Vacaciones con Adolfo y mi padre II

Unas vacaciones de una semana se vuelven la excusa perfecta para poder disfrutar de mi padre y mi amigo

Seguimos con la continuación del relato anterior, (que si aún no lees, puedes hacerlo).

El son empezó a alumbrar la habitación del hotel, poco a poco fuimos despertando y empezando a darnos caricias, nos besamos y acariciamos nuestros cuerpos, cada vez más me parece una relación amorosa entre los tres, pues todo es perfecto entre los tres.

Por desgracia en esta ocasión no pudimos aprovechar bien la mañana puesto que debíamos salir a nuestro otro destino, por lo que comenzamos a guardar las cosas, estaba intrigado por saber hacia dónde iríamos. Nuevamente salimos sin rumbo, por lo que el camino fue tranquilo con pláticas, y pequeñas bromas.

Llegamos a un balneario en la misma ciudad de Puebla, era un balneario grande, de ambiente familiar y amigos, familias por aquí y por allá, todo tranquilo, se me hizo algo aburrido pues no habría nada de especial más que bañarnos todos en las piscinas, tomamos una mesa cerca de una de las albercas principales, y comenzamos a interactuar entre nosotros, el que se metió primero al agua fue Adolfo, quien sin decir nada solo se quitó la playera y al agua se fue, mi padre y yo nos quedamos en la mesa viéndolo, y sonriéndole, no hubo nada entre nosotros, solo platicamos cosas normales como de la escuela, amigos y cosas por el estilo.

No tardó demasiado cuando mi padre también se metió al agua con Adolfo, estaban los dos en la alberca jugando, si no los conociera diría que son familiares o incluso hasta pareja (pues como sabe mi padre se conserva muy bien a pesar de su edad).

Aburrido decidí explorar el lugar y ver que podía encontrar, llegue a una zona donde se puede ver que está un poco abandonada, unas cuantas bancas, y demasiada vegetación una zona del balneario que parece cerrada, sin más que hacer decidí regresar, pero en el camino me encontré con un joven igual que yo, güerito, delgado y muy simpático, comenzamos a entablar una conversación y me di cuenta que realmente es demasiado simpático, tanto que decidí presentarlo con mi padre y con Adolfo. Cuando llegamos a la mesa solo estaba mi padre quien se había quitado la playera y dejaba al aire su abdomen y pectorales marcados gracias al ejercicio, mi padre y Luis (así se llama) comenzaron a platicar, por lo que pude entender es que él es de otro estado de México y también anda de vacaciones.

Luego de un buen rato era yo quien estaba en el agua con Adolfo, jugando juegos algo indecentes debajo del agua, decidimos salir del agua, y vimos que mi padre no aparecía por lo que comenzamos a caminar por si lo buscamos, como no aparecía por ningún lado decidí mostrarle la zona que había encontrado a Adolfo, fuimos en dirección y nuestra sorpresa fue grande al ver a Luis mamándole la verga a mi padre, mi padre se encontraba sentado en una banca sin camisa y el short abajo, mientras Luis se encontraba de rodillas y masturbándose mientras le seguía mamando la verga a mi padre. Sin hacer el mínimo ruido tanto Adolfo como yo comenzamos a masturbarnos viendo la escena que nos hipnotizo, era otro nivel ver a mi padre (nuestro amante) teniendo relaciones con otro hombre, Adolfo y yo comenzamos a besarnos deliciosamente y apasionadamente, viendo esa escena tan excitante, pudimos observar que Luis se subió encima de mi padre dándole la espalda y comenzando a cabalgarlo dejando su pequeño culo a la vista de él, mi padre por su parte acariciaba su pequeño culo dando pequeños masajes y de vez en cuando una nalgada, a pesar de que no había mucha gente podíamos oír como gemían a un bajo volumen, lo que nos prendió aún más.

Sin decirme nada, Adolfo se inquino y comenzó a mamarme la verga, era la primera vez que alguien me la mamaba, era una sensación especial, que estaba disfrutando, por una parte disfrutaba de la mamada de Adolfo, y por otra podía apreciar a mi padre follando con otro hombre.

Luis cambio de posición y se puso de perrito recargado con la banca, mientras mi padre comenzó a penetrarlo, pude observar como a mi padre le costaba meter toda su verga dentro del culo de Luis, al parecer era nuevo en esto del sexo, mi padre poco a poco fue metiendo más y más su verga dentro de Luis, hasta que entro por completo, y Luis dio un pequeño grito, con movimientos suaves mi padre empezó a penetrar a Luis cada vez aumentando sus ritmos, por mi parte estaba que no podía de la excitación que sin avisarle a Adolfo me vine en su boca, él por lo que pude ver se tragó toda mi leche, sin decirle nada fue también mi turno y comencé a mamarle la verga a Adolfo, la tiene grande a decir verdad, un poco delgada pero grande, me encantaba hacerle un buen oral a mi mejor amigo quien en este pequeño tiempo se había convertido ya en mi amante, seguía mamando la verga de mi amigo, chupando todo su tronco, chupando sus huevos, y dándole besos por todos lados, comenzó a masturbarse a una velocidad rápida, supuse que estaba a punto de venirse, mi sorpresa fue que se vino en mi boca por igual, y al igual que él, también me trague toda su leche, volví a ponerme de pie y mire a Luis haciéndole un oral a mi padre, mi padre aumento el volumen de sus gemidos, estaba a punto de venirse, y así lo hizo, se vino en la cara de Luis, empapándolo todo de leche, Luis se tomaba la leche que tenia y volvió a lamer la verga de mi padre para dejarla totalmente limpia.

Vimos que habían terminado así que decidimos regresar a la mesa y ver que hacían, no tardo demasiado cuando llego mi padre y se sentó como si nada, no le dijimos nada pues no queríamos arruinar nada.

Decidimos ir al vestuario a cambiarnos, ya era de tarde y teníamos que irnos a buscar hotel, en el vestuario Adolfo comenzó a besar a mi padre, y a acariciarle la verga, mientras yo le daba besos en la espalda a Adolfo, poco a poco volvimos a bajar los dos hasta estar a la altura de su verga y comenzamos a mamársela, nuevamente compartiendo esa verga que nos gusta, y chocando nuestras bocas, tardamos un buen rato hasta que nuevamente se vino en nuestras caras, al estar bañados de leche de mi padre, Adolfo y yo comenzamos a besarnos para no desperdiciar ninguna gota de semen.

Ya en la tarde noche, volvimos al auto y nuevamente salimos a buscar un hotel donde pasar la noche pues ya era algo tarde.

Bueno hasta aquí el relato de hoy ya saben que acepto cualquier comentario de parte de ustedes, nos vemos en otro relato.