Vacaciones con mi amiga (VI y final)
En los últimos días de vacaciones en España la lujuria de nuestra protagonista se dispara y la despedida será apoteósica.
Eran mis últimos dos días de vacaciones, y recibí el llamado de Esteban invitándome a cenar, acepté para poder despedirme de él. Se lo conté a Carmen y ella me dijo que no hiciera planes para el día siguiente ya que por ser mi ultimo día me iba a preparar una despedida.
Me encontré con Esteban en el restaurante, cenamos y luego nos fuimos a su casa, ambos estábamos muy calientes y ya en el coche nos empezamos a acariciar, él metió su mano estimulando mi clítoris y yo saqué su verga y lo masturbaba lentamente, luego me agaché sobre su pija y se la empecé a chupar suavemente, provocándole espasmos de placer. La calentura de los dos era muy grande, pero al llegar a la puerta de su casa, Esteban vio que un hombre lo estaba esperando. Ambos nos arreglamos la ropa y al bajar resultó ser un viejo amigo de él que hacía más de un año que no veía y que estaba de paso por la ciudad. Esteban no sabía qué hacer ya que la llegada de su amigo estaba arruinando nuestro encuentro, por lo que me miró como pidiéndome opinión, por lo que yo tomé la iniciativa y me presenté y lo invité a tomar algo con nosotros. Entramos y en un momento fuimos con Esteban a la cocina y me pidió disculpas pero me dijo que lo atendería un rato y luego lo haría irse para poder estar solos, le dije que no se preocupara y que estaba todo bien, que de todas formas podríamos divertirnos y pasar un buen momento. Él no comprendió bien que quise decir, pero yo ya estaba planeando unas cuantas cosas para él y su amigo. Charlamos un rato y tomamos algunos tragos, Claudio, el amigo de Esteban, era realmente muy agradable y también bastante atractivo. Pusimos un poco de música y empezamos a bailar, primero lo hice con Esteban, con el cual apretamos nuestros cuerpos y los dos reflotamos la calentura que traíamos, mis pezones se pusieron erectos y se notaban a través de mi fino vestido y el paquete de Esteban se dejaba notar bajo sus pantalones, por lo que empecé a restregar mi culo por sobre su paquete poniéndolo a mil. Mientras, su amigo observaba la escena y también noté como su paquete había crecido, por lo que también se unió a nosotros mientras bailábamos, en un momento me encontré entre ambos, con sus vergas bien duras, una sobre mi culo y otra sobre mi concha, mi calentura era tal que me saqué el vestido quedando con mis enormes pechos al aire y debajo solo con la minúscula tanga que traía. Entonces ambos se fueron sobre mis tetas y empezaron a chuparlas y masajearlas, mis pezones estaban duros como rocas, Esteban deslizó una mano por mi tanga llegando hasta mi concha que estaba empapada y metió un par de dedos dentro de ella, mientras Claudio no dejaba de chupar y lamer mis tetas. Los dedos de Esteban masajeaban ahora mi clítoris, lo cual no tardó en provocarme un orgasmo que hizo que mojara toda su mano con mis flujos. Entonces me agaché frente a ellos y saqué sus vergas, mientras chupaba a una, masturbaba a la otra y a veces las chupaba a ambas, estuvimos así un rato hasta que nos desnudamos los tres por completo y nos fuimos a la habitación, me acostaron en la cama y Claudio comenzó a chupar mi concha, mientras Esteban ponía su pija en mi boca. La lengua de Claudio taladraba mi clítoris y recorría mi concha hasta el agujero de mi culo y luego volvía a subir, esto me estremecía de placer y hacía que me tragara la pija de Esteban entera. No aguanté mucho antes de tener otro orgasmo que esta vez le entregué en la cara a Claudio, el cual aprovechó esto y se puso sobre mí y me clavó su pija hasta el fondo de un empujón, gemí de gusto e intensifiqué las chupadas sobre la pija de Esteban que lo hicieron acabar y derramarse en mi boca, lo hizo en forma abundante y a pesar de que tragué todo lo que pude la leche desbordó mi boca y salía por mis labios, la escena y las embestidas que Claudio me estaba dando hicieron que el también acabara dentro de mí, obteniendo yo también un nuevo orgasmo.
