Vacaciones de verano en Barcelona, Día 3

Tercer día de aquellas maravillosas vacaciones, por fin podría follarme a mi prima… pero no contaba con mis sentimientos hacia ella...

A las 5 de la mañana tenía los ojos abiertos como platos, miraba el techo de la habitación, viendo la poca luz que entraba por debajo de mi puerta, escuchando como mis tíos se preparaban para irse, hasta que por fin apagaron las luces y cerraron la puerta de la calle. Dejé que pasaran un par de minutos y cuando me iba a levantar la puerta de mi dormitorio se abrió y pude ver el cuerpo desnudo de Marta atravesar mi habitación y meterse en mi cama desde la parte de abajo, yo me hice el dormido a ver lo que hacía… fue subiendo como si de un reptil se tratara hasta encontrarse con mi serpiente, la liberó de mis calzoncillos y se la metió en la boca, poco a poco iba poniéndose más grande, más dura. Hice como si me hubiera despertado ella.

-Mmmm… tu sí que sabes dar los buenos días… mmmmm… veo que estas preparándote el desayuno…

Me sonrió, se saco la polla de la boca, la miró, me miró, subió hasta la altura de mi boca y me besó…

-Buenos días Marcos… es que me he levantado con hambre… pensaba que no te importaría…-me sonrió aun más pícara…

-Ya… pero a mí me ha entrado hambre ahora también… me apetece desayunar conejo…- dije relamiéndome- podrías prepararme uno?

Tiró mi almohada al suelo y de un salto se dio la vuelta y quedó de rodillas a la altura de mi cara, con aquel delicioso coño en primer plano, a la altura de mi boca, comencé a besar sus muslos, a lamerlos, mientras con mis manos separaba sus labios vaginales, para disfrutar de aquel sonrosadito agujero, Marta disfruto inmóvil aquellos primeros momentos, a cuatro patas como estaba, con la cabeza inclinada hacia atrás, como si de un caballo se tratara, de vez en cuando notaba como pequeños espasmos recorrían todo su cuerpo hasta acabar en la punta de mi lengua como si de una toma de tierra se tratara.

-Dios, que bueno… que bien lo haces… mmm… como me gusta… cuantas tardes hemos perdido en el pueblo… -decía con voz entrecortada…

Y dicho esto, agacho su cabeza y continuó con la mamada que había empezado antes, jugaba con su lengua desde los huevos hasta la punta de la polla, haciendo dibujitos, se la intentaba meter entera dentro de la boca… pero no podía, se atragantaba… aunque poco a poco lo iba consiguiendo, aquello me excitaba muchísimo, reconozco que me gustaba ver una boca bien follada… así que verla forzándose ella solita me enloqueció, succionaba su clítoris, le daba algún cachetito en el trasero y poco a poco iba introduciendo un dedito dentro de aquel apretadito y virgen coñito. Los espasmos fueron aumentando, sus gritos los ahogaba con mi polla en la boca, y su orgasmo llegó, se estaba corriendo así que empecé a masturbarla fuerte con mi mano, mientras continuaba dándole cachetes.

-aaaaaaghhh…. Dios… dios… dios… mmmmmm…-lo cierto es que con aquella mezcla de movimientos , su orgasmo duró más de lo que estaba acostumbrado a ver, incluso llegó a salpicarme unas gotitas que salieron de su delicioso coñito.

Tal y como estaba a cuatro patas, me deslice por la cama hasta quedar detrás de ella, con mi reluciente polla apuntando a aquel coño empapado… dispuesto a cabalgarla con todas mis fuerzas… a destrozar aquel coñito virgen… Pero entonces recordé los veranos en el pueblo, cuando jugábamos siendo críos, cuando íbamos a bañarnos, cuando nos besamos por primera vez, todo lo que habíamos vivido… Marta no era el ligue de una noche, no era una desconocida, era virgen, y yo iba a ser el primero, ella merecía más de eso. Así que la puse de rodillas en el suelo e hice que me la chupara, no aguanté demasiado, iba a correrme enseguida, así que le saque la polla de la boca y comencé a pajearme apuntándole con mi fusil… y comencé a disparar, los chorros le salpicaron la mejilla, la boca, las tetas y resbalaban por su cuerpo desnudo.

