Vacaciones con mi amiga (III: El Intercambio)
Nuestra protagonista sigue disfrutando de sus vacaciones en España en casa de sus amigos. Después de unos juegos lésbicos y masturbar a unos muchachos en la playa, acude con el marido de su amiga a una cena que termina en un tórrido intercambio de parejas.
Me desperté junto a mi amiga, Manuel ya no estaba en la cama, las dos estábamos totalmente desnudas, ella se despertó y me besó en la boca y me preguntó si la había pasado bien, le dije que maravillosamente, entonces nos fuimos las dos a la ducha. Allí empezamos a enjabonarnos una a la otra, llevó su mano hasta mi concha y me introdujo dos dedos, comenzando a masturbarme, no tardé en regalarle un orgasmo viniéndome sobre su mano.
Entonces la besé profundamente, nuestras lenguas se deslizaban dentro de nuestras bocas y bajé a chupar sus pechos y seguí bajando hasta alcanzar su pubis, mi lengua recorría sus labios externos, mientras Carmen gemía de placer, llegué hasta su clítoris y lo chupé profundamente durante unos minutos, arrancando de mi amiga un orgasmo intenso que hizo derramar todos sus jugos sobre mi boca, los cuales tomé con deleite.
Nos relajamos, terminamos de ducharnos y bajamos a desayunar, allí ya nos esperaban Manuel y Aldo. Después de desayunar tanto Manuel como Aldo tenían que irse así que con Carmen aprovechamos el día para irnos solas a la playa, al llegar había bastante gente y pudimos notar las miradas de los hombres que no podían evitar ver a dos mujeres muy apetecibles y solas como nosotras. Pude sentir aún más miradas cuando las dos hicimos topples y dejamos nuestros grandes pechos al aire. Enseguida comenzaron a dar vuelta alrededor de nosotras varios hombres como buitres dispuestos a cazar. Se lo advertí a mi amiga y me dijo que no me preocupara y que me divirtiera un rato. Dicho esto empezó a adoptar posturas provocativas lo que hizo que algunos se decidieran y nos hablaran, invitándonos a salir y esas cosas, pero los fuimos rechazando uno a uno y con Carmen nos reíamos un poco de ello, después de todo sólo nos estábamos divirtiendo un rato, pero no pudimos negar que la situación nos había excitado un poco. Al llegar la tarde ya quedaba poca gente en la playa, como los hombres no volverían a casa hasta tarde, decidimos pasar el atardecer allí. Nos fuimos a dar un baño al mar y al salir del agua se cruzaron con nosotras dos muchachos adolescentes, tendrían unos 17 años, corriendo por la playa, al vernos los dos se quedaron duros, no podían creer el espectáculo de dos hembras tremendas que tenían delante de ellos y cada una con un par de tetas de miedo. Carmen los miró y les dijo que si nunca habían visto un par de tetas, uno de los muchachos dijo que no de ese tamaño y sin dudarlo le preguntó si no podía tocarle uno. Con Carmen nos reímos por el atrevimiento del chico, pero lo tomamos como un juego y dejamos que cada uno nos tocara un pecho, solo poner su mano sobre la teta les provocó a los dos una tremenda erección, el mas zafado de los dos nos dijo que por culpa nuestra ellos estaban así y que debíamos hacer algo para remediarlo, Carmen llevando el juego muy lejos me miró y me dijo que tenía razón, así que metió la mano por dentro del bañador del chico y sacó su verga para afuera, era de un tamaño normal para su edad, y comenzó a pajearlo, el otro chico reclamó el mismo tratamiento, así que también la saqué para afuera, tenía un pene pequeño por lo que cabía fácilmente en mi mano.
