Vacaciones con Adolfo y mi padre III
Unas vacaciones de una semana se vuelven la excusa perfecta para poder disfrutar de mi padre y mi amigo
Hola queridos lectores, nuevamente les doy la bienvenida a este nuevo relato, espero que estén disfrutando de esta saga de relatos, ya que yo por mi parte sí que lo hago. También quiero pedir disculpas por todo el tiempo que paso, pues deje de publicar por problemas personales y por el poco tiempo que deja la universidad, pero ya estoy de vuelta.
Continuando con lo ocurrido, al siguiente día no fue nada nuevo lo que paso, llegamos a un pequeño pueblo pero no paso la gran cosa, solamente estuvimos disfrutando del día, creo que ya era demasiado para estos días, pero eso no quitaba que me gustara todo lo que hacíamos.
Para nuestro siguiente día llegamos a un pueblo donde la verdad hace demasiado frio, tanto que teníamos que estar demasiado abrigados, llegamos al hotel, y salimos a explorar el pueblo, era un pueblo hermoso, con un clima espantoso pero bueno, gente amable por todos lados, bonitos paisajes, y muchas cosas más.
Empezamos a dar un recorrido hasta que tomamos un pequeño autobús que nos da un recorrido por todo el pueblo, nos sentamos en la parte de atrás yo y Adolfo nos sentamos juntos y mi padre se sentó a un lado nuestro y junto a él se sentó una mujer no muy mayor ni muy joven pero sin duda muy guapa, no le dimos importancia hasta que a mitad del camino pudimos ver como la mujer le estaba sobando la verga a mi padre por encima del pantalón, al parecer a él le gustaba pues ponía todo de su parte para que ella lo hiciera, Adolfo y yo nos quedamos viendo, pues no le conocíamos más amantes a mi padre, al menos mujeres. Cuando el recorrido acabo mi padre nos dijo que se regresaría al hotel pues no se sentía bien, por lo que nos dejo solos en el pueblo, como sabíamos perfectamente lo que haría mi padre, Adolfo me propuso explorar mejor el pueblo, por lo que hicimos, al pasar por una calle pudimos observar una tienda de ropa un tanto intima, por lo que decidimos entrar, comenzamos a observar todo y era demasiado sensual, Adolfo me propuso comprarnos ropa un tanto femenina para no dejar que nuestro hombre se nos fuera, a lo que accedí.
Comenzamos a comprar de todo y probarnos cosas, para sorprender a mi padre, por lo que compramos cosas que estamos seguros que le encantaran a mi padre.
Regresamos al hotel y mi padre ya no estaba ahí, por lo que le mande mensaje diciéndole que ya nos encontrábamos instalados en el hotel, comenzamos a vestirnos con lo que compramos, Adolfo se había comprado unas mayas de red que le quedaban perfectas, hasta me emocione al verlo, me puso un crop top que había comprado que le quedaba perfecto y por supuesto un short corto que le quedaba muy bien; por mi parte me compre unos calcetines negros largos que me daban arriba de la rodilla y unos arnés de piernas que hacían conjunto, haciendo que mis glúteos se levantan más de lo normal, me puse una playera que me quedo realmente largo y no me puse ningún short más que mis slips.
Estábamos ansioso de que mi padre llegara, pero parece que el estaba disfrutando de lo que estaba haciendo, ya casi caía la noche cuando llego, se sorprendió al vernos vestidos así que sin decirle nada ni dejarlo hablar comenzamos a besarlo apasionadamente, esta noche será algo especial para los tres pues teníamos planes diferentes, mi padre comenzó a acariciar nuestros glúteos por encima de la ropa, y darnos pequeñas nalgadas, como a poco comenzó a desvestirnos hasta quedar en lencería, por lo que se excito y pudimos apreciar su gran bulto dentro del pantalón, sin decirle nada Adolfo comenzó a mamarle la verga, mientras yo de pie lo besaba, mordia, acariciaba, podía mirar a Adolfo haciendo un buen trabajo con la verga de mi padre, podía ver como se metía toda la verga dentro de su boca y se ahogaba con ella, algo excitante, mi padre por su parte seguía besándome apasionadamente.
Comenzamos a acercarnos a la cama, por lo que me puse de perrito para que mi padre comenzara a mamar mi culito, mientras Adolfo se puso frente a mi para que comenzara a mamar su verga, a lo que accedí, por un lado podía sentir la lengua de mi padre en cada centímetro de mi ano, y por el otro, la verga de Adolfo en mi boca, estuvimos asi hasta que sentí como mi padre empezó a penetrarme de manera rápida, se fue directo a lo rápido, por lo que me prendí un mas, Adolfo por su parte estaba fallándome la boca, era excitante estar en esa posición que me encendía, empecé a masturbarme lento para poder disfrutar bien el momento.
Luego de ahí decidimos cambiar de posición, en esta ocasión Adolfo se puso de perrito delante de mí, por lo que comencé a penetrarlo lentamente, era la primera vez que la hacia de activo, la verdad estaba tan excitado que ni me importo, mientras estaba penetrando a Adolfo, podía sentir la lengua de mi padre en mi ano, me seguía dando un beso negro, era una sensación diferentes pues estaba penetrando a Adolfo pero al mismo tiempo me hacían un beso negro, sentía que me vendría en cualquier momento, que no quería ni hacerlo, pues era lo mejor que estaba haciendo, mi padre sin decirme nada, se puso de pie y se paro frente a Adolfo para que este comenzara a mamarle la verga, quede frente a frente con mi padre, y comenzamos a besarnos, yo follaba a Adolfo por el culo y mi padre por la boca, algo emociónate, hubo un momento en el que Adolfo casi se ahoga de las envestidas de mi padre que aprovechamos para cambiar de posición, mi padre se acostó en la cama y comenzamos a mamarle la verga dejando nuestros culos parados para que los aprecie, los dos teníamos unos glúteos bien formados y bonitos, mi padre comenzó a masturbarse el por su cuenta, y sin avisarnos se vino en nuestras bocas, aunque la verdad la mayor cantidad de semen cayó sobre su abdomen, por lo que Adolfo y yo comenzamos a lamer lo que había, cuando acabamos comenzamos a besar a mi padre y empezamos a masturbarnos, al mismo tiempo que estábamos besándonos mi padre nos acariciaba nuestros culos, y nos metía sus dedos lo que hizo que me viniera yo primero y después Adolfo dejando una gran cantidad de semen en la cama, sin darle importancia comenzamos nuevamente a besarnos, y acariciarnos, hasta que decidimos bañarnos juntos.
Nuevamente en la cama no podía faltar uno que otro beso, estábamos desnudos sobre la cama, y poco a poco iba entrando la madrugada pues ya era tarde y teníamos que dormir, por lo que lo hicimos, mi padre se puso en medio y nosotros a los lados, besándolo, y acariciándolo, nos fuimos a dormir totalmente desnudos.
Bueno nuevamente les digo que acepto comentarios para poder saber si es de su agrado o y poder mejorar con los relatos, ya casi acaba esta pequeña saga, asi que espero la estén disfrutando. Saludos.