Me incorporé y me dediqué a chupar esas dos vergas hasta dejarlas totalmente limpias, al hacerlo las dos no tardaron en reaccionar y las tuve listas para más acción. Esta vez me puse en cuatro patas y mientras Esteban me clavaba por mi concha desde atrás, le chupaba la verga a Claudio, luego me subí encima de Esteban y lo cabalgué un buen rato, para después hacer lo mismo con Claudio, como recién habían acabado los machos ahora aguantaban un poco más, así que mientras cabalgaba a Claudio le pedí a Esteban que me la diera por el culo, los amigos se miraron y no podían creer lo que escuchaban, les volví a pedir que quería dos pijas adentro, por lo que Esteban se acercó por detrás, apoyo la punta de su pija en mi ano y empezó a metermela despacio hasta que la tuve toda adentro de mi culo, entonces los dos me empezaron a embestir con sus pijas grandes y duras y después de un rato y un par de orgasmos los dos acabaron inundando mi culo y mi concha con su leche. Los tres estábamos exhaustos, así que descansamos y dormimos un rato. Al despertarme estaba lista para más sexo, por lo que tomé las dos pijas que tenía junto a mí y las empecé a chupar hasta lograr que se pusieran duras, y le pedí a Claudio que me diera por el culo ya que no lo había hecho antes, entonces lo acosté en la cama y me senté sobre él enterrándome su pija en mi culo hasta el fondo y no paraba de subir y bajar sobre aquella verga que me la metía hasta los huevos, mientras chupaba la verga de Esteban, al sentir que estaban listos para acabar les pedí que lo hicieran sobre mi cara, entonces ambos se pusieron frente a mí con una pija a cada lado y se masturbaron hasta que las dos pijas empezaron a escupir chorros de leche que llenaron mi boca y mi cara la cual quedo chorreando y caía hasta mis pechos, chupé las dos vergas hasta sacarles la ultima gota y dejarlas totalmente limpias. Ya tenía que irme así que me duché y tras despedirme de Claudio y Esteban regresé a casa para disfrutar mi ultimo día.
A la mañana me despertó Carmen que me trajo el desayuno a la cama, me sorprendió ya que sólo llevaba un camisón transparente y debajo sólo una tanga, al saludarme descubrí sus intenciones ya que me dio un gran beso en la boca y su lengua recorrió mi interior, le respondí con pasión y nos fundimos en un abrazo, ella comenzó a recorrer mi cuerpo con su lengua, lamió mis pechos y siguió bajando hasta mi concha donde se detuvo para darme mayor placer, yo quería probar su concha también así que nos colocamos una encima de la otra formando un 69 que nos permitió brindarnos mutuo placer hasta que ambas estallamos en un orgasmo derramando todos nuestros jugos sobre la cara de la otra, finalmente nos besamos apasionadamente saboreando nuestros propios jugos de la boca de la otra. Nos levantamos y le agradecí a mi amiga por la sorpresa, pero me dijo que eso no era todo, que a la noche habría algo más. El día transcurrió en calma y lo utilicé para descansar y prepararme para la noche. Me prepararon una cena especial y al terminar había música y champagne en la sala. Bailábamos los cuatro y con Carmen nos encargábamos de calentar a nuestros hombres, yo imaginé que todo derivaría en que finalmente cada una se iría con un hombre, pero Carmen ya con mucho alcohol encima comenzó a provocar a Manuel masajeando su pija hasta que finalmente lo sentó en el sillón, se la sacó y empezó a darle una mamada, frente a Aldo y a mí, ver a su madre chupando la pija de su padre puso a Aldo a mil, por lo que se vino sobre mí y me desnudó para empezar a chupar mi concha, entonces Manuel se incorporó, desnudo por completo a Carmen y dirigiéndose a Aldo le dijo que iba a enseñarle cómo beber un buen champagne, para esto nos pidió a Carmen y a mí que nos sentáramos sobre el borde de la mesa, tomó una botella de champagne bien helado, se acercó a Carmen y empezó a derramar el champagne en su boca pero en forma abundante, de manera que este corra por su cuerpo, entonces comenzó a tomarlo desde sus tetas hasta llegar a su concha, la cual chorreaba como una canilla, de la cual Manuel bebía, Carmen gemía de placer. Antes de continuar, Manuel le dijo a Aldo que lo hiciera conmigo y luego volvió a dedicarse a Carmen. Aldo vació el resto de la botella en mi cuerpo, y llevó su boca a mis pechos, la sensación helada me hizo estremecer provocándome espasmos de placer que aumentaban a medida que Aldo llegó a mi concha y pasaba su lengua helada por el champagne dentro de caliente vulva. Entonces ahí estábamos mi amiga y yo chorreando champagne mientras los dos machos lo tomaban directamente de nuestras conchas, esto no pudo derivar en otra cosa que las dos explotáramos en un orgasmo muy intenso. Entonces ahora era nuestro turno de tomar champagne, así que les dimos el mismo tratamiento a ellos y terminamos bebiéndolo directamente de sus vergas bien duras, pero mientras estábamos dándoles la mamada, pude notar cómo Aldo veía a su madre chuparle la pija a Manuel y cómo Carmen me observaba a mí, se notaba que ambos se deseaban, dudé un instante, pero finalmente le ofrecí si quería chupar la pija de su hijo, ella miró a Manuel como pidiendo su aprobación, este dijo que sí y entonces Carmen se abalanzó sobre Aldo y de una sola vez engulló su pija entera, entonces yo me dediqué a Manuel, pero ambos no podíamos dejar de ver cómo Carmen chupaba la pija de Aldo y cómo éste gozaba con aquello, evidenciando el deseo de ambos de que aquello ocurriera. Esto hizo que Aldo no soportara mucho y finalmente acabó en la boca de su madre y lo hizo muy abundante ya que por más esfuerzo para tragarlo, Carmen no pudo evitar que la leche brotara de su boca y corriera hasta sus pechos, la escena de ver a su hijo derramándose en su esposa puso a Manuel tan caliente que también él explotó en mi boca muy abundantemente.
