Vacaciones en España, Cap. 3

Acuerdan viajar a España

CAPÍTULO TRES

"La pasta estaba perfecta," exclamó Chris mientras observaba a Sam con una bandeja con bebidas en la mano, colocándola en la mesita del café como un perfecto anfitrión.

"¿Tendréis ahora las dos un ratito para mí? He sido un buen chico. La cocina limpia, vuestro criado tiene todo bajo control." Aunque había algo más que un poco de sarcasmo, en sus ojos había un brillo de buen talante. Les pasó las bebidas y se dejó caer en la silla. "¿Le dijiste a Chris que nos vamos a España?" preguntó.

"¿Qué?" Lauren se volvió hacia Sam como si hubiera sido golpeada por un rayo caído del cielo.

Jugó con sus dedos cuando sus pies se encontraron por debajo de la mesa. Lauren los retiró y se enderezó en su asiento.

"Claro, hablamos de ello hace un par de semanas," dijo, pareciendo informal como siempre, con un poco de malicia en los ojos.

"Pero aún no habíamos hecho planes..." le recordó Lauren.

"Bueno, entonces los decidimos ahora."

"¿Por qué ahora?" Estaba totalmente aturdida y enfadada con él.

"España suena maravillosamente," intervino Chris. "¿Me llevaréis con vosotros? Podía pasar algo de tiempo al sol... un pequeño cambio de escenario. ¿Eh?"

"¡Eh! ¿por qué no?" Dijo Sam mientras sus ojos se encontraban con los pechos de Chris, que se apretaban seductoramente contra el tejido elástico de su blusa de ejercicio. Era difícil olvidar la forma en que su culo encajaba en sus prietos pantalones de ciclista, ese trasero alegre meneándose mientras caminaba. Y esa inocencia; era una mujer que realmente no entendía el efecto que su cuerpo tenía sobre los hombres. Tomaba las miradas como cumplidos y se limitaba a sonreír dulcemente a cambio.

Lauren miró a su amante desconcertada, incluso aunque hubiera esperado sus travesuras extemporáneas su maestría de espontaneidad era una forma de arte.

"Oh, no, os lo estropearía," suspiró Chris. "Probablemente querréis el tiempo para vosotros."

"¿Cómo lo ibas a estropear?" Sam mostró su desacuerdo. "¿Qué opinas?" Se volvió hacia Lauren.

"¡Cielos! No lo sé," dijo intentando tapar su irritación. "Realmente no sé a dónde vamos."

"Bueno, reservé el crucero y el viaje en avión esta tarde," anunció él con sonrisa de satisfacción.

"Oh, ¿y esta era tu sorpresa?" preguntó ella.

"Lo necesitamos, ¿no crees?" bromeó. Lauren estaba furiosa. "Así que Chris, ¿quieres venir con nosotros?" se volvió hacia la rubia del sofá. "Dos semanas, sin formalidades, nos encantará tu compañía."

"Muy bien, lo pensaré," contestó, encontrando que la idea de un viaje con dos queridos amigos no era tan mala idea.


"¡Qué coño estás haciendo!" explotó Lauren, cuando cerró la puerta tras Chris esa noche, más tarde.

Para cuando Chris se fue, Sam acababa de hablar de incluir a su amiga en el viaje.

"Hago lo que necesitamos," dijo Sam simplemente.

"Tienes mucho valor haciendo planes sin contar conmigo."

"Tú lo haces todo el tiempo, así que ¿por qué no debería hacerlo yo?"

Sus ojos se inflamaron de rabia. "Bueno entonces puedes ir con Chris, yo me quedaré en casa."

"¿No es una niñería?" dijo. "Puede que quiera llevar a Chris y que nos lo pasemos de miedo." Se alejó con calma, retirándose a su estudio de escultor, tan sacrosanto como el rincón privado de Lauren en el 'loft'. Si cerraba la puerta ella sabía que no quería que entrara tras él.

Lauren miró hacia la puerta, perpleja. ¿Qué quería decir exactamente invitando a Chris y luego sugiriendo que iría con ella sola? Su breve riña la había puesto nerviosa aunque no dejaría que Sam lo supiera. Estaba demasiado cabreada respecto a su forma de manipular las cosas aunque no sabía por qué él presionaba en ese punto con tanta avidez.

Dos días más tarde Lauren se avino a hacer el viaje... con Chris pegada a ellos. Pero, manipulando a su vez por detrás, arregló las reservas para que tuvieran camarotes separados en el barco y habitaciones individuales cuando viajaran por España. Si la magia del crucero y el viaje había funcionado una vez no había duda de que podría volver a funcionar, bien con Sam o bien con algún otro. Si iba a seguir fastidiándola no tenía intención de dejar que Sam Jacobs se pusiera en camino de una relación nueva y sin complicaciones.