Los dos estaban como locos no podían creer tener a aquellas mujeres haciéndoles una paja de campeonato, entonces Carmen les preguntó si alguna vez les habían hecho una mamada, respondieron que no, y entonces les dijo que hoy era su día de suerte y entonces se arrodilló frente al chico y se metió su verga entera en la boca de una vez, el chico gemía y tenía la respiración agitada del placer que le estaba dando la boca de mi amiga, por lo que no tardó mucho en explotar en ella, le dio tanta cantidad de leche que a Carmen se le desbordó por sus labios y chorreó hasta sus pechos, debido al espectáculo que estaba viendo y la paja que le estaba haciendo el otro chico estaba a punto de acabar, y para no ser menos que mi amiga, también metí su pequeña verga en mi boca y le di unas chupadas profundas que lo hicieron acabar también de forma abundante, tragué todo lo que pude y al sacar su pija de mi boca un par de chorros más fueron a dar sobre mi cara, volví a metermela en la boca y lo chupé hasta sacarle la ultima gota de leche. Los chicos nos dieron las gracias y salieron corriendo, estoy segura que jamás se olvidarían de lo que les había pasado. Con mi amiga nos miramos y las dos teníamos la cara y la boca con restos de semen, nos lo limpiamos una a la otra, tomamos nuestras cosas y volvimos a casa.
Pasaron un par de días sin mucha actividad, ya que Manuel había salido por un par de días por cuestiones de trabajo y Aldo estaba de viaje con su equipo de fútbol, así que sin hombres con Carmen habíamos tenido solo un encuentro más, pero decidí tomarme un descanso.
Ya era sábado y al levantarme encontré a Carmen enferma con fiebre, por suerte hoy llegaban Manuel y Aldo, así que llamé al medico y dijo que sólo era una gripe y le dio unos días de reposo. Al llegar Manuel le conté lo que pasaba y me puse a preparar la comida. Comí junto a Carmen en su habitación, y al terminar ella me dijo que necesitaba pedirme un favor muy especial y que si no quería hacerlo ella entendería.
Le pedí que me contara de qué se trataba y me contó que Manuel había encontrado en su viaje a una pareja con la que habían entablado amistad en un viaje que ellos hicieron juntos y que ellos también practicaban el intercambio de parejas, en esa oportunidad no pudieron hacerlo ya que ellos se iban ese mismo día pero quedamos en que cuando estuvieran en la ciudad lo haríamos.
Y Manuel había arreglado todo para hacerlo hoy, pero como yo no puedo, Manuel se quedó mal ya que solo estarán dos días y realmente él estaba loco por cogerse a esa mujer ya que es una mujer espectacular. Por eso quería pedirte si vos no te animarías a ir con él. La propuesta me dejó muda, realmente no la esperaba. Al ver mi sorpresa, Carmen me dijo que no me preocupara que Manuel me iba a cuidar y que el hombre que me esperaba no me iba a decepcionar, estaba segura que yo realmente lo disfrutaría.
Finalmente me decidí y acepté siempre y cuando Manuel estuviera de acuerdo.
Manuel aceptó gustoso el ofrecimiento de Carmen y me lo agradeció a mí también, así que fue a llamar por teléfono a la pareja para ver si ellos también estaban de acuerdo, volvió con la noticia de que estaba todo bien. Como no tenía nada apropiado para la ocasión le pedí a Manuel que me llevara a un centro comercial a comprar ropa. Compré una lencería especial y un vestido muy provocativo. Llegamos de vuelta a la casa y los dos nos fuimos a preparar. Me duché, arreglé mi cabello y me empecé a vestir, la lencería era negra, la parte de abajo era una tanga que se metía toda en la raya de mi culo, dejando mis nalgas al aire, decidí no llevar sostén ya que le vestido era muy escotado, este era también negro, largo y ajustado al cuerpo y con un gran tajo en las piernas, se amoldaba a mi cuerpo dejando notar el principio de mi tanga y resaltando mis enormes pechos.
Fui hasta la habitación de Carmen para pedir su opinión, allí estaba también Manuel que al verme me dijo que estaba maravillosa, y mi amiga opinó que me veía hermosa. Ya listos partimos hacía el restaurante donde cenaríamos, al llegar, Manuel me indicó cuál era la pareja y comprendí porque Manuel estaba desesperado por realizar este encuentro. Ellos eran una pareja de color, y la negra era realmente espectacular, sus tetas no tenían eran grandes como las mías y su culo aún un poco más que el mío, el negro no se quedaba atrás, era alto y atlético, realmente un negrazo bárbaro.
