Vacaciones con mi prima y su nuevo novio (II)
Le acompañé a mear por lo borracho que iba, en esto se saca la polla aún morcillona y empieza a salir su tremendo chorrazo. - Marco, tío, apunta mejor. - Ayúdame anda, pero sin mariconadas.
El día siguiente era jueves y decidimos quedarnos a beber cervezas en el camping, nos agarramos todos un buen pedal. Marco aprovechó para meterse en una cabaña con mi prima y la otra pareja en la otra cabaña. Mi prima volvió al cabo de un rato diciendo que era imposible hacer nada con Marco en ese estado ya que se estaba durmiendo.
En ese momento les digo que llevaba tiempo aguantándome la meada hasta que acabasen, así que corrí a la cabaña con la polla casi dura de imaginarme a Marco dormido borracho.
Cuando llego a la cabaña me encuentro las sábanas de mi cama todas revueltas. Era evidente que se habían dado el revolcón allí mismo.
- Ya te vale Marco, ¡habéis follado en mi cama! – le dije molesto
- Ya tío, es que subir a mi litera era complicado, pero no fui capaz de hacer nada por el alcohol, así que no te preocupes – alcanzó a balbucear
En esto se baja de la litera para ir al baño y torpemente se cae del salto. Menudo pedal llevaba.
- ¿Necesitas ayuda? – le dije sujetándole por debajo del brazo. Estaba sin camiseta y con sus gallumbos flojos
- No, puedo solo – responde mientras se tambalea de nuevo
Así que volvió a decir cerrando de nuevo los ojos
Aparté su mano y le agarré la polla suavecito pero con toda la palma. Al momento volvió a salirle todo el chorraco de pis disparado, así que apunté bien esforzándome en saber manejar un trozo de carne tan gordo. Nunca había tocado otra polla, y no podía imaginarme que existiesen tan gordas.
- ¿No me vas a limpiar como me hace tu prima? - rió entreabriendo los ojos, me empujó y se guardó la polla.
- Ya te molaría – le respondí yo siguiéndole la coña – pero le dejo el trabajo sucio a mi prima (en realidad deseaba limpiársela allí mismo con la boca, ese tremendo trozo de carne medio morcillón)
Caminamos hacia la litera y se tumbó en la mía cayendo dormido redondo. Me quedé tieso viendo ese torso desnudo tumbado en mi cama, borracho y sobando. Tener a ese hetero tan cerca y no poder hacer nada con él.
- Échate a un lado – le dije empujándole
Y se giró hacia la pared dejando su espalda como un espectacular muro entre él y yo. Intenté dormir pero no era capaz, apenas cabíamos en la cama pero no quería meterme en su litera, al menos hasta que los otros no llegasen.
En esto que Marco, roncando, se da la vuelta y apoya su manaza sobre mí como si fuera un cojín. Nada sexual, parecía un peso muerto, aunque a mí me puso a cien sentirme entre sus brazos como si fuera mi prima. Deseaba que me metiese mano pero no lo hizo, estaba dormidísimo y borracho.
Decidí bajarme el slip para que mi culito depilado se acercase a su paquete metido en ese calzoncillo flojo. Apreté mi culito hacia el bulto morcillón y este empezó a reaccionar poco a poco. Mis movimientos consiguieron ponerlo duro hasta el punto que empezó a sobresalir por fuera del calzón. Sólo lo notaba con mi culo, no estaba tocando nada, pero se percibía perfectamente la forma y lo caliente que tenía esa polla gorda que ahora, por primera vez tiesa, seguro que alcanzaba los 22 centímetros.
Que suerte tenía mi prima, pensé. Pero me dije… ¡qué coño! Acerqué aún más mi culito desnudo a la polla ahora suelta de ese hetero de infarto y me humedecí el culito . Me moría de miedo de que los demás chicos llegasen y pensasen raro. Así que actué rápido y junté mi agujerito húmedo a su pollón y empecé a empujar hacia atrás.
Entonces pude notar cómo la puntita empezaba a abrir mi trasero y su glande gordo se abría paso dilatándome. Ya tenía metida su punta, el glande entero, aunque notaba como si fuera una polla entera. En esto Marcos se movió dormido y se giró saliéndose su polla erecta de mi culo. Y escucho los pasos de mis colegas acercarse.
Corriendo me subo a la litera de Marco y me hago el dormido. Mis colegas entraron y vieron el cambio de camas, pero no les sorprendió ya que sabían el estado en el que se encontraba Marcos. Pero sí que vieron que tenía la polla durísima y saliendo del calzoncillo. Se acercaron y le dieron una torta en la polla para que reaccionase mientras se morían de risa.
- Cabrones, dejadme sobar tranquilo – gritó enfadado y borracho
- Se ve que Laura te ha dejado a medias eh guarrillo – se rieron de nuevo
Y ahí acabó la noche. Mis colegas se desnudaron y se pusieron el bóxer mientras yo contemplaba toda la escena haciéndome e dormido.
CONTINÚA