Vacaciones de autocaravana
De como a una pareja le gusta viajar y sentir los lugares a donde viaja en autocaravana
Todos los años alquilamos 5 días una autocaravana para conocer pedacitos de España de otro modo, este año, mediados de agosto, y destino la zona de cabo de Gata en Almería, tenemos 40 añitos y es una liberación poder salir sin los niños quedándose estos con los abuelos. Tras aterrizar en Almería, acudimos a recoger el vehículo previamente alquilado, un tío poco charlatán nos la mostró y tras los pertinentes papeleos salimos con ella, pequeña pero potente y muy confortable, los asientos delanteros se giran para dar a una mesa posterior, tras esta, un sofá y luego una pequeña cocina frente a un bañito, al final una cama bastante generosa, otra cama grande en el techo encima de la cabina… está claro que nos sobra una.
Era medio día y el sol apretaba, buscamos con urgencia una playita donde darnos un chapuzón y tomar unas cervecitas, en poco más de media hora estábamos en una nudista que ya habíamos echado el ojo, aparcamos en una explanada delante de ella, junto a otra veintena de coches, y bajamos con premura hacia el agua; parte de la playa era nudista, el extremo más alejado y la mayor parte, al lado de un chiringuito no lo parecía, andamos un poco y en pelotas al agua, sin miramientos, en 5 minutos sobre la toalla, mi mujer se pone de espaldas y la extiendo el protector con cierta delicadeza, se da la vuelta y lo mismo, por sus tetas y su entrepierna y me percato de que se ha depilado con suma atención más allá de donde terminan las piernas, dejando un minúsculo triangulito en la parte superior del pubis…. Uhmmmm lo acaricio con morbosa delicadeza. Ya más tranquilos nos percatamos del paisaje y los que lo ocupan, un mar tranquilo con una docena de personas chapoteando y otros tantos tumbados al sol, unos pocos con sombrilla y otros pegados a las rocas, como disimulando su desnudez, el promedio de edad es alto, por encima de los 50, la mayoría de ellos hombres y la mayoría negros tostados como el tizón, como si no salieran de la playa en todo el día, un bajo porcentaje con marcas más claras del bañador.
Ya cerca de las 13 horas vemos q salen del agua 4 personas, 2 chicas y 2 chicos, las chicas con las tetas al aire únicamente, los chicos desnudos totalmente, son jovencitos, cercanos a los 30, cuerpos bastante agradables y bastante morenos, juguetean y se quedan quietos frente al sol a unos 30 metros de nosotros, comentamos mi mujer y yo los buenos cuerpos que tienen y como casi todos los presentes les observan, una vez secos se visten ligeramente y se van, al rato lo hacemos nosotros buscando el frescor de la cervecita y la sombra del chiringuito.
Al ir llegando vemos que tiene como un techado mirando al mar con unas cortinas y lo que parece una camilla de masajes, en la barra media docena de taburetes y varias mesas con sillas y sombrillas ocupadas en gran medida por gentes tomando y comiendo raciones, allí estaban las dos parejas que rato antes salieron del agua delante nuestra, nos ponemos a su lado y pedimos, y disfrutamos ese primer trago y esa bendita sombra, nos había atendido una chica de unos 45 años, muy simpática y muy muy bronceada, y del otro lado de la barra aparece un negrote de casi 2 metros muy sonriente impresionante con bermudas, chanclas y una camiseta 2 tallas más pequeña que la que debiera, y va recogiendo vasos y atendiendo también a la barra, oímos a las parejas que teníamos al lado de la verbena de un pueblo cercano, tomamos nota, y en un momento que las chicas se van al coche a por unas mochilitas, yo les pregunto a sus compañeros por esa verbena, nos dicen dónde es y de que va… por supuesto nos invitan a que nos acerquemos, nos aseguran que lo pasaremos bien, al rato los 4 se van.
