Vacaciones en la montaña

De como unas vacaciones en la montaña, con una pareja madura se acaba convirtiendo en algo más.

Aquel año ya estaba cansado del trabajo. Había sido muy duro y me apetecía que las vacaciones fueran tranquilas en un lugar aislado donde nadie pudiera molestarme. Me decidí por un anuncio donde un matrimonio mayor alquilaba una habitación en su granja de la sierra donde ellos residían. Era un lugar aislado donde ni siquiera los móviles tenían cobertura. Después de hablar con ellos por teléfono les envié una foto mía porque decían que querían saber a quien metían en su casa, cosa que vi bastante lógica. Me dijeron que estarían encantados de tenerme en su casa durante un mes y que me tratarían tan bien que serian unas vacaciones inolvidables para mi. Quede en que me recogerían en la estación del pueblo mas cercano que se encontraba a unos quince kilómetros. Les dije que como les reconocería y me dijeron que no me preocupara que ya me reconocerían ellos a mi.

Llego el día y partí a disfrutar de mis merecidas vacaciones. Por tener casa, comida y estar bien atendido el precio no me pareció demasiado elevado, pero lo que mas me importaba es que podría alejarme por fin del bullicio y disfrutar de unos días de tranquilidad en la montaña. Al llegar al pueblo en cuestión, baje del tren, y mire a mi alrededor. Allí se respiraba paz. Repare que un hombre se acercaba a mi.

hola que tal, creo que tu eres a quien esperábamos

El hombre imponía. Tenia alrededor de los sesenta años, corpulento y fuerte, mas alto que yo, pelo y barba blancos, y con algo de barriga. Me estrecho la mano y de lo fuerte que lo hizo casi me la hace polvo.

si soy yo, encantado de conocerle

igualmente, me llamo Sinfo, venga que le acompañe, allí tengo la furgoneta

Nos metimos en una vieja furgoneta y nos dirigimos hacia su casa. Durante el camino fue haciendo las preguntas de rigor; que en que trabajaba, si estaba casado, porque iba alli tan solo y a un sitio tan apartado. Su forma de hablar era muy campechana y directa, algo brusca quiza para lo que yo estaba acostumbrado, pero se le notaba lleno de energía y vitalidad. Yo trataba de contestarle lo mas educadamente posible, aunque no me apetecía darle muchas explicaciones.

Cuando llegamos a su casa salio a recibirnos su esposa, Eugenia, tal como se presento. Esta era una mujer de la misma edad aproximadamente que Sinfo. Era mujer corpulenta de pelo ya plateado que se recogía en un moño. Mofletes sonrosados, sonrisa que parecía acompañarla siempre, de mi misma estatura y un cuerpo donde primaba la abundancia con mayúsculas tanto en el pecho como en el trasero. Al igual que su marido parecía llena de energía, energía que yo esperaba se me contagiara después de un mes en aquella casa. Nada mas verme Eugenia se abalanzó sobre mi y me dio un gran abrazo que casi me estruja. Pase con ambos y me ensañaron la casa. He de decir que la vivienda me encanto. Tenia un estilo rustico que hacia que se respirara paz en esa casa. Luego pasaron a enseñarme toda la granja con los animales de los que disponian.

Llego la hora de la cena y Eugenia nos había preparado todo un festín. Yo me puse las botas y no solo por la cena, sino porque ella llevaba puesta una falda y una camiseta, la cual, debido al tamaño de su pecho, le quedaba bastante pegada y dejaba que se adivinara las grandes formas que escondía debajo de ella. Por supuesto lo hice tan descaradamente que hasta ellos mismos se dieron cuenta y Sinfo no se corto un pelo

que, ¿has visto las tetas de mi mujer?, a que las tiene grandes- después de lo cual los dos se echaron a reir y yo me puse rojo como un tomate

tranquilo hombre, que no pasa nada, si es normal que la miren- me dijo Sinfo

Mi trabajo me ha costado criarlas… de esto y con esta calidad, todo natural, no se ve en las ciudades… esto es producto ecologico- decia Eugenia mientras con las dos manos se agarraba los pechos y los movia arriba y abajo

Yo me rei con ellos esta vez. Era de agradecer su buen humor que tanto habia echado en falta en la ciudad, donde todo el mundo parecia molestarse por cualquier cosa, por insignificante que esta fuese. Alli parecia que nada tuviera importancia y donde lo normal fuera ser feliz y hacer que el resto se sintiera bien.

