Vacaciones de verano en Barcelona, Día 2

El segundo día me hacía ver que aquellas vacaciones serían las mejores de mi vida… Y Marta se encargaría de que no las olvidara jamás

Cuando me acosté pensaba que por el cansancio, el viaje y tantas emociones  me dormiría enseguida, pero lo cierto es que no podía dormir, no dejaba de pensar en mi prima, no dejaba de pensar en que gracias a ella me sentía libre por primera vez en mucho tiempo, cuando llevaba una hora acostado, me levante para ir al servicio, abrí la puerta sin hacer ruido y fui por el pasillo hasta llegar al baño, al salir, al ir a pasar a la altura de la habitación de mi Marta, la puerta se abrió y salió de la habitación con una camiseta de manga corta tamaño xxl que lo utilizaba de camisón, me cogió de las mejillas con sus manos y me dio un beso en la boca, tierno, dulce, lento…

-No te había dado las buenas noches primo… hasta mañana…

Continuamos besándonos, cada vez más apasionadamente, pero escuchamos como uno de mis tíos se levantaba, tal vez al baño, tal vez a beber agua, nos separamos rápidamente y nos despedimos con un “hasta mañana”… con cuidado entré en mi habitación y me metí en la cama, tarde un buen rato en dormirme, pero al final el cansancio pudo con mi mente. A las 5 de la mañana me despertaron mis tíos al cerrar la puerta, que no es que lo hicieran dando fuerte, pero yo me despertaba con facilidad. Empecé a pensar en mi prima besándome,  chupándome la polla y aquello me puso a mil por hora, así que comencé a pajearme, pensando en aquellos labios alrededor de mi polla. Dentro de mi calentura, recordé las palabras de Marta, podía disponer de ella cuando quisiera, y estaba tan cachondo que todo me parecía bien, ya había pasado más de media hora desde que se habían ido mis tíos, era improbable que volvieran, así que me levanté y al abrir la puerta la encontré saliendo de su cuarto. Sin decir nada, me miró de arriba abajo y en medio de aquel pasillo juntamos nuestras bocas en un beso húmedo, más lascivo que los que nos habíamos dado para darnos las buenas noches…  sus manos se perdían en mi pelo, mientras las mías estaban en su cintura y fuero bajando hasta llegar a su culo y notar que dormía sin ropa interior. La cogí del culo y la alcé para que pudiera cruzar sus piernas en mi espalda, restregando su coño por mi slip, sus pezones se clavaban en mi pecho atravesando nuestras camisetas, como pudo me quitó la camiseta casi sin dejar de besarme y yo hice lo mismo con la suya, contemple su cuerpo desnudo a la luz que entraba por las ventanas de la calle, cogí sus pechos, mordisquee sus pezones, mis manos cubrían su espalda, cogían su culo, mis dedos, hábiles, buscaban la humedad de su coñito, y Marta, moviendo sus caderas, me ofrecía la entrada de su culito.

-Llevo toda la noche mojada pensando en el beso- me susurro cuando consiguió separar sus labios de los míos- pensaba que había superado lo que sentía por ti… pero es superior a mí, te quiero como jamás he querido a nadie, como jamás querré a nadie… Hazme tuya…

Sin cambiar de postura dejé caer los slip al suelo apoye su espalda a la pared y apunté con mi polla a la entrada de aquel húmedo coñito que no había podido ver pero al tacto estaba totalmente depilado, suave, húmedo…

-Espera…- me dijo entre suspiros- soy virgen, y tengo miedo de quedarme embarazada, ponte un condón…

-Eres virgen?- viendo lo cachonda que era me parecía increíble- no te sentías preparada?

-Yo hace años que estoy preparada- decía mientras suspiraba y movía sus caderas para rozarse con mi polla- pero tú no estabas listo… mmm… siempre he estado preparada… siempre has sido tú…

-Pues hoy nos pasamos para que te receten un anticonceptivo… pero tu primera vez será a pelo, sin condón…

-No me castigues así… fóllame… estoy cachondísima… me dan igual las consecuencias…

-Tranquila, si tu coñito ha aguantado virgen hasta ahora no le pasa nada por unas horas…

Al decirle esto, comencé a jugar con mis dedos sobre su clítoris, a la vez que andaba hacia la habitación, la tumbé en la cama y pude ver aquel increíble coñito, totalmente mojado, acerque mi boca y lo notaba como palpitaba, respiraba sobre él, le soplaba, empecé a pasar mi lengua por sus labios, subía por uno y bajaba por el otro haciendo pequeños ochos sobre su clítoris con la punta de mi lengua, su cuerpo convulsionaba, y con mis manos comencé a abrir aquellos labios para dejar al descubierto aquel delicioso coño, olía genial, tan limpito, tan rasuradito, tan virgen… continué con el movimiento y comencé a aventurarme en el agujerito de su culito, por ahí no la dejaría embarazada, así que por probar, no me negó, al contrarío su cuerpo se movía más, estaba más excitada, vi como estiraba su mano intentado llegar al cajón de su mesita, buscando algo, pero yo seguía con mi trabajo, continuaba centrado en comerme aquel delicioso conejito. Como  pudo saco un bote rojo de una conocida marca de preservativos y me lo dio.