En la barra hay un cartel que dice `` masajes 20€ ´´ y se lo comento a mi mujer, me asegura que necesita un buen masaje, que está muy cansada del viaje, que la vendría bien para descansar. Pregunto a la camarera, me dice que es Paul el senegalés quien los da, mi mujer se muestra reticente. Nos apuramos la 2ª cerveza y mientras mi mujer va al baño le pregunto a Paul que si la daría un masaje en la autocaravana aparcada a 200 mts, me dice que si, como no, todo sonriente, que en una media hora se acercaría, así pues pago lo de la barra, aparece mi mujer y nos vamos a dormitar una siestecita a la casa móvil, entre que nos aseamos un poco y aclimatamos el habitáculo se presenta Paul, con la camilla, una bolsa y su eterna sonrisa, mi mujer me pregunta con la mirada, se lo explico… pero pese a seguir reticente, acepta, lo necesita, plegamos la mesa y en su lugar despliega la camilla, Paul la dice que se tumbe , lo hace en bikini, una vez tumbada boca abajo se deshace del sujetador, Paul se prepara de aceites y se lava las manos, yo me relajo en el asiento girado del conductor con una cerveza, ya con todas las persianas corridas y el aire a 20º C, Paul empieza vertiendo un chorrito de aceite a lo largo de su columna, el respingo de mi mujer es gracioso, para posteriormente con sus enormes manos ir extendiéndolo por su espalda, ese 2º respingo al notar sus manos es aún mayor, empieza por las cervicales y las clavículas, va descendiendo, lateralmente, casi, con sus solas manos ocupa toda su espalda, ascienden por el centro y descienden por las costillas, con monótona sincronía, se aprecia como cada vez más se acerca a sus pechos, y en el 3º o 4 º movimiento mi mujer se incorpora levemente para que Paul pueda acariciar levemente sus pezones, cuando esto ocurre, el 3º respingo… ya se aprecia como tanto masajista y masajeada entran en sintonía, ella separa levemente sus piernas invitando a llegar a sus glúteos, Paul lo comprende a la primera, y lo hace, los acaricia y cada vez más se acerca a su entrepierna con sus largos dedos, mi mujer levanta levemente el trasero invitando a que Paul llegue más allá, y lo hace, separa levemente a un lado la braga y deja entrever que su conejito además de pelón está húmedo, no se lo piensa mucho e introduce uno de sus dedos, mientras mi mujer con su mano izquierda busca la pierna de Paul y la palpa hacia arriba, hasta que llega a su abultado paquete, lo acaricia por fuera e intenta bajárselo, Paul no se lo piensa y se lo quita, la camiseta también, yo me levanto y la retiro la braga del bikini y dejo hacer… Paul se acerca a su cabeza y ella le toca un enorme pene que asciende lentamente, lo más sorprendente, además de su tamaño es su escroto, enorme con aparentemente unos cojones gigantes, mientras él la penetra con varios de sus dedos, ella consigue que en su boca crezca hasta casi reventar, se da la vuelta sobre la camilla y abre las piernas, no para de chuparle la polla, además de gruesa medirá más de un palmo… la acaricia su felpudito, juguetea con su clítoris, no puedo más y me acerco a darle unos lametoncillos, se revuelve de gusto, una mezcla entre el salado suyo propio y el marino, me encanta, y ahí sobre mi nariz los dedos de Paul, decido introducir un poco mi polla y así lo hago, también 3 o 4 dedos de Paul… gime y se retuerce… estoy a punto de correrme, y no quiero, la saco y me siento, hago alguna foto con el móvil, un pequeño video de cuando Paul la arrastra al final de la camilla y la introduce su cipotón, gime y gime, al parecer se deshace por dentro… Paul la levanta sin sacar su polla y se la lleva en volandas a la cama de atrás, antes de dejarla sobre la cama la da unas fuertes embestidas en el aire , la besuquea y ella le corresponde, la deja sobre la cama dándola la vuelta y ella tumbada Paul la embiste desde atrás, apoyado con sus manazas sobre la cama no para de follarla, la levanta y la folla de rodillas desde atrás, agarrándola las tetas con fuerza y mordiéndola el cuello, la da la vuelta y la come el chichi como si de un caramelo se tratara, mi polla revienta, vuelve a metérsela, se besuquean, la folla rápido, más rápido , hasta que percibo q sus músculos del glúteo se contraen , acto seguido la saca y un chorro blanco y denso, con fuerza la llega a mitad de las tetas, mi mujer como grogi le acaricia la polla y Paul se la acerca a la boca y ella se la deja brillante brillante, mientras con la mano le aprieta ese enorme escroto quizá con la esperanza de que aún quede algo de su leche… cae lirondo en la cama a su lado y así con Paul enfrente me acerco a mi mujer con mi polla en todo lo alto, y se la meto, su conejo dilatado es como meterla en un cubo de aceite, pero aceite calentito, la follo duro y casi ni se inmuta, la beso y en menos de 30 segundos derramo 4 chorrazos de semen sobre su barriga y sus tetas, Paul allí quieto y sonriente mi mujer se extiende todo ese legado sobre su piel , mientras Paul se levanta con su enorme polla flácida pero gigante, brillante por el sudor como la bola 8 encerada, se viste recoge sus bártulos , le pago los 20 € y se va, allí nos quedamos echados sobre la cama dormitando hasta media tarde, derrotados de amor.
