Vacaciones con mi prima y su nuevo novio (IV)

La mañana siguiente, me estaba pegando una ducha cuando de pronto se abre la puerta y aparece Marco, se baja el calzoncillo y entra en la ducha.

-       Oye, te importa si me meto, en 10 minutos sale el bus para hacer puenting.

-       Marco, ya te vale, no me das nada de privacidad.

-       No voy a tardar mucho.

Metió su cabeza bajo la ducha y empezó a mojar su melena. El agua le resbalaba por sus músculos morenos y goteaba desde la punta de su polla en estado de flacidez. Gorda como siempre.

Se me puso dura al instante. Él no tardó en darse cuenta.

-       Vaya, parece que he interrumpido algo más que tu ducha jajaja – me soltó

Yo disimulando que era eso respondí:

-       Pues claro, uno también tiene derecho a sus momentos. Que yo no tengo como tú una novia con la que desahogarme.

-       Pues no te creas que aquí encontramos mucho hueco para desahogarnos – me respondió mientras se le empezó a poner morcillona.

Decidí aprovechar el momento y pedirle:

-       ¿Te importa enjabonarme la espalda?

-       Claro que no, macho, si tú me has ayudado a mí.

Empieza a frotarme de una manera muy tosca y rápida. Y de repente baja hacia el trasero.

-       ¿Por aquí también?

Claro, respondo

-       ¡Vaya! ¡Veo que no soy el único que se depila! – Me suelta mientras frota mi rajita

-       Jaja pues claro, que a mí el pelo también me molesta ahí.

-       Pues se siente incluso más suavecito que el chocho de tu prima.

Nos echamos los dos a reir. Su actitud tan masculina me ponía muy cerdo.

-       Pues toca toca, que a me está dando gustito, pero no te aproveches de mí.

-       Jajaja mejor paro – me dice Marco – que me voy a poner malo.

Acabó de ducharse y salió de la ducha antes que yo.

- Me giré para ver cómo la tenía. Se le había puesto morcillona.

Será cabrón . Que burro me ponía toda esta situación.

____

En el viaje de vuelta en bus íbamos todos muy apretados y, al no haber sitio, Marco y yo compartimos asiento y mis otros dos colegas compartieron el suyo.

Marco se sentó debajo al ser mucho más grande que yo. Al poco rato de viaje, con tanto bachecito, empiezo a sentir su bulto crecer. Por lo que intenté intensificar mis movimientos con los baches, y cada vez la iba notando más morcillona.

Mientras esto ocurría, él iba hablando con los otros dos a carcajada limpia sobre cómo se habían cagado las chicas y Andrés haciendo puenting.

Parecía no darse cuenta de nada o, al menos, lo disimulaba bien. Pero yo, en el medio de la rajita, notaba el bulto entero de su rabo en ese pantalón Adidas que no disimulaba nada. Estaba gozando de lo lindo. Sobre todo porque después de todo el día de deporte, su olor corporal era fuerte y yo me derretía.

Al llegar al bungalow Marcos me suelta:

-      P erdona por lo del autobús, que se me ha puesto dura . Entre la falta de sexo y lo cachondo que estaba esta mañana en la ducha, no lo pude evitar.

-       Ah, no te preocupes, si a mí también me pasa a veces, y a demás hay confianza, primo.

-       Eres un tío de puta madre – me dice antes de darme un abrazo y un beso fraternal en la frente. – Para todo lo que necesites, aquí me tienes. - Nos fundimos en un abrazo largo.

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Mi prima, preocupada ante el bajón sexual que tenía últimamente con Marco me pidió consejo, y entre los dos empezamos a proponer ideas. Llegamos a la conclusión de que deberían empezar juegos que renovasen un poco el apetito sexual del principio. Cosas básicas, ya que ella es bastante conservadora, pero con algo de dominación.

El plan era que le ataría de pies y manos y ella le dominaría a él mientras le obliga a contenerse.

Lo hablan todo por whatsapp y Marco parece estar no solo de acuerdo, sino entusiasmado con el plan.

Cuando llega la noche decido adelantarme al plan. Entré en el bungalow mientras Marco dormía la siesta y no entraba nada de luz, me acerqué y se despertó, pero con un simple –Shhhh le mando callarse.

Con un lazo le até las manos y con otro los pies. Bajé su calzoncillo y empezó a estremecerse de placer.

-       Laura, me vas a hacer sufrir

-       Shhh, respondí yo

Sin poder resistirme más me fui directo con mi lengua a sus pezones, se empezó a estremecer, su pectoral era enorme y sus pezones estaban durísimos. Pasé a su abdomen, totalmente en tensión y con la piel de gallina. Seguí por sus bíceps y axilas, lamiéndolo con delicadeza aunque solo quería devorarle. Y al fin bajé al punto que más deseaba.

No dejaba de pedirme:

-       Por favor, baja ya, métetela en la boca.

Y así lo hice. Pero en mi mente no podía aguantar más, se me estaba haciendo agua el culo mientras me lo iba dilatando con mis dedos. Así que decidí sentarme encima de él, con cuidado para que no se diera cuenta de quien era.

Empecé a bajar metiéndome su tronco por mi agujero húmedo y a cada milímetro me hacía más daño. No imaginaba que fuera tan gruesa. Me estaba muriendo de placer al pensar que él se estaba follando a mi prima.

Cuando la tuve toda dentro me dice:

-       Laura, bésame

Y me lancé a su boca en un profundo beso con lengua. Yo temblaba por el miedo a rozarle demasiado con mi cuerpo y que descubriera quien era.

-      Laura, me encanta tu culito, es lo más suavecito que he tocado nunca. Quiero estar dentro siempre.

No dejaba de comerme el cuello mientras me follaba. Estaba en un sueño hecho realidad. Un hetero follándome como si fuera una mujer.

Tras un buen rato de embestidas empieza a correrse dentro de mi culo, notaba como toda su lefa caliente me iba llenando hasta que ya no cabía más y empezó a derramarse por fuera.

En la gloria.

Salí de la habitación sigilosamente sin ni siquiera desatarle, estaba exhausto.

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A la mañana siguiente me estaba pegando una ducha y, de nuevo, entra Marco en el baño, se desnuda, y se mete conmigo . Sin pedir permiso se mete bajo la ducha y, abiertamente emocionado me empieza a contar.

-       Tío, no sabes que bien ayer lo que me hizo tu prima jaja, aun estoy cachondo de solo pensarlo.

-       ¿Qué pasó? ¿Ya estais mejor en el tema sexual?

-       ¿Qué si estamos mejor? Ayer eché el polvo del mes, tu prima me ató de pies y manos y me empezó a cabalgar sin ni siquiera dejarme tocarla. Me hizo sufrir pero también disfrutar. Estuvo increíble. Me la follé como a una perra.

-       Oye córtate que es mi prima.

-       Ya, pero es que si estuvieras allí me entenderías. Fue increíble.

-       Oye pues tendrás que repetir – le contesté

-       Por supuesto que lo haré – responde mientras se agacha a por el jabón – vaya, veo que se te ha puesto dura pillín jajaja

-       Hombre, entras aquí hablándome de sexo y cómo te crees que se me va a poner.

- Jaja tranqui, mira como la tengo yo también jajaja – me dice mientras bajo la mirada para comprobar lo que decía

Tenía el trabuco a todo hinchar. Nunca la había visto tan erecta con tanta luz.

- Menuda polla que tienes cabrón.

-       Pues con esta de aquí es con lo que me follo a tu prima – me dice entre risas mientras golpea su polla contra su mano como si me fuera a pegar una paliza.