Llego la noche y pronto nos fuimos a dormir. Alli se iban a dormir bastante pronto porque al dia siguiente solian madrugar. Yo como no estaba acostumbrado a ese ritmo de vida me puse a leer un rato en mi habitación, que estaba contigua a la suya. Al poco tiempo de esta en la cama leyendo un rato, empece a escuchar unos ruidos que venian de la habitación de al lado. En un principio no distinguia muy bien que eran pero pco a poco, fueron subiendo de intensidad y entonces no tuve la menor duda de que era lo que pasaba en la habitación de al lado. Eugenia y Sinfo estaban follando.

Pense que duraria poco porque no estarian para muchos trotes, pero me equivocaba, habia que ver el aguante que tenian el par de abuelos. Eugenia cada vez gritaba mas. "Asi, dame, dame… no pares…hasta dentro… la siento toda… que dura la tienes… que macho eres", eran las cosas que se oia gritar a Eugenia y que yo oia perfectamente desde mi habitación. Me imagine por un momento a Eugenia a cuatro patas, con sus grandes tetas colgando hasta la cama y a Sinfo detrás de ella metiendosela hasta dentro. No paraban y mi miembro respondia a la situación con una erección. Me masturbaba mientras los escuchaba detrás de la pared. Después de una hora pararon por fin. Estoy seguro que ellos sabian que les estaba escuchando y seguro que eso les divertia.

Cuando me levante por la mañana Sinfo ya no estaba y solo estaba Eugenia en la casa. Sinfo habia ido a hacer unas tareas en el campo y, según me explico Eugenia, no volveria hasta la noche. La miraba y recordaba la noche anterior. Me maravillaba el hecho de que una pareja a esa edad pudiera tener esa vitalidad.

¿Qué vas a hacer esta mañana?

Pues no lo se, seguramente de un paseo por los alrededores

Si te aburres podrias ayudarme

Claro, que quieres que haga

¿has ordeñado alguna vez una vaca?

No, nunca he ordeñado una vaca

Vaya por Dios, ¿no me digas ahora que nunca has estrujado unas tetas para que salga leche?-me dijo ella con un tono picaro

Bueno… pero ordeñar lo que se dice ordeñar las de una vaca no

¿y unas como estas?

Eugenia se levanto la camiseta y ante mi aparecieron dos grandes tetas, enormes, con dos pezones sonrosados y que hacian que todo lo que estuviera alrededor de ellas se eclipsara totalmente.

como esas desde luego que no- dije yo totalmente estupefacto

pues anda prueba a ver si eres capaz de sacar algo de ellas- Eugenia me cogio las manos y las llevo hacia sus tetas

Ni con las dos manos era capaz de abarcar uno solo de aquellos enormes pechos. Yo creia que me habia tocado la loteria. El segundo dia en la granja y ya estaba tocando los pechos mas grandes que habia visto en mi vida. Nunca pense que una mujer con sesenta años me pudiera poner tan caliente pero es lo que se merecian esos pechos dignos de admiración. Yo los tocaba tratando de aprovechar aquel momento por si no se volvia a repetir. Después ella se los agarro y los llevo hacia mi boca.

Quiza si chupas un poco consigues que salga algo de leche de las tetas de la abuelita.

Yo las chupe todo lo que pude, disfrutando el momento. Estaba dispuesto a tirarme asi todo el dia si era preciso, porque seguro que no se me volvia a poner otra oportunidad delante asi en toda la vida.