Eran casi las 7 de la tarde cuando despertamos de nuestro sopor, hice una cafetera y con un poco de leche condensada con hielos aceleramos nuestro revivir. Ningún comentario sobre lo sucedido, pero buen ambiente, tranquilo y sosegado, decidimos darnos un baño de mar y de sol, cogemos nuestro pertrechos de playa y al pasar de nuevo por delante del chiringuito ahí estaba Paul de nuevo con su inseparable sonrisa repartiendo felicidad… feliz baño ¡¡¡ nos grita… llegamos a la playa y nada más dejar los trastos, al agua, como vinimos al mundo, el agua deliciosa, nos acercamos, acariciamos, besamos, … y a tostarnos al sol en declive, ya casi rozando la línea de las rocas… Hablamos sobre la cena, si en la casa móvil o de restaurante, optamos por lo segundo y buscamos en la red sitios, uno de ellos bien puntuado está en el pueblo dónde son fiestas, y aunque suele ser el peor momento para disfrutar de buena mesa … al sopesar los pros y los contras, optamos por ir y ya echarnos una copita y un baile… llamamos para reservar, hasta las 11 nada, bueno, pues tomaremos algo antes, y al llegar al pueblo vemos el buen ambiente, abundante gente pero sin ser agobiante, conseguimos aparcar en un solar habilitado para parking con gorrillas incluidos… en fin, la luna, casi llena ilumina con su reflejo a la perfección casi como si fuera de día, mi mujer lleva puesto un vestido ligero pero ceñido y largo, con sandalias y sólo unos pendientes con coleta de trenza, atractiva, si, pero sin alterar el orden público, al ir recorriendo las calles vemos charangas por ellas, peñas multicolores y bares repletos, damos con nuestro restaurante que no resulta estar lejos de la plaza mayor, un ficus gigantesco la preside, y enfrente el templete para la música, muchos puestos de feria, y acierto a tirar con las escopetas un sombrero y un peluche para mi mujer, así no desentonamos con el ambiente festivo, una mesa libre en una terraza nos invita a sentarnos y tomar varias refrescantes cervezas, y la hora de cenar, a las 11 puntuales, tanto nosotros como el camarero tomando nota, unos pescaditos, un poco cazón con barbadillo y unos helados increíbles de postre , allí desde la privilegiada posición de la terraza vemos el continuo desfile de fiesteros y fiesteras, muchas de ellas muy subidas de todo, ropitas minúsculas super ajustadas hacen la delicia de nuestros ojos, una en concreto de unos 20 añitos realmente espectacular hizo las delicias de nuestra vista y nuestra imaginación, supongo que la mía algo distinta a la de mi mujer, pero cierto que casi babeaba al verla. Un gin tonic y nos acercamos hacia el lugar de dónde proviene la música, por supuesto el Despacito, allí todo el mundo la bailaba o lo intentaba al menos, y todo el mundo la cantaba… ¡ que locura ¡!, por nuestra parte empezamos a ponernos a tono, otro par de gin tonics y la noche avanza inexorable hacia el amanecer… y en eso, que cuando nos acercamos a por la última copa nos encontramos viniendo de la barra con los chavales de la playa de por la mañana, pero sin sus chicas, que debían estar por ahí durmiendo o de juerga, nos reconocemos y nos preguntan que que tal lo vamos pasando y todo eso, comentamos de cómo va el personal, la orquesta…etc etc… ji ji ja jas… mi mujer se va a buscar un baño, y mientras me dicen que al amanecer se irán a la playa a bañarse al igual que mucha gente, para terminar la fiesta o empezarla, que si queremos… lo consultaré, les digo, y les cuento lo del masaje de Paul, sin más, pero les veo muy interesados y morbosos, decido enseñarles un par de fotos… flipan, se ponen a mil haciendo comentarios de todo tipo, ahora insisten en que vayamos a darnos un baño y reaparece mi mujer y no la quitan los ojos lujuriosos de encima, la digo a mi mujer lo de la tradición del baño para terminar la fiesta, sorprendentemente no la parece mal, así que tras esa última copa nos vamos a por la autocaravana, y al llegar a la playa la aparcamos en el sitio más alejado del último coche, un centenar de jóvenes casi todos en pelotas corretean entre las olas, nos vamos acercando a la orilla, con la ropa de la noche y allí nos encontramos a Juan y Sebas en pelotas, tope felices, no se si de la fiesta o de ver a mi mujer, nos insisten en meternos al agua, así lo hacemos, sin dudarlo, hasta la altura del pecho, y para mi sorpresa no tardan ni un segundo en pasar al lado de mi