se la quite como ha hecho ella. Sergio la dijo que no es que se le esté cayendo, es que se está colocando el aparato. Porque tiene vida propia. A lo que mi mujer le dice que cual es el motivo. Y él le dice que ella, que está desnuda, agachándose, levantándose, pasando cerca y rozándole con las tetas.
Casi me sale una carcajada imaginándomelo. Esa era Natalia en estado puro, intentado calentarle para provocarle la erección.
Me acerqué más, intentando esconderme. Sergio estaba más o menos de espaldas a mí, pero un poco girado, de tal forma que yo le veía de medio perfil, y Natalia de frente a él hablándole y desnuda. Natalia sin cortarse le dijo que se quitase la toalla, así la veía dura, que tenía que ser enorme, que no pasaba nada. Sergio la dijo que le daba corte por si entraba yo. Y ella le respondió que no me preocupase por eso que yo no iba a entrar seguro, y acto seguido me miró y se echó a reír. Así que ella misma le quitó la toalla y la dejó en el suelo mientras le miraba la polla que sí que estaba algo más hinchada pero todavía sin levantarse, estaba morcillona. Natalia se puso juguetona y le pregunto que necesitaba para ponérsela dura, a Sergio se le veía algo nervioso. Natalia le cogió las manos y se las puso en sus tetas y se las apretó. La polla empezada a subir, mientras Natalia puso sus dos manos en esa herramienta, empezó a pajearle y acto seguido se arrodillo y se metió el capullo en la boca. La veía y oía succionarlo, se la metía todo lo que podía. Eso cada vez crecía más y más. Estaba ya durísima y enorme. Seguro que eran 24 o 25cm, y de ancha le permitía a Natalía metérsela en la boca pero justa. Veía como Sergio no paraba de mirar hacia afuera por si yo aparecía. Natalia ahora puso la polla entre sus tetas para hacerle una cubana y le chupaba el capullo. Sergio empezó a follarla las tetas, Natalia apretaba con sus manos las tetas para dar más placer a Sergio mientras le lamía el capullo. Cada vez Sergio daba las embestidas más rápido, yo me acordé de Javi y me asomé por el salón y le vi hablando por teléfono metido en la piscina, así que volví a mi sitio. Al volver no estaban donde antes, Natalia se había subido a la encimera de la cocina, tenía las piernas en alto y Sergio la comía el coño y la metía los dedos. Ya iba por tres dedos o cuatro. Natalia no paraba de decirle que la follase ya por favor, y Sergio la decía que se tenía que esperar. Me imaginé que ya tenía experiencia con ese pedazo de polla y sabía que había que dilatar bien, pero Natalia quería esa polla ya. En un momento dado, Sergio se levantó y apuntó la polla en el coño de mi mujer, lo veía perfectamente, Natalia me buscó con la mirada, con cara de salida. Me tuve que mover porque se ve que no me veía. Una vez me vio, me guiño un ojo y siguió. Veía como entraba cada centímetro de estaca. Iba con calma, metía unos centímetros y salía hasta el capullo. Se oía los jugos del coño de Natalia cuando salía el capullo de su vagina. Ella gemía y pedía más. Sergio volvía a meter y metía otro poco más. Entraba sin dificultad, pero la estaba haciendo sufrir y disfrutar a la vez. Una vez que parece que entró todo empezó embestidas fuertes. Dio unas cuantas y cogió en volandas a Natalia y la puso de espaldas a él, la hizo que agachase la espalda, como si la fuese a dar por el culo. Natalia sujeto la cabeza con los brazos y los codos en la encimera de la cocina mientras Sergio se la metía por el coño y empezada a pegarla fuertes embestidas, las tetas se balanceaban a cada embestida. Era increíble ver como toda esa polla entraba en el coño. Ella seguía gimiendo y pidiendo más, y no pares, sigue, más, por favor… Ella tuvo un orgasmo brutal al poco tiempo, la tiritaban las piernas, pero Sergio seguía, cada vez más rápido estuvo un rato más así. Las tetas no paraban de botar, tenía el culo rojo de las embestidas. Sergio la aviso de que se iba a correr y ella le dijo que lo echase todo dentro. Según paraba Sergio y se veían que bombeaba los últimos chorros de semen dentro Natalia pidió que siguiese, él la hizo caso. Sergió siguió dándola pollazos, se veía salir el semen por su coño, y al rato, Natalia estalló en otro orgasmo.
Yo aproveché para salir fuera, porque me supondría que irían al baño a limpiarse. Tuve que coger una toalla que había en una silla del porche para tapar mi erección, Así que salí con Javi, que justo terminó la llamada de teléfono.
A los poco minutos salió Sergio, con la toalla enrollada en la cintura diciéndonos que nos fuésemos sentando que eso estaba. Así que Javi y yo nos fuimos para el porche y Sergio aprovechó para meterse en la piscina y supongo que refrescarse.
Entré a buscar a Natalia y no la vi, así que subí a ver si estaba arriba. Estaba en la ducha con el chorro puesto en el coño, lo tenía rojo.
Sus palabras fueron un
- “Te quiero…..menudo polvo… en la vida me he sentido tan llena…”
La mire y la enseñe mi polla que seguía totalmente dura y la dije que había que arreglarlo, pero me dijo que en el coño no, que lo tenía superdilatado y no iba a sentir nada, así que se la metió en la boca y poco tuvo que chupar para que me corriese.
Bajamos, yo desnudo y ella con la toalla. Nos pusimos un bañador para comer, bueno menos Natalia que se puso la camisola transparente aunque sin la braguita del bikini.
Allí estábamos todos sentados como si hubiese pasado nada.
Comimos, la comida deliciosa. Y después pasamos la tarde tranquilamente tomando alguna copa.
Cuando se fue el sol, ellos se fueron y quedamos en que nos llamarían la semana que viene algún día que estaba mi cuñada y la amiga por aquí. Y ahí quedó la cosa.
Esa noche echamos un par de polvos increíbles, con la ayuda de algún juguetito.
Continuará….
Autor davidrese@hotmail.com