Parece que no sale nada, pero estoy segura de que si yo te ordeño a ti un poco si que saco un buen puñado de leche calentita- me dijo Eugenia llevando su mano a mi entrepierna- anda vamos arriba a la habitación

Pero, ¿y si viene tu marido?

Tu tranquilo por eso… no te preocupes

Subimos a la habitación. Yo iba detrás de ella y no paraba de tocarle los pechos. Llegamos a la habitación. Ella me desnudo mientras nos besábamos. Me quito los pantalones y enseguida surgió mi pene erecto.

vaya, estas bien armado… tienes una buena polla… y un bueno culo

Eugenia… yo , anoche os escuche a ti a y a Sinfo … no creo que yo tenga tanto aguante como él

Tranquilo y no te preocupes por eso. Mi marido es una bestia en la cama y me deja totalmente satisfecha… pero, de vez en cuando me apetece comerme algun que otro corderito tierno como tú… tienes un buen culo… se de unos cuantos tios del pueblo a los que les encantaria echar la mano encima a un culo así

Termine de quitarle la ropa totalmente a ella y nos echamos corriendo en la cama. Nos abrazamos, besamos y acariciamos todo nuestro cuerpo. Me encantaba poder tener mis manos sobre ese cuerpo maduro. En un momento dado cogio mi pene y se lo metio en la boca, dando un giro a su cuerpo coloco su sexo sobre mi cara invitandome a hacer lo mismo. Ahí pude ver en toda su grandeza ese culo tan maravilloso y enorme que tenia. Lo acaricie y mordisquee, pero sabia que lo que Eugenia esperaba era otra cosa. Tenia todo su coño en mi cara… un coño grande y peludo chorreando que pedia a gritos que se lo comieran. Hundí mi cara en él. Ella me estaba haciendo una mamada maravillosa y yo trate por todos los medios de corresponderle. Todos sus jugos llenaban ya mi boca y mi cara. Su sabor era fuerte pero hacia que me excitara muchisimo y estaba haciendo autenticos esfuerzos por no correrme. Ella entonces se dio la vuelta, se puso encima de mi y, cogiendo mi polla, se la metio dentro de ella. Me cabalgo con fuerza mientras mis manos se afanaban en coger sus tetas para evitar que estas cayeran sobre mi cara y me asfixiaran. Los dos estabamos sudorosos y ella con una energia enorme introducia una y otra vez mi pene dentro de su coño. Entonces me di cuenta, mire un momento y pude ver como Sinfo estaba en la puerta mirandonos. Me quede helado al verle, entre otras cosas porque estaba ahí de pie y completamente desnudo. Nos miraba y con su mano derecha se masturbaba un enorme pene que poseia.

¿ya has llegado cariño?- dijo Eugenia sin apenas inmutarse ante la presencia de su marido

si, me he entretenido un poco mas de la cuenta…veo que habeis empezado una fiesta sin mi

vamos ven aquí…aun estas a tiempo de unirte a nosotros- invito Eugenia a su marido

Sinfo se acerco a nosotros, yo no sabia que pensar en aquel momento, pero imagine que lo mejor era dejarme llevar por la situación. Sinfo se acerco por detrás de su mujer, me cogio la polla y la saco de dentro de su mujer. Me masturbo durante un momento, lo cual me dejo totalmente sorprendido. Ante esa situación y teniendo en cuenta que me habia pillado en la cama con su mujer lo ultimo que esperaba es que se pusiera a masturbarme, pero yo tampoco me atrevia a decirle nada

tranquilo, mi marido sabe lo que hace… y lo hace muy bien- me decia Eugenia

no tiene mala polla… pero le voy a enseñar a este tio lo que es un macho de verdad

Dicho esto Sinfo se puso detrás de su mujer y le metio su miembro hasta dentro. Eugenia dio un grito y Sinfo se puso a entrar y sacar de una forma que a ella parecia volverla loca. Con cada embestida sus grandes tetas golpeaban una y otra vez contra mi cara.