La cena pasó entre una conversación agradable y que sirvió para conocernos un poco. Después nos fuimos a la casa que la pareja había alquilado, llegamos tomamos unas copas y bailamos un poco, primero con nuestras parejas y luego cambiamos, al bailar con Wilson (ese era el nombre del negro) me apretó contra su cuerpo con sus fuertes brazos, dejándome sentir un paquete que parecía enorme, continuamos bailando, me dio vuelta y restregó su erección sobre mi culo, esto hizo que comenzara a mojarme, volvimos cada uno con su pareja y nos sentamos en unos sillones unos frente a los otros, entonces ellos comenzaron a besarse, hasta que Wilson sacó los enormes pechos de su mujer para chuparlos, entonces Manuel metió su mano por debajo de mi vestido y entre mi tanga y empezó a acariciar mi concha que a esta altura estaba empapada, cuando volví a mirar a la pareja la negra estaba chupandole la pija a Wilson, su verga era impresionante, pero no podía verla bien ya que Alexia se la tragaba muy profundo. Decidí darle a Manuel el mismo tratamiento, tomé su pija que ya estaba bien dura y se la empecé a chupar, con mi boca y con mi lengua la recorría por completo y me la metía entera en la boca. Estuvimos así un rato hasta que Alexia se levantó, se acercó a nosotros y me dijo que Wilson me estaba esperando ansioso, me levanté y fui hasta donde estaba el negro, al llegar a él pude contemplar su verga en todo su esplendor, era enorme, debería medir unos 28 cm, y tan gruesa como mi mano podía abarcar. Me arrodillé frente a él y empecé a pasar mi lengua por todo su largo, llegaba hasta sus testículos y volvía a subir hasta su glande, luego me lo introduje en la boca, con mucho esfuerzo debido a su tamaño, pero lo fui introduciendo lentamente y su verga parecía crecer aún más dentro de mi boca, tenía dentro un poco más de la mitad y ya la tenía hasta la garganta, no me cabía mas, así que lo empecé a chupar muy fuerte, Wilson gozaba con la mamada que le estaba dando y gemía de placer. Al mismo tiempo noté como Alexia estaba montada encima de Manuel y ambos estaban a punto del orgasmo debido a los gritos y gemidos que emitían, hasta que pude notar como Alexia estallaba en su orgasmo al tiempo que Manuel explotaba dentro de su concha. La escena hizo que me calentara tanto que le pedí a Wilson que me cogiera enseguida, él se levantó me llevó hasta la cama, me recostó y empezó a chupar mis tetas, para luego ir bajando hasta mi concha y con su lengua estimular mi clítoris, mis flujos bajaban a chorros, hasta que acabé en su cara, entonces él se incorporó y apuntó su enorme verga a mi concha y comenzó a penetrarme lentamente, sentirlo dentro de mí me puso al borde de otro orgasmo, pero Wilson no cesó su embestida hasta que tuvo su pija toda adentro. No podía creer que aquella pija descomunal hubiera podido instalarse entera dentro de mí, pero la sensación era sublime, entonces comenzó a moverse penetrándome profundamente y saliendo casi por completo de mi concha, su ritmo era intenso, realmente me estaba dando una cogida monumental, tuve dos orgasmos seguidos y él seguía con su ritmo infernal, entonces aceleró aún más sus movimientos y junto con un nuevo orgasmo, él alcanzó el suyo, llenando mi concha con su caliente leche que la sentí fluir a chorros dentro de mí. Mientras tanto Manuel ya estaba de nuevo en acción y la tenía a la negra en cuatro patas y se la estaba cogiendo por el culo, yo me incorporé, tome la pija de Wilson y la chupé hasta dejarla totalmente limpia, esto hizo que se le volviera a poner como piedra, entonces se dirigió a su mujer y le puso la pija en su boca, ésta la chupó profundo mientras gemía sonoramente por la fuerte cogida que Manuel le estaba dando por el culo. Entonces Wilson se acostó en el piso y Alexia se levantó, se puso de espaldas a él y se sentó sobre su verga, metiéndosela por el culo, Manuel se acercó por delante y apuntando su pija a su concha, la penetró de un golpe. Era la primera vez que veía una doble penetración, pero ver como Alexia gozaba con aquello, me hizo desearlo para mí. Los gemidos de la negra eran intensos, aquellas dos vergas adentro de ella la estaban haciendo gozar al limite, tuvo dos orgasmos antes que los dos machos acabaran juntos dejando llenos de leche sus dos agujeros. Me uní a ellos y chupé las pijas para limpiarlas y luego le chupé la concha a Alexia que estaba chorreando de semen, lamí sus labios y tomé aquellos restos en su interior, hasta lograr que la negra tuviera un nuevo orgasmo, acabando sobre mi boca y bebiéndome todos sus jugos.