mujer seguramente rozándola, ella me mira con sorpresa pero con sonrisa, ya está liada, uno de ellos se posiciona detrás y sus manos desaparecen de mi vista, mi mujer reclina la cabeza y una mano la recorre el cuello, el otro se acerca por delante y las 3 cabezas juntas, las manos… que se yo… mi mujer se zafa de ellos se me acerca y me dice que quiere ir a la autocaravana, así lo hacemos, y sin vestirnos ni secarnos ya bajo las primeras luces del día entramos en ella, con un barreñito nos lavamos los pies y vemos que se acerca esta pareja peros ellos con los pantalones puestos, mi mujer no dice nada, sólo entra y se sienta en el sofá, justo detrás entramos los 3, allí está tocándose el clítoris y un pezón, Juán y Sebas me miran como pidiendo autorización, les hago un gesto y uno se sienta al lado de ella y el otro se pone de rodillas en el suelo dándole lametones a su conejo, ella con la mano le aprieta la cabeza contra su entrepierna, mientras Juan la chupa las tetas la muerde el cuello, chupetea orejas y la besa en la boca con ansias, se levanta y se quita el pantalón , no lleva calzón y su pene salta como un resorte, proporcionado, similar al mío, pero todo muy bronceado, el glande brilla como las estrellas y aparenta reventar, se arrodilla sobre el sofá y se lo pone al alcance de la boca, lo agarra y se lo pajea en sus labios, lo recorre con viveza con su lengua, con la otra mano le agarra los cojones y le pasa la mano por el glúteo, por su parte Sebas, ansioso seguramente por follarla, se levanta, me mira, yo allí sentado en la silla del copiloto, a la par que se desabrocha el pantalón, y deja al aire una buena polla quizá algo mayor que la de Juan, muy depiladito y bronceado, se arrodilla y golpeando con su verga el clítoris de mi mujer, procede a penetrarla, ella gime y enloquece, pero le obliga a sacarla empujándole fuera de ella y se temen lo peor, peor sin embargo se levanta y se dirige a la cama trasera, en un segundo están allí con ella, ahora con las posiciones cambiadas, juan siendo chupado y Sebas follándola, primero boca arriba, luego de lado, ella boca abajo, ella domina la situación siendo quien haga variar las posturas, le pide a Juan q se tumbe boca arriba , ella se sienta encima de frente a él y cabalga, se besan con viveza, Sebas por su parte restriega su polla por el cuello de ella, ella se gira y se lo muerde y chupetea, saco de nuestro baúl del placer donde llevamos nuestros juguetes eróticos unos aceites lubricantes, y cuando mi mujer se pone a cuatro patas chupándole la polla a Sebas, Juan la folla desde atrás, yo echo un chorrito de aceite en la rabadilla que se desliza hasta el ano, lo masajeo con un dedo y se lo introduzco, luego 2 y hasta 3, folla como una poseída, y al momento se levanta y se sienta encima de Sebas, se tumba sobre él y aplico algo más de aceite que cae hasta su conejo dónde aparece y desaparece la polla de Sebas, Juan se pone en posición tras ella e intenta meterla donde entre, y tras apretar ella gime y se retuerce con exacerbada satisfacción, las dos pollas están dentro de su conejo, eso la encanta, yo disfruto viéndolo y grabándolo por momentos, pero tengo la necesidad de colaborar, mi polla en perfecto estado de revista se acerca a su boca y me la chupa y me la chupa… la de Juan se sale, coge el bote de aceite y lo derraba en su culo, se aceita su miembro y lo intenta por su ano, poco a poco lo consigue, mi mujer como en trance pasa de mi, y hora comienza a besar desesperada a Sebas, ahora al unísono la follan por los dos agujeros, Juan parece que se va a correr y lo hace en el interior de su ano, la saca ya floja y al poco Sebas se incorpora , la tumba de cara y se corre encima de sus tetas y boca, una corrida de 5 o 6 chorros abundantes y potentes, me salpican un par de ellos a mi, y sin dejar de pajearme hago lo propio encima de su pecho, el semen chorrea por los lados de sus tetas, ella acariciando la polla de sebas, se la lleva a la boca y la deja perfectamente limpia y brillante… yo extenuado apago la grabadora y me caigo de espaldas, mientras rozo con mi mano la de mi mujer, Juan y Sebas, se visten y se van, me levanto, cierro la puerta, corro la cortina del techo solar donde ya brilla el sol y tras limpiar con un trapo húmedo el pecho de mi mujer, nos echamos a dormir, sin pensar en lo que ha sucedido ni en lo que pudiera suceder mañana.