comeme… comeme las tetas querido

Yo hice inmediatamente lo que me ordenaba ella. La cama se movia a un ritmo frenetico y Eugenia no paraba de gritar. Mientras mi boca no daba abasto para ir de un pezon a otro de sus pechos, hasta que llego el momento en que ella se corrio de una forma que le hizo encoger todos los musculos de su cuerpo. Sinfo saco su polla de dentro de su mujer y ella, haciendose un poco para adelante restrego todo su coño empapado por mi cuerpo.

Esto es para que no se te olvide mi olor y no se te quite mientras estes aquí… ahora tranquilo y dejate hacer

Sinfo habia cogido mi pene nuevamente y lo estaba masturbando. Me deje llevar tal y como me decia Eugenia. No lo hacia nada mal. Hasta ese momento ningun hombre me habia tocado, pero he de reconocer que a él no se le daba del todo mal, de hecho estaba disfrutando de lo que hacia. Después note como Sinfo se metia toda mi polla en su boca. No salia de mi asombro. Le cabia entera en su boca y empezo a hacerme una mamada maravillosa. Nunca pense que un hombre pudiera darme ese placer.

te gusta eh¡…- me decia Sinfo, orgulloso de lo que estaba haciendo. Yo asentia con la cabeza.

Ya te dije que mi marido era una bestia…no solo sabe darme placer a mi como puedes comprobar

Yo ya sin disimulo jadeaba del placer tan maravilloso que me estaba ofreciendo Sinfo. Entonces él se levanto y se dirigio hacia mi. Puso su polla delante de mi cara. En ese momento me imagine que era lo que queria.

Vamos, ahora tienes que ser bueno con mi marido…él lo ha sido contigo y tienes que corresponderle… no te preocupes al principio te parecera extraño pero luego veras lo placentero que es.

Eugenia me decia esto mientras masturbaba el pene de su marido delante de mi cara. Cogio una de mis manos y la llevo hacia el pene de Sinfo. Lo cogi y el corazon me dio un vuelco. Nunca antes habia tenido el pene de otro hombre en mis manos. Era grande y estaba echando flujo sin parar. Lo masturbe.

¿lo hago bien?

No lo haces nada mal para ser la primera vez…eres un chico muy guapo…pero ahora quiero otra cosa…vamos abre la boca

Sinfo cogiendo su polla con una mano y mi cabeza con la otra introdujo su pene dentro de mi boca. Lo tuvo ahí durante un tiempo sin meterlo hasta dentro del todo. Me familiarice con un sabor extraño y nuevo para mi, pero la experiencia me estaba pareciendo excitante y no me estaba desagradando. Con sus dos manos cogio mi cabeza y acompaso el ritmo al cual el queria que se la chupara. Mientras Sinfo me follaba la boca su mujer me masturbaba con una gran maestria. Era una situación tan nueva que unos dias antes jamas hubiera pensada que iba a ser follado por una pareja de sesentones calentorros y encima lo iba a disfrutar. Ni siquiera me molestaba la barriga de Sinfo, ni su polla llena de pelos, ni su fuerte olor. Estaba disfrutando de verdad y eso hacia tiempo que no pasaba.

Sinfo se tenso y pense que habia llegado la hora en la cual se iba a correr y que lo haría dentro de mi boca. Pero en el ulitmo momento saco su polla de mi boca y descargo toda su leche sobre mi cara, momento en el que yo tambien me corri gracias a la mano maestra de Eugenia. Probe el sabor del semen de Sinfo y después ellos lamieron toda mi cara . Sinfo me dio un beso con lengua. Los tres caimos rendidos en la cama.

¿te lo has pasado bien?

Si…ya lo creo

Y era tan solo el segundo dia que pasaba en la granja donde me iba a tirar todo un mes. Aislado y con un par de pervertidos. La idea me encantaba.

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