Entonces sentí una lengua sobre mi concha, era Wilson que estaba ya dispuesto a un nuevo encuentro, me siguió chupando hasta que mi concha empezó a sacar sus primeros jugos, entonces me penetró y empezó con su mete-saca, mientras Manuel acercó su verga a mi boca para que se la chupara, Wilson mientras me cogía me metió uno de sus dedos en mi culo para dilatarlo, lo fue trabajando hasta que lo sintió a punto para la penetración, llevó con su pija parte de mis jugos hasta mi ano para lubricarlo y apuntó la cabeza de su enorme verga hacia mi culo, me penetró lentamente pero me causó bastante dolor, entonces paró un momento y volvió a intentarlo, me metió la cabeza y la dejó adentro para permitir que mi culo se relaje, lo hice y le permití que me la metiera hasta la mitad, sentía un dolor intenso pero sabía que pronto llegaría el placer. Lentamente me la fue introduciendo hasta que pude sentir toda su pija enterrada en mi culo, el dolor comenzó a disminuir a medida que el placer crecía, empezó a bombear en mi culo, las oleadas de placer comenzaron a hacerme gemir fuertemente y me metí la pija de Manuel entera en la boca. Me estaba rompiendo el culo, pero el placer que sentía era tal que el orgasmo no tardó en llegar, explotando de placer. Quería sentir lo que Alexia había experimentado hace un momento así que le pedí a Wilson que se acostara y me senté sobre él, metiéndome su pija en la concha, ya que mi culo había tenido suficiente de aquella descomunal verga, y le pedí a Manuel que me la diera por el culo. La sensación de dos vergas cogiendome al mismo tiempo era inigualable, las dos entraban y salían de mí llenando mis agujeros por completo, por primera vez en mi vida tuve varios orgasmos, daba gritos de placer, solo pedía más y más, quede totalmente agotada cuando mis dos hombres estallaron de placer dentro de mí, llenando mi culo y mi concha con toda su leche y dándome un ultimo orgasmo de placer.
Esta vez fue Alexia la que se encargó de la limpieza de las vergas y me dedicó a mí una atención especial, recorriendo con su lengua todo mi cuerpo, deteniéndose sobre mis tetas, chupando mis pezones y poniéndose en posición de 69 y me ofreció su concha al tiempo que chupaba la mía, las dos nos empezamos a dar lengua hasta acabar una en la cara de la otra. Esto hizo que a los dos machos se les pusiera la pija dura, entonces yo tomé la de Wilson y Alexia la de Manuel y les dimos a ambos una espectacular mamada que terminó con ambos acabando en nuestras bocas, Alexia tragó todo lo que Manuel le ofreció y yo tragué todo lo que pude, pero la acabada de Wilson era una catarata, la tuve que sacar de mi boca, y aquella enorme verga seguía escupiendo leche que fue directo a mi cara y de mi boca escurría hasta mis tetas. Me la volví a meter en la boca y la chupé hasta sacar las ultimas gotas que tragué con deleite.
La noche había sido espectacular, con Manuel nos bañamos y tras despedirnos nos volvimos a casa.
En el camino Manuel me preguntó si lo había disfrutado, le contesté que nunca había vivido una noche más placentera. Al llegar le agradecí a Manuel por la gran noche y me fui a mi habitación, me desnudé y caí rendida en mi cama, pensando todo lo vivido en estos últimos días y que otros placeres me esperarían, les aseguro que hubo otros, pero se los cuento en la próxima historia.
Continuará...
E-mail: angela_lobo@hotmail.com