Vacaciones con mi hermano
Unas vacaciones en USA con mi hermano,una bodega llena de revistas porno, nos hicieron perder la cabeza a mi hermano, al vecinito y a mi.
Hola yo nunca he escrito historias y menos sobre estos temas pero bueno me animé porque quiero contarles lo que me pasó hace ya varios años. hoy tengo 42 años pero aún recuerdo con mucha excitación las vacaciones que compartí con mi hermano en Estados Unidos en casa de una pareja de esposos, yo tenia 14 años y él 16, no sabiamos nada de sexo, y más bien éramos un poco ingenuos en el tema, nos levantamos a desayunar, nos poníamos a ver tele y durante una semana todo pasó tranquilamente hasta que un día entramos a un cuarto que fungía como bodega y nos encontramos con una caja llena de revistas pornográficas, empezamos a verlas y nos excitamos, el primer día solo vi que a mi hermano se le puso su pene erecto y me dió pena, le dije vamonos, nos salimos y volvimos a nuestra rutina pero debo de confesar que todo el día anduve caliente, con ganas de que llegara el día siguiente para poder entrar de nuevo y ver las revistas. Llegó la mañana siguiente y todo parecía ir normal hasta que mi hermano me sugirió que fuéramos a ver las revistas a lo que accedí. Empezamos de nuevo a ver las fotos y vi de nuevo como a mi hermano de nuevo se le puso erecto su pene, yo me reí y le dije que su pene se veía que estaba grande y duro como los de las fotografías y entonces me preguntó que si lo quería ver y de inmediato le dije que si, la verdad me moría de ganas de vérselo, cuando lo sacó le dije que si se lo podía tocar, me dijo que sí, recuerdo que lo sentí muy duro y caliente y eso me calentó mas, me dijo que si me podía ver lo senos, me levanté la blusa y le pedí que me los besara y cuando empezó a chuparlos como sentí que ya no aguantaba mas, pero me repuse y le dije que mejor nos saliéramos de ahí porque no aguantaba el deseo de algo más. Nos salimos pero yo no aguantaba y le pedí que si le podía tocar su pene, obvio me dijo que si, se lo sacó y yo empecé a tocárselo y mamárselo, cada vez me sentía mas mojada pero cuando sentí que le salió semen sentí asco de que me lo echara en la boca y hasta ahí terminó todo, por ese día.
Al día siguiente volvimos y ya me pidió que si me podía ver los senos, cuando se los mostré me los empezó a tocar, besar y chupar, mientras lo hacía yo le acariciaba su pene con la mano y lo empecé a masturbar hasta que se vino, pero yo también necesitaba terminar, sentía que cada vez me dolía mas por la excitación y me dijo que si me podía besar mi vagina como en las fotos, empezó a hacerlo hasta que de repente sentí que me orinaba y un temblor en todo el cuerpo, después supe que eso había sido un orgasmo, pero descansé bastante, nos regresamos a la sala a ver tv y ya estuvimos el resto del día mas tranquilos.
Una mañana estábamos viendo el televisor se levantó y regresó con una almohada que puso sobre mis piernas, me desabrochó la blusa, sacó mis senos y me empezó a mamar como si fuera un bebé e iba de un seno a otro, besándolos, mordiéndolos, chupándolos, yo estaba que no aguantaba la calentura, le pedí que me hiciera eso mismo pero en la vagina igual que lo había hecho antes, se levantó y me empezó a besar hasta que terminé y me pidió que le hiciera lo mismo en el pene. Después se volvió una costumbre que cuando estábamos en la sala iba por la almohada y se recostaba en mis piernas y empezaba a chuparme los senos y eso siempre nos llevaba al sexo oral y durante esos dos meses que duraron las vacaciones nos hicimos adictos, yo esperaba ansiosa que amaneciera para que todos se fueran y nos dejaran disfrutar.
Un día llegó a visitarnos un vecino de nuestra edad, estuvimos platicando y riendo hasta que mi hermano le comentó de las revistas y le preguntó que si las quería ver y nos fuimos los tres a verlas y como han de suponer los dos tenían sus penes duros, se les notaba por encima del pantalón, no pasó nada ese día, después de eso el vecino nos llegaba todas las mañanas pero para seguir con las revistas, ya al segundo día les dije que se sacaran sus penes algo que no les tuve que rogar, se los toqué a los dos y empecé a besárselos primero uno después el otro hasta que terminaron, ya que se repusieron les dije que yo también ocupaba una ayudita y mi vecino me empezó a besar la vagina hasta que terminé, no recuerdo si lo hacían bien o no, solo que con la calentura de lo prohibido y la novedad, no batallaba nada para terminar. La siguiente vez que el vecino nos visitó, mi hermano se recostó en mis piernas, sacó mis senos y empezó con su tarea, le dije al vecino que si no quería hacer lo mismo y se puso a hacer lo suyo en la otra, estuvieron como 20 minutos, me acariciaban el cuerpo, metían sus manos para acariciarme mi vagina, hasta que ya no aguanté y les dije que ocupaba que uno de los dos me besara la vagina, casi me desmayaba de placer, uno mamándome los senos y el otro haciéndome sexo oral, no recuerdo haber tenido después otro orgasmo como el de ese día, ya que terminé y después de reponerme masturbé primero a uno y después al otro hasta que terminaron.
Así fueron pasando las semanas, 5 para ser mas precisos y como que sentí que caimos en la rutina y sentí que ocupaba algo que me calentara mas todavía y viendo las revistas se me ocurrió algo, cuando los vi que estaban muy excitados y que me pedían que les hiciera sexo oral, les dije que porque no se lo hacían uno al otro, al principio se negaron pero les dije que si no lo hacían ya no les iba a permitir que me vieran ni tocaran y así lo hicieron, mi vecino se recostó en el piso y mi hermano le hizo sexo oral, mientras le hacía eso, yo le puse mis senos en la boca a mi vecino para que los chupara, cuando terminó, dijo mi hermano que le tocaba pero era tanta mi excitación que le dije que no, que como premio por haber hecho eso, le iba a permitir que me follara, recuerdo como se le iluminaron los ojos a mi hermano de la emoción ya que cuando empezamos con ese juego le había aclarado que no iba a permitir que me metiera el pene, que solo iban a ser jugueteos, me recosté en el piso, no ocupé nada, estaba super mojada, empezó a meter su pene lentamente, me dolía pero era tanta mi excitación que no me importó y mas me calentaba ver al vecino junto a nosotros acariciándome, su pene se volvió a poner duro y empezó a masturbarse mientras nos veía follar a mi hermano y a mi, ni siquiera se me ocurrió pensar en un posible embarazo que por fortuna no pasó.
Así pasaron las semanas hasta que llegó nuestro último día de vacaciones, lo de hacerse sexo oral entre ellos ya era algo rutinario, lo veían como normal, lo de mamar mis senos los dos a la vez, ese último día le di el gusto a mi vecino de que me penetrara y así, esa fue nuestra despedida, ya jamás volvimos a saber de él…por fortuna.
Regresamos a nuestro país y nunca en todos estos años mi hermano y yo tocamos el tema, como si eso nunca hubiera pasado.
Espero que me disculpen si lo terminaron y pensaron que los hice perder el tiempo, pero eso es lo que sucedió y así recuerdo todo, esta historia no es un invento aunque suene demasiado pervertida, ahora con los años si lo pienso pero en la adolescencia nos ganan las hormonas y no podemos controlarnos.