-Pero… -Marta no acababa de entender porque a esas horas de la mañana seguía siendo virgen- Marcos… que ha pasado… -comenzó a besarme

-Ten paciencia Marta, todo llega…

No lo entendió, pero continuó besándome, fuimos a limpiarnos, nos duchamos juntos, nos rozábamos, nos acariciábamos, aprovechábamos cualquier excusa para tocarnos como sin querer, para coger el jabón del suelo me ponía el culo apoyándose en mi entrepierna y se levantaba despacio mirándome pícaramente. Tuve que salirme rápido de la ducha, pues mi plan no hubiera podido llevarse a cabo.

-Oye Marta, voy a ir para la cafetería, como si me hubiera levantado antes que tú, para disimular un poco, desayuno y les ayudo un rato.

-Ok, luego iré yo…

-Para la tarde no hagas planes, vale?

-Huy! Que intriga… donde vamos a ir?

Puse cara de misterio, levante las cejas y me fui sin decir palabra. Al llegar al bar estuve desayunando, aproveche para ayudarles un poco a mis tíos y estuvimos hablando.

-Tengo ganas de ir a la playa… a lo mejor esta tarde me doy una vuelta después de comer… como aquí tenéis buena combinación de trenes… a lo mejor voy, no sé, a Mataró, que seguro que hay alguna playa que esté bien… no? Además… me encantan los atardeceres en la playa… y aprovecho para pensar…-puse cara de circunstancia, como si quisiera pensar en mi ex

-Pues buena idea!, pero no es bueno que estés solo, así que ahora cuando venga Marta le digo que te acompañe, y te de conversación- esto era psicología inversa!- que otra cosa no, pero hablar… habla hasta por los codos!- y los dos nos reímos

Al rato entró Marta, con cara de sueño, se puso en la barra y le pidió a su madre un café con leche, mi tío se acerco y estuvo hablando con ella. Al rato Marta se acercó a mí y me dijo:

-Así que esta tarde tenemos playa?- sonriendo picara, como ella bien sabía…

-No te apetece?

-Si! Por supuesto… además, como me ha dicho mi padre… tenemos que intentar que no pienses en tu ex… como sea…

-En quien?- dije yo comenzando a reír silenciosamente.

Acabamos de comer y nos fuimos a casa a preparar unas mochilas con agua, algo de merienda toallas, en fin, lo que se prepara uno para ir a la playa, un kit de playa. Fuimos a la estación del tren y salimos dirección a la playa. Tardamos algo más de media hora en llegar, hacía una temperatura muy agradable, ni calor ni frio, estuvimos dando saltos por el agua, nos bañábamos y nos besábamos como dos enamorados, nadie nos conocía, nadie diría nada. Cada vez que salíamos del agua continuábamos andando un poco hasta que llegamos a un lugar bastante apartado del resto, donde había unas rocas que se mezclaban con un pequeño bosque no muy lejos de lo que parecía un bunker de guerra. Pusimos nuestras toallas en el suelo y nos volvimos a meter al agua, era ya tarde, comenzaba a oscurecer, en nuestra zona no había ya ningún bañista, ni nadie tomando el sol, quedábamos nosotros solos en muchos metros a la redonda… justo lo que yo quería.  Estuvimos en el agua hasta que ya oscureció casi del todo. Salimos del agua, miré para todos lados y vi que estábamos solos, además de protegidos de los mirones por la vegetación, así que conforme salimos del agua me abalancé sobre ella y comencé a quitarle el bikini. Entre besos y caricias, nuestra ropa acabo por el suelo, habíamos aguantado toda la tarde entre roces provocados, se puso de rodillas y comenzó a chupármela.

-Muy bien Martita, quítale toda la sal- le dije yo agradeciendo su iniciativa.- que ahora hare yo lo propio

Y así lo hice, la tumbé en las toallas boca arriba y me tumbé sobre ella, me giré para mirar al cielo sonreí y acercándome a su oído le susurre:

-Marta, esta mañana no he querido follarte porque era tu primera vez,  he preferido regalarte una primera vez inolvidable, bajo las estrellas y la luna, en la orilla de esta tranquila playa,  con el sonido del mar-comencé a besar su cuello- esta noche, a la luz de la luna, tu y yo vamos a hacer el amor…

Y comenzamos a besarnos, lento, húmedo, nuestras lenguas se encontraban, se rozaban, sin prisas, mis manos recorrían sus mejillas, sus ojos se cerraban y abrían muy lentos, su respiración era profunda y lenta, comencé a descender por su cuerpo, dando besitos por todos los lados que pasaba mi boca, sus bonitos pechos, bajando, su ombligo, continuaba bajando hasta que llegue a aquel ansioso coñito, separé sus piernas y comencé a lamerlo, para asegurarme que estaba bien lubricado, una vez que me cercioré que todo estaba listo, volví a subir lentamente, entre besos y caricias hasta su cara.

