Vacaciones con mi madre

Depúes de su divorcio, Pilar planea unas vacaciones locas con Miguel.

DE VACACIONES CON MI MADRE

Siempre he tenido mucha confianza con mi madre, desde que se divorció de mi padre hace seis meses nos hemos mantenido muy unidos, y entre los dos hemos salido adelante sin ninguna ayuda.

Pilar mi madre tiene 44 años y se conserva muy bien ya que hace ejercicio casi a diario, mi nombre es Miguel y tengo 21 años juego al baloncesto y al tenis, así que esta afición del tenis me permite compartirla con mi madre ya que también le encanta.

Mi madre tenía ilusión por conocer Canarias, por lo que preparó unas vacaciones para el mes de Julio en la playa del Inglés para los dos, al principio no me hacía mucha gracia, ya que pensaba más en una vacaciones sin tener que estar las 24 h. del día pendiente de mi madre, por otro lado no tendría problemas para buscar pareja y jugar al tenis.

Mi sorpresa y preocupación fue cuando me di cuenta que tenía que compartir habitación con una sola cama, ya que el hotel entendió que éramos pareja, yo solía estar empalmado y me pajeaba a diario, por lo que le encontré un inconveniente.

Mi madre no le dio importancia, la cama era muy grande y los dos estaríamos cómodos. El primer día estuvimos conociendo los alrededores, mi madre me decía que quería mucha marcha y pasarlo a tope, así que estuvimos atentos a los sitios de alterne, discos….

Por la noche después de cenar, me propuso ir a bailar y que no me preocupara, porque entendía que yo quisiera estar con otras gentes en algún momento, ese comentario me excitó y empecé a mirarla de forma diferente, estaba muy guapa, con una faldita seis dedos por encima las rodillas, tacones altos, y una blusa que transparentaba el color del sujetador.

Cuando llegamos no había mucha gente, así que no dispusimos a tomarnos un par de Cubatas, para ir calentando motores y no sentamos observando la gente que entraba, a los 20 minutos la pista estaba a tope y nuestras consumiciones acabadas, así que cogiéndome de la mano me llevó a la mitad de la pista, empezamos a movernos al principio tímidamente, la gente iba muy ligerita de ropa por lo que mi excitación aumentaba a medida que pasaba el tiempo, nuestros cuerpos se tocaban y nuestras bromas mientras bailábamos me permitía tocar su culito mientras la abrazaba por la cintura, a mi madre le gustaba, y sus movimientos cada vez eran mas despreocupados. Cambió la música a lenta y sin decirnos nada me abrazó por el cuello y empezamos a movernos lentamente bien pegaditos, dejaba caer mis manos por debajo de su cintura y la atraía hacia mí con leves presiones, no encontrando ninguna resistencia por su parte, sino más bien acomodándose a mi pene totalmente duro, quería tirármela allí mismo, y mi imaginación me llevaban a la cama, estaría con ella uhmmmm., de mi pene salían unas pequeñas gotitas estaba a mil.

Antes de salir mi madre quería tomar otra consumición, como no estoy acostumbrado, dejé que se la tomara sola, ya que quería estar en plenas condiciones para seguir con mi fantasía. Cuando llegamos al hotel eran las 4 de la mañana, mi madre estaba muy alegre se metió nada más llegar al baño y se dio una ducha, después entré yo y también me duché, cuando salí mi madre se había dormido, mi sorpresa fue cuando destapé la cama, solo llevaba unas diminutas braguitas, mi pene parecía una estaca, me coloqué a su espalda y como de una forma natural le pasé mi brazo por su cintura, mi pene rozaba su culito, me quité el slip, para que el contacto fuese más directo mi pene rozaban su braguita por debajo era fabuloso, mis manos acariciaba su tripita, subía hasta tocar su tetas y bajaba hasta el dobladillo de la braguita, era imposible que mi madre no se diera cuenta, así que empecé a acariciarla sin ningún reparo, su braguita húmeda me indicó que podía follármela, empecé a tocarla el clítoris mientras mi pene se hacía paso entre sus piernas, le separé un poquito la braguita y metí mi pene en busca de su coñito, mi madre ya no disimulaba sino que facilitaba su entrada en el agujerito, solo notarlo dentro mi madre se corrió, se ve que el juego le había puesto a mil, ya sin ningún temor empecé a follar hasta descargar toda mi lechecita dentro, allí estuve inmóvil durante un par de minutos al menos, después se la saqué y le puse la braguita bien y nos quedamos dormidos.

A la mañana siguiente, mi madre me despertó me estaba chupando la polla, le advertí que me iba a correr, ella aceleró el ritmo y se trago todo el semen sin dejar una gota.

No dejamos de follar ningún día, hoy en día follamos cuando uno de los dos lo necesita os imagináis.

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