-Toma… mmmm… esto me lo regalaron unas amigas… mmm … en un cumpleaños… utilízalo para mi culito…

Genial, lubricante aroma a fresa, así que continué comiéndome aquel coñito, mientras dilataba y lubricaba aquel agujerito tan pequeño para que entrara mi polla dentro. El momento llegaba, yo estaba excitadísimo, era la primera vez que iba a metérsela por el culo a alguien, y reconozco que me excitaba muchísimo, así que aceleré el ritmo para conseguir intensificar su orgasmo que no podía tardar mucho en llegar, pues su cuerpo convulsionaba cada vez con más fuerza, sus brazos tan pronto estaban en cruz sobre la sobre la cama, que al momento tenía sus manos apretando sus tetas o pellizcándose sus abultados pezones, el momento llegó, el orgasmo estaba comenzando, sus manos se posaron instintivamente sobre mi cabeza para que no pudiera separarme, nada más lejos de mi intención, que por el contrarío intensifique más aun mi ataque sobre aquel abultadísimo clítoris.

-Me corro… me corro… Marcos… aaaaargh… - mientras introducía mi lengua en aquel coñito virgen para notar como convulsionaba por dentro y saborear el primer orgasmo que le había provocado…

-Es tas preparada para darme tu culito?...

-Marcos.. soy tuya… mmmm… lo que quieras…

-Vamos a probar… pero tendrás que lubricarme la polla…

Sin decir nada, empezó a ensalivármela a conciencia mientras yo continuaba introduciendo gel, no quería que fuera algo desagradable, ni doloroso, así que no escatimé con el gel.

-Túmbate boca arriba- le ordené- y tira con las manos de tus tobillos

Obediente se colocó en aquella postura y me puso la entrada de su culito a la altura de mi descomunal polla, descomunal porque nunca la había visto tan dura, tan grande… yo no era virgen, pero nunca había sentido lo que sentía e iba a desvirgar el culo de mi prima... apoyé la punta en la entrada y comencé a empujar despacito, muy lentamente, su respiración se cortó, sus ojos parecía que los empujaba con mi polla hacia fuera, parecía que se le iban a salir. Marta movía sus piernas, abriéndolas o arqueándolas buscando mi entrada más fácil, en aquella postura le daba libertad para que ella dejara libre o apretara más mi polla dentro de ella, yo estaba en el cielo, tan estrecho, tan apretado, tan lubricado… continué poco a poco entrando dentro de ella hasta que mis huevos no me dejaron entrar más, aquella primera embestida debió durar varios minutos, pero fue una sensación increíble, me deje caer sobre ella, sin mover mi polla, totalmente clavada en ella, con mis manos cogí aquellas maravillosas tetas que bese y mordisqueé con ternura, subí besando su cuello, busqué su boca y la besé con dulzura, con pasión... me acerque a su oído y le susurré:

-Mi vida… -“mi vida”? jamás había llamado a nadie así, porque me habían salido esas palabras? No fueron premeditadas, salieron solas de mis labios e iluminaron sus ojos- estas preparada para volar? Estas preparada para la acción?

-Si… mmmm… siempre…

Y al recibir su “autorización” empecé un movimiento lento dentro de su aun estrecho culo, despacio, sin prisa, sin pausa, ya sus manos habían soltado sus tobillos y se abrazaban a mi espalda, poco a poco iba notando como su esfínter se había dilatado un poco más haciendo que su cara empezara a mostrar rasgos de placer. Su respiración era entrecortada, se mordía los labios cuando no me besaba o me mordía por donde podía.