-El momento ha llegado- le dije y ella asintió.

Puse mi polla en la entrada de aquel delicado coñito, con mis manos busque las suyas y entrelace mis dedos con los suyos, besé sus labios y mientras hacía esto comencé a meter lentamente mi polla dentro de aquel magnifico estuche, que iba abriéndose para mi, apretaba mis manos, los ojos se le cerraban, pero yo no dejaba de besarla, no dejaba de entrar dentro de ella hasta que ya no tenía más que meterle, mis huevos no me dejaban entrar más.

-Que rico tener tu polla dentro… mmmm… cuantas sensaciones… mmm….

Y comencé a moverme un poco, el vaivén había comenzado, la máquina se había puesto en marcha.

-Dios que bueno… mmmm… te quiero… mmmmm… me encanta… mmmm … te amo…-Marta estaba totalmente fuera de ella, había disfrutado muchas veces de su coño, pero nunca de su interior, y lo estaba disfrutando de verdad, tanto que a las pocas embestidas estaba teniendo su primer orgasmo- mmmm… me corro… mmmmm….mmmm…. dios!!!

Era maravilloso encontrar aquellas paredes tan ajustadas, como se adaptaban al tamaño de mi polla, a su forma, ver su cara, escuchar sus gemidos, ella se había corrido, había humedecido aun más aquel delicioso agujero, así que empecé a subir el ritmo, continuaba penetrándola profundamente, casi se la sacaba del todo y otra vez para dentro, y cada vez más rápido, sus gemidos se estaban convirtiendo en gritos.

-Si… sigue… mmm… que bueno… sigue… no pares… más fuerte… mmm… me encanta… me encanta… sigue… sigue… sigue…-y llegó al segundo orgasmo…

Sus uñas se clavaban en mi espalda, sus piernas se cruzaban en mi cintura, dejándome toda la movilidad, dejándome penetrarla como yo quisiera, profundo, con fuerza… yo estaba muy excitado, no iba a aguantar más.

-Prepárate mi vida, que te voy a dar mi leche calentita…mmmm… me corro!

Apreté los músculos de mis glúteos, puse la polla a media profundidad, solté los músculos, y cuatro grandes chorros brotaron de mi polla, con fuerza, impregnando el interior de su coño, a cada uno de ellos, Marta daba como un saltito al notarlo dentro de ella. Me miro a los ojos, me beso y me quedé tumbado sobre ella, para que notara como iba haciéndose pequeña mi polla en su interior, nos tapamos con la otra toalla y estuvimos en esa posición durante un buen rato, hablando, riendo, besándonos.

-Marco, jamás olvidare lo que has hecho por mí…

-Marta, aunque quisiera olvidarte no podría, siento algo muy fuerte, algo que no he sentido nunca por nadie…- siempre había sentido algo especial por mi prima, siempre pensé que se trataba de que nos llevábamos bien, pero la verdad es que…- Marta… te amo…

Sus ojos se iluminaron, una lágrima recorrió su mejilla y yo la recogí con mi mano, y nos besamos, nos besamos como se besan dos enamorados, como nos sentíamos nosotros…

Caminamos hasta la estación del tren, y volvimos a Barcelona, abrazados, besándonos, acariciándonos. A la llegada a Barcelona volvimos a la realidad, éramos primos, en la calle teníamos que comportarnos, pero solo en la calle…

Llegamos a casa y, como estaban mis tíos, tuvimos que turnarnos para ducharnos, estuvimos hablando un rato y llegó mi turno, me duché, salí del baño, di las buenas noches a todos y me fui a mi habitación. Cuando escuche como se habían acostado todos, me levanté y en silencio fui hasta la habitación de Marta, le di un beso en los labios y le susurré.

-Dulces sueños princesa…

Salí de la habitación y me fui a la mía, me acosté y me dormí sin poder dejar de pensar en la dulzura de mi prima, lo apasionada que era, lo guapa, lo simpática… lo enamorado que estaba de ella…

Marta ya era mía por completo, yo estaba enamorado hasta las trancas de mi prima y ella de mí, estos tres días habían sido increíbles e inolvidables. Pero el verano solo acababa de comenzar…

Ya sabéis lo de siempre, no quiero ser pesado… esta serie se alargara en el tiempo en función a vuestros comentarios y valoraciones, cuantos más comentarios, correos electrónicos o más me agreguéis a MSN, más durará. Disfrutadlo.