Con Carmen dejamos las pijas perfectamente limpias y luego nos limpiamos entre las dos chupando todos los restos de semen de nuestras caras. Esto nos llevó a chuparnos nuevamente entre las dos para alcanzar juntas un nuevo orgasmo. La escena entre sus mujeres puso a nuestros machos otra vez listos con sus vergas erectas, por lo que ambas nos montamos sobre ellos, yo sobre Aldo y Carmen con Manuel, y los empezamos a cabalgar y ninguna paró hasta alcanzar otro orgasmo, entonces nos dimos vuelta y ellos se subieron sobre nosotras para empezar a cogernos, pero Carmen quería sentir a su hijo dentro de su concha, por lo que cambiamos y Aldo empezó a taladrar a su madre, cada embestida le arrancaba a Carmen gritos de placer, estallando en un orgasmo bestial al tiempo que su hijo descargaba un torrente de semen en su interior llenando su concha por completo. Con Manuel quedamos viendo la escena, pero para reanimarnos lo chupé hasta poner su pija dura y le pedí que me cogiera por el orto, me puse en cuatro patas y me la clavó hasta el fondo y me penetraba con fuerza hasta que juntos llegamos al éxtasis, llenando mi culo de su semen. Al darme la vuelta vi a Carmen también en cuatro patas mientras Aldo la cogía por el culo, estuvieron así un rato, mientras yo chupaba la pija de Manuel para ponerla otra vez erecta. Carmen tuvo un nuevo orgasmo y entonces se levantó y le pidió a Manuel que le diera por el culo, por lo que yo hice lo mismo con Aldo y terminamos las dos arriba de ellos, ensartadas por el culo con esas dos vergas duras y calientes. La verga de Aldo me taladraba el ano y mis nalgas chocaban con sus huevos cada vez que la pija se enterraba entera en el culo, exploté en un orgasmo bestial, mientras Carmen se levantó y me dijo que era turno de mi despedida, así que mientras yo estaba clavada por el culo por Aldo, Manuel se puso sobre mí y me la clavó en la concha, al tiempo que Carmen ponía su concha sobre mi cara para que la chupara. Los dos trozos de carne enterrados en mí y la concha húmeda sobre mi boca me desencadenaron una serie de orgasmos múltiples que terminaron al tiempo que las dos pijas descargaban en el interior de mis dos agujeros y Carmen acababa sobre mi cara. Chupé su concha hasta dejarla seca y luego entre las dos chupamos hasta la ultima gota de leche de nuestros machos que ya tenían sus huevos secos.
Así transcurrió mi ultima noche, al día siguiente volaba de regreso a mi país. A la mañana siguiente me despedí de Carmen y Manuel en su casa ya que no le gustaban demasiado las despedidas, y Aldo me llevó en su auto al aeropuerto. Antes de llegar, y a modo de despedida y agradecimiento, le hice una ultima mamada hasta hacerlo acabar y me tomé toda su leche.
Llegué al aeropuerto, y luego de saludarlo abordé mi avión, al despegar sentí que estaba comenzando una nueva vida y reviví estos últimos días como los más placenteros y excitantes llevándome en mi cuerpo las sensaciones más placenteras y en mi boca el sabor agradable de la leche del hombre que me inició en estos placeres.
Así concluyo mi relato de las vacaciones con mi amiga, pero aquella experiencia solo dio lugar a muchas otras que surgieron en mi vida, las cuales les voy a ir contando en próximos relatos.
E-mail: angela_lobo@hotmail.com