-Mmm… me gusta… es genial… mmmm… me daba miedo… pero es genial… mmm sigue… más fuerte…

Mis movimientos eran más secos, más rápidos, incluso me permitía el lujo de sacársela y volver a metérsela, mostrándome así su dilatado y rojizo agujero… su mano derecha no paraba de frotar su clítoris, estaba excitadísima… y yo… pero quería disfrutar un poco más, así que se la saqué y sin decirle nada la puse a cuatro patas en el suelo, me puse detrás de ella y se la metí, sin contemplación, parece que en esa postura notaba más… y yo también notaba más, más calor en mi polla que estaba encendida, en la otra postura Marta tenía más libertad pero en esta era yo el que podía embestir con total comodidad… y lo hice con todas mis fuerzas, Marta no podía contener sus gritos, como pudo cogió la almohada que había caído al suelo y se la puso en la boca…

-Aaaaagh.. .mmmm…. mmmm… sigueee… mmmmm… mmmm… aaaaagh… no pares… mmmmmm…

Y no pude más, era inaguantable, no podía más, me descargué dentro de aquel culo, que había sido desvirgado por mí, que había sido mi primer culo. Fui a sacarla…

-Espera… mmm… espera… déjamela dentro… déjala que note como se hace pequeña…mmmm…- ella seguía masturbando su clítoris a gran velocidad mientras mi sudor caía por su espalda- me corro… mmmmmm…

Fue dejando su cuerpo caer sobre el suelo hasta quedar tumbada, con mi polla aun dentro, cada vez más floja… estábamos exhaustos, besaba su espalda, su cuello.

-Te amo Marta…- Pero que me estaba pasando? De donde salían las palabras que no había dicho nunca…  a Marta le brillaban muchísimo los ojos y nos besamos.

Me levanté y sin dejarla que se moviera la cogí en brazos y la llevé al baño, preparé la bañera y nos metimos los dos, abrazados, relajándonos, sin hablar, disfrutando de aquel momento. Marta como pudo se levantó y comenzó a secarse, mostrándome su cuerpo, disfrutando de cómo la miraba desde la bañera.

-Son las nueve, voy a llamar a una amiga y bajamos a desayunar a la cafetería con mis padres?

-Claro!- ella era natural conmigo, yo tenía que aprender a llevar aquella relación delante de la gente.

Me quedé en secándome y cuando salí del baño escuché a Marta hablando por el teléfono

-… si tía… pero me acompañas?... ya te cuento tranquilamente… Jajaja… si, si… te acuerdas lo que te costó? … pues me llevo un poco más por si ha subido… llama y me mandas un whatsapp para decirme la hora… deu!

Yo entré en mi habitación y comencé a vestirme, nos encontramos en el pasillo y me dio un beso en la mejilla.

-Buenos días Marco!- me dijo con una sonrisa de oreja a oreja…

Volví a acercar mi boca a la suya y le di un beso en los labios, sin profundizar, sin lengua, tierno, como aquel primer beso que nos habíamos dado hacía tantos años

-Buenos días primita…

Suspiro, y no dejo de sonreír todo el camino hasta la cafetería, una vez en la puerta, puso cara de sueño, y entramos dentro. Desayunamos rápido, porque había mucho trabajo, y Marta se fue porque había quedado con una amiga, yo en un arrebato de buen sobrino me ofrecí para ayudarles a mis tíos…

-Si queréis que os eche una mano…

-Lo harías? El que me ayuda en la cocina esta malo… te importa ayudarnos hoy? Nos harías un gran favor…

-Claro…

Y me toco trabajar todo el día en la cafetería, pero me lo pasé bien, me reí con mis tíos, con los clientes, mi carácter y la depresión que tenía sin saberlo se había curado como por arte de magia. Marta entraba y salía de la cafetería como seguramente hacía a diario, pero cada vez que venía sus ojos me buscaban, buscaban a los míos.

Por la noche nos invito mi tío a cenar a una pizzería que cerraba muy tarde y nos fuimos para casa, se fueron a dormir y nosotros, Marta y yo, nos quedamos con la excusa de ver una película en la tele. Cuanto más rato hacía que se habían ido mis tíos, más cerca se ponía, hasta que acabó tumbada con su cabeza sobre mi pierna. Mi mano jugaba con su pelo, era dulce, era un momento tierno.

-Hoy he estado con una amiga en una clínica especializada y me he puesto un diu, me han dicho que si no tengo molestias durante el día de hoy, que para mañana tenemos vía libre…

Me gustó la idea, su actitud, su espontaneidad... acabamos de ver la película, nos besamos dulcemente y nos fuimos a dormir.

Marta era genial, era guapa, tenía un físico de infarto, era obediente, sumisa, dulce… perfecta, la mujer ideal… mi mujer ideal… El segundo día había acabado, mejorando con creces el primero, mis vacaciones no habían hecho más que empezar…

Ya sabéis lo de siempre, no quiero ser pesado… esta serie se alargara en el tiempo en función a vuestros comentarios y valoraciones, cuantos más comentarios, correos electrónicos o más me agreguéis a MSN, más durará. Disfrutadlo.